Tercer capítulo
Teniente por respirar
Poco a poco recobrabas los sentidos y alcanzabas a escuchar cada vez mejor algunas voces a tu alrededor.
-Ya estás despierta- dijo alguien.
Volteaste la mirada a tu derecha, donde estaba un oso vestido de forma elegante, su pelaje era gris, blanco en el osico y ojos amarillos, parecía ser bastante viejo por las arrugas que tenía.
Lo miraste a ver un poco confundida.
Y ese qué? Qué me ves?
Aguantaste esos comentarios para después. Este te miro irritado y justo habló el médico al otro lado tuyo al que apenas habías notado.
-Tranquilo coronel, sufrió un golpe severo en la cabeza que puede ser causante de borrar recuerdos, probablemente no recuerde quien es usted- explicó el médico.
Eso fué... conveniente, así que perdiste la memoria según él.
-Yo qué? - dijiste.
El coronel suspiro y te miró nuevamente.
-Yo soy el coronel, y tú eres la médica sobreviviente del Escuadrón Águila, felicidades-
-Eh? -
Tal vez tenías un día de vida, pero hasta tú sabias que tu supuesto equipo haya muerto es malo.
-Te has ganado el título oficial de teniente médico- te miro con la sonrisa de lado más falsa que podrias imaginar.
Sacó una caja de regalo y te la entregó.
-Para mi? -
-Para usted soldado-
Lo abriste lentamente, dentro había un uniforme médico distinto al que la unicornio te había dado que parecía de alguna forma superior, una mochila y dos medallas.
Las tomaste en tus manos, una decía "Sobreviviente" y la otra "Teniente médico".
-Oh, wow- literalmente no habías hecho nada y ya te daban reconocimientos e incluso un aumento.
Miraste nuevamente al coronel, quien te miraba expectante y asintió como si aprobara algo. Vaya forma de manipular a alguien, recompensando a gente que ha sufrido con títulos bonitos y falso orgullo para que te quedes a su lado.
Sonreíste para parecer agradecida.
-Muchísimas gracias señor coronel, lo aprecio bastante-
Él pareció satisfecho con tu respuesta, se puso más recto, si es que eso se podía, y se dirigió al médico.
-Vuelvan a enseñarle a la teniente... - te miró a ver esperando respuesta.
-Tn-
-A la teniente Tn de medicina, no vaya a ser que también se le haya olvidado, cuando esté lista mandela a mi oficina-
-Si señor coronel- respondió.
El mayor te dedicó una última mirada y se dirigió a la salida, caminando a paso lento y fuerte como si tratase de imponer respeto.
Salió y cerró la puerta detrás de él, el médico a tu lado suspiro como si estuviera mantuviendo el aliento.
-Vamos teniente Tn-
Asentiste y te levantaste de la cama, notando una venda en tu brazo izquierdo, otra en la pierna que te dolía y un parche en la cabeza.
-Dejaré que se cambie teniente- dijo y procedió a salir cerrando la puerta tras hacerlo.
-Habrá que acostumbrarse al título supongo-
Tomaste las nuevas prendas y te las pusiste, dejando en la cama las antiguas llenas de sangre y tierra.
Notaste las diferencias, ahora tenias una especie de saco que tenía una Cruz Roja en el brazo derecho, una camisa de manga corta, el pantalón negro, unas botas más elaboradas, un tipo de paliacate rojo que amarraste a tu cuello y la mochila de lado, también había un casco que también tenía la Cruz Roja en el centro, pero este mejor lo guardaste en la mochila.
Te miraste en un espejo de cuerpo completo, luego a las medallas y te las colocaste.
-Mmmh, pues me veo bien- soltaste al aire, viendo tus ángulos reflejados y dando una vuelta en tu lugar.
Finalmente te decidiste por salir, afuera estaba el médico de antes esperando por tí, ambos asintieron y comenzaron con el camino a donde sea que el te guiaba.
-Y... tú quien eres? - terminaste con el silencio.
-Yo soy el médico general Amon teniente- se presentó de forma respetuosa.
-Amon dices? -
-Sí teniente! -
Lo miraste de arriba abajo, parecía un ponpón, su pelaje era una especie de rubio cenizo y extremadamente rizado.
- Y con todo respeto teniente-
Lo miraste mientras el se daba la vuelta y se ponia firme después de hacer un saludo.
