Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4

"Las reglas"

Me mira esperando una respuesta mía, pero no puedo, ya que es imposible para cualquier ser humano que habite en este mundo. Sus pectorales y su abdomen perfecto me desorientaban y desconcentraban la vista, impidiendo que hablara y retomara con el tema.

Giro mi cara a un lado para no ver su cuerpo y volver hablar.

—¿No tienes alguna camiseta para ponerte? –pregunto, ya perdiendo la paciencia.

Cupido me mira sigilosamente y lanza una sonrisa coqueta

—¿No quieres seguir admirando mis maravilloso cuerpo? Pensaba que a las mortales femeninas les gustaba eso.

Pongo los ojos blancos, me levanto de mi cama para dirigirme al closet donde sé que podía encontrar ropa masculina.

—¿Qué estás buscando ya?

—Una camiseta— digo mientras estoy buscando, en el fondo encuentro una polera que al parecer le puede quedar – Ponte esta

—¿Cómo tienes ropa de hombre? — pregunta mientras se pone la camiseta blanca – Sí no veo ninguna pertenencia que vives con un hombre.

—Mi mejor amigo se queda aquí cuando no puede irse o cuando hacemos piyamadas para una maratón de Netflix— sonrío con solo recordar esos momentos que paso con él.

—Pero que polera tan fea – dice mientras se la pone – Es mejor estar así, a lo natural. Digno de todo un dios.

Niego con la cabeza y me pregunto: ¿No podían enviar otro dios menos egocéntrico que él? Esta hasta Apolo que es el dios de la belleza y sinónimo de perfección pura, pero no. Pusieron a este que más pinta tira a Idiota de preparatoria, cosa que es horrible.

—Ya sé cuál es la regla número uno de la casa; siempre ocupar una camiseta en esta casa. Y no vengas con peros porque no me interesa ver tu cuerpo de "Peter águila". ¿Vale?

Cupido soltó un bufido fuerte por su molestia

—Si te quieres quedar aquí hay reglas ¿vale?

—Vale, está bien. Nada de andar semi desnudo en la casa

—Segunda regla; No traigas mujeres en esta casa, sé que eres el dios de los enamoramientos y todo eso pero no quiero tener lleno de mujeres aquí y ni quiero pensar en tu habitación

—¿Otra cosa? ¿No respirar, no comer, no dormir? Para darme la idea de cómo voy a vivir contigo. No sé en qué estaba pensando cuando dije que iba vivir contigo, pero lo dicho está y solo me queda acatar.

—Tercera regla; Tienes que ayudarme con las tareas de hogar, a lavar los traste o a ordenar. Aquí no se admiten mucamas

—¿Te he dicho que eres una persona no grata?

—¿Y eso me importa? Ve el lado bueno, no te enamorarás de mí

Me mira con determinación por segundos y ríe.

—No me voy a enamorar de mí, y si me enamoro me voy a tirar del último piso de este departamento.

-Entonces trataré de busca mis habilidades de conquistas, así te enamoras de mi y te tiras.-respondo irónica - Con el númerito que te mandaste en el baño harto que me enamoraste.

—Cuarta regla. -comenta Cupido-Antes de entrar al baño tienes que tocar, no quiero que pase nuevamente lo del baño, en verdad me sentí acosado por una mujer, más cuando estaba haciendo mis necesidades.

¿Acosado? ¿Esto es en serio?

Rio al recordar aquella escena, no puedo evitarlo.

—Estoy hablando en serio, tienes que tocar antes de entrar. Ya no vivirás sola.

—Lo tomaré en cuenta.—respondo – Ahora vamos a ir de compras, no tengo para alimentarte y ni siquiera para mí.

Tomo el poco y nada de dinero que tengo y lo pongo en mi bolso, trato que no vea mi pobreza cupido, al fin de cuentas el será como un "invitado". Con mis cálculos deben ser aprox. 20 dólares, suficiente para saciar el hambre esta semana.

Trato de hacer un cálculo de lo que tengo que gastar y temo por primera vez que no llegaré a fin de mes. Me susto con eso, pero tendré que hacer todo lo posible para que nadie lo note.

—A todo esto, ¿cómo te llamas?

—Me llamo Emilie

—¿Todo una rival eh? Me impresionas chica.— contesta, burlándose.

