Aaron no podía de terminar de creer lo que había visto. El momento que tanto había temido finalmente había llegado, pensó que al final este por fin podría alcanzar a René, pero el chico llego en el momento preciso para arrancar eso de lo que él deseaba con tanta fuerza, como si todas las peleas anteriores jamás hubieran existido.

Thiago se miraba herido, dañado, tenía un brazo enyesado pero lo que más resaltaba era su cara de desesperación hacia las personas que lo intentaban entender, este toma a René, pero ella a penas lo nota, sin duda era un idiota.

Se encontraba desarmado, expuesto al dolor, mirando cuando estos dos se miraban hacia parecer que todo el mundo a su alrededor dejaba de existir, no era la escena dramática en la cual Thiago había expuesto sus sentimientos con tanta euforia, era algo más simple, pero por defecto más devastador, fue el momento exacto en el que René logro visualizar a Thiago, la cara de esta se ilumino como si fuera un sol, como la esperanza había vuelto nuevamente hacia ella.

Fue una mirada, que no podía negar la conexión que esos dos albergaban para ellos mismos, se amaban tanto que todo el mundo sabía de lo especial que era el uno para el otro. Al ver a René siendo un camaleón en cada momento en que Thiago le decía todo lo que jamás le había dicho, lo heria ¿Cómo es que el era tan bueno hablando?

Su corazón pesaba, miraba de un lado a otro, desperado intentando que alguien detuviera a Thiago de llevarse a René, pero este no podía moverse, solo quedarse allí inmóvil, después de la confesión lo entendió, René jamás sería de él, no por que no lo quisiera, si no por que no era lo suficiente valiente para poder arriesgarse por ella. El jamás le provocaría esa adrenalina de la cual René estaba acostumbrada.

—-... ¿Qué pasa? — La mente del viajo tan rápido que no pudo pensar tan claro, más que los ojos de ella llenos de esperanza por Thiago. ¿Por qué ella jamás lo había mirado así?

—Creo que lo olvide. René se feliz con Thiago — La sonrisa más bella volvía a su dueña, mientras se despedía, y el la dejaba ir, sus piernas no se doblaron de puro orgullo, pero el sentimiento de dolor se albergaba profundamente en su pecho. Se sintió abrumado por las voces a su alrededor que solo hablaban del momento romántico entre ellos, si hubieran estado del otro lado ¿También pensarían que fue romántico?

Este no podía respirar, una chica delante de él le pedía bailar cuando este se disculpó para salir.

Salió por la parte de delante, cuando la realidad lo golpeo con fuerza inusitada, cuando la vio entre los brazos de él, se mecía tan feliz, sonriendo de oreja a oreja, para escuchar como esta le decía que si amaba a Thiago. Aaron sintió como si el aire se escapara de sus pulmones, como si el piso dejara de existir bajo sus pies. No podía competir con eso. No quería. Por que sabía, en lo más profundo de su ser, que René por fin seria feliz, dejaría de llorar, y que eso ero lo único que importaba.

Aaron se apartó, no queriendo entrometerse en ese momento que no era suyo. Su pecho dolía con un peso que nunca había sentido antes, una mezcla armaga de tristeza y aceptación. Volteo una vez más para ver como estos dos se iban tomados de la mano, sabía que tenía que dejarla ir, pero eso no hacía que fuera menos doloroso.

—Aaron — Le habla Dome, usaba un vestido turquesa que hacía que luciera como una sirena con su cabello rosa —. ¿Estas bien?

—Thiago es un hijo de la gran puta — Dijo este con sus ojos llorosos tratando de resistir se talla los ojos con fuerza sonriendo —. Perdón...

Nico, se acerca a este abrazándolo mientras Aaron, lo único que pudo hacer fue llorar, nunca pensó que sentiría un dolor así por alguien que jamás fue suya. Dome se acerca a él, también compartiendo el abrazo.

—Ya estoy bien — Dijo este separándose —. Al fin ambos serán felices.

—Y a lo que se, Thiago no eres el tipo de Thiago — Agrego Nico, a lo que este solo se rio.

—René, me gusta ella. Bueno, me gustaba — Confeso este sonriéndole a los chicos quienes se miraban aturdido —. Bueno, ya me iré. Nos vemos en un tiempo.

—¿En un tiempo? ¿A dónde te iras?

—Rechazare la oferta en la misma casa productora de Thiago, y me iré a buscar alguna que me quiera como solista.

—¿Estas seguro? Tu no eres el tipo de chico que hace cosas sin planearlas — Cuestiona Dome, pero Nico le toma la mano a su novia.

—Buena suerte, hermano.

Sabía bien que lo estaba haciendo por la emoción del momento, pero también fue lo mejor que pudo haber hecho, toco varias puertas hasta que una lo aceptaron, volviéndose en un baterista bastante reconocido, sin saber que el video que le había abierto la puerta era el mismo en el que este se peleaba con Thiago por su primer amor, René.

Y así pasaron ocho años, el salón de bodas estaba decorado con elegancia, las luces suaves iluminando las sonrisas y los rostros felices de los invitados. Había pasado mucho desde que miro a todos sus amigos reunidos. Dome lucía más hermosa que nunca, mientras que Nico parecía un modelo de revista.

Este se debatía si debía de ir o no, pero al final a cabo termino asistiendo, este se acerca a la mesa de los tragos, buscando algo fuerte para soportar lo que estaba avecinándose.

—Espera de perdida que sea la fiesta para ponerte borracho — Menciona una voz a su espalda, volteo pensando que tal vez era uno de los meseros, pero se quedo atónito, Thiago había regresado a su cabello oscuro lo usaba medianamente largo, mientras sonreía hacia su amigo —. Ha sido demasiado tiempo.

—Demasiado... Luces viejo.

—Tú también te miras bien.

Este le hace señas para entrar a otra sala un poco más solitaria, solo se encontraban estos dos, este le ofrece un poco de licor a Aaron quien lo acepta sin pensar.

—¿No tomaras?

—No quiero que Renata me mate, no puedo beber un poco por que lo huele y le da tanto asco — Dice Thiago, riéndose —. Tal vez sea que el embarazo la haga más sensible.

—Felicidades — Dijo este sintiendo un dolor en su pecho.

—Lo siento — Aaron levanta su cara para ver a Thiago quien lucía realmente arrepentido —. Se que hubo un tiempo en el que sentías algo René. Y... siento que nunca hablé de eso contigo. No fui justo.

Aaron se quedo en silencio, sus ojos buscando los de Thiago, intentando descifrar lo que estaba ocurriendo por la mente de él. El chico pensó que había sido bueno ocultando lo que sentía, pero al final también falló en eso.

—No eras el único que tenías sentimientos fuertes por ella. No lo niego, ni quiero ocultarlo. Pero nunca fue un amor correspondido. Ella siempre fue feliz contigo, y yo... yo aprendí a aceptarlo.

—Lo sé. Y eso es lo que más me pesa, te fuiste y jamás pudimos hablar de las cosas, nunca quise lastimarte, pero... ella lo era todo para mí, lo es.

—Siempre supe que la amabas. Incluso cuando trataba de no verlo, siempre supe que amabas a René incluso antes de que te dieras cuenta.

—No puedo cambiar el pasado, y tampoco es que quiera hacerlo. Pero si puedo decirte que quiero cambiar el futuro, quiero iniciar de cero contigo.

Este se ríe, pues esperaba cualquier cosa menos esto, se toma de la cabeza dejando caer unas lagrimas como si su corazón se hubiera liberado de algo tan pesado.

—René, merece a alguien que la ame tanto como tú la amas. Y tu mereces ser feliz con ella, con tu nueva familia — Este se sirve más licor alzando un poco el vaso para verlo —. Enserio quiero que tengas una larga vida a lado de ella, es una chica increíblemente hermosa, lo sabes bien... Por lo que eres muy afortunado al tenerla como tu esposa.

Por primera vez en mucho tiempo, sintió una paz interior que no había experimentado en años. Aunque había perdido a René como algo más que una amiga, había ganado algo invaluable: la certeza de que había hecho lo correcto, y que, de alguna manera, el amor que alguna vez sintió por ella le había ayudado a ser una mejor persona.

Estos se despidieron, mientras Aaron observo desde una distancia prudente la hermosa ceremonia, su mirada fija en René, quien estaba radiante en su vestido de novia, que ocultaba su embarazo. Sonreía como siempre al mirar a Thiago sin importarle a su alrededor, solo al chico que había delante de él.

Ella parecía tan feliz, tan en paz, y eso llenaba al chico con una mezcla de sentimientos difíciles de describir. Sabía que el tiempo había borrado gran parte de los sentimientos, pero ahora no pudo evitar sentir una punzada de nostalgia. No era tanto el deseo de que las cosas hubieran sido diferentes, sino una melancolía por lo que nunca fue.

Levanta su cara en el momento exacto en donde el padre anuncia "Los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia" Thiago le quita el velo, tomando a la chica entre sus brazos para besarla, en ese momento el declaraba a todos que ella era suya, pero Aaron sabía que siempre habían sido de ellos, en el momento en donde este le pego un chicle para llamar la atención de ella.

Cuando finalmente tuvo la oportunidad de acercarse a René, le tomo un momento, pero lo hizo, esta le dio una sonrisa sincera, libre de cualquier incomodidad.

—Eres la novia más hermosa que he visto, René — Dijo Aaron, sus palabras llenas de sinceridad y un toque de tristeza —. Te deseo toda la felicidad del mundo en tu matrimonio y sobre todo con el bebé.

René sonrió aún más, sus ojos brillaron mientras se acercó al oído del chico.

—Es "la" bebé — Respondió con una voz cálida y dulce —. Thiago aun no lo sabe, por lo que es nuestro pequeño secreto.

Aaron no pudo evitar sonreír ante la complicidad que compartían en ese momento. Sabía que este sería uno de los últimos recuerdos que tendría con René, y decidió guardarlo en un rincón especial de su corazón.

—Será una niña muy afortunada de tenerte como madre, René —dijo, sintiendo cómo el peso de los años y las emociones comenzaba a disiparse—. Cuida de ella y de Thiago.

Con una última mirada llena de cariño y resignación, Aaron se inclinó y depositó un suave beso en la frente de René, sabiendo que este era el adiós final, no solo a ella, sino a los sentimientos que alguna vez albergó.

Esta le sonrió dándole un golpe ligero con el ramo de flores, volteo hacia Thiago asintiéndole con la cabeza, despidiéndose, no tendría el valor para poder ir a la fiesta, su corazón lo iba a traicionar.

Cuando salió de la iglesia, el aire fresco lo recibió, y con él, una sensación de cierre. Sin embargo, al bajar los escalones, vio una figura familiar en la distancia. Era Enith, de pie, parecía que no se daba cuenta de la presencia de Aaron por lo que se acerca a esta.

—¿Qué haces tu aquí? — Le pregunta Aaron, mientras la chica le sonríe como si fuera demasiado agradable verlo.

—Vine a interrumpir la boda, pero llegue tarde — Bromea esta, mirándolo a los ojos —. No tienes que ser tan serio. Solamente quería verlo con mis ojos.

Enith le acerca un cigarro a Aaron quien lo acepta, quedándose a un lado de esta, apoyándose en el carro. Mirando como había niño en el carro.

—¿Quién es ese?

—Ah, el hijo mio y de Thiago — Aaron se queda paralizado sin creerlo a lo que ella suelta una carcajada tan grande que llama la atención de las personas —. Ay dios... Es mi sobrino, lo traje porque no quería venir sola. Es doloroso.

—Lo entiendo.

—Siempre pensé que al final te quedarías con René.

—Creo que ambos sabemos que eso es mentira ¿No es así? — Enith esbozo una sonrisa coqueta por que había sido descubierta por la mentira que acaba de decir, si alguien parecía que no caía en su juego era él.

—¿Qué tal si dejamos de ser masoquistas y vamos por algo? — Este asiente con la cabeza apagando el cigarrillo, mientras le sonríe a Enith, ambos en el carro, solo voltean atrás para ver como los novios salían de la iglesia. Quizás el futuro le tenía algo mejor reservado.