-Debería empezar a comportarse como uno, sin ofender, sé que es nueva y está bien- te sonrió y siguió con el camino.
Rodaste los ojos.
Caminaron un rato más hasta llegar a un salón. Había utensilios esterilizados, pósters de las partes del cuerpo, camillas y así.
-Comencemos si? - dijo Amon.
-Va-
(...)
Pasaron varios días de entrenamiento, aunque para ellos era un repaso para asegurarse de que 'aún tuvieras' tus habilidades médicas.
Te estabas quedando en una pequeña cabaña para ti, por todo eso de teniente. Estaba ubicada cerca de los nuevos reclutas a los que veías de vez en cuando entrenar a lo lejos.
Y para ser sincera, el rosado te hacia gracia, se veía muy amable como para estar enlistado.
Y con lo de las prácticas, parecía que habías descubierto otro tipo de magia, no era que podías mágicamente curar, si no que tu instinto te decía lo mejor para hacer.
Aunque sinceramente no estabas muy segura de que hacías, lo hacías bien.
Y un poco de lo mismo con lo físico, eras ligeramente más ágil y fuerte que un oso promedo, pero tenias que entrenar si querias sobresalir.
Caminabas entre los pasillos del comedor para las personas con un puesto mayor a recluta, que era significantemente mejor.
Te paraste frente al soldado Amon, quien parecía estar cuidando todos los lados a los que hibas.
-Buenos días teniente! - saludó de la típica forma militar.
-Buenos días soldado Amon- respondiste con una ligera sonrisa.
Este te abrió la puerta al comedor y te siguió mientras hablaba.
-El día de hoy hay ballas asadas con miel, puré de manzana y carne de puerco- informó rápidamente en lo que te servías.
-Muy bien-
Te dirigiste a sentarte en lo que él regresaba a su puesto. Al lado tuyo había un oso grande, robusto y de pelaje gris a excepción del osico que era más claro y sus ojos eran amarillos, pequeños y llenos de ira.
-Buenos días- saludaste.
-Mmh- Este te miro de arriba abajo y asintió al mismo tiempo que hacia este sonido.
Normalmente le mirarlas feo por no responder, pero tenía comida en la boca.
Nadie quiere ver la comida masticada.
Comiste en silencio, ya que claro que no conocías a nadie de ahí, pero sentias como de vez en cuando los demás osos te dedicaban miradas, algunas extrañadas, otras curiosas, sorprendidas y... lujuriosas.
-(Se nota que les falta afecto femenino a estos) - pensaste.
La incomodidad se apoderó de ti, comiste rápidamente y te fuiste de ahí, escuchando murmullos por donde pasabas hasta llegar a la salida.
Ya había sido de tu último repaso médico, así que te dirigias al cuartel general con adivinen quién, el sargento yupi, te estabas llendo volteando a ver a los campos de entrenamiento por entretenimiento.
Ahí estaban los nuevos reclutas como de costumbre, recorrían la misma cancha una y otra vez.
Por andar viendo no te fijaste bien, estúpida.
-Off- soltaste, en este momento te diste cuenta de lo expresiva que eras con esos ouch, offs y demás.
-Perdona, estás bien? - te disculpaste rápidamente antes de distraerte.
-Está bien, no te preocupes- respondió tranquilamente.
Era un oso de tono morado más oscuro que el tuyo, el osico más claro y largo como sus lentes los cuales reflejaban la luz y no dejaban ver sus ojos, este llevaba unas prendas negras religiosas.
-De nuevo perdón, que tengas un buen día- te volviste a disculpar y te fuiste a pasos rápidos.
Qué vergüenza.
Este te vio básicamente huir con la mayor naturalidad de la vida, te analizó un poco y se dió la vuelta para irse.
Pronto llegaste a tu destino, subiste las condenadas escaleras y caminaste por los decorados pasillos hasta la puerta más elaborada y con un recluta vigilando, te paraste frente a él.
-Identifiquese porfavor-
-Teniente Médico Tn- respondiste.
Pareció pensar un momento y se apartó.
-Bienvenida, el coronel y los demás la esperan- dijo y abrió la puerta.
-Gracias- agradeciste y pasaste.
Caminaste hasta estar a una distancia razonable de los osos importantes al frente tuyo quienes se percataron de tu presencia.
