➜ ᎒ O26
POV' YEWON📱
REAL LIFE 👤
Busan, Corea del Sur 🇰🇷
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Jungkook asomó la cabeza a través de la puerta entre abierta, sus ojos dieron con un bulto de sábanas en la cama moviéndose un ligeramente, se acercó escuchando sus hipidos tratando de no ser escuchada. Se acercó con cuidado dejando las cosas sobre su escritorio.
—Yewon —se sentó en el borde de la cama.
—Te dije que no entrarás
—Y yo dije que lo haría. Dime qué tienes y quítate eso de la cabeza quieres —alzó las manos tratando de hacer que salga pero Yewon se lanzó hacia atrás junto a esta para impedirlo, sin embargo no pudo predecir que el movimiento iba a terminar con ella en el suelo quejándose por el golpe en su cabeza—. Mierda, Yewon
Jungkook se apresuró en ayudarle rodeando la cama hacia donde se encontraba tirada. Era una imágen muy graciosa de ver, parecía estar haciendo un muñeco en la nieve, pero no pudo reír al escuchar sus quejas y lloriqueos. Con cuidado de no lastimarla más, sabiendo que también tenía resaca la ayudó a incorporarse y aprovechó quitando la sábana que la cubría para por fin verla.
—¡Jungkook! —su primer reacción fue cubrirse el rostro. Se veía terrible.
—Vamos, Wonnie, te he visto en peores condiciones y lo sabes —levantó las manos para retirar las suyas del rostro y poder verla bien. Por reflejo al sentir el breve contacto Yewon volvió a tirar su cuerpo hacia atrás buscando huír del chico, pero antes el logró sostener su brazo y darle un tirón para que quedara contra su pecho—. Está bien, ya no intentaré ver tu rostro, pero deja de hacer eso porque te vas a lastimar en serio
Yewon se quedó inmóvil por un momento, sintiendo el latido fuerte y constante del corazón de Jungkook contra su oído, recién ahora caía en cuenta que era por su causa y no sabía como sentirse al respecto. Aunque de algunas manera le parecía algo reconfortante y adorable, otra parte de ella no podía evitar pensar en todo lo que eso significaba.
Su cabeza era un verdadero lío. No podía dejar de pensar en lo mismo una y otra vez. Taehyung. Jungkook. ¿Taehyung o Jungkook?
¿El chico que te gusta o el chico que te llegó a gustar?
No sabía que hacer, pero tenía miedo de lastimar a alguien.
Ya se sentía lo suficientemente mal por haber dejado sin respuestas a Taehyung ayer, no sabía ni como podría verlo a la cara.
Lentamente, dejó que sus manos cayeran de su rostro, aferrándose a la camiseta de Jungkook mientras trataba de calmar su respiración entrecortada al sentirse abrumada sin saber qué hacer.
—Soy una mala persona —murmuró contra su pecho.
—No sé de dónde sacaste eso, pero tú no eres una mala persona. Podrás ser muchas otras cosas pero eso jamás, Wonnie —estaba confundido, sin entender porqué Yewon se había levantado de esa forma pero por el momento no la iba agobiar preguntando—. Cuando te sientas mejor, espero que me digas quien te hizo creer eso y como Hobi dijo, se las verá con nosotros
El comentario la hizo reír bajito, logrando que él también sonriera.
—Hoseok es un miedoso, solo habla por hablar —sorbió la naríz calmándose más poco a poco.
—Tienes razón —se rió—. Pero sabes que cuando se trata de ustedes nosotros las vamos a defender siempre, ¿entendido?
—Uhum —asintió y Jungkook se animó en dejar un beso en su cabeza.
—Ahora ven para que te tomes la pastilla y salgas a comer el delicioso desayuno que te he preparado
—Huele a huevos
—Unos que me quedaron deliciosos
Yewon volvió a reír, sintiendo un pequeño alivio y como el malestar poco a poco comenzaba a desaparecer, la presencia cálida de Jungkook y sus comentarios bromistas habían logrado calmarla un poco.
Jungkook se alejó un poco para así verla, notado rastros de lágrimas en su rostro. Sus manos tomaron vida propia yendo en esa dirección para secar completamente sus mejillas.
A Yewon se le pusieron coloradas pero no le dijo nada, ese comportamiento no era muy común para ella, si bien eran cariñosos con el otro de vez en cuando, nunca de manera tan... íntima. Luego lo piensa mejor recordando el mensaje que le había enviado, o bueno, el que cupido le envió.
—No sé porque no querías que no te viera —dijo una vez terminó su tarea pero dejando sus manos sobre las mejillas de ella—. Ya te lo he dicho, te he visto en peores situaciones
—¡Jungkook!
Este soltó una risa adorando su expresión y apretó sus mejillas antes de alejarse, Yewon parecía a punto de soltarle un buen golpe. Bueno, al menos la hizo sentir mejor, eso era suficiente para él.
—Es broma es broma —se alejó tomando la pastilla y el agua para dársela.
Yewon la aceptó tomándola rápidamente. Terminó de tragar con un gran sorbo de agua mientras sentía la mirada de su mejor amigo sobre ella.
—Gracias, Kook, no se que haría sin ti —él solo respondió mostrando sus dientes en una gran sonrisa.
