Fortalezas y debilidades
No fui a verlo en su partido... no fui porque estaba demasiado enojado por haber fallado.
—El entrenador dice que si te puedes ir a casa pero tiene que venir una de tus madres por ti —explicó Gabo sentándose a mi lado.
—Bien le hablaré a mamá —asentí.
—Tim... no puedes huir cada que algo te molesta o te incomoda —señaló.
—Claro que si, es un mecanismo de defensa —le recordé buscando el número.
El chico tomo mi teléfono para verme.
—Le dijiste cosas que no debías decir y además faltaste a su partido, irte solo empeorara las cosas —me puso la situación en claro.
—Pero si me quedo yo... no quiero —murmure pellizcándome.
Él suspiró para tomar mis manitas.
—Vamos yo las llamo —me calmó.
Mi mamá vino por mi firmando los papeles.
—¿Pero de que te sientes mal? —insistió.
—Pues... me siento mal y ya —me queje— el bebé no me dejo dormir, estoy cansado.
Mamá suspiró para sobar mi nuca.
—Si te sientes peor te llevaré al doctor de acuerdo cariño, no vaya a ser otro vez la reacción —me sonrió.
Esta vez no me podía excusar mi humor en eso.
Al llegar a casa ahí estaba mamá dándole de comer a la hamburguesa.
—Ya llegaron los resultados —dijo feliz— no es alérgico a nada.
—Que bien —suspiré— me iré acostar estoy cansado.
Ma asintió algo preocupada.
—Aprovecharé que tiene la boca ocupada para no llorar —lo aligere.
Mis madres asintieron, me tiré en cama para dormir sintiendo aún ese nudo en mi pecho.
Desperté por un besito en mi frente, y una manita tocando mi cara.
—Hermano ya hazme caso —dijo Ma fingiendo la voz de Auggie.
Abrí los ojos para ver al bebito.
—Así te haré cuando estés dormido para que veas lo que se siente —me quejé.
Mamá acaricio mi mejilla divertida.
—Vamos amor tienes que comer algo ya es de noche —señaló.
Negué cansado, quería seguir durmiendo.
—No era pregunta Tim, baja a cenar si —besó mi frente.
Bufé para levantarme antes de que se enojara.
Mis hermana ya estaba en la mesa, empezamos a comer, todo iba normal hasta que se tuvo que sacar el tema.
—¿Cómo te fue amor? —preguntó mamá
—No quiero hablar de eso —me queje
—¿Perdiste? —dijo Jade atonita
—No, pero hizo un drama por fallar una flecha —dijo Grace burlona
—Claro cómo estás acostumbra a perder por eso es tan común en ti —me enoje.
—Ni siquiera perdiste dramático —rodó los ojos— que no sepas perder es otra cosa.
—Es una estupidez —me queje levantándome para irme.
Estaba realmente molesto.
Mamá entró un par de minutos después.
—Podemos hablar Tim —pidió ella.
—Si es de lo mismo no —bufé
Mamá suspiró para sentarse a mi lado
—Estamos preocupadas por ti cariño... tu hermana tiene razón —señaló— es normal perder algunas veces y si eso pasa esta bien, no debes ponerte mal por eso.
—Yo... nunca fallo mamá, Cal me distrajo y por eso perdí es su culpa —me queje
—Y qué si fallas una flecha Tim —insistió ella— a ver amor eres un robot acaso.
—Tal vez... podría ser inteligencia artificial, nada me asegura que no lo sea —deje en claro
—No Tim, eres humano —negó— yo mismo te vi salir de la vagina de tu madre.
—Bien lo soy y eso que —me queje
—Los humanos estamos hecho para fallar y aprender del proceso, te exiges demasiado amor y eso te hará daño si no aprendes a controlarlo —explicó como si fuera tan fácil.
—Tu... no lo entiendes —me queje.
—Entonces porque no me lo explicas —me calmó.
Bufé para negar y acostarme.
