Capítulo 11
Emilie
Los fuertes rayos de sol interrumpieron mi sueño y me despertaron abruptamente.
Te decepcioné Morfeo, lo siento.
-Oh, qué dolor. Es como si un millón de duendes me hubiesen pisoteado encima.
-Bueno, verdaderamente eso te hicieron. No sé cómo lograste llamar a un duende jefe e insultaste a su a clan y hasta su abuela.
-¿Qué? ¿Cómo? ¡Mi cabeza estupidoooo!
-Oye mortalita, si sigues gritando es algo obvio que te seguirá doliendo la cabeza –comentó- En serio, algunas veces me impresionas tus estupideces.
Me paso una aspirina y agua, mientras me mira, divertido. Al parecer soy yo el nuevo payaso de circo.
-¿En serio qué pasó eso? Ni siquiera recuerdo eso.
-Sí, o sea yo no sabía pero hoy en la mañana vino esa persona y me dijo que quería hablar contigo, por lo de ayer.
-Oh, vaya...¿y le robé su olla de oro?-pregunto impresionada
-No, hiciste algo mucho menos peor, la vomitaste entera, pero descuida. Todo se limpia en este mundo
-Oh...vaya creo que tome mucho...-exclamo realmente arrepentida.
De un momento a otro, Cupido estalla a carcajadas llegando a llorar. Al rato me mira y todavía riéndose por lo anterior, aclara la garganta
-¿En serio que te creíste eso? No hiciste nada grave excepto que te acostaste conmigo
-¡¿Qué?!-grito
-Descuida no pasó nada. Lo prometo-muestra su mano en señal de verdad- Estabas bastante borracha y en verdad, prefiero que me recuerdes con mucho glamour
-Vaya, eso es milagro. –acierto- Espero que no se repita, espero.
Cupido fuerza una sonrisa y asiente no muy seguro. Después de un momento, parece estar serio y me mira.
-Quiero...
El sonido del celular interrumpe la conversación, al tomarlo noto que era el recordatorio que hoy iba a cuidar a los hijos de mi amiga, Alexandra. Resoplo cansada y de mal humor.
Si bien amo los niños, los hijos de Alexandra o era simple niños, era demonios horribles y con un gran sentido de la maldad...dentro de cuerpo de niños. Y lo peor de todo, es que yo era la única que podía controlar a esos engendros. También y principalmente la paga que me daban era lo suficiente para poder estudiar.
-Kal, ¿sabes cuidar a niños?
-Lo máximo que he cuidado es mi stifen y el zorrillo de mi madre, y stifen murió hace mil años, no sabía que había que había darle de comer. Pensaba que eran inmortales.
Bueno, dejarlo al cuidado de niños a él puede ser muy riesgoso. Pero al estar sola con esos niños, me entraba un miedo de qué me podían hacer.
-¿Quieres cuidar niños conmigo? Son unos ángeles-miento- Como Pach, unos ángeles caídos del cielo.
-A pesar que murió mi animal por no darle de comer.-confirma todavía no muy confiados- ¿Quieres que yo cuide mortalitos? Perfectamente me los puedo comer también.
-Son unos ángeles, los amarás.-miento sonriendo
(...)
Me bajo del auto y levanto los brazos para adquirir paciencia, si bien son niños no sabes que harán. La última vez que estuve uno de los niños se tiró de la ventana para jugar a "spaider man" mientras que su hermana, tomaba cloro por sus bajas notas.
Toco la puerta y abre mi amiga, Alexandra. Con un rápido movimiento abre la perta, nos mete a ambos y la cierra. Se ve nerviosa y ansiosa.
-Lo siento por la rapidez, pero Taylor arranca de la casa y en medio de la calle se desnuda.-sonríe- Lo supe porque me llamó la policía, pero mientras este aquí está muy tranquilo y con ropa.
Bueno, creo que mejoró, la última vez que vine era peor.
