Sospechas
—¡Ahg, ya no puedo con esto!
Lance y Mash observaron a quien acababa de arrojar sus cartas. Ambos asintieron después de unos segundos.
—Yo tampoco—. Murmuró Mash dejando sus cartas de la misma manera. —Es aburrido si ya sé que Dot va a per...
—No me refería a eso idiota. ¡¿Quieres morir?!
La nariz de azabache se torno levemente roja tras haber recibido el impacto de la taza de Dot. No le había dolido en absoluto y su semblante nunca cambió, pero si estaba desconcertado. Solo estaba diciendo la verdad. Iban dieciséis partidas que Dot perdía, dejando a Lance y Mash jugando hasta que Dot se quejaba de que estaba aburrido y volvían a comenzar. Pero su amigo tanto peligroso como pelirrojo perdía nuevamente de maneras más rápidas.
—¡No perdería si no fueras tan cabron al agarrar las cartas con tu ilógica fuerza!
Lance suspiró e imitó la antigua acción de sus amigos, arrojar las cartas en la mesa. Incluso él se había aburrido de ver perder a Dot y tener que soportar sus quejas.
—Si no te refieres a la patética forma de perder que tienes ¿Entonces a qué?
—Parece que han olvidado que cuatro chicas se llevaron a Finn a una pijamada de chicas.
—¿Qué con eso?—. Dijo Mash sin comprender. —Dijeron que querían invitarlo.
—Muero de curiosidad imbécil—. Respondió con obviedad. —Nuestro amigo Finn se encuentra solo en una habitación con Lemon, Mili, Anna y Love.
—¿Y? Es una pijamada... Algún día deberíamos tener nosotros una también, suena diver...
—Tú no entiendes Mash...
—Siendo honesto yo tampoco te entiendo—. Interrumpió rápidamente Lance con aburrimiento.
—Dios, estoy rodeado de imbéciles. ¿No han escuchado que los tímidos siempre son los más pervertidos?
—El único pervertido aquí eres tú.
—Si, porque Lance es Lolicon...
Otro objeto golpeó el rostro de Mash, aunque está vez se lo había arrojado Lance.
—¡Que es mi hermana!
—Lo sé —responde el azabache—, y justamente eso empeora la situación... Pedofilia e incest...
Antes de recibir el golpe de algún otro objeto arrojado hacia él, Mash se hizo a un lado logrando esquivar el jarrón que Lance le había arrojado.
—Finn se va a enojar... Era su jarrón favorito.
Ignorando las palabras de Mash, Lance habló. —Dejando eso de lado. Creo que ya entiendo lo que quiere decir Dot.
—¡Exacto! Esas chicas estaban tramando algo, ¡Finn tiene un Harem! ¡Maldito 'todas mias', que egoísta!
—Lo único que tiene coherencia en lo que dijiste es que ellas tramaban algo—. Lance suspiró. —En primer lugar, háganse está pregunta: ¿En qué momento fué que Love Cute y Mili se hicieron cercanas?
Mash y Dot se observaron entre sí, en realidad ellos nunca las habían visto interactuar. Ni siquiera compartían alguna clase porque iban en diferentes años, además de que la residencia Lang se encontraba alejada de Adler. Las posibilidades de que Love y Mili, se hicieran amigas parecían inimaginables.
—Nunca he visto a Mili con alguien más que no sea Lemon, Finn o Anna—. Comentó Dot.
—Y cuando está con nosotros, pero normalmente se va si Lemon ya no está con nosotros—. Agregó Mash.
—Hubo una única vez que las ví interactuar, en ese tiempo Mili no sabia quién era Love Cute—. El ceño del pelirrojo y azabache se frunció con confusión. Lance suspiró. —Creo saber que pasa... Aunque me desagrada la idea. Esas dos chicas se conocieron el día que Love Cute creó una droga que dejó al 90% de personas en Easton en un estado deplorable.
—¡¿Ese día?!—. Preguntó Dot, recordando que él era de los que habían perdido el control y consciencia de si mismos. Por lo que era la primera vez que sabia de aquella interacción.
—Si, ese día. Y solo existe una razón para que alguien se acerque a 'Cupid's Stupid'.
—¿Eso que tiene que ver con que se lleven a... —Dot se interrumpió y luego tragó ruidosamente.
—¿Alguien más notó que Lemon y Finn se han vuelto demasiado íntimos?—. Preguntó poniendo tenso a ambos chicos.
