En el consultorio de Sana solo se escuchaban llantos de ella, nunca pensó que se rendiría muy rápido. Perdería su trabajo, desaparecería del mundo ¡No lo sabe! Pero era insoportable tener de paciente a Jihyo.

"Sana quiero que te vayas" "Sana quiero un vaso con agua" "Sana quiero masajes" "Sana no me gusta el color de la manta ¡Cámbiala!" "Sana esto..." "Sana lo otro..."

Ella estaba realmente cansada, no recuerda la última vez que durmió sus ocho horas completas.

Estaba tan sumergida en su llanto de frustración que no escuchó la puerta de su consultorio ser abierta.

— ¿Doctora Sana? ¿Está llorando? — preguntó Jihyo en una silla de ruedas con su suero en la mano. Se asustó al escuchar un grito de ella tomándose el cabello fuertemente por la desesperación que sentía. La puerta fue totalmente abierta por Taehyung moviendo la silla de ruedas con Jihyo encima para acercarse a ella.

— Y-Ya no puedo Tae ¡¿Por qué es tan cruel conmigo?! ¡Ella no es la persona que yo amo! ¡Quiero a mi Jihyo! — sollozó en el pecho de Taehyung mientras era abrazado por él, Jihyo escuchó toda la conversación de ambos pero alguien la empezó a mover hacia su habitación.

— Oye ¿A dónde me llevas?

— La estoy llevando a su habitación, la doctora Sana no se encuentra disponible en estos momentos — habló Jungkook seriamente, nunca le había hablado así a alguien y menos que sea alguien muy querido para él.

Cuando entró a la habitación de Jihyo la dejó en su cama y dejó su silla a un lado de la cama.

— Es una pena Jihyo, quizás no recuerdes nada pero gracias a Sana es que estás aquí — dijo eso antes de cerrar la puerta.

Jihyo se sintió muy culpable pero en parte lo hacía por fastidiar a Sana.

Esa noche no pido dormir gracias un dolor en su pecho. A la mañana siguiente, abrió sus ojos viendo su primera imagen del día: el techo blanco.

Escuchó el sonido de unos zapatos acercándose a su habitación y tenía la esperanza de que fuera Sana para pedirle disculpas y claro que era ella.

Estaba demacrada y tenía solo una ficha, había un pequeño bolso en su brazo colgando.

— Buenos días Jihyo, apartir de hoy se te cumplió tu sueño y se te cambiará de médico, será la doctora Lee para que evitar inconvenientes — habló mientras llenaba su última ficha con los datos de ella — también llevarás las terapias con ella, es decir, no nos volveremos a ver.

Jihyo sintió un gran dolor en su pecho pero ¿Por qué?