La fiesta de cumpleaños de mi latino se acercaba violentamente... no soy muy fan de las fiestas, a mi ni siquiera me gusta festejar mi cumpleaños sin embargo a mi moreno le encantaba todo el rollo de acampar por lo que cada año después de su fiesta nos íbamos acampar a la zona de la montaña.

Y aunque se acercaba cada vez más no le había dicho a Cal... por el simple hecho de que todo me estaba saliendo mal.

Mis flechas se habían roto, la temporada de polen se había re activado de la nada por lo que mis alergias estaban a tope además de que mi mayor proteína en mi dieta también me había estado generando ciertas reacciones.

Además de que siempre que intentaba acercarme a Cal algo sucedía y me alejaba de él

—Y si me embrujó —dije nervioso en el almuerzo

—No es posible —se quejó Gabito haciendo una lista— pero si te sientes más tranquilo le dire a la abue que te haga una limpia

—Gracias —asenti tomando sólo un licuado como comida para no morirme.

Estaba lloviendo y yo no era muy fan de la lluvia.

—Estarás bien para el sábado —me miró, aún tenía un poco de eritema.

—Si no me pasa nada más espero que si —asenti

—Bien sólo necesito la confirmación de Cal —añadió.

—Si consigo hablar con él —me queje

—Más te vale —golpeó mi nariz con su pluma

Bufé un trueno me espanto, y todavía Gabo tuvo la decencia de burlarse de mi.

Me puse mis audífonos para salir en busca del moreno.

Tim 🏹
Dónde estás?

C.B 💙
Camino a mi coche

Tim 🏹
te veo ahí

Di camino a buscarle mientras la lluvia caía por todos lados atontado caminando viendo como las luces iluminaban el cielo.

Mientras caminaba un de esas luces me distrajo para posteriormente ser jalado de mi gorra chocando con alguien haciéndonos caer.

Mire el auto enseguida qué pasó veloz pitando, el agua me estaba empapando y ahí estaba ella.

—¿Tim estas bien? —preguntó ella preocupada

—Si... —dije confundido aún sobre ella.

—Tim —dijo Cal llegando a mi para ayudarme a levantar y abrazarme— tienes que fijarte por donde caminas tonto.

Asentí, Cal ayudó a levantar a Thalia aún sosteniéndome.

—¿Estas bien? —le preguntó

—Si no fue nada —dijo levantando mis audífonos para dármelos— no deberías usarlos cuando caminas

—Lo tendré en consideración gracias —asenti.

La chica me dió una sonrisita para irse.

Ambos estábamos empapados así que nos fuimos a resguardar.

—Necesito una limpia urgentemente —me queje— creo que tu amiga me envió una maldicion

—Meli no hizo nada —negó burlón.

—¿Estas seguro? —me queje— tu viste como me vió

—Solo estaba impactada —dijo abrazándome— en cuanto a ti, que tus mamás no te enseñaron a cruzar la calle.

—No, me llevaban con una correa —asenti

Cal negó riendo.

—En fin te andaba buscando para decirte que debes venir conmigo a la fiesta de cumpleaños de Gabo —asentí

—El... me invitó —dijo emocionado

—Así es —sonrei— vienes

—Claro —dijo abrazándome— pero debo comprar el regalo Uh y que debo llevar, Deja dijo que se iban acampar.

Asentí para darle la lista, mamá llegó por mi para llevarme a casita

—Cuídate si —pidió él— no mueras.

—Lo prometo —asenti besándolo.

Mamá me miró todo empapado para darme lo primero que encontró para que no mojara el auto.

En cuanto entré empecé a estornudar

—Ya te vas a enfermar —dijo mamá riendo— solo a ti se te ocurre mojarte.

—No fue por gusto, es tu culpa no enseñarme a cruzar la calle pude haber muerto —me quejé.

Mi mamá me regañó porque claro era mi culpa, pero aún con todos los intentos que hice para no enfermarme fallé.

