Volver a la escuela después de lo ocurrido se sentía extraño, pero lo tenía bajo control.

Eso no evitaba que mis madres llegaran en modo de pelea por lo ocurrido.

—Claro mamá, más intimidante no te verás con Auggie en esa kangurera —negué.

El bebito solo se quedaba viendo todo de manera muy seria.

—Tu hermano vino apoyarte —asintió ella.

—No tenían que venir —señale

—Claro que si —confirmó Ma.

Bufé pero no las iba hacer cambiar de parecer, al llegar nos metieron a la oficina de la directora, estaban mis madres, la abuela de Cal y el padre de Amelia.

—Siento tener que pedirles que vinieran, pero debido a la situación los he llamado para discutir la situación—empezó.

—¿Quieres explicar lo ocurrido Amelia? —pidió la directora

—Yo no quería filtrar la foto, estaba al tanto de su relación y los vi así que tomé la foto porque creí que se veían muy lindos... al proyectar el documento olvide que la tenía —mintió claramente— no era mi intención pero les pido disculpas por el accidente.

Mis madres no se veían muy seguras.

—Se le pedirá a las alumna que haga una disculpa pública además de asistir a una reunión con el grupo de integración —dijo la directora— Amelia se transferirá de escuela a finales de mes por el trabajo de su padre por lo que creemos que el castigo es adecuado.

Cal la miró confundido de inmediato, a lo que la chica sólo apartó la mirada... no tenía ni idea al parecer.

—Están de acuerdo —pidió la directora.

—Si, está bien —asenti

Cal solo asintió.

Nos sacaron para hablar los padres, fue cuando las cosas se pusieron un poco intensa.

—¡Te vas a mudar! —exclamó Cal con molestia

—Yo... no sabía como decirte —murmuro.

—Y en su lugar preferiste no decirme nada —atacó molesto— cual era tu plan decirme el último día... o no decirme nada hasta que te fueras.

—Caleb yo... —dijo acercándose

—No, no —suspiró— ahora no te acerques si, en estos momentos estoy muy enojado contigo, no solo por exponerme frente a todos para lastimar a mi novio, si no también por no decirme que te vas... así que por estos momentos no quiero hablar contigo...

—Esto es culpa de él no lo ves —atacó.

—¿El expuso la foto? —la miró molesto— ¿él es el que se va? —repitió— lo que se tengan ustedes dos no es de mi incumbencia pero déjenme fuera de eso y hazte responsable de tus cosas. 

El chico tomó mi mano para irnos.

Nos alejamos un poco porque se veía un poco alterado.

—¿Estás bien? —pregunté

—Si solo... no pasa nada —me abrazó— listo para la cena de hoy.

—Si —asentí— tus abuelos me agradan.

—Y tú les agradas —confesó— creo que debo avisarte que mi madre estará

—Eso es bueno no —dije confundido.

—No, pero me obliga —se quejó.

—Pensé que tú madre no aceptaba al colectivo —mencioné.

—Quiere darnos una oportunidad al parecer —se quejó— también viene Oti, de metiche solamente.

—Eso mete más presión gracias—señale

—Lo harás estupendo —beso mi frente.

Besé sus labios porque quería más cuando una voz nos distrajo.

—Oh se ven tan lindos, te dije que eran pareja —mencionó Padi

—No claro que no —dijo Matt negando.

—Chicos —dijo Cal nervioso.

—Te hicimos esto —sonrió Padi dándole una galletas de arcoíris

—Yo que tú no me las comería —señaló Matt

—Eso es verdad —asintió Padi— tal vez confundi la sal con azúcar, pero lo que cuenta es la intención

—Gracias chicos —suspiró Cal abrazándolos.

—Oh ven aquí a ti también te queremos —dijo Paddy jalándome— eso Timbo.

—Estoy bien así —aclaré un poco abrumado.

—No lo agobien —pidió Cal.

Los chicos se fueron a su clase mientras yo me iba con mis amigos para contarles mis avánces.

Jess me acompaño a casa para prepararme pues la moda era lo suyo.

—Muy guapo —asintió acomodando mi suéter

—Lo sé —asenti— aún me llevarás de compras verdad

—Claro, que te parece este fin —sonreí.

—Me parece bien y si después...

—No te llevaré al acuario —señaló

—Malvada —me quejé.

Ella asintió divertida.

—¿Estás bien? —le pregunté— te he notado diferente últimamente

—Estoy bien cariño —me calmó— no tienes nada de que preocuparte

—Pero si no lo estuvieras me lo dirías verdad —insistí.

Ella asintió para besar mi frente.

—Anda ve a deslumbrar a tu chico —me animo.

Asentí, mi mamá me llevó y claramente estaba emocionada.

—Solo es una comida —la calmé

—Si, lo es y le vas diciendo que la siguiente semana le toca cenar con nosotros —añadió ella

—Ya lo hizo una vez recuerdas, cuando Kori casi me mata —le recordé

Mi mamá asintió divertida, al llegar me dejo en la puerta.

—Diviértete, llevas tu EpiPen verdad —regaño

—Si mamá —asentí

Él moreno me estaba esperando para besar mis labios.

—Nervioso —pronunció burlón

—Bastante —asentí— pero al que van a cuestionar es a ti así que vamos.

Entré a la casa donde ya estaban sus abuelos esperándonos.

—Hola Tim —saludó su abuela besando mi mejilla.

—Buenas noches señora Blue —saludé cordial.

—Oh llámame Margarita cariño —pidió abrazándome de inmediato.

—Abuela me lo vas a espantar —la regaño.

La mujer de canas blancas me soltó para sonreír, salude a su abuelo y unos minutos después a Oti que llegó para abrazarme con fuerza.

—Me alegra que salgas con mi primo, ahora eres familia —sonrio

—También me alegra —asenti, sus pechos eran muy cómodos a decir verdad

—Si, si ya muchos abrazos —me apartó del moreno.

Oti solo sonrió, nos sentamos a la mesa a esperara a la madre de mi chico, pero las horas pasaban y no llegaban, aunque puedo decir que el tiempo se me pasó rápido, los abuelos de Cal eran agradables y Oti tenía buenas historias.

El estómago de Oti fue lo que nos sacó del trance.

—Lo siento tengo hambre...

—Vamos a comer ya —se decido— no voy a matar de hambre a mi primo por esa mujer

—Caleb —lo llamó su abuela molesta.

—Ya pasó una hora y media —señaló— no la esperaremos más

Su abuela asintió para empezar a darnos de comer, a media comida la puerta de la casa se abrió dejando ver a la madre de Cal, se veía un poco diferente a la última vez que la había visto, se había cortado el cabello y traía luces.

Parecía haberse arreglado,  su piel era morena como la de su hijo al igual que sus ojos.

—Lo siento, se me hizo tarde —dijo ella llegando— Timothy no es así, soy la mamá de Caleb, llámame Sandra un gusto conocerte

—Ya nos conocíamos —asentí— la vez de la pelea de basquetbol.

—Cierto —asintió ella— bueno preparé mi estofado especial espero que te guste —sonrío amable

Gabo me había preparado para este momento, en sus palabras si me ofrecían comida debía acaptarla y tragarla aún si estaba fea.

—No —dijo apartando mi tenedor que disponía a tomar una porción

—Tranquilo hijo no le puse nada para envenenarlo —dijo con una risita nerviosa.

—Le pusiste nuez, Tim es alérgico a eso y muchas cosas —explicó— por eso te dije que no cocinaras nada, pero me ignoraste.

—Oh yo... lo siento —se disculpó.

Era la última vez que le hacía caso al moreno en algo como esto.

—Bueno si él no quiere yo si —sonrio Oti aligerando la el ambiente.

—Ya fueran como mi niño —dijo la abuela presionando su mejilla— este si come no como otros, por eso están todos flacos.

—Es que este tiene un hoyo negro en vez de estómago —se burló Cal lo que era verdad.

El chico sonrió, y aunque el ambiente antes había estado tranquilo ahora solo se sentía que se podía cortar con un cuchillo.

—Timothy, tuviste un hermanito recientemente debes estar emocionado —sonrió ella haciendo plática.

—Es lindo —asenti— pero chilla mucho.

—Y es adoptado o...

—Sandra —la llamó su madre— eso no se pregunta.

—Está bien —asentí— él nació de un vientre de subrogación, pero también tengo hermanas adoptadas.

—Eso es bueno —sonrió su abuelo— unos de mis nieto también nacieron de subrogación

—Yo igual —asintió Oti comiendo sin más.

La madre del moreno solo se limitaba asentir con esa sonrisa que no era sincera.

—Me alegro que estén juntos —pronunció ella.

—Aja si —dijo Cal por lo bajo aunque todos lo escuchamos

—Créelo o no me alegro de que seas feliz, y con lo difícil que debió ser para Timothy encontrar a un chico como tú...

—A que se refiere con difícil —dije confundido.

—Ah bueno... ya sabes por tu problema —mencionó

—Cual problema mamá —remarcó Cal irritado— que yo sepa no tiene ninguno.

—No bueno me refiero por el autismo —soltó ella.

Claro ella estuvo en la pelea así que era de esperarse que supiera lo que había pasado.

—Entonces por ser autista no puedo enamorarme —expuse lo que realmente quería decir

—No, no solo digo que debe ser más difícil para ti...

—Y para quien no lo es —asentí.

—Entiendo solo...

—Por dios ya cierra la boca —dijo Cal molesto

—Oye no me hables así que soy tu madre —lo regaño

—¡No claro que no! —le gritó— sólo eras la mujer que me parió, es tan raro que alguien se enamore de mi, tal vez en eso somos iguales porque papá se enamoro de ti...

—¡El no es tu padre! —le gritó.

—Pues fue más un padre para mi que lo que has sido una madre para mi —le gritó de vuelta.

Me limite a observar la pelea mientras los abuelos de Cal los trataban de calmar.

Me llegó un mensaje que me hizo distraerme, uno que me formó algo dentro de mi que no supe explicar.

Me levanté bruscamente viendo que todos me veían.

—Tim... —dijo Cal confundido

—Yo... me tengo que ir —dije nervioso— gracias por la cena.

Me fui de la mesa sin más para alcanzar mis cosas

—Espera Tim si es por mi mamá no hagas caso ella...

—No, no es ella debo irme —dije.

—Pero espera... —pidió tomándome de la mano

—No —dije separándome alterado.

Él suspiró para acercarse y tomar mis manos con las suyas

—Háblame si, qué pasa —pidió con una voz más calmada.

—Atacaron a Jess —conté— unos hijos de puta la golpearon y ella está... en el hospital y yo debo ir...

—Bien tranquilo te llevaré —me calmó— dame un segundo iré por Oti para que nos ayude —me calmó.

Asentí, los dos morenos llegaron con sus cosas para irnos.

El día de hoy había conocido lo mierda que podían ser las personas...