Capítulo 6: Conociéndonos
Gabriel Steven
Iba a llevarla a mi casa pero después pensé en que mis padres empezarán a hacer preguntas y no estaba de humos para eso, ni menos pensar en ponerla en una situación así, entonces el dije al taxista que nos lleve al hotel Du Louvre allí podría reservar una habitación para ella y dejar que se tranquilice y ver en que puedo ayudarla.
— Tranquila, estarás segura conmigo, no te haré nada malo — Le dije mientras íbamos hacia el hotel, ella estaba nerviosa y no es para menos, está en un taxi con un extraño.
— ¿Lo prometes? — Me preguntó ella y yo le asentí con la cabeza.
Pasaron unos minutos más y llegamos a nuestro destino, bajamos y entramos al lugar.
-— Por favor me da una habitación — Le dije al chico que atiende.
— Si señor Gabriel, aquí tiene, es la habitación 205 —
Ya los que trabajan aquí saben que casi siempre hago lo mismo, cuando escapo de casa para sentirme en paz cuando mis padres me sobrecargan, así que no tienen problema en darme una habitación y que después pague lo que se deba pagar.
Subimos por el ascensor, en silencio pasamos al cuarto y ella no dijo ni una sola palabra ¿Qué es lo que le pasa? No entiendo y quiero saber, necesito ayudarla, me destroza verla así.
— Sé que soy un extraño para tí y que querer ayudar a una chica que no conozco te parezca raro pero no soy malo ni mucho menos te haré daño, solo quiero que sonrías y que esos ojos hermosos dejen de estar tristes — Le hablé sinceramente y parece que entendió mis intenciones, que se sentó en la cama con la certeza de que me contaría sus problemas.
— Eres muy amable y te agradezco que me ayudes pero no quiero entrar en detalles hasta por lo menos saber lo que quiero hacer con mi vida, estoy perdida, muy perdida —
— Respeto tu decisión Sara y te entiendo perfectamente, mejor descansa y tranquila que yo pago los días que desees quedarte —
— Muchas gracias de vedad —
— Te dejo descansar, cualquier cosa te dejo mi número — Le dije mientras dejaba en un papel mi número de celular.
— Por favor no te vayas Gabriel, no tengo a nadie aquí — Me habló agarrando una de mis manos sutilmente y entendí que necesitaba apoyo y mucho.
— Claro que me quedaré pero me sacaré esta campera mojada o si no me voy a resfriar y tu debes hacer lo mismo ¿O quieres enfermarte? supongo que no — Le dije y por fin logré sacarle una sonrisa.
— Tienes razón y gracias de nuevo —
Sara Castillo
Quién lo diría, hice una locura y terminé con un chico desconocido y amable en una habitación del hotel más conocido de París.
Si lo hice quedar le tengo que contar la verdad, al menos parte de ella, aunque al principio me negué pero el tiene confianza en querer ayudarme y lo mínimo que puedo hacer yo es decir porqué me encontraba así en el aeropuerto.
— Ya que hiciste mucho por mí y te lo agradezco mucho, te voy a decir la razón por la cual estoy aquí — Le dije mientras me sacaba la campera y el también.
— No quiero que te sientas presionada por contarme —
— Mereces una explicación — Me senté de nuevo en la cama y me puse a decirle la verdad.
— Estoy aquí porque escapé de una dolorosa verdad, la cual soy culpable de la muerte de mis padres y de mi sobrino, quería sanar de todo eso y pretender olvidar el peso de conciencia que me dejó pero no me funcionó porque apenas salí del aeropuerto todo se vino de nuevo mi mente y no encuentro salida — Le conté y no quería llorar, no más por hoy pero mis sentimientos fueron más fuertes, haciendo que las lágrimas vuelvan a aparecer.
— ¿Cómo es que pasó la muerte de tus padres? ¿Por qué dices que sos la culpable? Si puedo saber — Me habló Gabriel, sentándose a mi lado.
— Fue un accidente de tránsito y yo era muy pequeña, ese suceso se pudo haber evitado si un capricho mío no hubiera aparecido y volveríamos a casa con vida los cuatro —
— Hay cosas que no se pueden evitar Sara, simplemente pasan y no podemos cambiarlas pero si podemos dejar de sentirnos culpables y tu tienes que entender eso, no puedes culparte por algo que no tenías idea de que pudiera pasar — Gabriel tocó mi mano con su palma y su otra mano secó las lágrimas de mi cara, una sensación de incomodidad se apoderó de mí ¿Qué está pasando? no tengo cabeza para fijarme en un chico, no ahora.
— Y lo peor es que no puedo, aunque lo intentara olvidar o al menos no echarme la culpa, no puedo, ellos estarían vivos de no ser por mí — Me levanté de la cama, ya no quiero hablar del tema, porque ya no sé que decir, que pensar, que sentir, no sé, no sé y no sé.
— ¿No tienes a nadie más? Es decir ¿No tienes algún familiar o amigos? Las personas más importantes nos ayudan a sanar, seguro que sí tienes a alguien importante en tu vida podrás superarlo — Me dijo y al decir verdad tenía razón, pero yo no tengo a nadie, excepto por Brisa pero ella tiene su vida y no voy a molestarla.
— La verdad no, por eso quise irme de mi país y olvidar todo por un tiempo —
— Si me permites, puedo ser tu amigo, no pretendo entrar en tu vida así de repente pero no quiero dejarte ir sabiendo que estás perdida, al menos hasta que encuentres tu rumbo ¿Puedo? Será a tu manera por su puesto — "No quiero dejarte ir" nadie me había dicho esas palabras, tan sinceras, tan especiales.
— Te soy sincera, si no me hubieras encontrado en el aeropuerto seguro en este momento estaría todavía en la lluvia o quizás volviendo a mi país infiltrada en un avión — Le dije entre risas y el también se rió, no me había reído desde el día en que mi vida se volvió un desastre.
— Por lo que ya entraste a mi vida y si quieres que seas mi amigo, debes contarme algo de tu vida para saber con quién estoy en este momento —
Si el destino quiso que se cruzara Gabriel en mi camino y viendo en la situación que estoy tampoco voy a dejarlo ir y no es porque me interese, porque de verdad no estoy para esas cosas.
— Agradezco que confíes en mí y ahora mismo te cuento todo de mi vida — Me respondió y me dijo que traería algo para tomar, para calentarnos.
Él salió por un momento de la habitación y aproveché esos minutos para tirarme en la cama y procesar todo lo ocurrido.
No sé lo que seguirá siendo de mi, de él y de mis problemas pero de lo que estoy segura es que es un chico bueno.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro