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CAPÍTULO 16. Manual de supervivencia para novios ante una novia enojada.

René llego sola a casa como pudo, no era que no tuviera a nadie, quiso estar completamente sola. Así se sentía mejor, los padres de ella ya estaban haciendo las maletas para irse al campamento familiar, por lo que esta iba a preparar las suyas, pone algunos dulces en una mochilas, traje de baño, mientras acomodaba, esta mira una camisa que no reconocía la saca golpeándose con el olor de Thiago.

Las lágrimas se caen por su cuenta, mientras esta trata de detenerse, pero era imposible. Abraza la camiseta inundada del olor de él, mientras trata de seguirse conteniendo, pero era imposible.

—René... — James desde que llego a su casa quería ir a ver a René, pero tenía que alistar su maleta, por lo que cuando tuvo oportunidad corrió a verla casí se trompezo con la hermana menor de ella al subir las escaleras, mirando como estaba realmente mal, lloraba a moco tendido —. ¿Qué tienes?

—Me duele... Me duele mucho el pecho — James se acerca para que esta le indicará donde le dolía, sintiendo una ternura cuando esta señala su corazón.

—Tranquila — Este la abraza, mientras René comienza a llorar nuevamente. Se sentía horrible, de la forma en la que acabo todo. James no podía hacer nada, más que abrazarla —. El tiempo cura las heridas.

Esta se aleja mirando como es que lo había manchado de maquillaje. Ambos se ríen, mientras esta busca una de las camisas de James, a lo que agradece metiéndose al baño a cambiar, si este hubiera sido el de antes, se hubiera cambiado enfrente de René, sin duda el amor cambiaba a las personas pensó esta, quedándose en su cama.

Enea sube después de un tiempo pasando toda la tarde jugando en el cuarto de ella, y comiendo pizza. James durmió en el piso, mientras que René y Enea durmieron juntas. Enea hubiera podido dormir a no ser de escuchar el sollozo de su amiga.

Esta se incorpora poniendo su cara en el brazo de ella, consolándola.

"¿Te desperté?" Pregunta René en un susurró.

"Ya estaba despierta. ¿Cómo te sientes?" Le pregunta esta, mientras René se voltea para hablar cara a cara.

"Rota... Todo se salió de control como dijiste. Lo de Thiago, lo de Enith. Ya no sé qué es real y qué no" Enea asintió, comprendiendo su confusión.

"Fuiste demasiado valiente, pero muy bruta. ¿Estas segura de que eso era lo que querías hacer?"

"Sí, no podía seguir fingiendo. Tenía que ser honesta... Algo en mí sabía que Thiago no iba a sentir lo mismo por mí" Le dice está hablando demasiado bajo.

"Thiago también estaba sorprendido. No creo que esperase que fueras tan directa" Se burla Enea, dándole un poco de esperanza a su amiga.

—Cállense... — Dice James medio dormido, a lo que René le arroja una almohada —. Maldita... ¿No puedes dormir?

—No mucho — Responde René, haciendo que James se suba a la cama, donde están los pies de ambas. Este estira su mano para tocar la pantorrilla de ella y la de Enea, dándole palmadas para que estas se duerman de nuevo, aun tomada de la mano de Enea, no tarda en conciliar el sueño.

Esta despierta, gracias a que siente como alguien la toma en brazos. Se recarga pensando que era James, pero al pasar la mano sobre su hombro nota un par de aretes, lo que hace que despierte inmediatamente. Intentando moverse, al darse cuenta que era Thiago, quien la sostiene aún más fuerte.

—Tu madre me pidió que te llevará al carro.

—No me importa bájame — Este duda en dejarla ir, pero al ver sus ojos heridos hace caso dejándola en el piso —. ¿Qué haces aquí?

—Tu madre invitó a mi familia. Intente escaparme, pero mi madre no me dejo. Piensan que seguimos juntos.

—Ah, entonces no sabe que andas con la enfermera — Dice está cruzándose de brazos —. Oh, tampoco yo debería de saber.

—Renata es complicado — El intenta tomar su mano, pero esta lo aleja bruscamente —. Bien, al menos súbete al carro, vete de copiloto.

René mira como Enea está en la parte de atrás lo más seguro era que Thiago iba a manejar por lo que se sube con Enea, acercándose a esta para tomar calor, y poderse volver a dormir.

Thiago y James estaban despiertos, el primero apenas había podido dormido, estaba demasiado tenso, y James lo nota al instante, al escuchar como el cuerpo de el truena con cada movimiento que hacia.

