Capítulo 6
Ha pasado una semana desde que ha llegado cupido y ha sido lo más loco de mi vida. Puedo admitir que he vivido de forma repentina todos los cambios de humor.
Si bien no estaba segura de qué se trataba la misión, no tenía la menor duda que era importante.
—Estoy preocupado, no recibo ninguna noticia de Afrodita— murumuró Kal— tengo un mal presentimiento
Si hubiese en otro momento que hubiese dicho eso, no le hubiese dado importancia, pero algo en mi hizo que me acercara y le tocara el hombro en señal de apoyo.
—Tranquilo, puede que este ocupada en algo de los dioses.—intento convencerlo— Tu madre es una diosa popular.
—Es que no lo entiendes, ella siempre tiene tiempo para esto, en verdad es importante.
—¿Y no te puedes contactar tú con ella?
—Es más difícil de lo que crees, aunque soy un dios tengo un rango más inferior que ellos y solo tienen algunas como "secretarias" u obviamente ellas directamente se pueden contactar contigo. Es como un médico mortal; solamente sus familiares y sus secretarias pueden contactarlo, los demás no.
—Pero es tu madre, puedes contactarla.
—Es madre de 300 niños y cuantos más—rie cupido— mi madre sabe resguardar su privacidad.
—¿Y eso no te molesta?
—Uff una cantidad de veces, pero no le puedo decir nada. Ella es mi madre, tendré que acatar.
Recordé a una amiga de mi abuela, ella siempre comentaba que hablaba con los dioses griegos y tenía una amplia comunicación con uno de ellos. Aunque no sé donde se ubica todavía y si está viva, tenía el presentimiento que mi abuela sabia donde quedaba.
—Sé de alguien que puede contactarse con tu madre, pero tenemos que buscar a la persona.
—¿Cómo?
—Mi abuela, conoce a alguien que habla con los dioses. O sea es lo que recuerdo, mi abuela en mi infancia tenía una amiga que siempre decía eso, no sé si todavía está viva. Puede que sí porque cuando estaba pequeña todavía era joven.
—¿Entonces que esperamos? Tenemos que ir.
Cupido se levanta abruptamente pero a los segundos después emite un chillido y se toca el estómago con una mueca de dolor.
—Tenemos que ir después que vaya al baño—indica con una sonrisa avergonzada— No debi comer ese sushi mal compuesto, en verdad me esta moliendo y matando mis tripas.
—¡Te dije, imbécil! No tenias que comerlos.
(...)
Al llegar a la librería donde aparte trabaja vive mi abuela, me autocuestione de cómo iba a llegar a presentar a Cupido, digamos es bastante raro llegar donde una ansiana y decirle ; Hey abue, ¿ ves a ese chico de ahí? Ese es cupido.
Absolutamente y obviamente que no le iba a decir eso.
Mire a cupido con una sonrisa.
—Mira mi abu es muy original y puede que te asuste un poco—le adelanto—pero es una señora adorable.
—¿Es igual a ti? Porque ya me asustaste.—responde ironizando— Si apenas puedo aguantarte a ti no podré aguantar a dos Emily.
Pongo los ojos en blanco, en verdad cuando trato de ser gentil con él me paga de esta forma.
Maniático.
Abrí con la puerta de la entrada de la librería esperando encontrarla ahí despierta y trabajando.
—Miren quien anda aquí—Mi abuela con su cara de pocos amigos me tormentó – La que deja sin dar ninguna explicación a esta vieja.
Sonrie y yo tambien, adoro a mi abuela. Más que a toda mi familia
—Vaya, Emilie. Te vez más mal que la otra vez—su tono de preocupación hizo que me asustara, pero a la vez comenta— Ah, esa es tu cara.
—¿Qué tal abue? Siempre tan bromista.
—Obvio mi niña, si me estoy robando tu juventud— Mira a Cupido con cara una sonrisa tierna—¿Al fin te conseguiste novio? ¡Ya era hora!
—No es mi novio abuela, pero necesito un favor tuyo.—susurro—Es algo importante
Mi abuela nos mira al principio preocupada y arruga la frente por la seriedad.
—¿Recuerdas a tu amiga que cuando yo era pequeña nos contaba que ella se podía contactar con los dioses griegos? Bueno, necesitamos contactarla, es urgente.
Mi abuela no cambia de cambia de expresión, sigue mirandome seria y hasta se le puede decir molesta.
—Cierra las puertas de la librería, vayamos a mi oficina—me mira directamente— Esto es un tema serio Emilie, espero que lo que me cuentes también vamos.