-Señor, Teniente Tn reportándose- te pusiste recta e hiciste el saludo.
-(Dios cómo me caga esto) - pensaste mientras el coronel se acercaba.
-Bienvenida Teniente, supongo que ya ha terminado su rehabilitación-
-Si señor, aquí está el comprobante- le diste una hoja que los médicos habían hecho para corroborar.
Este pareció bastante satisfecho, tal vez porque tenias talento en la medicina.
-Bien, acérquese un poco- dijo y camino hasta los otros dos.
Lo seguiste y estudiaste a los generales o coroneles quien sabe lo que son. Uno era bastante robusto y el otro parecía un perro.
-(Vaya) -
-Teniente Tn, usted será recolocada en un nuevo escuadrón, supongo que ya ha visto a los nuevos reclutas- dijo el cara de perro.
Asentiste.
-Debido a su falta de memoria la mandaremos con eello, el sargento Caricias está a cargo, la misión es simple- se acercó a la pared apuntó a un mapa que estaba pegado en este.
-Ustedes tendrán que pasar por las afueras del bosque mágico, pasar por la ruta indicada, encontrar al escuadrón búho y regresarlos- apuntó a distintos caminos y finalmente a una imagen de búho.
-Si señor-
Sentiste de nuevo la presencia del coronel cerca detrás tuyo.
-Si sale relativamente bien de esta misión, tal vez será recompensada- dijo este.
No lo veías de frente, pero sus intenciones estaban claras.
-(Viejo necesitado) -
Asentiste.
-Bien, puede retirarse teniente- en cuanto lo dijo te despediste y te fuiste lo más rápido que pudiste.
Al estar fuera suspiraste.
-(Dios mío con estos) -
Caminaste hasta el escuadrón de novatos con determinación, tal vez puedas aprender algo de ellos y no sé, terminar la guerra como se te pidió.
Cuando llegaste estaban practicando arquería, caminaste hasta estar detrás de estos y observaste un poco.
Escuchaste pasos hacia ti y te diste la vuelta.
-Veo que ya ha llegado teniente- dijo el mismo oso con el que habías comido al lado hace rato.
-Sargento Caricias supongo- respondiste y este asintió.
-Qué piensas de ellos? - preguntaste.
Este soltó un 'tch', miró a los novatos y luego a tí.
-Son una basura, escoria, lo peor que he visto- soltó.
-Pff- no pudiste evitar reírte.
Este se unió un poco y soltó una pequeña risa. Ambos caminaron más cerca de los novatos.
Habia uno azul que parecía querer darlo todo, soltó la flecha y dió en el estómago del unicornio.
-Muy bien novato, buenos disparos- dijo el sargento.
El oso azul se notó orgulloso.
-Lástima que no sirvan de nada comparados con los del recluta de acá-
Ahora se notó furioso.
Rodaste los ojos.
Procedió a soltar su discurso y nombrar líder al amarillo llamado Coco. Todos se acercaron a celebrar hasta que uno rosa te notó y se acercó.
-Disculpe señorita- captó tu atención.
Soltaste un 'mhh' indicando que escuchabas.
-Usted que hace aquí? -
Sonreíste con ternura y reiste.
-Eso lo verás- guiñaste un ojo y te pusiste al lado del Sargento captando la atención de los novatos.
El sargento Caricias lo notó y se aclaró la garganta.
-En formación ahora! - gritó.
Automáticamente todos se pusieron en línea, serios y rectos mirando hacia ustedes dos.
-Ella es la teniente Tn!- diste un paso al frente y sonreíste.
-Más les vale respetar a su superior médico escorias! - volvió a gritar.
Ahora el sargento te caía mejor, ignorando el hecho de lo enojon y agresivo que era.
-Yo seré quien trate de sus heridas, cualquier molestia porfavor díganme- informaste de forma sencilla.
-Sí teniente! - gritaron todos al tiempo.
Diste tus pasos para atrás y el sargento continuó dando indicaciones.
Fin del capítulo
Yeii, nuevo cap.
Algo que decir?
Sí, puse que los osos están medio necesitados pq hace lógica.
Intereses amorosos:
Azulin, Gordi, Coco, Padre, Achuchones y alguien quería al de la sonrisa nomas q no me sé el nombre 😔 ayudita pls.
Dibujo del capítulo
Also Azulin blush
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