—Necesitas relajarte un poco. Estas muy alterado.

—Es que no sé qué hacer, James — Admite este abriendo una botella de soda para dársela a James —. Todo se complicó un chingo. René esta furiosa conmigo, y no puedo dejar de pensar en lo que paso con Enith. Me siento atrapado.

—Entiendo eso de estar atrapado entre dos personas, pero te recuerdo que una de ellas es tu novia, si realmente te importa René, necesitas hablar con ella de verdad. No puedes dejar que esta confusión siga creciendo.

—Lo haría, pero cada vez que nos miramos comenzamos a pelear. No sé cómo hacer que me escuche sin que se transforme en un Pokémon.

James se rio tan fuerte, pensando que tal vez iba a despertar a René.

—Primero tienes que disculparte con ella, se sinceró — Este arqueo la ceja pues en su pensamiento era René quien tenía la culpa por el hecho de que jamás lo dejo hablar —. No solo por lo que paso con Enith, si no por todo. Por la confusión, por el dolor que has causado, por los malentendidos. Si le das la razón te ira mejor. Ella necesita saber cómo te sientes.

—O sea tengo que hacerle caso en todo.

—Si, en efecto — Asiente este dándole la clave —. Y después escúchala. De verdad escúchala. Deja que te diga cómo se siente, no la interrumpas, ni te defiendas, solo escucha que hable y hable, hasta que el coraje se le pase.

Thiago asiente con la cabeza, procesando todo.

—Y tercera y más importante — Dice girando para ya casi llegar —. Escógela, haz de ella tu prioridad.

—Yo no necesito que me escojan par de inútiles buenos para nada y malos para todo — Agrega René aun molesta estirando, James acomoda el retrovisor para verla.

—Reni, no te enojes, solo estaba dando mi ayuda.

—Si no quieres que me enoje, no te metas en donde no te llaman.

—René estoy de tu lado — Agrega Enea, tallándose los ojos —. Pero también soy consciente de que pasaron las próximas dos semanas aquí. Por lo que para que no les arruinen las vacaciones a los demás deben aparentar estar bien.

Thiago mira por el retrovisor a René, mientras esta suspira.

—Okey solo dos semanas.

Estaba baja del carro estirándose completamente, mientras toma una de su mochila. Thiago se acerca a esta intentado tomar la bolsa, a lo que esta le sonríe acercándose a él.

—No por que debamos estar en buenos terminos significa que quiera estarlo, iré a descansar.

Thiago se agarra la cabeza tratando de contenerse, pensó que en este tiempo fuera por lo menos podría hacer las paces, pero era demasiado difícil, cada vez que se intentaba hacer este se alejaba. Estaban en la hoguera y este no podía dejar de mirar a René que parecía estar ignorándolo perfectamente.

—Oye, necesitas hacer las paces con ella, antes de que todo se ponga peor.

—Sí, lo sé — Responde este mirando el fuego —. Pero no tengo ni idea por dónde empezar. Cada vez que intento hablar con ella, digo cosas que la hace enojar más.

—René es complicada — Agrega Harper intentando incorporarse. Conocía gran parte del contexto, pero sabía muy en el fondo que estos dos tenían que hablarlo para que llegaran por su propia cuenta —-. Ahorita perdiste su confianza, por lo que toda verdad será duda para ella.

Pone un malvavisco mientras James espera que diga más.

—¿Qué siguieres? — Pregunta Thiago.

—¡Papá! Se está acabando la leña y René no ha hecho nada más que estar hablando con Enea — El hombre deja de estar absorto en su esposa a lo que mira a René.

—Metiche, vamos Enea — Dice está molesta.

—Ve con Thiago — Le dice el hombre, mientras Harper le da un pequeño empujón. Agradeciendo el gesto, René había estado todo el día tratando de evitarlo, y no ponerse a pensar en el demasiado, pues para ella estas dos semanas eran de sanación y de contacto cero.

El silencio entre ellos era incomodo.

—Gracias por dejarme acompañarte — Dice este rompiendo el hielo, sintiéndose incomodo, por decir una estupidez tan grande.

—No podía seguir evitándote para siempre — Responde la chica, tomando una rama para dársela a él con el fin de que las cargue —. Solamente hablemos lo necesario cuando estén nuestras familias, pero en este momento, enserio no quiero hablar.

—Pero tenemos que hacerlo — Dice este girándose hacia ella —. Tu hablaste ayer, pero déjame a mí explicarte por qué Enith es tan importante.

