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Pesadilla

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En general el mundillo de la interpretación de los sueños me resulta incomprensible. Es fácil contextualizarlo en un pensamiento latente, ya sea ajeno o propio, o bien sea interpretado por alguien para sacar un beneficio monetario (ocurre con más frecuencia de lo deseado). Incluso aprovecharlo como ejemplo de algún pensamiento personal ajeno que lo justifique, aún cuando no tiene ni pies ni cabeza buscarle ése sentido más que una mística señal por su parte.

Su explicación común es la forma caótica que tiene nuestro cerebro de guardar la información nueva.

Hoy he tenido una pesadilla bastante horrible. Una vez lo cuente puede que el primer pensamiento que genere es: ¿Por qué es una pesadilla?  Me he despertado con una profunda sensación de angustia, tristeza, impotencia, malestar y culpabilidad, escuchando mis propios lloros ante esa marabunta de desagradables sensaciones que en el sueño tenían sentido. No puedo decir asustada, porque no lo estaba. Estaba angustiada al máximo.

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En el momento que he tomado consciencia en el sueño (algo que recomiendo practicar porque es mucho mejor que ver una película o jugar a un videojuego de realidad virtual —y si encima tomáis las riendas de éste, es el sumun de experimentar la infinita diversión en vida—) estaba sentada en una silla, en una sala de espera de lo que imagino era un edificio tipo gubernamental, oficina pública, un sitio vacío, de estética fría, totalmente pintado de "beich", suelos terrazos pulidos de color amarillo. De manera inexplicable me encuentro acompañada de varias personas que me hablan de cual será mi función ahí, mientras caminamos hacia la salida (o esa es la explicación, porque tampoco los escuchaba con atención). Es un edificio enorme, lleno de pasillos y puertas, ventanas y salas (perdería mucho tiempo en descripciones y no es ni lo más llamativo de todo el sueño). Era enorme incluso en su salida. Lo primero que pienso viéndolo, ignorando lo que me están diciendo las personas que me hablan porque ya tenía claro que no me interesaba —decisión voluntaria, intrigada como estaba por saber dónde estaba mi familia en ese "¿mundo?" y rescatando un viejo pensamiento de lo inútil que son las construcciones así, donde se desaprovecha espacio, que es algo que pienso en la vida real—.

Pido a esas personas que me digan cómo irme, cómo llegar a mi casa.

Lo primero que hago, una vez salgo hasta el exterior acompañada por alguien que me sigue hablando pero no escucho porque siento curiosidad por mi alrededor alucinando por completo con mi alrededor; es mirar el horizonte y darme cuenta de que estoy en una zona muy elevada y alejada de lo que debe ser el núcleo de una ciudad. El edificio está "mimetizado" con la estética de esa elevación donde me encuentro, no sobresale por encima de lo que ha sido salir al exterior. El camino que conduce hasta aquí, en lugar donde me encuentro, es exageradamente largo y parece pensado para la circulación de vehículos más que para recorrerlo andando. Parece incluso peligroso y extenuante tratar de realizarlo a pie.

Presto atención a la persona que me habla sin saber de qué, porque no he seguido la conversación y entonces me encuentro con que en el cielo detrás de nosotros, detrás de donde yo había estado mirando al principio; hay un trozo de tierra (con forma de cono pero irregular, como un pedazo arrancado de tierra) flotando en el aire. Yo estoy en shock, ¡¿cómo es eso posible?!

La persona que me habla sigue mi mirada y para nada sorprendido me dice algo así: Ah! Eso. Tranquila si eso te llama la atención, espera y verás que hace.

De "eso" comienza a emanar agua en plan géiser hacia el cielo con diferentes violentos "chorros" y comienzan a verse cohetes artificiales y colores que tiñen iluminando el agua en algunas partes.

La persona me dice entonces, entre indignado y astiado:

—La gente pasándolo mal y ahí va un hombre voluntariamente a adornarlo con fuegos artificiales y colores para distraer a la gente. No quieren ver lo que pasa.

Me quedo mirando fijamente ese fenómeno y pienso (consciente total de ello): ¿¿¿Me estás diciendo que hay un "pedrusco" flotando en el aire, del que sale agua en cantidades imposibles (¿De dónde? ¿Cómo?) y lo que preocupa es que la gente se "distraiga" con los fuegos artificiales, en lugar de buscar una explicación a eso???

Vale, en ocasiones soñar cosas absurdas es normal, pero prometo que me han dado ganas de zarandear a esa persona tras oír su razón de indignación ante algo tan "extraño". Dentro del sueño ese fenómeno era normal. No le doy más vueltas y vuelvo a tener interés por saber dónde está mi familia en este "¿mundo?".

En esa carretera que me llevará a la ciudad, hay tramos excavados en la tierra, donde encontraré un "autobús" o eso entiendo, porque me encuentro esperando en uno tras haber comenzado a bajar por esta, después de insistirle en que me quiero ir, al final de malos modos.

Solo en sueños puede suceder "saltos" de escenas tan radicales (como bien he descrito hasta ahora en la secuencia de acontecimientos), me encuentro en casa. No la de la vida real, la del sueño. No está definida, parece solo una habitación que hace de todo a la vez (cocina, salón, dormitorio) donde una mujer mayor sentada en un sofá (con seguridad cama también) necesita que la ayuden y cuiden. En ese momento siento tristeza, pena y culpabilidad. Aparece mi pequeña de unos 9 años (en la vida real tiene 7 —a fecha de hoy, en estos momentos—) y comienza a cuidar con mimo y cariño a la anciana. Y mirándome me dice:

—Tranquila mamá, yo la cuido. No pasa nada. 

Mi sensación de culpabilidad aumenta. Comienzo a llorar, a sentir una profunda sensación de tristeza. Repitiéndome que eso no lo tendría que hacer ella.

Sé que lo estoy soñando pero la angustia y culpabilidad me hace llorar con fuerza y con mucho esfuerzo consciente me he despertado.

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Ha sido una pesadilla por ese final y sensaciones tan brutales y desagradables. Cuánto más lo pienso y más busco explicación, más acontecimientos en la vida real trato de que encajen en el sueño, más vueltas le doy; menos sentido le encuentro.

Sí tengo la vaga idea de algunos retazos que expliquen cosillas puntuales del sueño, pero no hilan su totalidad.

¿Qué os ha parecido?