Capítulo 1: Rutinas que cambiarán
Sara Castillo
6:30 am
Suena la alarma y en seguida me levanto para ir a la universidad de gastronomía.
En un año más ya me recibiré y se cumplirá una de mis metas.
Me preparo, alisto mi mochila y salgo a tomar el colectivo, la universidad está a media hora y mis clases comienzan a las 08:00hs así que antes voy a desayunar.
Al llegar, voy a un bar de la esquina del lugar.
Cuando entro me encuentro con la encargada del local.
Con ella tenemos una gran cercanía ya que vengo aquí desde hace dos años.
— Buenos días Sara ¿Vas a querer lo de siempre? —
— Buen día señora María, si claro —
Le contesto.
— Bien, ya te lo llevan —
Luego de unos minutos viene mi desayuno preferido, un café con leche con facturas y biscochos.
No es que siempre sea lo mismo para todos los días pero sí los lunes, es como para comenzar la semana con muchas energías, a mi pensar.
Mientras desayuno leo un libro de comidas vegetarianas para ver si hay recetas que me gusten. Ya quiero recibirme y tener mi propio restaurante.
Al terminarlo, pago la cuenta, me retiro y me dirijo a la universidad.
13:00 pm
Tomo el colectivo de vuelta a mi casa, ha sido una clase muy linda, con varios platos sofisticados.
Llego a mi casa, bueno la de mis tíos, me cambio de ropa y voy a almorzar.
Vivo con ellos porque mis padres fallecieron en un accidente automovilístico, me costó mucho superar sus pérdidas pero salí adelante para cumplir mis sueños y que ellos estén orgullos.
Luego a las 16:00hs voy a mi trabajo, soy empleada de una heladería.
Ahora estamos en primavera pero hace más calor así que gano más, esa plata la guardo para mis gastos de la universidad y para otras necesidades.
— Hola Sara ¿Cómo estás? — Al entrar me saluda Brisa mi compañera de trabajo y amiga.
— Hola bien por suerte ¿Vos? — Le contesto dirigiéndome a la parte trasera del local en busca de mi uniforme.
— Me alegro, yo bien, pero cansada—
— ¿Por el trabajo o por algo más? — Le pregunto a Brisa.
— Si por el trabajo pero también por la universidad, ya van a comenzar con las etapas de parciales y no sé si pueda seguir trabajando como los años anteriores, ahora tengo más cosas — Me cuenta ella, está en el tercer año de abogacía.
— Entiendo Bri, podés darte el tiempo completo para tu carrera, nuestra jefa lo entenderá y lo sabes — Le digo.
— Si, tienes razón, ya luego le consultaré —
— Bueno ahora a trabajar —
Pasamos toda la tarde vendiendo helados y también refrescos.
A las 20:00hs termina mi jornada laboral y me dirijo a la parada de colectivos, lo mejor es que no tengo que esperar mucho. Paso mi vuelta a casa escuchando música o a veces leyendo un libro, lo más lindo que existe.
Al llegar a mi casa, lo primero que hago es darme un baño y luego voy a
cenar.
Termino mi día guardando y acomodando mis cosas para el día siguiente.
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