A mis madres siempre les a gustado hacer grandes fiestas, por mi parte siempre las he odiado... globos que estallan, gente gritando y niños llorando, de no ser porque me obligan a ir a las de mis hermanas no sería partícipe de estas obligaciones.

Siempre fue así desde que era pequeño, solían invitarme a las fiestas a las que nunca iba por lo que dejaron de invitarme, ciertamente me molestaba un poco el rechazo... pero así era mejor.

Sin embargo cuando llegaba un nuevo miembro a la familia les encantaba hacer una gran fiesta, y las sorpresas, les encantaban las sorpresas como ocultar el sexo del bebé o detalles importantes como la edad de esta nueva persona.

Era un misterio con ellas aunque la verdad lo hacían para no generarnos esperanzas por si algo llegaba a salir mal.

Traer más miembros a la familia no me emociona, básicamente un extraño que no conocemos de nada iba entrar a nuestras vidas y teníamos que hacerlo sentir bienvenido... bastante similar como cuando trajimos a la bebe de la casa, solo que claro más aceptado.

—Puedes ir a vestirte por favor Tim —pidió Ma casi arrancándole la cabeza con el cepillo a Nini

—Ya estoy vestido —señale lo obvio.

—Cierto —asintió Mamá— pero ya sabes por algo más propio para la ocasión y una ducha rápida te lo agradecería mucho.

—Bien —acepté.

Me duché y cambié, al parecer mi siesta se tendría que atrasar un par de horas más.

Bajé para darme cuenta que aún no estaban listas, mamá batallaba por limpiar el maquillaje excéntrico de Nini mientras Ma peleaba con la mayor de la casa pues se dignaba a ir ya que tenía planes.

Veinte minutos después estábamos todos en el auto camino a la oficina de la adopción para recoger al nuevo integrante.

Al llegar mi madre me detuvo en el auto mientras las chicas iban bajando.

—Tim...

—Es una chica no es así —concluí ante su abordaje.

—Así es cariño queríamos adelantarnos para evitar... ya sabes malas impresiones —se adelantó Mamá— estás bien con eso.

—Me da igual la verdad —me resigne, que iban hacer no adoptarla— solo esperaba que fuera niño.

—Bueno aún te queda una oportunidad—sonrio mamá tocando su vientre.

Asentí para mirar el lugar, la última vez que estuve aquí fue cuando recogimos a Jade, apenas y tenía cuatro, a comparación de Grace a quien adoptaron siendo una bebe de meses.

Al bajar me reuní con mis hermanas y mis madres que ya empezaban a llenar las formas, mientras ellas llenaban los miles de papeles mi hermana y yo teníamos una encantadora conversación.

—Veinte a que es hombre —apostó perdiendo de una.

—Aceptó la apuesta —asentí— con mi suerte seguro que es mujer.

Se tenía que hacer la mentira un poco más creíble, mi hermana cerró el trato con un apretón de manos.

Me soltó un golpe al ver a la morena salir oliéndose la trampa, la imbecil era ella por creer que no me lo dirían conociéndome.

Observe a la peculiar chica, piel obscura y cabello corto que forma un afro, usualmente nos daban bebés... esta vez no fue así, era una chica que probablemente tendría mi edad.

—Familia, les presentó a su nueva hermana —dijo ma— Kori.

Las pequeñas de la casa fueron a envolver a la chica en abrazos y emoción, demasiado invacibas diría yo, la chica se mantenía distante solo asintiendo y dándoles una liguera sonrisa.

Nos acercamos para saludarla, mientras mamá nos presentaba.

—Ella es Grace la mayor y él es Tim, ambos tienen la misma edad  —me presentó emocionada.

Ella me tendió la mano la que tuve que aceptar ante las miradas de insistencia.

—Me alegro de que al menos no seas un bebé, esos lloran mucho —halague.

