CAPÍTULO 23. ¿Dónde está Thiago?
René a la mañana siguiente espero un mensaje, incluso al segundo día, al tercero, pero esperar un cuarto se le hizo avaricia, la ansiedad le comía. Esta mordía sus uñas, mientras intentaba concentrarse en las clases, esta camino al enfermería encontrándose con Enith. La chica quiso evitar a René, pero se cayó de sus cajas un libro que esta no duda en recoger.
—René — Le habla Enith deteniéndola —. Ya hablé con Thiago.
—¿Cuándo? — Pregunta está regresándose inmediatamente captando la atención de ella completamente —. No he hablado con él en días.
—Él fue a buscarte cuando hable contigo... Estaba decidido a hablar contigo y aclarar todo.
—No he sabido nada de él desde entonces ¿Qué paso después?
—Fue tras de ti, y yo no he vuelto a ir, estaba empacando cuando llegue, creo que se iba a ir de la ciudad.
La angustia de René aumentó. Se sintió atrapada en una red de incertidumbre. ¿Dónde estaba Thiago? ¿Por qué no había llegado hasta ella?
—Tal vez algo lo retuvo, pero... si salía a buscarme... ¿Por qué no me llamó o me dejó algún mensaje?
Enith miro a René, como la chica estaba realmente confundida y desalentada.
—Sin duda el destino no los quiere juntos — Murmuró riéndose para sí misma mientras cargaba con más entusiasmo las cajas, estaba listo para irse de esa ciudad.
—Deberías ir a buscarlo. No puedes seguir esperando sin hacer nada realmente.
—Lo haré.
René salió junto con Enea, Monique y James. La primera parada fue la casa de Thiago, la chica toco la puerta muchas veces, e incluso grito intentando que alguien saliera, pero no había nada.
—René, no hay nadie... Tenemos que ir a las cosas de la graduación.
—Vayan ustedes. Yo iré a buscarlo.
No podrían creer lo terca, que llegaba a hacer en veces, pero la siguiente parada fue en la casa productora donde Thiago trabajaba, esta intento hacer de todos, pero la entrada estaba negada, cuando a la lejanía Aaron miro a esta chica intentando pelear con un guardia de seguridad así que intentó acercarse directamente, para evitarle más problemas.
—Ellos vienen conmigo. Son mis amigos — René sintió un alivio tan grande, se acercó hacia la recepcionista, que la miraba con curiosidad.
—¿Puedo ayudarte en algo, cariño?
—Buenas tardes, buscamos a Thiago. El firmó contrato como solista en esta compañía ¿Esta aquí?
—Espera un momento cielo — La mujer marca unos números rápidamente, masticando un chicle de forma odiosa —. ¿Quién lo busca?
—René... Su novia, soy su novia — La mujer habla, mientras que la mira seriamente.
—Cariño, el chico no trabaja ya aquí, tenían una cita el día de ayer, pero este ni siquiera se presentó.
—¿Puede checarlo una vez más? — La mujer lo hace al notar la cara preocupada de ella. Aunque la señora le dio la misma respuesta, esta seguía intranquila.
Estos salieron con más dudas que preguntas, mañana era la graduación y ella no sabía para nada de Thiago, James le da una hamburguesa, Monique y Enea se habían ido por el hecho de que estaba por anochecer, pero en cambio esta sentía que había algo que no le cuadraba lo suficiente.
—Creo que Enith te volvió a mentir — Le dice este a su amiga, mientras ella niega con la cabeza —. Hemos ido a todos los lugares René, donde más puede estar. No hay otro lugar importante donde el pudiera estar.
René mordió la hamburguesa molesta, cuando cayó en cuenta.
—Hay un lugar al que no he ido...
James, mirando la cara de René sintió que debía de guiarla, dejar que esta se diera cuenta de que no lo iba a encontrar, el mismo también le había mandado mensaje rogándole que por favor se comunicará con René, pero no había respuesta, lo único que pudo hacer para calmarla, fue llevarla hasta donde ella decía, cada vez se ponía más nervioso dándose cuenta de que era fuera de la ciudad, cuando esta le pide que pare a la orilla.
Este deja el carro, a la orilla mientras René sale sola, estaban en medio del bosque, apenas se aluzaba con la luz del teléfono, mientras que, hacia marcas en los árboles, esta intentaba con todas sus fuerzas poderlo ver, pero cuando llego al risco se dio cuenta de que no había nadie.