Levanto los ojos buscando una buena explicación de por qué es tan así pero ni siquiera los dioses me quieren informar.

—¿Y el tuyo?

—No te lo diré

—Empecemos con el misterio—digo sacasticamente— Ya chico misterio, tenemos que irnos.

—Me llamo Kal , ese es mi verdadero nombre. El nombre cupido lo ocupo en el trabajo pero Kal es mi verdadero nombre. – dice antes de cerrar la puerta e irnos a comprar

—¿Kal?

—Sí, no es nada del otro mundo ya sabes...—comenta murmurando y mirando el piso de la calle— Vaya, se ven distintas las cosas estando aquí abajo.

—¿Cómo? ¿Cuáles son las diferencias?— pregunto interesada.

—En el olimpo se ve con nubes y todo es chiquitito y menudito, son como hormigas. Cuando yo bajaba de vez en cuando nunca caminaba solo volada y me concentraba tanto de irme de aquí que terminaba mi trabajo rápido y regresaba al olimpo a descansar.

—Entiendo, era como un trabajo que no te gustaba pero lo hacías

Cupido, ahora Kal sonrió y asintió

Mientras caminamos sentimos gritos desesperados, aceleramos el paso para ver qué pasaba. Ya acercándonos nos encontramos con una escena estremecedora; una joven que estaba en el techo de un gran edificio que amenazaba con tirarse de ahí por sus problemas.

Nos acercamos hacia una señora que lloraba y gritaba sin parar pidiendo ayuda a la joven.

—...por favor ayúdenla, es mi hija – la mujer termina— es lo único más importante que tengo.

Le doy una mirada a Kal para pedir ayuda, pero el ya no está, ya se había ido.

Trato de no darle importancia al enojo que se está incrementando dentro de mí por dejarme aquí y hacer algo para ayudar a la anciana desesperada y a la joven.

Pienso en posibles soluciones pero sé que más las soluciones que tengo el peor pensamiento que tengo que ella se tirará y se va a morir.

—¡Mi hija ya no está! –grita desgarradamente su madre pensando lo peor.

Hubo un profundo silencio, nadie quería decir nada, no había ánimos para explicarle a una madre que su hija había fallecido.

Siento los ojos llorosos y quito las lágrimas lo más rápido que puedo, yo también sé el sentimiento que uno tiene al perder alguien importante en tu vida repentinamente.

Levanto la mirada y veo algo que sin dudar me alegro el trayecto.

—¡Señora, el chico trae a su hija!—exclama una persona feliz

Exactamente, ese chico era Kal.

La señora levanta la mirada con pocas fe que esa era su hija pero al mirarla grita de emoción.

Su hija en cambio lucia afectaba y dolida pero al ver su madre entre las personas corre hacia ella y la abraza con emoción y lágrimas.

—Lo siento, lo siento por todo. Por las rabias, por este sufrimiento que te hice, por lo de antes, eres lo más importante para mí, madre.— murmura mientras la abraza – Prometo que me trataré, que seguiré adelante como tú lo hiciste por mí, ahora lo quiero hacer por ti.

Todos aplaudimos emocionados al tal escena conmovedora, finales así hacen ver que el mundo tiene salvación del poco caos que tiene.

Al pasar los minutos la gente se empezó a dispensarse e irse sin antes tocar el hombre de ambas mujeres como despedida. Kal y yo fuimos los últimos en irnos para poder hablar con las mujeres.

—Gracias, en serio. – La mujer nos mira a los ojos– No saben el sufrimiento que he pasado en todos estos años, antes mi hija no me hablaba de por qué le estaba sucediendo eso. Hoy me llamo para decirme que se quería matar y yo la tenía que ver como lo hacía, pero hoy gracias a ambos no lo viví.

Kal sonrió, pero no su sonrisa común, sino una verdadera, la de alegría y agradecimiento.

—No fue nada, en verdad. Si tengo las herramientas para ayudar a alguien lo hago sin dudarlo, es algo en mí que debo hacerlo.

—Sé que la depresión es algo difícil, es dura y larga. Sientes que estas en un hoyo solo y sin esperanza, pero en verdad así no es, si tienes a alguien y siempre lo tendras y que es lo más importante; tu familia.—digo entre lágrimas.

Nos despedimos de ambas para seguir nuestro camino, con algo distinto ahora. Al parecer Cupido no es tan idiota como yo creí o eso creo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro