[ Chat de Felix ]

Jeongin corrió hasta el club de música, lo más que su cuerpo le permitió. Había olvidado por completo a Changbin, ambos habían quedado de verse en la asotea.

Al llegar entro de inmediato solo parándose un momento para tomar aire, se apoyo sobre sus rodillas para respirar varios segundos antes de mirar al pelinegro.

— Creí que no vendrías —Se burló al verlo.

Changbin se burlaba de Jeongin desde la orilla de la azote donde parecía admirar el paisaje. Jeongin se acercó hasta ahí para imitarlo, quedando maravillado por el paisaje.

— Te prometí comer contigo por las veces que te dejé esperando —Explicó con su respiración levemente agitada—. Lo voy a cumplir.

En ese lugar el viento pegaba libremente, resfrescandolo un poco. Jeongin tomo un poco de aire, sintiéndose lleno y luego liberando poco a poco.

Changbin por su parte, admiraba como el rostro de Jeongin quedaba en descubierto debido a que su cabello era movido por la brisa, como sus ojos se tornanban de un café más claro debido a los rayos de sol. Observó desde el más mínimo detalle de sus pestañas hasta sus labios, siempre con el precioso color rosa, tan característico.

Cada que Changbin mira detenidamente a Jeongin es como si tiempo se ponga a su favor y se detenga, para que en su memoria queden impregnadas como las imágenes del que lleva por nombre "el amor más grande que tuvo"

— El aire aquí hace que me olvide que estoy en el colegio —Bromeo, antes de alejarse para buscar su mochila.

— Se nota, eres todo un emo —Siguió a Changbin, mientras soltaba algunas risitas.

— Cállate —Regaño—. No te quedas atrás.

— Yo no voy por la vida pareciendo emo —Le dijo sentándose al lado de él.

Era hora de almuerzo por lo que ambos estaban totalmente libres por una media hora, Jeongin casi se había auto invitado al lugar pero a Changbin no le molestaba. También le debía varias cosas por lo cual lo tomo algo para pagarle.

— ¿Parezco emo? —Inquirió, seguido a eso solamente abrió tu pequeño toper de su comida.

Ahí fue donde Jeongin por primera vez le puso atención a la vestimenta de Changbin, casi no se fijaba en eso pero hoy fue como un impulso.

Dentro de las reglas de cada institución hay una en específico para el uniforme,  eso era, uniforme completo. A Changbin no le importa eso.

Changbin solamente estaba con su camisa blanca, sin corbata, el saco abierto al igual que los dos primeros botones de su camisa qué mostraban un poco de su pecho, donde un collar de placa colgaba desde su cuello.

Alzo su vista al rostro del contrario, aquel cabello desordenado hacia delante hacían ver a Changbin muy guapo, aunque le costó admitirlo.

Jeongin quedo boquiabierto, la palabra atractivo le quedó pequeña.

— No —Negó, quedando un momento en silencio—. Tt-e ves muy b-bien.

Aquel Halago que le hubiera gustaba que se emitiera en un tono amistoso, había sido un poco diferente. Se escucho perfectamente como tartamudeo.

La mente de Jeongin estaba en blanco, Changbin era muy guapo, también podía sentir como el perfume del contrario llegaba hasta el, oliendo muy delicioso.

— Gracias —Sonrió, cruzando mirada con el menor.

Jeongin apartó su vista de inmediato. Changbin observó todo, sintiendo como la felicidad llenaba su ser.

Estaba dando muchos avances.

[...]

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