Capítulo 22: Un cumpleaños diferente
Sara Castillo
Al despertar veo la hora en mi celular y marca las 7:00am, eso significa que es un nuevo día y debemos prepararnos para ir al trabajo, aunque no es un día cualquiera, es 3 de noviembre, mi fecha de cumpleaños.
Lo primero que hago es darle un beso a la foto de mis padres y también la de mi abuela y decirles unas palabras.
"Gracias por otro año más, sé que están presentes siempre y ojalá estén felices de lo que estoy haciendo"
Luego voy a cambiarme en el baño, de pasada hecho un vistazo hacia el living y veo que Gabriel está en la cocina, creo que prepara el desayuno. Vuelvo a la habitación para peinarme y escucho la voz de Gabriel a través de la puerta.
— ¿Puedo pasar? — Pregunta él.
— Si, claro, pasa — Le respondo mientras me termino de peinar.
— Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas Sara, que los cumplas feliz — Canta Gabriel con una torta en sus manos, no me lo esperaba, es una linda sorpresa.
— Ay, qué lindo, muchas gracias, de verdad no pensé que fueras a hacer algo así — Dije, estoy sin palabras y eso fue lo único que me salió en el momento.
— Te lo mereces, vamos, sopla la vela — Dice Gabriel, entonces lo hago y le doy un abrazo.
— Estoy muy feliz, gracias — Le agradezco de nuevo.
Luego vamos a la mesa para desayunar, al llegar veo que todo está acomodado como si fuera un restaurante, hay dos cafés con leche acompañados de croissant y dos vasos de jugo de naranja.
— Te quedó todo lindo, tenemos un desayuno de lujo — Comento feliz.
— Gracias, ahora cortaré un poco de torta para que pruebes — Habla Gabriel, cortando una porción pequeña de chocotorta para mí y para él.
— Está muy rica, es mi favorita — Dije al probarla.
— Lo es, disfrútala — Cometa él, también comiendo su parte y luego ambos tomamos un poco de jugo.
— 20 años ya ¿verdad?— Pregunta Gabriel mientras tomamos nuestros cafés con leche.
— Sí, ¿vos qué día cumplis años? me contaste el mes pero no el día exacto, así te puedo preparar una torta, como lo que vos hiciste — Le digo, aún falta pero algo me dice que estaré presente en ese momento.
— Yo cumplo 22 el 10 de febrero — Me responde.
Después de desayunar, lavamos y guardamos lo que usamos, luego ambos terminamos de alistarnos y salimos hacia el restaurante.
— Una mañana ideal, parece que el cielo también sabe que estás de cumpleaños y va a salir el sol — Comenta Gabriel, ya que el clima será templado y no hará frío.
— Si, lo sabe — Dije sonriendo, creo que es la primera vez que alguien nombra seguido que cumplo años desde que mi abuela ya no está presente, obvio, mi mejor amiga Brisa también cuenta, aunque esta vez es diferente.
Entramos al restaurante, saludamos a los demás empleados y vamos por nuestros delantales.
— Bueno, vamos a preparar las mesas — Comenté y ambos nos separamos para hacer las tareas pendientes y esperar a los primeros clientes.
Pasamos las siguientes horas haciendo nuestro trabajo, aunque también cruzando miradas mientras que llevábamos los pedidos o en los ratos libres, eso me generó una sensación particular que con nadie había tenido, en su mirada encontré más que un simple amigo o compañero de hogar.
— Terminamos por hoy, fue una agradable jornada de trabajo — Comenta Gabriel cuando dejamos los delantales en su lugar y tomamos nuestras pertenencias para irnos.
— Lo fue — Le dije amablemente.
Antes de salir del restaurante, escuchamos la canción de "feliz cumpleaños" en inglés y al darme vuelta veo a nuestros compañeros cantándola y una chica tiene un muffin con una vela en el centro.
— ¿Es en serio? me van a hacer llorar de felicidad — Me expresé en voz alta.
— Tenían que saberlo así pueden conocerte mejor y vos a ellos — Dice Gabriel, así que ya sé quién se los dijo.
— Muchas gracias de verdad, a todos, especialmente a tí — Dije y con las últimas palabras le dediqué una sonrisa a él y luego soplo la vela.