—¡¿Que quieres decir?!— Preguntó Dot, claramente exaltado.
—Creo que solo estamos malinterpretando...—. Decía incómodo Mash, pero Lance lo interrumpió rápidamente.
—Hace poco, Anna mencionó que han aparecido flores y cartas anónimas para Lemon en la habitación que comparte con Mili.
Hubo silencio en la habitación.
Aquella información, era algo de lo que ninguno de ellos estaba enterado.
Por lo general, si había algo considerado peligroso, sospechoso e incómodo, Lemon se los decía, como cuando tuvo sospechas de que habia un mirón en los baños femeninos. Como resultado, Lance como hermano mayor de Anna (quién estaba justamente en ese momento en los baños), se encargó de no solo lastimar gravemente a esa persona, si no también hizo que lo expulsaran por más que fuera un estudiante con notas destacables y de familia noble. Después de eso le habían dado el puesto de prefecto de la residencia Adler y solo lo aceptó porque Anna dijo estar orgullosa de él.
Pero está vez Lemon ni siquiera se los había mencionado, tampoco parecía ser un secreto puesto que Anna lo mencionó y no pareció darle importancia a que su hermano lo supiera.
"Tus acciones han afectado tu relación con alguien muy cercano. Pierdes..." Nuevamente lo mismo. Después de las pruebas CTE, aquella predicción no se había dejado de repetir en la cabeza del azabache. Aunque no entendía el porqué.
Él no había hecho nada ni antes, ni después como para que sus acciones afectarán su relación con sus amigos. Pero Mili actuaba raro, Finn parecía ocultar secretos que solo compartía con Lemon.
Entonces, un recuerdo vago de días atrás en los que había visitado a su padre Regro llegó a su memoria.
"Oh, Lemon vino hace dos días. No entendí.... recogió sus cosas.... dijo algo sobre liberar.... Se fué".
(…)
Dos minutos después de la retirada
estratégica de Finn.
—Y bueno ¿Cómo fué que lograste que te aceptarán en Easton?
Love mordió otra galleta, acostaba en el suelo con su pijama de Kuromi, a su lado se encontraban las tres féminas que inicialmente habia invitado a la pijamada.
—¿No deberíamos recuperar a Finn?—. Preguntó Domina mientras la persona a su lado asentía frenéticamente.
—Seria una perdida de tiempo—. Respondió la pelirosa. —Es muy obvio que Finn no piensa contarnos su experiencia de primer beso. Aunque si tenía mucha curiosidad.
—Ya, si no les importa que se fuera ¡¿Porque diablos estoy yo aquí?!
Las tres féminas junto a Love comenzaron a asentir al reclamo de Lévis que se había negado a colocarse el pijama especial que Love le había aventado sin dejarlo salir de la habitación.
—En primer lugar, es completamente tu culpa que Finn huyera. En segundo lugar, tienes el pelo largo.
—¡Tus justificaciones no tienen sentido!
—¡Tu falta de delicadeza tampoco!
Interrumpiendo la discusión entre Love y Lévis, Domina se acercó descaradamente al más alto que estaba a su lado. El rubio rápidamente retrocedió, aunque no fue mucha distancia ya que se encontraban en el suelo.
—¿Te sientes bien?—. Preguntó Domina, confundiendo a Lévis. —Te ves exactamente igual que la primera vez que yo robé un pudín en secreto de mi tercer hermano. Era experimental, habría muerto si no fuera porque en ese tiempo ya habían reemplazado mi corazón con el de un demonio. No volví a robar otro pudín de su laboratorio y mi hermano comenzó a etiquetarlos porque tuve la cara roja e hinchada todo un día hasta que encontró el antídoto.
—Turbio—. Love comenzó a reír por el rostro perplejo de las chicas a su lado. Ella también estaba sorprendida, pero más que nada le causaba gracia la tranquilidad con la que, Domina, contaba un posible trauma de infancia.
Curiosa por la expresión de Lévis, centro su atención en el rubio del que esa misma semana se liberaría, su castigo pronto terminaría y él estaría ya fuera de sospechas. Pero no encontró un rostro perplejo o incómodo. Ella también habría pensado que Lévis estaba enfermo, pero él solo se puso así cuando...
Sus labios se curvaron en una amplia sonrisa. —Hablando de pudín... ¿Que te parece el pijama que trae Domina, Lévis? Él lo escogió porque le recordaba a los pudín. Es lindo ¿verdad?
