Estos fueron al baño para lavar el decolorante del cabello de ella, esta se acomoda de cuclillas a la bañera, mientras que Thiago lo lavaba bien, aplicándole bien el jabón. Este la incorpora secándole el cabello sin duda iba a hacer todo el kit completo para que ella no tuviera que mover un solo dedo.

—Siento todo lo que te he hecho pasar esta semana.

—Thiago, es tu vida. Tú decides como vivirla, solo tenemos que enfocarnos en el plan.

Este la voltea para verla de frente, pero ella en cambio se mira en el espejo como se miraba con esa cortina de cabello matizada no era un gran cambio, pero amaba como se miraba, al ver la sonrisa. Thiago sintió que si podía cuidar eso mientras pudiera todo estaría bien, tendría que reprimir sus emociones, sus ganas de tomarla en brazos.

René enserio no podía creer lo bien que se miraba, por el espejo miro a Thiago que parecía absorto en sus pensamientos.

—¿Quieres ir abajo a comer galletas? — Este despierta de sus ideas asintiendo con la cabeza. Ambos se sentaron a ver Harry Potter mientras comían, René se sentía adormilada, se acomoda en el asiento tomando una cobija.

Thiago la mira de ojo deduciendo que esta no tardaría en quedarse dormida, y así lo hizo justo como en la biblioteca esta quedo dormida, Thiago no podía ni quería callar el sonido de su corazón. ¿Qué tendría que hacer? Amaba a René, le gustaba mucho la forma en la que sonreía, pero el pensamiento de que creyó lo mismo con Dome y la lastimó hizo que se detuviera. La rodeo con su brazo acomodándola en su pecho.

Cierra los ojos por un segundo sucumbiendo al deseo de quedarse dormido junto a ella. Ambos durmieron en esa posición toda la noche, cuando René despertó eran cerca de las once de la mañana, ella jamás había dormido tanto, se incorpora dándose cuenta de que Thiago también se había dormido, ambos se habían dormido.

Sintiendo su cara volviéndose un tomate se pone de pie para limpiar la cocina, en lo que se le pasaba la vergüenza, de los nervios comienza a preparar algo de café, haciendo que este se despierte.

—Dios... ¿Cuánto dormí? — Pregunta este adormilado, había dormido sentado más sin embargo su cabello estaba hecho un desastre.

—Cerca de once horas. ¿Cómo sigues? — Él se acerca hacia ella, había dormido en una posición fatal, más, sin embargo, había valido la pena completamente por ver a René así, tenía los ojos hinchados de tanto dormir, su cabello era hermoso y despeinado.

—Definitivamente me encanta como se mira tu cabello — El corazón de ella dio un brinco, tratando de disimular su vergüenza.

—Pudiste elogiar mi aspecto, pero escogiste elogiar tu creación. Demasiado narcisista para mi gusto.

Él iba a decir algo, pero decide revisar su celular dándose cuenta de las llamadas perdidas que tenía su madre e incluso en este momento le entraba una llamada de ella.

—Lo siento es mi madre — René le sonríe débilmente dejándole el café allí mientras sube a su cuarto.

Este se sienta respirando hondo.

—Hola mamá — La mujer estaba demasiado preocupada.

"Maldita sea, Thiago Adrián ¿Dónde haz estado?"

—En casa de René, pase la noche aquí — Le contesta este sintiéndose apenado por la noche que seguramente hizo pasar a su madre.

"¿Qué dijeron sus padres? Les llevaste algo" Esta sentía un pesar de lo que su hijo hizo, pero también estaba agradecida que su hijo no se la pasará durmiendo en un parque con tal de no estar en casa. Se dio cuenta de que su hijo ni siquiera hablo "Dime que no es lo que parece"

—Ella está sola, no paso nada. Pero entiendes que no puedo dejarla sola.

"Ella es la chica de la goma de mascar ¿No es así?" Este solo responde con un "uhm" siendo un afirmativo para su madre "Sin duda te gusta mucho"

—Si, mamá.

"Thiago, no lo arruines esta vez ¿Está bien?" Si su madre hubiera estado allí mirando la cara de este que le recordaba lo malo que era, esas palabras hubieran sido diferente "Debes tener cuidado, tus acciones tienen una consecuencia, no eres un niño. Y René es una buena chica, enserio lo es"

—Lo se mamá.