Esta no quería saberlo, pero Thiago le sostiene las manos dejando las ramas en el piso.

—Ella fue mi primer amor. Las cosas se pusieron difíciles por las diferencias de edad. Y ella se fue sin decirme nada, solo una carta que se mudó. Pensé por mucho tiempo que ella jamás volvería, que por mi culpa se fue, por eso cuando volvió... — Este mira al cielo intentando contener las palabras pues no quería que se escapara algo que pudiera hacer que las cosas fueran más difíciles. Esta se intenta zafar, pero en la toma —. El que me dijeras que te gustaba... Yo...

—Entiendo que estes confundido. Pero no justifica la manera en la que me trataste. Me sentí herida y traicionada. Dudaste de mí sin motivos.

—Tienes razón — Admitió sintiendo como sus propias manos comenzaban a temblar por el miedo que sentía —. Fui un idiota. Te traté mal porque no sabía cómo manejar mis propios sentimientos. No es una excusa, pero quiero que sepas que lo lamento de verdad.

Esta logra quitarse las manos de él, mientras retrocedía.

—Lo que más me duele, es que fingíamos esta relación para en parte protegerme, para protegernos mutuamente. Pensé que, a pesar de todo, había una parte de ti que realmente se preocupabas por mí, que valoraba lo que estábamos haciendo. Pero tus acciones me hicieron que solo era una herramienta para tus propios deseos.

—No, René, no eres solos una herramienta — Dijo Thiago, acercándose un poco más —. Me importas, y lo que hicimos juntos... No fue solo por convencía, si supieras lo que pasaba por mi cabeza cada vez que te miraba sonreír cuando estudiábamos juntos. Fueron momentos más que reales para mí. Pero fui ciego y no me di cuenta de cuánto te estaba lastimando.

René lo miró, sus ojos brillaban con una mezcla de tristeza y determinación.

—Thiago, si realmente te importa nuestra relación, sea lo que sea, debes ser honesto contigo mismo y conmigo — Dijo firmemente —. No puedes seguir atrapado entre dos personas. Necesitas decidir lo que realmente quieres y ser claro al respecto.

—No es justo para ninguno de nosotros seguir. Prometo que tomaré una decisión y seré honesto contigo. Pero por favor, dame una oportunidad para arreglar las cosas entre nosotros.

—¿Y qué pasa con Enith? — Eso lo saco de sus pensamientos —. ¿Vas a seguir con ella?

—Ella seguirá allí — Esta se ríe sabiendo la respuesta, pero al final. Solo suspira —. Entonces, ¿Me darás oportunidad?

—Thiago, no es tan simple — Dijo con la voz quebrada —. Me has hecho mucho daño, y probablemente no te darás cuenta. No puedo seguir así, esperando a que te decidas, mientras me rompo tan fácilmente, porque sabes algo. No debería de esperar a que te decidas, por que debería ser yo tu prioridad, así que la respuesta es no. No puedo.

Thiago se quedó en silencio, mientras procesaba las palabras.

—René, por favor... dame una oportunidad — Suplicó este, pero ella toma las ramas.

—No, Thiago. No puedo — Dijo firmemente —. Me gustas, enserio, me gustas demasiado, pero no puedo aceptarlo pizcas de amor, cuando alguien allá afuera estaría dispuesto a darme todo el que tiene, y eso lo aprendí de ti.

Ella limpia unas lágrimas.

—Hay que volver antes de que levantemos sospechas.

Esta toma las ramas, sintiéndose demasiado cansada mirando que había dejado demasiado absorto en sus pensamientos, esta le toma la mano mirando que estaba cerca de la familia de ellos.

—Ya estamos de regreso — Anuncio poniendo las ramas a un lado de Harper, para poder ir con Enea de regreso a la cabaña. Esta al verla la abrazo, intentaba reconfortarla a pesar de ver a su amiga en un estado tan vulnerable.

—¿Estas bien? — Le pregunta alejándose un poco de ella para verla a los ojos.

—Sí — Mintió pues el decir la verdad solo haría que todo se sintiera aún más real —. Creo que ya estoy agotada.

Enea se sentó en el sofá para que su amiga pudiera recostarse en sus piernas, mirando como esta comenzaba a llorar.

—¿Segura que estas bien?


—Solo necesito tiempo... — Ambas finalmente se quedaron dormidas, una estaba realmente cansada, pero la otra estaba agotada tanto físicamente como emocionalmente.

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