—Estoy bien, me puedes dejar a solas —pedí.
Mamá suspiró para besar mi frente e irse.
Estuve dando vueltas un montón de vueltas hasta que salí a tomar algo de aire.
Ahí estaba Kori fumando como siempre.
—Deberías dejarlo —murmure.
—Si eso intento —asintió— es mi tercero del día, un avance.
—Bien por ti —alague sentándome a ver las estrellas
—Cal me contó lo qué pasó —mencionó— creo que te pasaste con la situación.
—Tal vez —suspiré cansado.
—Y ahora creo que lo que más te molesta no fue perder si no lo qué pasó después —entendió perfectamente.
—Odio que tengas razón —murmure.
La chica asintió burlona.
—Años de experiencia —dijo burlona.
—Tenemos la misma edad —arque la ceja.
—Físicamente, mentalmente te gano por mucho —explicó orgullosa.
Probablemente, ella había vivido cosas que yo no me podría imaginar.
—Arregla las cosas con Cal —animo— antes de que se vuelva más complicado.
Asentí, por la mañana siguiente llegué a la escuela dispuesto arreglar las cosas... pero el moreno falto a nuestra única clase juntos.
—Me estará evitando —dije mientras almorzábamos.
—No, Si —dijeron al unísono mis amigos.
—No lo engañes Gabo —negó Jess— pero no te hagas que tú tampoco haces por buscarlo.
—No es verdad —me queje.
—Entonces qué haces sentado aquí —reclamó— mueve tu culo y ve por él.
—Pero...
—¡Ahora! —ordenó.
Fui a buscarlo por todos lado pero no lo encontré, cuando estaba por rendirme mis salvadores llegaron.
—Hola Timbo —Saludó Paddy sobre la espalda de Matt.
—¿Qué haces sobre Matt? —pregunté confundido.
—Según él se lastimó en la práctica pero para mí que es una excusa porque es un flojo —le miró molesto.
Paddy sonrió burlón.
—Si soy —afirmó— ya te sientes mejor, Cal dijo que te sentías mal y por eso te fuiste.
—Estoy mejor —no soy bueno mintiendo pero las normales me salían bien— ¿Y Cal?
—Mm seguro en el árbol ya sabes es un buen lugar para siestas —afirmó Matt
—Gracias —asentí.
Esos dos... me generaban incertidumbre, llegué a mi lugar y ahí estaba desayunando.
Me senté a su lado a lo que me miró.
—Lo siento —dijo tomando sus cosas— perdón por molestarte también aquí.
—Podemos hablar —insistí.
—Ahora si —atacó molesto— pensé que te molestaba mi presencia.
—Cali...
—Nada de Cali —negó— fuiste un idiota conmigo por apoyarte y después que hiciste no fuiste a mi partido.
—Perdón si... es que tú no lo entiendes —me quejé.
—Porque por que siempre pierdo si gracias por recordármelo —gruño.
—No, porque si tú pierdes no pasa nada pero si yo pierdo voy a dejar de agradarle a la gente —confesé.
—¿Qué? —preguntó confundido.
Suspiré frustrado para negar, el moreno a mi lado se sentó para tomar mi mano.
—Tranquilo puedes contarme —me permitió.
—Cuando era pequeño... los niños no querían jugar conmigo nunca, decían que era raro —conté— excepto por Gabo y Jess nadie se juntaba conmigo... puede que si yo también los alejara y los ignorara cuando me hablaban, pero no los llamaba raros.
Cal asintió, era probable que le hubiera hecho lo mismo alguna vez.
—Pero cuando empecé a practicar en el arco y me empezó a ir bien ellos dejaron de llamarme raro... se querían juntar conmigo y aunque seguía ignorándolos o alejándolos al menos ya no me llamaban raro —explique— cuando me distrajiste y falle la flecha yo... pensé que tu tal vez ya no te querrías juntar conmigo.
