Gabriel Steven

Mi padre seguramente sabrá que me quedaré en una de las habitaciones del hotel, aunque eso no me importa tanto si no que si se entera que le estoy pagando los días que Sara se quede aquí, no me dejará en paz hasta que ella se vaya o se pague la estadía. Por lo que tengo que buscar pronto un lugar más rentable para Sara por si llega a pasar, aparte tampoco quiero usar más el dinero de mi padre, me revelaré contra sus órdenes y hallaré la libertad que tanto he anhelado.

Voy a dibujar para despejarme un poco, a pesar de todo lo que me pasa Sara me ha puesto feliz por lo que le pienso regalar un cuadro como muestra de agradecimiento.

No traje mis cosas así que tendré que buscar en algún local cercano los materiales.

Por suerte me quedó plata y compré lo necesario para dibujar en un comercio que no estaba lejos del hotel.

Ahora sí puedo hacerle el cuadro, tengo una cartulina blanca, una libreta, lápices de colores, goma, plasticola y una portaminas.

Pienso en qué cosas le pueden gustar pero no sé casi nada de ella, solo sé que le gusta cocinar y que es de Argentina. Busqué por internet comidas típicas de su país y hice unos pequeños stickers de empanadas, un mate en bombilla, alfajores y otros dibujos, por último la bandera de su país y los pinté. También armé stickers con cosas de acá y la bandera de Francia.

Revisé mi celular para ver bien cómo era un plato dulce que es típico de París y encontré en mi galería la foto que le tomé a Sara frente a la Torre Eiffel, entonces pensé en una buena idea, poner como dibujo principal esa foto y alrededor los stickers. Sé que no soy tan bueno dibujando retratos aunque haré lo mejor que pueda por este regalo.

Pasó una hora y solo me falta pegar los stickers, el retrato quedó perfecto ojalá a Sara le guste. Cuando lo terminé quería mostrárselo de inmediato pero luego pensé que mejor sería dejarla descansar y no molestarla en la tarde.

Le mandé un mensaje para que sepa que puede bajar y comer en el espacio de restaurante del hotel sin problemas, por si acaso.

✉️ Gabriel: Hola Sara, te escribo para decirte que si quieres ir a merendar o a tomar algo en el restaurante del hotel, lo puedes hacer tranquilamente, le dices a los encargados que está a mi cuenta, yo igual pasaré a avisarles, no será un problema.

✉️Sara: Hola Gabriel, ¿Seguro que no sería una molestia? Tienes tus problemas y tu vida también.

✉️Gabriel: No lo será, no te preocupes, al contrario, saber que te puedo ayudar en algo me dejará tranquilo.

✉️Sara: De acuerdo, cualquier cosa si necesitas hablar estoy disponible, te debo mucho y es lo mínimo que puedo hacer por tí.

✉️Gabriel: Lo que te he ayudado, ya me lo devolviste escuchando mis problemas y dándome palabras reconfortantes, así que por eso no te preocupes.

Sus palabras de verdad me sirvieron, cuando la veo me olvido por un instante de mi vida y puedo disfrutar del momento, la acabo de conocer lo sé, sin embargo, algo en mi cambió, me trajo paz su presencia y quiero compartir más tiempo a su lado.

Ahora siento que puedo lograr mis metas y vivir feliz, todo gracias a ella.

Sara Castillo

Es tan amable Gabriel, merece encontrar la felicidad y sobre todo cumplir sus metas sin atajos.

No quisiera serle un gasto para él por lo que merendaré algo liviano y que no cueste tanto.

Son las 17hs, bajaré por un licuado de frutas o lo que tengan para merendar y luego quisiera salir a caminar un rato.

El hotel es demasiado lindo y lujoso, con buenas atenciones, pedí sin problema un licuado de frutilla con un tostado.

Terminé de merendar y salí a despejarme de nuevo, intentaré saber más sobre esta ciudad, sus locales, sus calles, sus parques y ver si encuentro un alojamiento más barato, ya que de seguro Gabriel no quiera seguir en el trabajo de su padre y no voy a ser un problema más para él.