Domina volteó confundido por las palabras de la autoproclamada Cupido, sin darse cuenta que el rubio tras él, se había puesto más rojo, se había golpeado la nuca con un mueble y sentía que su corazón no dejaba de bombardear sangre. Todo mientras las tres féminas se veían preocupadas por como se había puesto el nuevo invitado y Love solo se veía emocionada.
—¡De verdad te ves muy lindo Domina!—. Dijo la fémina de Lang sonriente, el mencionado sonrió levemente agradeciendo la amabilidad de la pelirosa con coletas. —¿Que les parece si la siguiente actividad que realicemos sea cacería de pingüino?
—¿Cacería?
—¿Pingüino?
—¿Te refieres a Finn?
Love asintió.
—Vamos a recuperarlo. Finn es muy rápido, así que iremos en parejas para atraparlo. No tiene su varita así que será más fácil para nosotros. No olviden no hacer mucho ruido y menos un escándalo.
Lévis se negó, pero Love con una sutil amenaza logró convencerlo. Las parejas iban a ser de dos personas. Mili fue acompañada por Anna a petición de la menor, Love arrastró a Lemon con ella, tenia cosas de las que hablar con al rubia, además de que obviamente queria dejar a ambos ex estudiantes de Walkis juntos.
Para cuándo todos salieron encaminados hacia lo que llamaron «La cacería de un pingüino por el chisme», Finn fue detenido por Carpaccio en los pasillos de la residencia Orca.
—¿Estás bien?
No, Finn no lo estaba. A quien había estado evadiendo después de aquel accidental beso, la persona que había hecho un desastre sus pensamientos desde que tuvo aquella charla con Lemon, la razón por la que se sentía insuficiente y segundos atras estaba llorando, esa persona lo había encontrado en un momento en el que realmente prefería nadie lo viera.
Carpaccio seguía esperando su respuesta, Finn tenía fé en que el de cabello vino aún no se percatase de su identidad y temía que si hacia el más mínimo movimiento o ruido, lo delatara.
Preferiría que su reputación ante Carpaccio no se manchara más, no quería volver a escuchar desprecios como en los exámenes de candidatos a visionario divino.
Tenía que correr, pero yá. No faltaba casi nada para llegar a Adler, podía hacerlo, seguramente a Carpaccio no le interesaría perseguirlo, asi que levantó las manos, ajustando la capucha con forma de cabeza que traía el conjunto y se preparó para correr.
Lo habría hecho si no fuera por el agarré que lo sorprendió antes de que pudiera huir.
—¿Eres de Adler, verdad? Necesito un favor—. Finn no respondió, muy tenso, asintió y Carpaccio prosiguió. —El día de las pruebas CTE, mi compañera encontró un objeto que le pertenece a esa persona. Ella me pidió que se lo volviera pero la verdad ni siquiera soy capaz de acercarme sin que él huya.
Carpaccio seguía hablando, pero el Ames ya ni siquiera lo estaba prestando atención.
¿Que estaba escuchando? ¿Porque Carpaccio sonaba desesperado?
¿Era realmente Carpaccio? Era su voz, la reconocería en cualquier lugar y distancia. Pero hablar y actuar así, no era propio de Carpaccio Luo-Yang.
El Carpaccio que conocía era de actitud fría y confiada, probablemente influenciada por su falta de capacidad para sentir dolor. Tenía una visión darwinista del mundo donde solo los fuertes merecían vivir.
¿Por qué estaba pidiendo un favor?
Si no podía acercarse a alguien, simplemente podría desechar el objeto, o podría haber rechazado la solicitud de su compañera de devolverlo.
"Compañera".
Carpaccio nunca estaba cerca de mujeres, lo había notado en las clases compartidas con la residencia Orca, solia repeler a las chicas que se le acercaban. Solo lo había visto cerca de una chica hasta el momento, una excepción, que incluso le había puesto un apodo a Carpaccio. La única chica que había hecho equipo con Carpaccio en las pruebas CTE.
«Love Cute...».
—¡Ajá, te encontré!
Se estremeció, era como si su pensamiento la hubiera invocado, ni siquiera se atrevió a voltear. Deseaba desaparecer, necesitaba que Carpaccio lo soltase y correr hacia su residencia. Cuando se decidió por hacerlo, se dió cuenta de que ya no estaba en el pasillo y la voz de Love ya no se oía.
En realidad, ahora estaba en el dormitorio de alguien, y el agarré en su muñeca se deshizo lentamente.
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¡Volví,
y ahora
vuelvo a desaparecer!
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