CAPÍTULO 2. Amigos por accidente, Novios por imprudentes.
Ella seguía sin reaccionar del todo, estaba en shock por que la palabra "Novia" salió de la boca de Thiago. Ella dejo de llorar automático. Thiago estaba rojo y solo volteaba a otro lado sujetando la mano de ella de manera cálida. Todo se hubiera solucionado de manera sencilla, pero ninguno de los dos tenía intenciones de hacerlo, y el cerebro no les respondía de la misma manera a ambos.
—¿Tu novia? No seas ridículo Thiago.
—James déjame sola.
Voltea incrédulo a ver a su amiga, quien estaba completamente roja. ¿Acaso se estaba confesando a Thiago?
—Estaré en las escaleras. Grita si ocupas ayuda.
James cerró la puerta sin voltear nuevamente en el salón, siempre pensó que su mejor amiga odiaba, por lo que fue una sorpresa inesperada, se sienta en los escalones miras su novia y Enea se acercan preocupadas.
—¿Y René? — Pregunta Monique sentándose a un lado de su novio.
—Enea ¿Desde cuándo a René le gusta Thiago?
Esta no evita reírse, porque sabía perfectamente, que, si fuera el final del mundo y hubiera solo dos chicos, un zombie y Thiago. René sin dudarlo saldría con el zombie. Pero dadas las situaciones, no sabía que contestar.
—Ya saben que dicen, del odio al amor solo hay un paso — Bromea sin intenciones de decir nada más,
—No me gusta para nada esta situación — Confiesa el chico esperando, que su amiga saliera.
El seguía sosteniendo la mano de ella. Mientras exhala frustrado, no era como esperaba que fuera el San Valentín.
—Perdón, fue lo único que se me ocurrió para decir que no sospechara, pero parece ser que levantamos más sospechas. No soy tan hijo de puta como crees que soy — René recupera su mano mirándolo sin reconocerlo mucho —. Solamente quería molestarte un poco.
—Siempre me molestas. Ya me quedo claro.
—Mira, tu no quieres que James se entere, y está bien es válido, yo puedo fingir estar saliendo contigo.
—¿Y eso en cómo me va a ayudar?
—El que podrías justificar lo enamorada que te miras de él — Dolía que todos supieran menos el otro chico —. Además de que ya dije que eras mi novia, y si ahora decimos que no, será demasiado raro. ¿Sabes?
—¿Qué quieres a cambio? — El hecho de que ella tan solo consideraba su propuesta lo hizo sentir como un logro.
—Ayúdame a estudiar. Quiero probar suerte en la escuela de leyes — Para nadie era secreto de que él tenía pésimas calificaciones, por siempre estar con la guitarra, él tenía una banda pensó que su principal objetivo era ese —. Es una cuestión de orgullo más que de querer estudiar eso. Yo iré de todos modos a la escuela de música.
Este se acerca a ella, cortando la distancia, el ambiente seguía impregnado del perfume de James, pero podía oler a Thiago.
—Considéralo algo de mutuo beneficio. Yo te cubro con James, y tú me cubres en las materias.
René, no tenía más opciones. No quería perder a su mejor amigo...
—No puedo garantizar que quedes.
—El que quede depende de mí, el que me enseñes bien depende de ti — Estaba demasiado cerca que olvido por un momento de delante de quien estaba.
—Tiene que haber límites.
—Eso lo sé. Y no pienso hacer nada en lo que no estes de acuerdo.
—Gracias. Me ahorraste nueve reglas — Este se ríe, mientras recoge sus cosas, mirando como es que había muchos regalos de las admiradoras de él sobre su asiento —. Thiago, mientras estemos "juntos" que no te vean con otras chicas.
—¿Eh? — Sin duda ella lo percibía a él como un patán.
—No me interesa el hecho de que salgas con otras chicas, solo ten cuidado de no ser visto.
—Mientras este contigo, no abran otras chicas Renata.
Ella solo voltea los ojos, mientras estira su mano. Pensó que este día saldría con novio, pero nunca pensó que fuera Thiago, quien cumpliría ese rol. Se sentía agobiada cuando logró ver a sus amigos esperando en la escalera.
—¿Estas bien? — Le pregunta Enea, sin darse cuenta en realidad de las cosas. A lo que solamente puede responder levantando su mano para enseñarle como estaba iba sujeta a Thiago.
—Se le mira más que bien — Agrega Monique sin saber por qué estaban tan en silencio.
—Pensé que no te caía bien Thiago.
—Pensaste mal — Se ríe nerviosa. El ambiente estaba tenso —. No sería la primera vez que lo haces.