El peso de que hasta su madre pensará que él era demasiado para ella, lo hizo darse cuenta de que era demasiado estúpido el hecho de que ella se enamorará de él. La mira bajar las escaleras con un cambio diferente y la ropa de él seca entre sus manos, para darse cuenta de que tenía que asegurarse de que tenía que aprovecharse lo más que pudiera.

"¿Me escuchaste?" Pregunta su madre mientras que el para nada lo había hecho "No quiero sorpresas, ni mini tuyos dentro de cinco años más"

—No tendrás nietos madre, cuídate.

Este cuelga apenado mirando a René que lo miraba fijamente.

—Mi madre te manda saludos — Ambos escuchan truenos al exterior, sabiendo que no iban a poder salir —. Yo me quedare contigo la semana que no esté tus padres, es demasiado peligroso que estes sola. Y además será mejor para que me ayudes a estudiar.

Ella sonríe agradeciendo en parte que él se quedará, pero en otra sería más difícil para ella aclarar sus emociones.

—Iré a casa por unas cosas, esta vez yo quiero hacerte la cena ¿Está bien?

Ella asiente sin objeciones, mientras lo mira irse por la puerta, tenía muchas emociones encontradas por lo que sube hacia su cuarto a prisas, agradeciendo que su computadora prendiera rápido, pero para su sorpresa tuvo que hacer muchos intentos para que Enea por fin le contestara.

—René ¿Qué pasa? — La cara de su amiga era de que tenía muchas emociones, para después romperse a llorar, esta se encontraba con su novia, por lo que no podría ir con ella, pero dejo que esta llorará todo lo que pudiera. Hasta que por fin se calmó —. ¿Me lo quieres contar?

"Te lo tiene que contar si está llorando así es un tremendo chisme" Dice la novia de ella, causando una risa en René.

—Hola Victoria — Saluda débilmente mientras las dos se ponen en pantalla.

—¿Qué paso? ¿Está todo bien?

—Thiago apareció ayer en la noche en mi casa. Estaba herido, sangrando... Fue horrible verlo así. Su padrastro lo golpeo y no sabía a donde más ir, así que vino aquí.

—¿Está bien ahora? — Pregunta Enea preocupada.

—Sí, lo atendí, y como se enteró que mis papás no están, se va a quedar conmigo toda la semana — Enea presintió que de eso no se trataba la conversación, por lo que espero a que ella hablará, pero en cambio esta solo le hizo señas de Victoria.

Esta entiende rápidamente la situación por lo que besa a su novia con delicadeza, dándole su espacio, más sin embargo se queda cerca para escuchar el tremendo chisme que se avecinaba.

—Listo, habla.

—Hablamos sobre Dome, me explico mejor la situación, pero si es verdad que yo fui la excusa perfecta para que el la dejará a ella — Explico René, sintiendo un nudo en la garganta.

Enea se quedó en silencio, mirando como su novia tenía la misma reacción de ella, sorpresa combinado con enojo.

—¿Qué? ¿Ese idiota te dijo que te usó como una excusa? ¡No puedo creerlo! René, la farsa ya llego demasiado lejos, si se separan por esto, no creo que sea sospechoso para James, incluso es una razón super valida.

—Es complicado Enea, estoy molesta, pero también aliviada, ahora lo entiendo un poco mejor.

—¡Por supuesto que es complicado! Él es una bomba de tiempo, su situación es una bomba de tiempo, que pronto te va a alcanzar, porque esta fue la primera persona que llegó, pero cuantas más van a llegar adelante — Al ver la cara de su amiga, se dio cuenta de que ella no estaba de acuerdo con terminar —. ¿Vas a seguir adelante con todo esto verdad?

—Es que... Creo que me estoy enamorando de él — Confesó René en un susurro, como si temiera que alguien más pudiera escucharla.

—René, no me puedo creer que digas eso. ¿Te estás escuchando? Yo misma te dije que iba pasar eso, que te ibas a creer lo que Thiago hace solamente para ayudarte, él es un mu-je-ri-ego, su satisfacción recae en cuantas pasan por su cama o bien por su cuaderno — Ella quería defenderlo, pero todo lo que había dicho Enea sonaba demasiado valido —. No estas enamorada de él, te gusta cómo es que este te está tratando simplemente cuando James está mirando.

—Pero...

—Pero nada Renata, no te dejes engañar por esto. La prioridad que te da es falsa, él es falso, entre más pronto se acabe esto, más tiempo podrás reparar tu corazón.