Mi hermana como la salvaje que es termino plantándome tremendo pisotón con el que casi me rompe el pie, yo solo decía la verdad.

—Bueno porque no nos vamos, apuesto a que debes estar cansada —insistí mamá.

La morena asintió, tenía casi mi estatura aunque el cabello le daba un poco más de altura.

—Bueno Kori dinos a donde quiere cenar —sonrió Ma— podemos ir a donde quieras.

—Incluso McDonald —añadió Nini emocionada.

—No tengo preferencia alguna —sonrío algo tímida— si quieren McDonald esta bien.

La pequeña se las arreglo para terminar comiendo hamburguesas.

Mientras comíamos mis hermanas la atacaban con preguntas o con historias que estaban por de más, era muy callada... me agradaba eso de ella.

No puedo decir que me llevo bien con mis hermanas, tenemos relaciones complicadas pero aún así son mis hermanas y no esperaba mucho de ella a decir verdad, con que no terminara asesinandonos estaba bien por mi.

Al llegar a casa mis madres le explicaron como era la dinámica de la familia, le mostraron el cuarto que ya tenían hecho para ella el cual nos habían ocultado por obvias razones.

—Te dejamos descansar de acuerdo —sonrio mamá— cualquier cosa dinos, y Tim está en la habitación de a lado por si se te ofrece algo.

Ella asintió para agradecer y encerrarse.

—Que rarita —dijo Grace quien si tenía altas expectativas.

—Su silencio es satisfactorio para mi —asentí encerrándome de la misma manera.

Después de veintidós horas despierto me tiré en la cama para poder dormir por fin.

Una o dos horas más tarde desperté por el terrible calor que estaba haciendo.

Salí al balcón de mi habitación para que me diera un poco el aire y estar más cómodo, me gustaba ver las estrellas en ese cielo por demás azul, esa tenue luz de una posible estrella muerta.

El humo del cigarro fue el primero en alertarme que no estaba solo, me giré para ver que en efecto dicha morena estaba con el cigarro en mano en su balcón.

—Me acusaras —dijo a la defensiva por instinto.

—Que ganó de eso —aparte la mirada para ver el cielo— cada quien se mata con lo que quiere, si quieres fumar adelante, no está en mí detenerte aunque si te digo que esa cosa contiene mas de doscientos sesenta químicos.

La chica me miró cautelosa para apagar el cigarro.

—No esperaba llegar a un lugar así —mencionó levantándose para ver lo que fuera que estaba viendo.

—Lleno de chicas —supuse— con dos figuras maternas.

—Gente blanca adinerada, el sueño de cualquier huérfano —se burló— llegamos a un buen lugar supongo.

—Mejor que en el que estabas supongo que si —contesté levantando los hombros.

Ella me miró con cierta molestia "idiota" alcanzó a murmurar.

—Lamentó si lo que dije fue imprudente, suelo hacerlo seguido —me disculpé advirtiendo de futuros accidentes— no sé de donde vienes o que esperes de aquí, pero la decisión de cómo te comportes en este lugar definirá como te sientas.

—Es una amenaza acaso —dijo molesta.

—Es un consejo —afirmé.

—Que buen hermano me tocó entonces —añadió de manera burlona mirándome con esos ojos oscuros.

—No soy tu hermano —me adelanté— no estás obligada a llamarme así ni yo a corresponderte, viviremos juntos y si llegamos a formar una relación de hermandad será con el tiempo y si no tampoco es un problema.

Irá, al igual que el amor son fáciles de detectar y esta chica estaba llena de ella.

Podría estar siendo duro con Kori o simplemente la forma de ataque era la única que ella conocía para conversar a lo que tenía que hablar con sensatez.

—Nunca te llamaré hermano —afirmó apartándose para entrar a su habitación.

Me quedé observando el cielo sin tomarle importancia a esta pequeña plática, creo que había salido bien.

El vibrar de mi teléfono me hizo despejar la vista del cielo azul.