—¿Les parece ir por algo? — Pregunta Monique tomando de la mano a James, quien le corresponde —. ¿Qué te parece, Thiago?
Ella esperaba que este se negara, pero solo sonrió, aceptando la invitación. Thiago lo estaba disfrutando demasiado, pues era tener de primera mano motivos para molestar a René.
—Le diré a mi novia que nos reunamos allá — Se adelanta Enea mientras baja las escaleras, sin duda era gracioso para ella. En como todo había resultado.
Estos bajan redimidos, a seguir su camino al estacionamiento, James estaba buscando las palabras indicadas para poder interrogar a René sin que sintiera atacada. Este le abre la puerta del copiloto a su novia, mientras abre la cajuela para poder las cosas.
—¿Te iras con él? — Le pregunta Thiago en secreto.
—No tenemos de otra, no tienes carro.
—Tengo algo mejor — Este seña su moto, que parecía estar sujeta con alambres dándole un aspecto roquero. En definitiva, no se quería subir, pero era un viaje en algo mortal, o con la nueva pareja.
—Súbanse, los llevo — Agrega James, mirando a Thiago.
—No. Gracias, traigo la moto. ¿Pero si te encargo mi guitarra?
James asiente, mientras este la coloca con mucho cuidado, mirando a René de una manera de cómplice. Este le pone su propio casco a ella, de cerca se miraba sus ojos hinchados y totalmente rojo, llorar le hacía mal.
—¿Estas lista, Nena?
Este le había dicho igual que a todas sus chicas, por lo que lo aparta mirándolo con asco.
—Eres un naco diciéndome "Nena"
—Me has dicho de muchas maneras, pero nunca me habías llamado "Naco"
—Pues si no quieres que te diga "Naco" no me digas "Nena" — Le dice mientras el solo se ríe, se sube delante haciéndole señas para que esta se siente detrás, temerosa se aferra a él, sintiendo como Thiago le jalaba las manos para que se aferrará bien. Enserio no le gustaba para nada esta situación se sentía agobiada, pero también había sido una buena manera de salir de allí.
Thiago se aseguraba de ir hacer sentir cómoda a René, por lo que primero maneja con mucho cuidado, pero siente la ausencia de la manos de ella sobre su torso, hace que incremente la velocidad. Mientras que René estaba muerta de miedo, cierra los ojos, pues el viento revolvía su cara.
Siente la mano de Thiago sobre su casco.
—MANEJA CON LAS DOS MANOS THIAGO — Le grita, más sin embargo este aumenta la velocidad, provocando una risa aún más fuerte en René. Era una mezcla de miedo con adrenalina que la hacía sentir extasiada.
El conducía como loco, mientras que René rezaba por no caerse, al mirar bien se da cuenta que estaba en carretera, ella trata de ubicarse, pero Thiago le sostiene la mano.
—TEN CUIDADO, ES PELIGROSO — Ella comenzaba a asustarse y eso lo ponía nervioso. Por lo que sube un poco más la velocidad cuidando de que esta no se atreva a hacer algo loco, la había sacado de la ciudad.
—¿Qué demonios te pasa? — Le dice está molesta bajándose de la motocicleta, pero se tiene que recargar en un extremo al sentir los ascos apoderarse de ella, se había mareado.
—Ten toma esto, es limonada te ayudará un poco con los ascos.
Esta lo acepta, sintiendo el sabor salado en la limonada, le había echado sal. Esta analiza el lugar, era la entrada al bosque, Thiago mueve su moto atrás del cartel que anunciaba algo sin importancia, amarrándola con la cadena y poniendo varias ramas sobre esta.
—¿Por qué me trajiste acá?
—Es un secreto — Este le extiende la mano, quería verse genial delante de ella, pensaba en que, si era más genial, podría por lo menos esta tolerarlo un poco más.
—He mirado las suficiente películas de terror, en donde dos personas van al bosque para saber que es muy mala idea.
—Te prometí que no haremos nada que tu no quisieras, pero quiero enseñarte un lugar. Si sale un zombie, o un asesino prometo dejar que me atrape primero para que corras — Esta solo le sonríe sin tener intenciones de ir —. Mira sé que no he sido alguien bueno contigo, y hoy solo complique las cosas. Pero si fingiremos necesitamos saber más de nosotros o bien tendremos que mentir mejor.
Esta le toma la mano, mientras él se da la vuelta, para guiarla a través del bosque. Había mucha maleza y parecía que estos no iban por el camino tradicional, solo soltaba la mano de René para hacer pequeños cortes en la corteza de los árboles como una señal por donde regresar en caso de desorientarse.