Saludo a cada empleado y me entregan el muffin, algunos hablan español por lo que puedo cruzar palabras, aunque otros no pero ya aprenderé a hablar mejor inglés para poder hablar con todos.
— De nuevo, gracias — Les agradecí y nos retiramos del lugar.
— Vamos, probalo y dime qué tal es — Habla Gabriel.
— Claro, aunque te daré la mitad, ya que fuiste el que comentó lo de mi cumple y mereces una parte por tu favor — Dije, así será justo, él aceptó y partí en partes iguales el muffin relleno de una mermelada de frutos rojos.
Mientras disfrutamos de esta delicia, suena mi teléfono al llegar a la puerta del departamento, así que le digo a Gabriel que pase primero hasta que yo conteste la llamada, seguro es mi amiga.
Como lo supuse es Brisa, me felicitó por mi cumpleaños y me dijo unas bonitas palabras, que me extraña pero que también quiere verme feliz así que me dió buenas vibras para este nuevo comienzo, ya que le había comentado sobre el departamento y que lo compartiré con Gabriel. Hablando de él, le cuento sobre la sorpresa de esta mañana y como era de saber Brisa me dió el consejo de que le de una oportunidad al amor, no cualquiera hace las cosas que hizo por mí, yo le dije que aún no es tiempo para pasar a ese nivel, recién nos estamos conociendo mejor y si pasara algo ella sería la primera en saberlo. Luego terminamos la llamada con buenos deseos para ambas.
— Ve a lavarte las manos que yo tendré listo el almuerzo en unos minutos — Me dice Gabriel, poniendo algo en el horno.
— De acuerdo — Le respondo y voy primero a la habitación a dejar mis cosas y luego al baño.
Al salir del baño voy a la cocina para ayudar con el almuerzo y veo que Gabriel saca del horno una fuente con empanadas.
— ¿Cómo las compraste sin que me diera cuenta? de verdad no lo creo — Comenté.
— Tenía que ser una sorpresa y así fue ¿no? — Responde él.
— Te salió todo bien, muchas gracias — Le dije y ayudo con la mesa, poniendo los platos y sirviendo jugo en los vasos.
Gabriel pone cuatro empanadas para cada uno y nos sentamos a disfrutar.
— Son de carne, están muy ricas — Me expresé al probar una.
— Sí que lo son, me alegro que te gusten, quise llevarte de nuevo a tu país con las comidas que más te gustan — Dice él.
— Ahora entiendo las preguntas de ayer, no lo hubiera pensado, gracias Gabriel, de corazón — Le hablo sinceramente y algo emocionada, aunque no voy a llorar ahora, no opacaré este lindo momento.
— Hoy tenía y tiene que ser un día especial, yo hice mi parte para que tengas un feliz cumpleaños, porque sé lo que es estar lejos de casa en una fecha importante como esta y extrañar a los seres queridos — Me dice Gabriel, yo comprendo perfectamente lo que tuvo que pasar alejado de su país natal y hacerme esta sorpresa fue también para sentirse bien consigo mismo, no quiso que me sintiera triste.
— Es un buen gesto de tu parte y lo voy a recordar siempre — Digo mientras tomo una sus manos para demostrarle que no está solo.
— Disfrutemos y después hablamos tranquilamente — Dice él y seguimos comiendo las empanadas.
Luego al terminar, Gabriel saca la torta y yo corto las porciones.
— Extrañaba comer chocotorta, es deliciosa — Me expresé al degustar un bocado.
— Sí, es riquísima — Comenta Gabriel.
Después de acabar con la torta, ambos levantamos lo que usamos y nos dividimos las tareas, él lava, yo seco y guardo. Luego voy a lavarme los dientes y Gabriel espera su turno.
— Sara, aún tengo una sorpresa más, así que ve al living y ponte cómoda, ya regreso — Me dice él antes de entrar al baño.
— ¿Hay más? estás lleno de sorpresas — Le respondo y hago lo que me pidió.
¿Qué será?
Ya me dió la sorpresa más linda del día, pensó en mi felicidad en este día y lo ha logrado.
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