-¿Y qué tenemos que hacer?-preguntó él
-Cuidarlos y que no se maten, eso es todo.-exclama la madre- El problema que estos son medios especiales...Bueno, yo me voy. Mi octavo nuevo esposo me está esperando en el restaurant, espero que lo cuiden y que no se maten ellos o no los maten, recuerden alejar tijeras, cloros y cerrar la puerta. Uno de los niños tiene sarpullido y tienen que estar todos acostados a las 10 pm.
-¿otra cosa más?
-Trataré de conseguir otro hijo, sé que este futuro esposo es millonario
-Hablo de tus hijos, no de tu vida sexual ni amorosa.
-Ah, nada.-responde- Solo que no respiren amoniaco, ni cloro. Y si mueren por favor llámame.
Cupido nos miramos y asistimos lentamente ¿Quién en su juicio responde así? Bueno, la mamá de unos pequeños niños.
Después que Alexandra cerrara la puerta, salieron unos pequeños niños a vernos mirándonos con ternura y cariño
-Hola ¿cómo te llamas?-pregunta tiernamente a Kal a un niño que lo mira de pies a cabeza, desconfiado- No te haré daño, lo juro.
El niño sonríe ante él y cuando le da la mano, para aparentemente abrazarlo, este último le pega una patada en la entre pierna.
-¡Pequeño demonio!-alcanza a pronunciar Cupido mientras chilla y se retuerce de dolor- Agradece que no te haré nada.
El niño ríe de maldad y se va corriendo, sin antes mostrarle el dedo del corazón a Cupido y a mí.
-Vaya, eso es de niños malos-confirma
-Esos niños si que son malos y ¿sabes lo peor? Que son ocho pequeños así y tenemos que sobrevivir con ellos.
-¿No los podemos ir?
-Va a incendiar la casa.-agregando-Y cabe señalar que ya lo hicieron.
-¿Y qué hice yo para merecer esto?-pregunta- No hice nada malo, me porto bien, solo soy guapo y perfecto.
-Aparecer en mi casa, expropiar mi habitación, mi ropa, mi ropa interior, mi baño ¿te parece poco?
-¿Entonces me dices que esos especie de short corto que tenías eran tu ropa interior? Vaya, ahora entiendo porque me apretaba tanto.
-Estaba hablando de mis calcetines, imbécil-respondo-Ahora sé que tengo que botar mis short favoritos, gracias Cupido.
Terminamos abruptamente la conversación cuando siento que había un leve olor a algo quemándose.
Meticulosamente avanzo hacia la habitación de uno de los niños, para corroborar si estaba lo que yo pensaba era lo cierto o solamente eran imaginaciones mías. Al acercarme más a la entrada diviso a uno de los niños, John con su piyama y tu osito.
-Señorita Emilie ¿Me puede arropar para irme a dormir y soñar?-pregunta tiernamente el niño, enfocando una sonrisa.
Asiento no muy convencida y entro más a la habitación.
-¡Ya está a dentro la loca!-grita el pequeño
-¿Qué...
Me doy vuelta para correr y salir de ahí, pero los niños ya me habían encerrado y sus miradas indicaban que tenían algo muy malo en sus mentes.
-¿Sabes que te haremos?-pregunta una mirándome amezadamente.
Trato de conversar la calma, pero estos niños son unos pares de genios del mal que siento que en cualquier momento perderé el control y entraré al pánico.
-Ahora sentirás lo que les pasan a las personas que nos cuidan-ríe el niño que le pegó a Kal- Te aseguraremos que no seremos tan malos, como ustedes creen. Pero tampoco serás la misma.
...................
¡Hola! Lo siento por la demora :C tengo pruebas finales y estoy tratando de hacer de todo
Preguntaaaa : ¿No han cuidado niños pequeños odiosos? Yo sí, y aunque tengo una paciencia impresionante no soporto tanto con ellos
Pronto más actualizaciones, los quiero <3
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