I''m done
Esa presión en mi pecho... es curiosos como actúan las personas ante un ataque, algunas huyen, otras lo enfrentan y la última opción es paralizarse... Justo lo que yo hice.
—Tim... ¿De que habla? —preguntó confundido.
—Podemos hablar a solas —pedí a la chica.
—Anda dile, dile que fingías ayudarme pero solo fue para quedártelo —arremetió contra mi— como te metiste entre los dos y arruinaste nuestra relación.
—En primera no es un objeto para que me lo quedara y en segunda yo no arruine su relación, fueron tus decisiones las que lo llevaron a esto —dejé en claro.
—Eres un...
Cal la agarró ante su intento de ataque.
—¡Muy bien basta! —exclamó enojado— no voy a pasar por esto, hablen los dos solos sin asesinarse el uno al otro y lo que me tengan que decir me lo dicen al final.
El moreno se fue molesto para dejarnos a los dos a solas, podía sentir ese aire inundado en ira de esos que ni te dejan ni respirar.
—¿Por qué? —preguntó herida.
—No fue mi intención... la verdad es que solo se dió yo no quería lastimarte pero entiendo que mis acciones te hayan lástima, por eso si me disculpo —acepté.
—A la mierda... sabías que me gustaba porque no te detuviste —insistió acercándose más.
—Yo...
—Porque juegas así con los sentimientos de la gente...
—Yo no...
—Tu sabias que me gustaba... que quería estar con él y no me ayudaste —gimoteó
—No está en mi hacer que sienta cosas por ti —señalé— debo decirte que no sentía nada por ti pero... no supe cómo manejarlo.
—Eso fue muy egoísta de tu parte... si no ibas ayudarme al menos te hubieras apartado —atacó
Egoísta... vaya palabra no creen, aquella persona que antepone su propio interés... fueron sus palabras lo que me hizo molestar y perder los estribos por primera vez
—!Egoísta, egoísta yo¡ —grité— no sabes de lo que hablas...
—Sabias que me gustaba y tú... tú...
—Me enamore de él —confesé— no te atrevas a decir que soy egoísta cuando toda mi vida he visto como las personas se enamoran frente a mi sin poder sentirlo... cuando me veo como esclavo para resolver sus problemas pero si no lo hago soy yo el malo...
—Tim —me llamó confundida.
—Nada de Tim, dime acaso no merezco poder amar —insistí— porque si tú lo amas está bien y si yo lo hago es egoísta...
La chica me miró seria sin saber que decir.
—Estoy cansado sabes... todos esperan mucho de mi y yo no sé ni qué mierda quiero para mi... y aún más estoy cansado de fingir que me importan los demás, de que piensen que se lo que hago cuando la verdad es que no sé qué es lo que hago... yo no pedí esto.
Estaba cansado... agotado... me estaba ahogando.
Sentí unos brazos que me abrazaron con fuerza.
—Shh está bien Tim, está bien...
—No yo... no puedo respirar —dije con ese nudo en la garganta— suéltame no... no puedo.
Me senté con él aún sosteniéndome con fuerza, Cal estaba aquí para calmarme.
—No puedo... —dije desesperado— mi Epi...
—Es un ataque de ansiedad si, mírame está bien —insistió— solo respira.
Negué... me estaba costando respirar, el chico tomó mis manos pues me estaba lastimando... solía pellizcarme cuando era pequeño y no me podía calmar... los malos hábitos no se pierden.
El moreno me abrazó con fuerza, la presión servía pues me ayudaba a regularme.
No sé cuánto tiempo pasó hasta que llegó mi hermana mayor, la chica me sonrió para sentarse a mi lado, ponerme los audífonos y tomar mi mano.
—Nos iremos cuando estes listo —susurró revolviendo mi cabello.
Creo que nos quedamos por dos horas ahí sentados hasta que por fin conseguí irme a casa, mis madres ya me esperaban en casa preocupadas.
No era la primera vez que me pasaba una crisis de esta magnitud, pero hacía mucho tiempo que no tenía una.
—¿Cómo te sientes amor? —me pregunto mamá.
—Quiero estar en mí habitación si —pedí cansado.
Mis madres me dieron mi espacio... por lo menos un rato, mamá llegó más tarde para besar mi frente y curar mis heridas... tenía un par de moretones y rasguños.
Me dió una sonrisa en la que ocultaba tristeza.
—Lo siento —susurre.
—¿Por qué? —me preguntó poniendo un par de curitas.
—Por lastimarme —murmuré.
Mi mamá suspiró para sentarse a mi lado.
—¿Qué es lo que te lastima amor? —me preguntó
—Yo... no lo sé —empecé a llorar.
Mamá me abrazó para calmarme.
—Hay algo que te está lastimando amor... dímelo si —pidió.
—Estoy perdido... yo... no se quien soy —murmuré.
—Eres Timothy Love no es así —me dijo ella
—Pues no se quien es... mucho menos me gusta... practico el arco porque soy bueno pero odio tener que ir a competencias, no sé si me gustan las chicas o los chicos, a veces me siento como hombre y a veces no... quiero decir cosas pero no puedo porque eso lástima a los demás... no estoy augusto con mi cuerpo aunque se que no tiene ningún problema y yo... odio ser cupido.
Conforme las palabras salían sentía un peso irse de mi.
—No me gusta tener que lidiar con la carga emocional de los demás pero si dejo de hacerlo qué función tengo en la sociedad... me aceptan por eso y si lo dejo... no soy nada...
Mi mamá negó para tomar mi mentón y hacer que la mirara.
—¿Cuántos años tienes cariño? —me preguntó acariciando mi mejilla
—Diecisiete —conteste confundido.
—Tim aún eres un niño y te voy a decir algo... esta bien no saber quién eres —me calmó— si no quieres seguir con el arco está bien, te puede gustar las chicas o los chicos o quien tú quieras, nadie es quien para impedírtelo.
Mi madre siempre fue muy ruda para hablar, pero esta voz sus palabras era cálidas.
—Si a veces no sabes como sentirte que importa, no necesitas una etiqueta solo necesitas ser tu... y si las personas no te aceptan por quien realmente eres... que se jodan, en la vida vas a encontrar a las personas que realmente te quieren... así que vamos a concentrarnos en la persona que quieres ser —explicó— porque déjame decirte algo tal vez tú sientes que no conoces a Tim pero yo si lo hago, y estoy orgullosa de él.
—Lo dices porque eres mi madre —me negué a creerle.
Mi mamá negó para abrazarme.
—Te lo digo porque soy una mujer que crió un chico excepcional —insistió.
No le creí pero tenía mis sospechas, me quedé en cama sin hacer nada cuando tocaron a mi puerta.
—No tengo hambre mamá —insistí.
—Y yo que te traía helado —dijo la voz de Cal entrando.
—Yo...
—Vengo a ver cómo estás y si te sientes bien hablar —dijo entrando.
—Yo... si pero espera —salí en busca de mi hermanito para robármelo.
Quería arrebatar la bandita rápido... para acabar con esto hoy.
Entré con el bebé para entregárselo.
—Hola Auggie —saludó al bebito— porque me das a tu hermano Tim —dijo riendo.
—Quiero hablar pero no quiero alterarme así que si levantamos el tono de voz el chillon este nos hará ver que nos estamos alterando —explique.
—Me parece bien —asintió mirando al bebé presionando las mejillas del gordo.
Suspiré para sentarme a su lado y verlo.
—Puedes explicarme que fue lo qué pasó con Amelia —pidió.
—Ella tiene razón, fue a mí por ayuda... pensé que sólo sería un caso más hasta que te vi... y sentí algo raro dentro de mi, algo que no había sentido antes —expliqué— y me obsesioné con ese sentimiento así que seguí fingiendo que la estaba ayudando para yo poder descifrar lo que sentía.
El chico asintió para mirarme con esos ojos castaños.
—Alguna vez... ¿pensaste que estabas haciendo algo mal? —preguntó confundido.
—No... era el medio para un fin, después me explicaron que estaba mal y después de razonarlo entendí que lo estaba —explique— pero a ese punto ya estábamos saliendo.
Cal asintió.
—Si me explicas que es lo que sientes sería muy útil para entender la situación —pedi.
—Pienso... que estuvo mal lo que hiciste, me molesta un poco que hayas lastimado a mi amiga... y una parte de mí se alegra de que lo hicieras porque de no ser así no nos habríamos conocido— menciono nervioso.
—Claro que...
—Llevamos dese la primaria juntos y no cruzamos palabras ni una vez —insistió riendo— de no ser por esto probablemente hubiéramos seguido así hasta la graduación
—Bueno entonces está bien que lo hiciera —me quedé pensando.
El chico sonrió para molestar al bebé que se limitaba a vernos.
—¿Qué fue lo que te paso hoy? —preguntó preocupado— no te había visto así nunca.
Suspiré un poco agotado.
—Yo... la verdad es que no lo sé —suspiré— estaba cansado y ella me llamó egoísta entonces exploté.
El chico se quedó pensando.
—Estaba un poco cansado... agotado a decir verdad, de ser cupido, de esperar que todos esperen algo de mi y de dar más de lo que tengo para complacer a los demás...
—Entonces lo nuestro...
—Yo... En estos momentos no se lo quiero, no se lo que soy o como debo ser, y me gustas... carajo me gustas mucho y quisiera poder ser egoísta y amarte como te amo... pero no creo que merezcas el amor que te pueda dar en estos momentos... porque mereces mucho más —explique probablemente lamentándome más tarde.
El chico suspiró para asentir.
—Para serte sincero yo... tampoco sé qué es lo que estoy haciendo en estos momentos, nunca me había gustado nadie —afirmó— y aunque mentalmente quisiera decirte que estoy bien... la verdad es que estoy hecho mierda... y me gustaría estar bien para que tú también recibas el amor que mereces.
Asentí para suspirar.
—Entonces esto es todo... terminamos —dije sin saber que decir.
—Eso creo... pero no significa que no seamos amigos —sonrió— aún jugarás para mi equipo de basket y yo seré tu recoge flechas.
—Solo te importa que siga en tu equipo de basket verdad—señale lo obvio.
—Es que son malísimos —se burló.
—Lo son —acepte.
El chico asintió divertido para quedarnos en silencio.
—Tal vez sientas que no sabes quien eres, o qué quieres... pero quiero que sepas que estaré a tu lado en todo este proceso —insistió tomando mi mano.
Nos miramos por unos eternos segundos.
—Te voy a besar porque no sé en cuánto tiempo lo volvamos hacer —afirmé.
El chico sonrió para acercarme a mi y besarme con fuerza.
Me acerqué a él para proseguir al beso aunque terminamos separándonos ante el chillido del bebé.
—Envidioso —bufé molesto cargando para calmarle.
El chico empezó a reír para asentir divertido, sellamos nuestra despedida con ese fugaz beso.
Cupido... estaba soltero.
Estamos llegando al final 🥲
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