Mi garganta me dolía, sentía que el cuerpo me pesaba y aunque los mocos ya no salían aún sentía que no podía respirar

—¿Seguro cariño? —dijo mamá empacando mi maleta

—Cal está muy emocionado y si no voy Gabo me matara —asenti cansado

—No lo hará amor, es tu mejor amigo —señaló ella.

—Por eso mismo —suspiré— el antibiótico y estaré bien.

—Buen pero no te sobrepases con el jarabe, ya sabes como te pones —señaló mamá.

Empedarte con alcohol eso no era para mi, pero si me sobrepasaba de la dosis con el jarabe me tenías bailando sobre una mesa sin importar que.

Cal pasó por mi súper emociónado.

—Tim —saludo emocionado abrazándome.

—Aléjate que te vas a enfermar —regañé.

—Lo dudo tengo muy buenas defensas —asintió seguro.

Mire la parte trasera al ver que traía un montón de cosas.

—Es que no sabía que comprar —dijo nervioso

—Pero te di una lista —recordé confundido

—Sabes cuantas marcas hay para cada objeto —negó asombrado— compré las cinco mejores —asintió orgulloso

—Así que tú nunca habías ido acampar en serio —dije asombrado

—Pues no... a mi abuela le da pánico que pase las noches en otras casas porque uno nunca sabe, y Padi y Matt son más de los que les gusta encerrarse en casa y no hacer nada —explicó.

—Me alegra brindarte esta primera experiencia, pero te aviso que Gabo es muy exigente —señale.

El moreno sonrió para asentir, llegamos al parque donde ya estaba su familia.

Como siempre recibido por la persona que más me quería de esta familia, Nugget.

—¡Timcito!—gritó emocionado para abrazarme

—Nugget—correspondí al abrazo.

Gabriel llegó riendo para negar.

—Nugget dejas que mi mejor amigo me felicite —pregunto confundido

—No, consíguete tu Tim—negó.

—Anda Nugget mejor abrázame a mi —pidió Jess llegando.

No era secreto que una de las adoraciones del niño era su cuñada.

Abracé a mi mejor amigo para darle su regalo

—Gracias por venir aunque te estés muriendo —bromeo

—Eso es lo que te quiero —asenti— también vine por la comida.

—Y por mi —dijo Nugget

—Sobre todo tu —presione su mejilla.

Pasé a saludar a todos, mientras comíamos Jess y Gabo nos miraban viboreandonos.

—¿Qué? —pregunté medio molesto.

—Entonces ya son novios —metió intriga mi amigo.

—Eso creo —dijo Cal comiendo feliz— lo somos —me miró

—Si lo somos — afirmé— creo.

El moreno asintió complacido.

—Ah... ¿cómo lo tomó su familia? —preguntó Cal confundido

—Pues —dijo Gabo pensándolo— Bien, me apoyaron aunque no todos lo saben, la abuela no sabe que Jess es Trans, mis padres creen que se infartaría si lo sabe

—Una de mis abuelas también—explicó Jess— mi núcleo familiar lo acepto, pero no todos en mi familia están de acuerdo.

Cal asintió confundido

—¿Pero tu abuela lo acepta no? —pregunté confundido

—Si claro —asintió— pero mi madre... esta loca, aún no le habla a su hermano desde que salió del closet —contó

—Si no estás listo para decírselo esta bien —lo calmé

El chico bufo para asentir.

—A la mierda ella no importa —se quejó comiendo enojado.

Pero la verdad es que si le importaba, después de la comida las piñatas y la segunda comida nos fuimos a la zona de acampar en el bosque.

—Muy bien tropa hora de armar las tiendas —dijo Gabo emocionado.

—No nos llames tropa —negué avergonzado.

—De quien es el cumpleaños Timcito—se burló— mío así que yo mando hoy.

—Bien entonces armen las tiendas mientras Tim y yo somos el equipo de apoyo —asintió Jess abriendo las sillas para sentarnos.

—¿Y qué hace el equipo de apoyo? —preguntó mi moreno inocente.

Mi amiga y yo nos miramos para sonreír.