Me fui guiando por Google Maps para ir encontrando lugares y también para no perderme.

Fui buscando hoteles y muchos su estadía no me parecía conveniente para mí. Primero debo encontrar un trabajo para obtener ingresos.

Volví al hotel después de una hora y media de ir visitando hospedajes, haciendo algo de turismo y pensando en el presente, entré a mi habitación y me dejé caer libremente en la cama. Estoy exhausta y no por caminar, si no por lo que tengo que hacer para quedarme un tiempo más acá, sé que mi amiga no tendrá problema en aceptarme en su casa, sin embargo siento que no estoy preparada para volver, ni mucho menos regresar a la casa de mis tíos y enfrentarlos.

Decidí darme un baño para relajarme, aún tengo tiempo para pensar y no quiero estresarme más por hoy.

Luego de bañarme, mientras terminaba de peinar mi pelo, escucho que alguien toca la puerta.

Abro y es Gabriel, trae entre sus manos una cartulina blanca ¿Para qué será?

— Hola ¿Estás ocupada? — Habló él.

— Hola, no no ¿y eso? —Le pregunto con cara de intriga, mientras lo hago pasar.

— Es un regalo para tí, aunque primero quiero decirte algo — Me respondió ¿Qué será?.

— De acuerdo — Dije y nos sentamos en uno de los sillones principales del cuarto.

— Sara, tus palabras me ayudaron más de lo que piensas, contigo tengo la confianza para enfrentar a mi padre y eso es muy valioso e importante para mí, por lo que te traje un detalle de agradecimiento — Me dijo él, mostrándome un dibujo en esa cartulina.

— Es hermoso Gabriel, muchas gracias — Comenté, de verdad es muy lindo, nunca antes me hicieron un retrato y recibirlo sin pedirlo, lo hace especial.

— Entonces ¿te gustó? —

— Claro que sí y más los detalles de los stickers, me encantó ¿todo lo hiciste vos? —

— Me alegro que te haya gustado y sí, lo hice yo —

Tengo en mis manos un cuadro que estará a partir de hoy a donde sea que vaya.

— Es un bello regalo, yo también agradezco tu ayuda y sobre todo tu compañía — Le dije a Gabriel y lo abracé de un impulso imprevisto, aunque el me correspondió el abrazo y se sintió reconfortante.

— Perdona, hace tiempo que no me sentía tan feliz — Hablé después de que nos separamos.

— No pasa nada, yo me siento igual, sé que nos conocemos hace muy poco tiempo, pero ya te considero una persona especial y importante en mi vida —Me dijo Gabriel.

— No me hagas poner sentimental porque voy a llorar — Comenté.

Nos reímos ambos de mi comentario y luego hablamos de los detalles del dibujo, la Torre Eiffel está muy linda, los stickers sobre mi país y de acá son bellos, todo en sí está hermoso.

— Sé que no es la hora aún, sin embargo no está de más preguntar ¿quieres que cenemos juntos? podemos aprovechar para hablar sobre en qué puedes trabajar, por supuesto primero debemos encontrar una vacante de trabajo — Habló él.

— Claro, no tengo problema, de hecho esta tarde estuve buscando un hotel más barato para que no te preocupes por ese tema, aunque por ahora no encontré un hospedaje que me parezca mejor y conveniente — Le dije.

— Entiendo, por ahora veamos primero de buscar un trabajo y luego lo demás ¿te parece? — Me preguntó.

— Si, como gustes y de nuevo gracias por el regalo —

—  De acuerdo, te espero abajo a las 21:00hs — Fueron las palabras de Gabriel para finalizar la conversación y luego se retiró de la habitación.

Tras cerrar la puerta, voy a mi cama y me tiro en ella, con una cara de felicidad viendo el dibujo que hizo Gabriel para mí, estoy tan contenta por su regalo.

A la vez tengo nuevas sensaciones, como si estar entre sus brazos sintiera paz y protección, lo cual me hace bien. Como dijo, nos conocemos recientemente pero eso no quita que pueda ser parte de mi vida de ahora en adelante, porque puedo volver a ser la Sara de siempre estando cerca de él.