C.B 💙
Lo hiciste bien hoy 👍🏼, si seguimos practicando a este ritmo seguro nos irá bien en los partidos.😎

T.L 🏹
A este ritmo habrás matado a la mitad del equipo para el primer partido 🫠

C.B 💙
Buen punto 🧐

Negué para entrar a mi habitación y empezar a planear algo para el caso Blue, así decidí llamar a mi investigación del moreno.

El siguiente día nos la pasamos de compras para Kori, la chica se mostraba sonriente y calmada con las demás pero en cuanto estábamos a solas siempre decidía atacarme lo que me decía que probablemente su rol con lo hombres pasados de su vida había sido problemática.

Grata fue la sorpresa para los dos que mis madres decidieran que fuera a la misma escuela lo que implicaba que seríamos del mismo grado.

Era de esperarse al tener la misma edad, aunque esperaba parte de la transición no obligarla a cambiar de escuela.

Y el día llegó dejándonos a ambos fuera de la escuela, con Grace desapareciendo de inmediato.

—Genial ahora también tendré que ser amiga de tus amigos —gruño.

—No estoy obligado a presentarte a mis amistades y menos tú a relacionarte con ellos —afirmé— haz tus propias amistades yo solo te mostrare la escuela.

—De seguro son una bola de niños ricos mimados como tú —murmuró poniendo los ojos en blanco.

Suspiré cansado, le daría un tour rápido para desaparecer... tenía obligaciones que cumplir.

Entramos a lo que la llevé a su casillero.

—No tenemos mismas clases pero tu primera clase en el salón de ahí y...

—¡Aquí estas! —me interrumpió Cal abrazándome por la espalda— llevo todo el rato buscándote.

—Acabó de llegar —bufé.

El moreno vió a Kori quien le miraba confundida.

—Hola, perdón interrumpo algo —dijo Cal confundido— es trabajo o algo por el estilo.

—No ella es...

Me detuve... tuve que hacerlo al darme cuenta de la forma en que brillaban sus ojos al ver a Cal, la chispa que podía prender con una simple presentación... ¿Amor? No, ese no se consigue en una mirada pero atracción si.

Ellos me miraron confundidos a lo que Kori prosiguió.

—Kori Pearson —se presentó— yo... vivo con él.

—¡Oh claro! —exclamó Cal contento— tú eres su nueva hermana que bien, tengo muchas preguntas para ti pero me las guardaré porque si no pensaras que soy molesto.

—Eres molesto —apoye aún mirando su brazo que me rodeaba.

—Jamás lo serías —negó ella con una risita.

Yup... ya iba a empezar con el coqueteo.

Cal negó para sonreír.

—¿Y tú eres? —se adelantó ella.

—Cierto que tonto soy aún no me presento —me miró— y en vista de que este grosero no lo hará soy Caleb Blue, amigo de cupido.

—Amigo —le miré confundido.

—Si Tim, esos que se forman después de entablar una amistad por un tiempo, o que me llamaras amigo hasta la tercera cita de juego —se burló revolviendo mi cabello.

—Pues a mi me llamó amigo hasta quinto año y eso que nos conocemos desde el jardín de niños —llegó Gabo— el mejor día de mi vida.

—A mi me llamó hasta sexto año así que aún me siento ofendida —se quejó Jess a su lado.

Suspiré algo agobiado ante tantas personas contra mi.

—Si bueno ellos son mis amigo y ella es Kori, ahora ella va a clase y yo me voy de aquí así que adiós —dije sin más.

Huí ante mi primera oportunidad, no llegué muy lejos.

—Cupido —me abordó alguien en cuanto logre escapar de ellos— Espera cupido... debemos hablar de algo.

No había despertado bien al parecer, la cara de Meli frente a mi me decía que tenía que actuar rápido.

Estaba en problemas si se añadía una persona más a esta ecuación.

Cupido está en problemas 🧐