—Vamos, ahora sí a desayunar algo. Necesitas algo de comida en tu estómago antes de que la resaca te pegue de nuevo —sin detenerse a meditarlo, tomó su mano suavemente para hacerla caminar con él hacia afuera.
A medida que la mañana avanzaba, Yewon se dio cuenta de lo mucho que Jungkook se esforzaba por distraerla. Después de desayunar, la llevó a la sala donde sugirió ver una película ligera y divertida, una comedia que la hizo reír a carcajadas más de una vez. No perdía oportunidad de hacer comentarios graciosos, imitando las voces de los personajes y exagerando sus expresiones. Cada vez que Yewon se dejaba llevar por la risa, sentía cómo un peso se levantaba de su pecho, aunque solo fuera momentáneamente.
Entre bromas y risas, ella podía sentir la calidez y la preocupación genuina en los gestos de Jungkook. No importaba lo que sucediera en su vida, él siempre estaba ahí para recordarle que no estaba sola. Incluso en los momentos más oscuros, siempre lograba encontrar una manera de iluminar su día.
Después de la película, Jungkook se levantó y se dirigió a la cocina, anunciando que iba a preparar un pequeño almuerzo. Mientras él se ocupaba de eso, Yewon se quedó sola en la sala, sus pensamientos comenzando a agolparse de nuevo en su mente.
Era inevitable para ella no pensar en qué podría pasar. Debía encontrar una forma de arreglar todo, no debió haber creado esa cuenta en primer lugar.
—Wonnie, ¿en qué piensas? —la voz de Jungkook la sacó de sus pensamientos. Se giró para verlo parado en el umbral de la puerta, con un plato de frutas en la mano y una mirada inquisitiva en su rostro.
—Solo cosas —se encogió de hombros tratando de restarle importancia.
El Jeon caminó hasta ella colocándose de cuclillas.
—No sé exactamente lo que te tiene así, Yewon, pero no me gusta como parece consumirte. No pienses tanto en eso, y cuando te sientas lista para decirme algo más que "solo cosas", voy a estar para escucharte. ¿De acuerdo?
Asintió mordiendo sus labios. Ah, podría volver a ponerse a llorar pero no quería seguir preocupándolo.
—Gracias, Kook
—Estoy para ti, Wonnie
Yewon tomó una respiración profunda, tratando de controlar la creciente emoción en su pecho. La calidez y sinceridad en la voz de Jungkook la hacían sentir segura, aunque no podía sacudirse la culpa que la estaba carcomiendo por dentro.
Sabía que en algún momento tendría que enfrentarse a todo, pero por ahora, la presencia de Jungkook era un consuelo que no estaba dispuesta a soltar.
—¿Qué vamos a hacer después? —preguntó, tratando de cambiar el tema, aunque una parte de ella sabía que Jungkook no se dejaría engañar fácilmente.
Jungkook se levantó y le sonrió, dejándolo pasar por esa vez.
—Había pensado en dar un paseo por el parque. El aire fresco te hará bien, y podemos pasar por tu cafetería favorita, ¿qué te parece? —propuso, como si fuera la cosa más simple del mundo, pero Yewon sabía que él estaba tratando de ayudarla a salir de su cabeza.
—Suena bien —respondió, aceptando la propuesta. Cualquier cosa para alejarse de sus pensamientos, aunque fuera por un rato.
Jungkook le dio unas palmaditas en la cabeza que la hizo fruncir el ceño y a él reír.
—Te prometo que te sentirás mejor, de eso me encargo yo —se dijo así mismo
Yewon observó cómo Jungkook se alejaba, y una pequeña sonrisa apareció en su rostro. Tal vez él tenía razón. Quizás lo que necesitaba era salir, respirar, y tratar de dejar de lado todo lo que la estaba abrumando. Pero sabía que al final del día, tendría que enfrentarse a la verdad.
Mientras terminaba de comer las frutas que Jungkook le había preparado, Yewon decidió que debía resolver las cosas, tanto con Taehyung como con Jungkook. No podía seguir huyendo de sus sentimientos o de las consecuencias de sus acciones. Por ahora, el paseo y la compañía de su mejor amigo serían un respiro necesario antes de la tormenta que sabía que inevitablemente tendría que enfrentar.
—Ya terminé —dijo, levantándose del sofá y caminando hacia la cocina donde Jungkook la esperaba—. Iré a darme una ducha y salimos, ¿sí?
—Está bien —asintió viéndola ir a su habitación. Jungkook se quedó en la cocina lavando los platos que había utilizado pensando aún qué podía ser aquello que la colocó de esa manera.
Verdaderamente tenía que averiguar quién la hizo sentir así, se las iba a ver con él.
Minutos después Yewon regresó con algo más cómodo para salir a dar un paseo.
—Estoy lista
—Bien, vamos a salir de aquí y dejar todos esos pensamientos negativos en tu cabecita atrás, ¿de acuerdo? —dijo, como si fuera una orden suave pero firme.
—De acuerdo —y ella no estuvo en desacuerdo.
Mientras salían de la casa y caminaban hacia el parque, el aire fresco y la conversación ligera con Jungkook lograron hacerla sentir un poco más ligera.
Sabía que todavía tenía un largo camino por delante.
Yewon tendría que enfrentarse a sus sentimientos para poder tomar una decisión sin lastimar a alguien, ¿pero sería eso algo posible de lograr?
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