Cada vez la cuesta es más empinada lo que hace que René se niegue a seguir. Odiaba todo lo que se trataba de la naturaleza, a pesar de que su familia hacia un viaje cada año en el bosque, esta lo odiaba.
—Ni loca lo subiré — Estaba cansada, se tomaba de las piernas respirando agitado.
—Ya estamos muy cerca — Esta niega y no le queda más remedio que ponerse de cuclillas para que esta suba, René exhala aire frustrada subiéndose, la sorpresa viene cuando este se pone de pie, mostrando que el peso de ella no era para él un problema, no era que René fuera gorda, si no que tenía una complexión media con piernas anchas que siempre le causo inseguridad, y el ver que él tomaba sin ningún problema la hizo sentir bien consigo misma por un segundo.
Su cara quedaba a la altura de su espalda, mirando como de su camisa sobresalía un tatuaje en cambio Thiago iba tratando de soportar lo difícil que era no sentirse nervioso con la mirada de René sobre él.
—Ya sé que estoy demasiado guapo.
—Estaba mirando como tenías granos — Este se desestabiliza por un segundo logrando que casi se caigan, provocando la risa de René por la reacción.
—En mi defensa, duermo con una adolescente y aunque no lo creas los contagia.
—Eso es asqueroso y también ilegal.
—¡Idiota! Hablo de mi hermana. Mi hermana menor se llama Jessica, tiene cerca de doce años — Este hace una pausa acomodando a René —. Ella tiene problemas para dormir en la oscuridad, por lo que hay veces que duerme conmigo.
—Estaba jugando — Ella se ríe un poco al saber que lo único que conocía de él era lo que ella suponía —. Yo también tengo una hermana menor, curiosamente se llama Jessie, tiene diez, bueno once en unas semanas.
—¿No tenías un hermano?
—Ah, sí. Harper, él no vive con nosotros, hace unos años se fue a la universidad para cumplir el mismo sueño de papá, ser médico.
—¿Eres la del en medio? — Pregunta este bajando a la chica con mucho cuidado, ella se da cuenta de cómo las manos de este estaban rojas, sintiéndose un poco culpable.
—Si, soy la del medio — Responde René, mirando el paisaje que él le mostraba. Desde esa altura, se veía todo el valle, con el río a sus pies, que se escondía entre los árboles, a pesar de vivir toda su vida en esa ciudad nunca había conocido un lugar tan hermoso.
Thiago se sienta en una roca cercana, invitándola a que se siente a su lado, este le da un poco más de limonada para el mareo de la altitud a la que habían subido.
—A veces, cuando estoy estresado o enojado, vengo aquí a gritar.
—¿Gritar?
—Sí. ¿Quieres probar?
René lo mira incrédula, pero ella odiaba gritar.
—No sé... Me sentiría tonta... Además ¿Qué si alguien me escucha?
—Estamos a mitad de un bosque, en la nada. Lo único que puedes espantar en estos momentos son algunas palomas — Este se levanta ayudando a René a acercarse al filo del risco —. Piensa en James, en todo lo que sientes y déjalo salir.
Esta niega con la cabeza.
—¡ODIO LA ESCUELA! — Grita Thiago tan fuerte que un gran eco se escucha por todas partes.
—¡ODIO SAN VALENTÍN! — Grita con timidez, quedándose callada por un momento, Thiago pensó que esta no iba a hacer nada más, pero estaba equivocado, una oleada de rabia y frustración la invade que hace que grite aún más fuerte —. ¡JAMES, ERES UN IDIOTA!
Su voz hace el mismo eco que Thiago en el valle llevándose una parte del dolor y la confusión. Sabía que no era culpa de James la falta de coraje, pero aun así eso la molestaba muchísimo.
—¡ERES UN IDIOTA! ¿POR QUÉ HACES LAS COSAS TAN DIFICILES? — Grita sintiendo las lágrimas brotar su cara, por consecuencia de liberar la carga emocional —. ¡NUNCA TE DAS CUENTA DE NADA! ¡TE ODIO! ¡ENSERIO ODIO QUE ME GUSTES!
Esto último fue más como un grito de desesperación, logrando que se quede sin voz. Esta se limpia la cara con rabia, el alivio se albergaba en su pecho con gran alivio. Se siente agotada pero ligera, como si un gran peso se hubiera levantado de sus hombros.
—¿Estas mejor? — Le pregunta Thiago, quien solo se había quedado allí observando la escena.
—Gracias. No sabía cuánto necesitaba hacer eso.
—A veces, solo necesitamos un buen grito para desahogarnos. Es hora de ir a casa.
Esta no acepto ir de nuevo en la espalda de este, al contrario, camino a su lado, pensado en que el hecho de que tal vez, pero tal vez, no era tan odioso.
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