René permaneció en el risco un tiempo que le pareció eterno, los recuerdos de cuando estuvo con Thiago allí querían arrancárselos de su ser, estaba seguro de que ambos sentían los mismo, pero ¿Por qué no podían dejar las cosas atrás? ¿Por qué había veces en las que cupido apuntaba muy cabrón?
La desesperación y la tristeza la envolvieron al mismo tiempo que las lágrimas cayeron de su cara, sabía dónde estaba, pero se sentía más perdida que nunca, esta lo estaba, cayó sobre sus rodillas, mientras que lo único que pudo hacer James fue abrazarla con fuerza, trato de consolarla mientras ella sollozaba, sacando todo lo de dentro de ella.
Finalmente, René se levantó, con los ojos hinchados y el corazón pesado como una roca.
—Podemos dividirnos y tratar de encontrarlo.
—René, no seas tonta. Hemos ido ya a tantos lugares, y él no lo está. Eso es una señal de que no quiere verte.
—¿Pero si le paso algo? — Pregunta está mirándolo.
—Ya hubiéramos sabido, pero no hay nada. Vámonos a casa... No puedes hacer más hoy.
René asintió, sintiéndose derrotada. El camino de vuelta fue silencioso, con James, realmente preocupado por esta, quien solamente estaba recargada en la ventana pensando en que pudo a ver hecho diferente. Cuando llegaron a casa de ella, apenas fue capaz de murmurar un "gracias" antes de entrar, su padre yacía en el sofá mirando la tele.
—¿Pudiste encontrarlo? — Le pregunta el hombre.
—No... Supongo que no pudo encontrar a alguien que no quiere ser encontrado — El hombre solo pronunció un "uhm" que termino de hundir toda la situación, con los ojos llorosos solo pudo musitar —. Buenas noches.
Subió las escaleras con pasos lentos, cada peldaño parecía pesarle el doble. Al llegar a su habitación se dejó caer en la cama, abrazando una almohada, mientras que otra vez no podía dejar de llorar. Pensaba en todo lo que había imaginado que pasaría de nuevo con más fuerza que nunca. Pero ahora, todo parecía ser solamente un sueño, un gran sueño lejano.
Cerro los ojos, tratando de calmar su mente para poder dormir. Sin embargo, el sueño no llegaba. Las horas pasaban lentamente mientras ella miraba el techo, su mente repasando una y otra vez los eventos recientes. Finalmente, y después de mucho rato, logró conciliar el sueño, un par de horas antes de que el despertador sonara.
La chica se levantó con el rostro pálido y los ojos hinchados. Era el día de la graduación y aunque su corazón estaba destrozado, sabía que debía reunir fuerzas para enfrentar el día. Enea llego a las horas con un hermoso vestido verde esmeralda que le había dado la hermana de Victoria, para que se lo prestará a René, a esta le quedo un poco ancho, pero nada que unas pinzas improvisadas por la madre para que el vestido le quedará al cuerpo.
Enea y Monique se dieron a la tarea de hacerla reír, pero esta apenas lograba esbozar una sonrisa. Sabían que no podían hacer mucho por aliviar su dolor, así que mientras estas se arreglaban, la dejaron dormir, y solo la despertaron dos horas antes para poderla peinar y turnarse para maquillarla.
Tenía unas ojeras tan marcadas, que ni el corrector podía quitar el color marrón de debajo de su rostro. Cuando finalmente estuvo lista, René se miró al espejo. El reflejo mostraba una joven, elegante y hermosa, pero sus ojos la traicionaban la tristeza que aún la consumía. Respiro hondo, mientras plisaba el vestido con sus manos, sonriendo por primera vez en el día.
—Estás preciosa, René — Dijo Monique, dándole un abrazo por la espalda, ella lucía un hermoso vestido lavanda que combinaba con su hermoso cabello corto rubio. Enea se incorporó al abrazo con vestido rojo que le lucía perfectamente al cuerpo.
—Sin duda, Thiago se perderá de ver lo hermosa que te ves.
René asintió, agradecida por el apoyo de sus amigas. Juntas, salieron de la casa y se dirigieron hacia de graduación. El ambiente en el salón de baile era festivo, con estudiantes y familiares emocionados por el gran día. René intentó centrarse en la alegría de los demás y en el logro que representaba graduarse, pero su mente seguía volviendo a Thiago.
Durante la comida, René se sentó junto a sus amigos, tratando de disfrutar del momento. Las palabras de los discursos se mezclaban con sus propios pensamientos, y aunque aplaudía en los momentos adecuados, sentía que estaba en otro lugar.