René bajó la mirada, sintiéndose abrumada por la avalancha de emociones que la embargaban. Enea tenía razón, pero aceptarlo era mucho más difícil de lo que se esperaba.

—Lo sé, Enea. Lo entiendo, de verdad lo hago — Responde la chica luchando con mantener la compostura —. Pero es tan complicado.

Enea la miro con compasión.

—Lo sé. Pero debes ser fuerte. No puedes permitir que tus sentimientos te nublen el juicio. Thiago es un problema que no necesitas en tu vida.

—Es cierto, él es un problema que no necesito.

Thiago sintió como un puñal lo atravesara su pecho al escuchar esas palabras. Sabía que era un problema para René, pero escucharlo de su propia boca, fue devastador. Se sentía como el peor tipo de persona, como si no mereciera nada de lo que René le había mostrado.

Este camino inconscientemente hacia la puerta tenía pensado irse dejándola sola, pero se encontró con James. La sorpresa de ambos fue evidente, ninguno de los dos tenía que estar allí. Thiago intento esquivarlo y seguir su camino, pero James lo detuvo haciéndole señas de que fueran a la casa de él a hablar.

Se sentía extraño, estaba mojado por la lluvia a lo que James le responde pasando una toalla. Un chico se acerca por las escaleras conectando mirada con Thiago.

—Johan sube a tu cuarto y no bajes — Advierte este volviéndose con Thiago, el niño lo saluda y sube corriendo —. Es mi sobrino, hijo de mi hermano mayor.

—Se parecen mucho.

El silencio hizo que Thiago sintiera la necesidad de justificarse, de explicar todo lo que había pasado, pero las palabras se le atascaron en la garganta.

—¿Qué estás haciendo con René?

—Lo siento, James. Sé que no tengo derecho a estar aquí después de todo lo que ha pasado, pero está sola en su casa y pensé que sería buena idea, pero me di cuenta de que no.

—Mira, Thiago, sé que no has tenido una vida fácil. Pero eso no te da derecho a lastimar a las personas que te importar. Se que René no es sencilla tampoco, es testaruda, necia, arrogante e incluso es demasiado dramática, pero también es muy sensible, y a la más mínima acción puede salir lastimada.

Thiago asintió lentamente con la cabeza, sintiendo el nudo en la garganta.

—Lo mejor será que me aleje ¿No es así?

—Si crees que alejarte en lugar de quedarte y arreglarlo con ella es lo mejor, entonces me equivoque al darte una oportunidad de estar con ella — James se sienta a un lado dándole un bote de soda —. No puedes borrar tu pasado, ni las cosas que has hecho. Pero tendrás que demostrarle con acciones que cambiaste.

Este siente el peso de las palabras.

—Yo pensaba al inicio que esto era una broma de ambos, o algo más. Pero desde que estas con ella, he mirado como la miras, como la proteges, es por eso por lo que yo estoy dispuesto a ayudarte a recuperarla.

Este sonríe tomando media soda de un solo trago.

—¿Alguna vez te has enamorado de René?

—Si, lo hice. Pero me gustaba más nuestra amistad. René siempre será mi mejor amiga, y eso nunca cambiará.

Este se sintió aliviado, respiro hondo, mientras el padre de James entra a la habitación quedándose sorprendido por el aspecto del chico.

—No sabía que había vista — Este se acerca a saludarlo, quien asiente con la mano.

—Es el novio de René — El hombre lo observa de pies a cabeza, sintiéndose admirado del estilo rock del chico, demasiado llamativo para el gusto de la chica pensó —. ¿A dónde vas?

—El mensajero de la empresa no se va a presentar a trabajar más, por lo que me va a tocar a mi andar repartiendo cosas.

El pensamiento del cumpleaños de René se le vino a la cabeza, y la idea de que quería demostrarle más allá de las palabras que estaba dispuesto a darle una oportunidad.

—¿Está aceptando vacantes? — Pregunta Thiago nervioso —. Cuento con licencia de manejar, e incluso tengo moto propia.

—Es confiable papá. Y aparte se acerca el cumpleaños de René supongo que no tienes nada de dinero ¿Verdad?

Este ni siquiera lo podía negar, el hombre no confiaba mucho en él, pero decidió darle una oportunidad.

—Inicias el lunes, James te encargaras de enseñarle como hacer las cosas.

Este seguía sintiéndose triste, pero sabía que era un gran avance el que el mismo ya tuviera algo que hacer.