Capítulo 8: Felicidad
Sara Castillo
Caminamos por una calle con varios locales de comida, ropa y hoteles, de lejos se ve la Torre Eiffel, una de las tantas bellezas del mundo que quiero conocer.
— ¿A donde vamos? —Le pregunté a Gabriel.
— Seguro a muchos lugares pero hoy visitaremos la gran Torre Eiffel y buscaremos un lugar para que trabajes que por cierto no te pregunté si un local de comidas o con café te parecería bien — Me respondió el.
— Si claro, me parece una buena opción — Primer día y ya me está buscando trabajo, nadie haría eso por mí.
— Perfecto —
Llegamos a la Torre Eiffel, es aún más hermosa de lo que se ve en fotos, su estructura es muy linda y se ve que hicieron un buen trabajo.
— Es fascinante ¿Cierto? — Me pregunta Gabriel, haciendo que lo mire con mis ojos medio llorosos, de felicidad, por fin.
— Si lo es, nunca pensé en poderla ver en persona — Le contesté.
— ¿Subimos? — Habló el.
— ¿Ahora? no sé si pueda — Le dije, me tomó por sorpresa su pregunta.
— Si, ahora ¿Por qué no podrías? —
— Es que no sé, tengo miedo de lo que sigue en mi vida, que no tengo mente para pensar en conocer lugares — Le respondí dudosa.
— Eso no fue lo que hablamos antes, no te preocupes por lo que vendrá si no por el hoy, aparte ya estamos aquí porqué no subir a ver la vista de este lindo lugar — Gabriel sabe hablar con las palabras correctas, me dijo "vamos" y me agarró una de mis manos, llevándome hacia la entrada de la torre para subir por las escaleras.
Paramos en un piso medio alto, en donde habían turistas ya disfrutando de la vista.
— ¿Ves? hay que permitirnos ser felices a pesar de los problemas — Dijo el y era una verdad pero sola yo creo que no hubiese tenido un día de felicidad.
Pasamos unos minutos contemplando la vista de París, yo en particular pensando en como llegué hasta aquí y lo que había dejado atrás, mi carrera, Brisa, mi trabajo y mi hogar pero traje conmigo el sentimiento de culpa y Gabriel me distrae, sin embargo, no lo puedo olvidar.
Dejé de pensar cuando mi celular empezó a sonar, lo revisé y era mi amiga la que me está llamando. No podía contestarle desde ese lugar así que tengo que bajar.
— Oye Gabriel muy linda la vista pero necesito contestar una llamada — Ya no podía ocultarle a Brisa la verdad.
— Bajemos entonces — Me dijo él y comenzamos a bajar.
Cuando ya estamos sobre tierra firme, le devuelvo la llamada a mi amiga y ella atiende de inmediato.
Llamada de Brii❤️
"Hola Sara ¿Cómo estás? Estoy preocupada por vos ¿En dónde estás?"
"Hola Bri, te contaré todo pero ante la verdad necesito que no hagas nada por mí, estoy bien"
"¿A qué te refieres? Dime todo"
"Supe que la muerte de mis padres y del hijo que tuvieron mis tíos, fue provocada por mi, era niña y un capricho mío hizo que ellos murieran en un accidente, tras saber el tema decidí irme de casa y buscar una salida a todo el sentimiento de culpa que tengo, por lo cual me fui del país"
"Ay, Sara pero esas cosas pasan por algo, no las podemos evitar, no te sientas culpable amiga, ¿A dónde te fuiste? ¿Por qué no me dijiste nada? Hubiera preferido estar contigo"
"Me fui a Francia y perdóname por no contarte nada pero es que no te quería molestar"
"No eres una molestia para mí ¿Vas a volver? Necesitamos hablar en persona"
"Por ahora no, después te cuento como estoy aquí, te quiero mucho amiga"
"Contame todo todo Sara y yo también te quiero, me tengo que ir"
"Lo haré Bri, hablamos luego"
"Hasta luego amiga"
"Adiós Bri"
Cuelgo la llamada y me dirijo hacia donde me esperaba Gabriel, ha sido muy bueno conmigo, no esperaba encontrar a alguien como el.
— ¿Todo bien? — Me pregunta él.
— Si, era mi mejor amiga — Le respondí.
— Bueno si no es molestia pensé en algo ¿Querés sacarte una foto frente a la torre? Para que la tengas de recuerdo — Me dijo Gabriel.
— Eres amable, claro, solo una foto — No podía decirle que no, ya había hecho mucho por mí.
No pretendía sonreír de verdad porque aún no estaba de ánimos, así que hice una simple sonrisa para la foto frente a la Torre Eiffel.
— Saliste perfecta, si me das tu número te la paso — Me habló él.
— Gracias, ya te lo doy, por cierto ya agendé el tuyo. — Le di mi número y en unos minutos me llegó un Whatsapp de él, con la foto y un emoji de la bandera de Francia.
— Bienvenida a Francia Sara — Me dijo cuando me envió la foto.
— Muchas gracias de verdad, no tengo como agradecerte todo lo que has hecho por mí — Le dije mientras sonreía, no creo que alguien sea capaz de hacerme sentir feliz en estos momentos.
— No es nada, me alegra haber encontrado a una persona como tú, de verdad también me hiciste sentirme feliz aunque sea por un momento y olvidar mis problemas — Gabriel sonrió y sus ojos se notaban felices.
— Me alegro también de haberte conocido — Le tomé una de sus manos como muestra de sinceridad.
Él iba a decir algo pero una llamada de su celular lo interrumpió y solté mi mano de inmediato, algo de incomodidad se pasó por mi mente.
— Perdona, debo atender, es mi madre — Me dijo y se alejó un poco de mí.
Luego de unos pocos minutos, termina su llamada y vuelve en dirección mía.
— Mi mamá me quiere en casa ya mismo, parece que es urgente así que me tendré que ir, lo siento, te acompaño hasta el hotel si gustas — Gabriel se notaba preocupado pero a la vez serio.
— Entiendo, no hay problema, volveré sola, daré una vuelta por acá y volveré al hotel después — Le dije, quería conocer un poco más la cuidad y despejar mi mente.
— ¿Segura? ¿No te perderás al regresar? —
— Hoy en día existe Google Maps así que no te preocupes, ve tranquilo —
— Tienes razón pero me envías un mensaje cuando hayas llegado por favor Sara —
— Lo haré, hasta luego — Él asintió y tomó un taxi a su destino.
Yo me voy en dirección a unos comercios cercanos por donde pasamos caminando con Gabriel.
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