Asiento y no puedo evitar sentirme nerviosa, hace muchos años no he visto asi de seria a mi abuela.
Me replanteo mentalmente si es necesario contarle porque la necesitamos y toda la historia, pero sé que ella es una la única persona que puedo confiarle esto y tengo la certeza que me creerá.
A los pocos minutos después ya estamos en su despacho, ella manteniendo la misma compostura.
—Dime, ¿por qué la quieres buscar? ¿Y qué tiene de relación este chico? Porque si no es tu novio, debe ser por algo que está contigo. Te conozco Emillie, no soy tonta. Pasa algo.
—Él es Cupido.—explico—Llegó a mi departamento así de la nada y al principio no pensaba que era real.Si, me mostró sus alas y todo eso. Me dijo que tiene una misión, pero no se ha concectado con Afrodita, su madre.
Kal me lanza una mirada asesina, interrumpí su secreto.
—Tranquilo, Alitas—comento— Mi abuela es la más confiable en esas cosas.
—Más te vale, pequeña mortal.
Mientras seguíamos peleando por mi confesión, mi abuela se había levantado a buscar sus cosas y traía un viejo libro en sus manos. Obvimente sin darnos cuenta.
—Chicos...encontré el número
—¡Eres nada más que unas alas de pollo!—grito respondiendo el insulto que me había dicho Kal
—Chicos..
—¡Y tú una loca maniática dominadora!—contesta
—¡QUEDENSE CALLADOS!—gritó mi abuela perdiendo la paciencia.—¡No puede ser que tú tengas más de 23 años y para que decir él de 3000 y se comportan como niños!
Automáticamente nos quedamos callados, con una expresión de susto en nuestras caras.
—Bueno, cómo estaba comentando encontré su número—responde— Ella vive a pocas cuadras de aquí, es fácil de llegar. Puedo ir con ustedes pero son dúo bastante especial, así que vayan solos y compórtense por favor. Cuéntale todo lo que pasa y ella los ayudará, ella entiende eso.
Salimos a la media hora de la librería de mi abuela, sin antes pedirnos disculpas mutuamente en frente de mi abuela por los gritos que ocasionamos.
Mientras caminábamos en silencio, no pude dejar de mirar el perfil de cupido; Era un signo de toda perfección.
—¿No te aburres de ser Cupido? Digo, enamorar a las personas por millones de años y no poder enamorarte de ninguna persona.—suelto de improvisto.
Cupido me mira sorprendido por la pregunta.
—Es algo raro de explicar. Me crearon con esa función es específica, bueno la verdad me adoptaron—cupido me lanza una mirada—Emitiendo mi pasado y contestando tu pregunta. Sí es algo raro, porque yo también eh sentido algo por otra persona, no le puedo llamar amor pero algo así. A nosotros nos entrenan para no enamorarnos, solo a sentir uno que otro gusto, nada más.
—¿Entonces cómo sabes que es amor?
—Porque yo lo siento, lo he sentido por todos estos tiempos. También lo he visto Emilie, debes pensar que no es malo el amor.
—No quiero hablar sobre eso—susurro—Oh mira estamos llegando es esa casa.
La casa, quedaba en la parte céntrica y más antigua de la ciudad, donde estaban las familias más antiguas. Desde afuera se veía gigante y esplendorosa, más aun por su pintura que era blanca, dándole una elegancia y majestuosidad a la antigua mansión.
—Es esta—nos acercamos más a esa y toqué la puerta con fuerza.—Debe ser una anciana o un poco más joven. Recuerdo que cuando era pequeña estaba joven.
Abre la puerta una joven pelinegra con el estilo rockero y al parecer ebria.
—¡Hola! ¿Está tu abuela?—pregunto
—¿Quién la busca?
—Soy Emilie, la nieta de Isidora, que es su amiga—me presento—Vine por aquí porque necesito ayuda por un problema que surgió.
La chica me mira y se alegra, me abraza con emoción.
—¡Emilie! ¡Qué grande estás!—exclama emocionada—Yo soy la amiga de tu abuela.
Bueno, eso no me lo esperaba.
—Sí, ya tengo 24—contesto—¿Me puedes ayudar en algo?
—Claro, será un gusto.
Detrás de mi aparece Cupido con cara avergonzada y nervioso. Tan nervioso que llega a tiritar.
—Hola..Estela...tanto tiempo. Bueno, no te he visto desde que te dejé plantada en nuestra cena de compromiso—sonríe nervioso—hace 2700 años atrás.
¿Esto es una broma, verdad? Una jodida y locabroma.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro