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CAPÍTULO 4. Cena con los suegros *Termina mal*

Esta despertó muy temprano pero no por cuenta propia, su madre la obligaba a limpiar su cuarto, obviamente motivada por el duende de la limpieza, es decir, que la mujer iba a limpiar todos los cuartos, y esto se debía al estrés que le había ocasionado Thiago. La chica se levanta mirando las fotos de James en toda la habitación, las guarda en la caja con mucho cuidado mientras baja a desayunar.

Su madre había hecho hot cakes para desayunar. Esta le da un beso en el cachete a su padre, mientras él se aparta, disimulando su molestia con el periódico que había en sus manos.

—¡Ay, señor! ¿Sigue enojado conmigo con Thiago? — El hombre se ríe, pero solo se voltea, siguiendo un poco molesto.

—Dinos. ¿Qué es lo que querías? — Dice su madre sirviendo el desayuno —. Siempre pensamos que estuviste enamorada de James, incluso nosotros ya nos imaginábamos el nombre de nuestros nietos. Y ahora ya traes a este chico...

La mirada de su madre era de absoluto desdén hacia Thiago.

—¿De qué callejón lo sacaste?

—De ninguno. Lo conozco desde hace mucho, y pensé que sería bueno salir con él. Es muy guapo.

—Eso es cierto — Refuta su hermana, pero es mandada a callar con solo la mirada de la madre.

—¿De dónde? Jamás habíamos hablado de él.

—Mamá, incluso papá supo quien es. No puedo creer que no sepas que es el chico goma de mascar.

—¡Con más razón! ¡Es un vándalo! — Su padre comenzaba a dolerle la cabeza de la pelea de las mujeres.

La chica ni siquiera toca el plato de comida poniéndose de pie. Sin duda estaba molesta.

—¿A dónde vas? Ni si quiera haz tocado la comida.

—No quiero escuchar como lo critican, como si fuera un delito tener tatuajes o el cabello decolorado.

—No estamos criticándolo por eso. Solamente no es...

—¿No es qué? ¿No es James? — La madre mira a su esposo intentando que el hombre diga algo más que solo que estaba bueno el desayuno —. James tiene novia. Y una maravillosa novia que mamá desea con tanto entusiasmo que sea yo, pero no lo soy. Ya lo superé, ustedes también deberían de hacerlo.

—¡Vez! No se le puede decir nada. ¡RENATA, VEN PARA ACÁ!

La chica sube a su habitación sin decir nada, estaba molesta. Las emociones se le albergaban en el pecho. Esta tenía hambre, pero no podía comer nada, ni siquiera había traído comida. Su padre abre la puerta al cabo de un segundo con un plato de comida, el hombre lo pone en la mesa, mirando que su hija iba enserio, incluso había puesto las fotos de James y ella en una caja.

—Papá, no quiero escuchar como lo critican.

—René, no queremos hacerte sentir mal. Solo nos preocupa que estés tomando decisiones apresuradas.

René toma el plato, pero no comienza a comer de inmediato. Mira a su padre tratando de buscar las palabras para no complicar las cosas.

—No es justo que juzguen a Thiago sin conocerlo, sé que hizo cosas malas y que no tienen justificación, y también que tiene tatuajes, y que su cabello llama la atención demasiado — Se da cuenta que comenzó a enumerar todas las cosas malas antes de decir las buenas —. Me ha tratado bien, me hace enojar, pero creo que me hace reír.

—Eso lo sé. Por eso hoy le daremos una oportunidad.

René se siente un poco aliviada, el hombre solo toca el hombro de su hija sonriéndole, esta ni se había atrevido a decirle la verdad sintiéndose un poco agobiada, su teléfono comienza a sonar mirando que era un número que no conocía.

—¿Bueno? ¿Quién habla?

"Me ofende que no reconozcas a tu novio" René se ríe, cerrando la puerta.

—Si tuviera, lo reconocería. ¿Cómo es que tienes mi número? — Le pregunta está sentándose en la cama.

"No es importante. ¿De qué color te vas a ir vestida hoy?" Eso la saco de sus pensamientos. ¿De qué color? Mira su armario, sacando una camisa roja.

—Creo que de rojo. ¿Por qué?

"Puta madre. Me queda fatal el rojo ¿No tienes verde?"

—¿Verde? ¿Qué demonios te pasa? — Le dice está mirando como es que en su armario había un vestido verde que no usaba por el hecho de que verde es el color que más odiaba James.

"¿Qué no sabes que las parejas se combinan?" Menciona este demasiado seguro de sus palabras lo que la hizo reír fuertemente.

—Estoy comenzando a creer que soy tu primera novia — Thiago estaba luchando con los sartenes y como su hermana le pedía más comida, algo que le llamaba mucho la atención a ella.

"¡Ouch! ¡Mierda! Me queme"

—Parece ser que estas demasiado ocupado.

"Un poco. Entonces es verde. Si no te miro de verde, me daré media vuelta y me iré. O bien me quitare la camisa y tendrás que verme desnudo"

—Quitarte la camisa no es estar desnudo — Le dice esta confundida.

"Lo sé, pero tiene que combinar. ¿No?"

La cara de ella se pone roja, colgándole. Esta enserio no sabía que iba a hacer con Thiago. Toma la almohada gritando fuertemente para sí misma, una risa de la puerta le hace darse cuenta de que fue descubierta por Enea.

—¿Escuchaste todo? — Pregunta René en voz baja, haciéndole señas de que entre.

—Sí, todo. No sabía que fingir tener un novio fuera tan complicado.

—Por eso eres mi mejor amiga. Eres a la única persona que no se iba a tragar el cuento de que ahora mágicamente estoy saliendo con él.

—James lo hizo a la perfección, solamente le tuve que mentir un poco. Le dije que tuviste un crush por Thiago desde que se presentó con su banda en la escuela. Por que se parece a ese vato de la banda australiana... El baterista.

—Por eso le pregunto a Thiago si iba enserio conmigo. ¡Ahora todo encaja!... — René suspira sintiéndose aliviada. Su mejor amiga se acerca poniéndose a su lado, estas se recargan juntos —. Gracias por cubrirme, Enea. Enserio gracias.

—No es nada, solo tienes que resolver esto pronto. Puede afectarte todo esto.

—No lo entiendo.

—René, esto no es real. Lo que Thiago siente por ti no lo es, solo es una fachada, y si siguen así por mucho tiempo, puedes enamorarte de él.

René niega con la cabeza riéndose.

—Te juro que tengo las cosas bajo control, y Thiago sería la última persona de la que me enamoraría.

Enea, solo acaricia la espalda de su amiga porque enserio era tan ciega. Ambas se quedan mirando el vestido verde.

—¿Enserio te lo vas a poner?

—Supongo que sí. Ya le mentimos a mis padres también.

—Entonces deja que te ayude, Thiago no sabrá ni que lo golpeó — Su amiga no apoyaba del todo la idea, pero por lo menos le agradaba que su amiga parecía estar divirtiéndose un poco.

Las chicas pasaron toda la tarde hablando de cosas tan triviales que apenas se dieron cuenta de la hora, Enea estaba cepillándole el cabello, mientras René se maquillaba.

—Pensé que ibas a estar peor lo de James.

—Yo también, pero creo que aún no lo he procesado bien. Además, hace feliz a James, y no tengo objeción alguna.

El teléfono de René suena, Enea se lo pasa enseñándole el mensaje, riéndose para ella, por leerlo.

"Ya estoy por llegar. No olvides el vestido verde o me desnudaré en la puerta"

—Me iré antes de que llegue, no te olvides contarme todo, por favor.

—Gracias enserio — Estas dos bajan para guiarla a la salida, se pasa un poco por la casa mirando como hasta su hermana estaba cambiada. Esta esperaba que el llegara en una moto, pero en cambio llego en un carro, algo raro. Estaba usando una polo verde jade, que dejaba ver más los tatuajes de lo habitual.

Si su intención era hacer enojar a su madre sin duda lo iba a lograr.

—¿Y la moto?

—Hoy no ocuparon el carro por eso me lo prestaron, iba a ser demasiado difícil manejar con las ofrendas — Le dice este sonriendo, mirándola bien —. Hey si estas usando verde

—No podía correr el riesgo de que te desnudaras en mi casa — Este le entrega un pequeño arreglo florar de peonias en color rosas, era la primera vez que ella recibía tulipanes, eran sus flores favoritas y además no las encontraban tan fácil por lo que estaba cautivada, sin saber que decir.

—No tenías que hacerlo, no importa que pase yo te enseñare a estudiar.

—Mi orgullo fue dañado ayer, entonces maneje por toda la ciudad buscando las mejores flores y el mejor pastel — Este baja el pastel de chocolate que tanto se le había antojado al mismo —. Espero que les guste el chocolate.

—Si, si nos gusta — Dice Jessie, quien se encontraba mirando a Thiago con ojos de cordero.

Ambos entran al comedor donde todo ya estaba puesto. René pone las flores estratégicamente en medio de todo, siendo lo primero que su madre mira cuando entra dejando la lasaña. Esta comienza a servir, y René siente el ambiente tenso desde ese momento.

Thiago toma su plato, pero apenas come, le daba muchas vueltas, algo que se le hacía raro a René, pensaba que eran los nervios.

—Thiago ¿A que se dedican tus padres? — Inicia la conversación la madre, dando un pequeño bocado a su comida.

—Mi mamá es jefa de enfermeras, mientras que mi padrastro es abogado penalista.

—¿Y tu padre? — Thiago se queda en silencio un momento antes de hablar.

—Él está recluido, bueno, eso es lo último que supe hace doce años. No tengo interés en saberlo.

—¡Ay! Si me imaginaba algo así — René se queda atónita mirando profundamente a su madre sin creer que era lo que salía de su boca.

La chica estaba furiosa, apenas podía contener su incredulidad y enojo. Apretó los labios luchando por mantener la calma, pero siente la mano de Thiago sobre la de ella.

—Mi madre siempre me dice que las circunstancias no definen a las personas, solo sus decisiones — También estaba furioso, pero no tenía por qué ser grosero. La mujer se pone roja al sentir vergüenza —. Y he decidido ser mejor cada día a pesar de lo que mi padre pudo haber hecho.

En ese momento René admiro demasiado a Thiago, pero también culpa al ver como manejaba la situación. Quería intervenir, pero antes de que pudiera decir algo el timbre sonó relajando a todos al instante.

—Jessie, ve a abrir — Ordena el padre, mirando a su esposa furioso. Voltea a ver a Thiago quien le hace señas de que voltee hacia atrás mirando como James estaba parado a la entrada del comedor con una cara de sorpresa.

—James... ¿Qué haces aquí?

—Una disculpa, pasaba por aquí y pensé en saludar. Además, traje algo para ti — Dijo este levantando una bolsa de papel con el logo de la pastelería favorita de René. Thiago apretó fuertemente la mano de René al sentir que las cosas se volvían más complicadas —. No quiero interrumpir, solo quería dejar esto.

—Cariño, quédate a cenar — Ofrece la madre de René con una sonrisa que parecía más afilada de lo normal.

En cambio, René no iba a soportar más cosas. Sabía que su madre tenía una razón interior para hacer sentir aún más incómodo a Thiago.

—Mamá. ¿Podemos hablar en la cocina un momento?

—Por supuesto querida, James te quedas en tu casa.

Ambas se dirigieron a la cocina. Tan pronto como la puerta se cerró tras de ellas, René se volteó para ver a su madre con una expresión de frustración.

—¿Qué estás haciendo, mamá? ¿Por qué invitas a James a quedarse a comer? — La cuestiona sintiendo el coraje recorrer sus cachetes —. Sabes que mi novio está aquí, y esto solo va a hacer las cosas más incómodas.

—¿Tu novio o tu novio falso? — René se queda sin palabras —. No soy tonta. Sabía que algo no cuadrada desde el principio, así que decidí escuchar y lo confirme.

—¿Me espiaste?

—No me dejaste otra opción — Un nudo en la garganta se le atoro, pero no podía dejar que su madre tuviera la última palabra. Necesitaba probarle que se equivocada, aunque eso fuera llevar las cosas al extremo.

La adrenalina recorría su cuerpo cuando salió de la cocina con determinación. Sabía que debía de hacer algo para que su madre dudara lo suficiente de sus palabras. Thiago solo miro los ojos de ella furiosos que se acercaban a él.

—René ¿Qué estas...?

Ni siquiera tuvo tiempo de preguntar antes de que René lo tomara por el rostro y lo besara. Fue un beso apasionado, urgente, como si toda la tensión del momento se liberará en ese momento. Thiago, estaba sorprendido, había besado a muchas chicas, pero ninguno era como este, sorprendido rodeo con un brazo la cintura de René.

Ambos permitieron cerrar los ojos. El comedor estaba en absoluto silencio. Nadie daba crédito, e incluso James sintió que estaba fuera de lugar, si antes dudaba, esto lo hizo darse cuenta de su amiga enserio estaba enamorada. René y Thiago se separan, sintiéndose agitados y ambos completamente rojos por la vergüenza que sentía del momento.

—¿Todavía crees que esto es una fachada, mamá?

La madre de René parecía haber perdido momentáneamente su compostura. No había esperado esa demostración publica de ambos. Parecía que la mujer tenía más que decir, pero el señor calla las cosas.

—La lasaña tiene un gusto demasiado salado. Thiago ¿Te gusta la carne asada?

—Si, si me gusta, Señor.

—Ven, vamos al patio trasero. James ve a casa. Renata y Jessie ayuden a su madre con la mesa.

Thiago asintió, sintiendo un peso levantarse de sushombros. Se levanto de la mesa y siguió al padre de René hacia el patiotrasero, mientras que James recogía la bolsa con la que llego, ninguno pudodecir nada, el corazón de ella había dado un vuelco, que no podía callar.

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