—¡Vamos equipo ustedes pueden! —exclamamos al unísono.

—Siempre hacen lo mismo —se quejó Gabo— pero este año te tengo a ti así que vamos.

Mientras ellos armaban las tiendas de acampar nosotros prendíamos la fogata, con trampas usando un encendedor pero si Gabito se enteraba nos iba a ir mal.

Cal se veía feliz pero yo solo rogaba que esa tienda soportara toda la noche.

Ya empezaba oscurecer por lo que nos sentamos al rededor de la fogata para quemar bombones.

—Que dicen historias de terror —dijo Gabo animado.

—Siempre cuentas la misma —señale comiéndome mi bombón con galleta.

—Pero Cal no la a escuchado —se quejó.

—Si yo quiero escucharla —asintió feliz.

—Bien, hace casi más de diez años lo que separa la montaña de nosotros un autobús escolar cayó de la montaña matando a todos —dijo con su voz tenebrosa— a unos metros de aquí aún está el autobús que no pudieron quitar, y por las noches se pueden escuchar los lamentos de los chicos que murieron en ese lugar.

—Buu —le dijo Jess a Cal apareciendo atrás de él.

El pobre chico soltó un gritito de terror que solo nos dio risa

—A caso me quieres matar —se quejó tocando su pecho.

—No creí que te espantarías tanto —señaló riendo.

—Pero es solo un cuento verdad, no pasa —dijo aun asustado.

—Pues... si hemos escuchado algunas pisadas y algunos lloriqueos pero esa es la llorona verdad Gabo —le miré.

—Así es —afirmó con total seguridad.

—¿Como llega hasta acá? —dijo paniqueado.

—Si, si —dijo firme.

Nos pusimos a platicar más de esos temas aunque a Cal estaba a nada de darle un infarto, un ataque de tos me gano haciéndome sentir peor.

—Te quieres ir acostar —me dijo Cal abrazándome.

Negué cansado, no quería arruinarle la noche.

—Solo pásame el jarabe si, cinco mililitros quieres —pedi.

Hizo caso para servirlo, me lo tomé con los ojos cerrados porque así no sabe tan feo.

Me quedé entre sus brazos hasta que decidieron poner musiquita y este culito mío aunque no era latino le gustaba bailar.

Nos pusimos a bailar y a cantar como nunca en aquella oscuridad donde las estrellas iluminaban el cielo.

—Cuanto jarabe le diste —se burló Gabo.

—Cinco —señaló el vasito medidor

—Esos son diez —dijo burlón— lo emborrachaste.

—Oh —contestó riendo— ven Tim vamos acostarnos.

—No, no, yo quiero bailar —dije dándolo todo con Jess

—Ve a dormir si —besó mi frente.

El moreno me llevó como chico castigado, nos metimos a esa tiendita para acostarnos.

—Tengo frío —dije riendo.

—Ven aquí —sonrió atrayéndome a él para dormir juntos y taparnos con la cobija.

Me puse a jugar con su cara.

—¿No aparece nada verdad? —preguntó aún preocupado.

—Yo una vez escuché un par de pasos y una mano se posó en la pared de la tienda de campaña —asentí.

El chico asintió preocupado.

—¿Qué te preocupa tanto? —pregunté interesado.

—Sabes un primo de mi mamá murió en ese accidente, y el papá de Oti fue el único sobreviviente —contó— me aterra pensar que sus almas siguen aquí y no descansan en paz.

Suspiré para asentir

—Mucha gente a muerto en estos bosques, nada nos asegura que sean ellos —mencione— yo... estoy seguro de que ellos ya descansan en paz.

No sé si lo calmó pero el asintió más tranquilo, se acercó a mí para besar mis labios

—Te enfermaras —señale.

—Soy fuerte recuerdas —se quejó.

Asentí para seguir besándolo.

—Yo... creo que te amo —susurro

—Creo que yo también —mencioné cansado.

Me quedé dormido entre sus brazos... ¿eso era amor?

Aquí huele amor 🥰