La noche en la fiesta estaba en su apogeo. Luces centellantes iluminaban el salón, y los estudiantes, se movían al ritmo de la música, nada parecido al baile que les habían enseñados. René sin dudaba estaba rodeada de sus amigos, quienes intentaban animarla y hacerla olvidar, al menos por un momento la tristeza que la consumía.
De repente, la música cambio a una melodía lenta y romántica. Las parejas comenzaron a acercarse y bailar bajo la luz de las lámparas. René se quedó de pie, observando sus compañeros, sintiéndose sola a pesar de estar rodeada.
Sintiendo una mano en su hombro, volteo mirando a Aaron, con un traje color azul celeste, con detalles en dorado, que le daba una aspecto más extravagante del que usualmente tendría a usar. Esta no evita reír un momento, antes de verlo a sus ojos.
—¿Te gustaría bailar? — Pregunto este extendiéndole una mano hacia ella.
René dudo por un momento, pero finalmente asintió y tomó su mano. Aaron la guio hacia el centro de la pista, y empezaron a moverse lentamente al ritmo de la música, sin duda esas clases hubieran sido de mucha ayuda. René se movía torpemente, los tacones eran muy altos para ella, piso a Aaron, pero el chico, dejo que la chica se subiera a sus pies para poder bailar con ella, siendo una excusa para acercarla más a él.
La chica se apoyó en el pecho de Aaron, pensaba en que tal vez era buena opción para quedarse con él como dijo Enea, era atento, siempre estaba pendiente a él, solo tenía que acostumbrarse, el chico la separa un poco para girarla sobre su propio eje, para tomarla de la cintura de nuevo.
Ella sentía que estaba en un sueño que deseaba despertar para encontrarse con Thiago.
—Gracias por todo esto, Aaron... — Ella lucía triste, Aaron quiso decir algo, pero un ruido del exterior hizo que todos se quedaran callados preguntándose que estaba pasando, cuando René solo logra ver a Thiago, este lucía un pantalón Levis negro roto, con una camisa que juraba que no era de él, pero lo que más le sorprendía era que lucía herido, mientras la música sonaba este logra subirse con los músicos quitando el micrófono.
Los maestros estaban a sus pies intentando bajarlo, pero este a pesar de estar lastimado, tenía un objetivo.
—SOLO DENME DIEZ MINUTOS. SOLO DIEZ — Suplica este lanzando algunas patadas a los maestros para que no lo toquen, causando la risa. La maestra de educación física se acerca a sus compañeros dejando que este continue —. Hola a todos...
Estaba nervioso, voltea al público buscando con la mirada a René encontrándola, lucía un hermoso vestido verde pegado a su cuerpo, mismo que lo hacía suspirar. Si no fuera por todo el ruido, ella pudo a ver escuchado el corazón de Thiago que latía increíblemente fuerte.
—En especial a ti René... — Esta siente una punzada en su corazón negando con la cabeza esperando que se detuviera —. Se que he hecho cosas horribles durante la preparatoria, fue un maldito, y un cretino con la mayoría de las chicas que estuvieron aquí, me metí en muchos problemas, pero si hay algo de lo que más me arrepiento fue haber hecho pasar tanto dolor a la persona que amo.
Todos se quedan pasmado mirando a René quien se encontraba helada, no podía moverse.
—Se que tal vez no me creas Renata, pero desde el primer momento en el que yo me comprometí a ser tu novio, tenía una cosa clara: Dejarte ir era una de las ultimas cosas de las que debía hacer — Este traga saliva sintiendo un dolor apoderarse de su lateral —. Te deje ir por miedo. Estaba aterrado de que cada vez dejaba de creer en la relación falsa, cada vez para mí era tan real, y pensar que tal solo tú me correspondías, era lo colateral de todo esto.
René se olvida que estaba con Aaron, sin darse cuenta estaba caminando lentamente hacia Thiago.
—Pero a pesar de todo hay algo que no ha cambiado ni un poco — Sudaba frío a causa del dolor que sentía y también de como las luces estaban sobre él —. Estoy locamente enamorado de ti, René. Cada momento que he pasado sin ti ha sido un tormento y no puedo seguir fingiendo que no te necesito cada puto momento en mi vida. Estar contigo me hace mejor persona, tú me haces mejor persona.
Todos se quedaron en silencio, había sido demasiada información en poco tiempo, este baja del escenario pensando que tal vez los maestros lo iban a detener, pero al contrario lo guiaron con la mirada hacia la chica, que estaba echa un mar de lágrimas.
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