Cal suspiró para aventarse a mi en un abrazo.
—No me importa si fallas una, dos o mil flechas —aclaro— jamás dejaría de verte de la forma en la que te veo.
Suspiré para asentir.
—Y qué si eres raro, todos lo somos —me calmo— y si no a la mierda, seremos raros juntos.
Para mi esas palabras... fueron como un abrazo para el pequeño Tim que aún odiaba ser excluido.
Nos quedamos así por un largo momento hasta que me empecé a sentir incómodo.
—Puedes... soltarme —pedí.
—Claro —dijo riendo— lo siento.
Negué para recargarme en su hombro.
—Lamentó haber dicho cosas que sabía que te iban a lastimar—susurre.
—Ah, tranquilo creo que en el fondo era algo que me estaba molestando pero no me atrevía a enfrentar —aceptó— siempre digo que jugamos para divertirnos pero quiero ganar de verdad.
—Porque no se los dices —señale— eres el alma del equipo.
El asintió decidido, nos acostamos en el césped por un rato, el moreno se giró para verme.
—Te puedo besar —pidió
—Claro —acepté riendo.
Nos empezamos a besar en una posición un poco... sugestiva pues al darse cuenta quedó sobre mi.
—Caleb —dijo una vez conocida
Ahí estaba ella mirándonos con disgusto, no el disgusto de una persona homofóbica, el disgusto de alguien al que le bajaron el amorcito.
—Meli yo... te lo iba a contar —mencionó nervioso levantándose.
—Está bien —dijo mirándome con molestia— no tenías porque contármelo después de todo.
La chica dio media vuelta para seguir su camino.
—Espera... Mel—dijo él— hablamos al rato si —dijo besándome para salir tras su amiga.
Me fui a buscar a mi mejor amigo ahí estaba con su novia sentada en sus piernas.
—Creo que hice molestar a alguien —mencioné.
—Y eso te preocupa amor, haces molestar a la mayoría todos los días —se burló Jess.
—Fue a una chica y creo que tiene razones para querer asesinarme —agregue nervioso.
—Que tome número yo voy primero —se burló Gabo besándose a su novia— y empezare antes de tiempo si no nos dejas a solas
Mire a Jess con mis ojitos que conseguían todo.
—Ven aquí amorcito —se bajó de su novio para sentarse a mi lado— Cuéntanos qué pasó
Entonces les conté lo qué pasó... a veces me costaba identificar lo que es "bueno" o "malo" pero creo que fue malo por el golpee que me dio Jess.
—Oye —me quejé sobando mi hombro.
—Le bajaste el chico a alguien Tim eso no está bien —me regañó Jess.
—Pero ellos no tenían nada —establecí la realidad.
—Tiene un punto —me apoyó Gabo
—No, no, ella fue a ti por ayuda, le dijiste que si y después que hiciste se lo bajaste —dejo más en claro las cosas.
—Pero no había amor ahí —bufé.
—Y lo sabías desde el principio no es así —reiteró— la usaste para acercarte a él.
—Solo nos presentó yo hice el resto —me excusé.
—Sabes que le debes una disculpa verdad Tim —la apoyó Gabo.
Bufé para asentir, al final del día la encontré.
—Hola Amelia —la llamé— podemos hablar
—No, no quiero —se negó guardando sus cosas
—Bien yo solo quería pedir disculpas si te sentiste usada, las situaciones que pasaron son aparte a lo qué pasó contigo —me disculpé.
La chica se volteó.
—No lo acepto—se cruzó de brazos— Cuidado Tim... te metiste con la persona equivocada
—Es una amenaza —arque la ceja.
—Velo como quieras —dijo azotando su casillero en mi cara.
Esto... no iba a salir bien.
Buenas buenas, se me olvidó pero aquí les dejo un Oti calabaza por el mes de noviembre
Por cierto no olviden seguirme en mi Ig: 24Winchester para que vean exclusivas y memes de esta y más historias 🥰
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