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Las épocas de feria eran un completo caos para toda la institución en especial para ciertos club que mantienen la administración de los demás. En especial el de arte que está encargado de muchas cosas de los equipos deportivos.
— El de fútbol está casi listo, ¿El capitán no te confirmó si vendrá hoy o mañana por el? —preguntó Sakura, quien tenía una pequeña lista en sus manos.
— No recuerdo su número y deje mi lista en la mochila de Hyunjin, pero ya viene de camino para dármelo —Le respondió Minho, quien se encontraba cambiando las tintas de la impresora.
Cuando Felix escuchó aquello sintió como su estómago se revolvió por completo, no estaba listo para ver a Hyunjin, mucho menos cuando Jeongin también estaba de camino.
Sentía como sus nervios eran tantos que hasta tenía náuseas que intentó disimular, sin quitar la mirada de la pantalla Felix intento seguir con su trabajo.
El no se sentía bien, deseaba que hubiera una forma de olvidar todo que no lograra sentir nada. Que la confesión de Hyunjin no le afectará por completo pero era tan imposible.
Trato de mantener su respiración, en su mente contando todos los números que podía, agradecería que fueran infinitos. Cerró sus ojos para tratar de controlar su corazón, corazón que ni siquiera parecía suyo.
El ruido a su alrededor se calmó por un instante solo sintiendo el latir de su corazón, como una marea alta, con olas gigantes, viento fuerte y frío. En este caso todas esas metáforas se materializaba en sus nervios y náuseas.
Abrió sus ojos de un brinco al sentir como alguien colocaba algo a su lado con un poco de fuerza, era un pequeño jugo de fresa con una pequeña notita. Solo logró observar la mano de Hyunjin dejar el juego y luego irse.
Sabía que era él por sus pulseras, él se aprendió de memoria aquellas pulseras.
Tomó el jugo en sus manos, estaba a la temperatura perfecta para refrescar y era de su fruta favorita, un precioso detalle. Tomó la notita de color rosa entre sus dedos para posteriormente leerla.
"Esta bien si no pudiste con todo hoy, lo estás haciendo excelente, te quiero mucho y quiero que sepas que te ves muy lindo"
Sus nervios desaparecieron por completo, su corazón se calmó, su mundo pareció tomar un color único de un momento a otro. Se sintió feliz, se sintió amado.
Ese detalle tan único había alegrado su día, rápidamente se movió para darle una pequeña mirada a Hyunjin, él solo estaba ayudando con Minho en la impresora.
Quiso ir a agradecerle, hasta sentía como el aire a su alrededor llevaba miles de mariposas danzando, mariposas que bailan al ritmo de su latir. Estuvo dispuesto a ir a agradecerle hasta que Jeongin se posó en su vista.
— Toma —Le entrego, la estuchera con sus colores—, ¿Porque no me dijiste que Hyunjin estaba aquí?
— Acaba de llegar —Bufo, con sus cejas fruncidas.
— ¿Crees que es poco imprudente que le hablé? —Inquirió un poco inseguro.
"Si, si lo es" Pensó.
— Es tu amigo, ¿No? —Relamió sus labios—. No creo que sea imprudente.
— Ya vuelvo —Jeongin le dio una leve sonrisa antes de caminar hacía Hyunjin.
Todo fue como un golpe de agua fría para Felix, era un sentimiento nuevo. Ahora sentía celos por Jeongin, no quería que se acercara a Hyunjin.
Soltó una risa con sarcasmo, era como ser la persona más hipócrita ¿Celos?, No comprendía ese sentimiento, no cuando eso nunca debió pasar. Nunca debió tener sentimientos hacia Hyunjin.
Dio dos pequeños golpes a la mesa, antes de irse hacia el baño, todo eso había pasado desapercibido por todos, menos por Hyunjin.
— Escuche que hay un partido amistoso, ¿Estás emocionado? —Inquirió con una sonrisa.
A Pesar de que Hyunjin estaba un poco ocupado ordenado ciertas cosas que Minho le pidió, Jeongin le seguía hablando.
— Un poco —Respondió seco.
— Eso es bueno, así puedes dar más en el partido, ¿Me puedes pasar los horarios luego?, digo para ir a verte —Jeongin estaba hablando un poco rápido, por sus nervios.
Hyunjin tenía una bomba de emociones, estaba concentrado en lo que Minho le pidió, estaba preocupado por Félix y tenía a Jeongin hablándole muchas cosas al mismo tiempo, se sentía aturdido.
— Si —Trataba de ser lo más cortante que podía.
— ¿Quieras que te lleve algo ese día? —Preguntó acercándose un poco más.
— No, gracias.
— Bueno, te llevare agua, igual te iré apoyar tal vez llegue a Felix y-
— ¡Jeongin! —Lo llamo cortando la oración del menor.
Él volteó para ver de quien se trataba y observó a Changbin, quien parecía tener la mochila de Jeongin. El menor recordó que Changbin estaba ahí y abrió sus ojos sorprendido.
— Dios mio —Dijo exaltado—. Adiós, nos vemos luego.
Hyunjin solamente agitó su mano en despedida, se sintió un poco alivado al momento que Jeongion se fue. Ya no podía responder amablemente.
[ Chat de Changbin ]
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