Problemas
El cielo despejado, las aves cantando, el refrescante y relajante olor a tierra mojada que había dejado la tormenta de esa misma madrugada. Así había comenzado un nuevo y horrible día para la autoproclamada 'Cupid's Easton'.
Cómo de costumbre, Love Cute se ha encontrado con nuevas adversidades.
—Tiene que ser una broma.
La persona frente a ella se mantuvo serio, observó al rededor y volvió a murmurar.
—¿Crees que vendría solo para hacerte una broma?—. Love no respondió, sin embargo, observó incrédula a su amigo. Lo cual lo indigno. —¡A diferencia de tí, yo si he madurado! 'Hijita de papi'.
—Al menos a mí, mi papá si me quiere —respondió de igual manera ella—. Además, incluso si fuera verdad lo que dices, mi respuesta es un rotundo no, y no pienso cambiar de opinión con respecto al tem...
—Te daré información sobre la vida romántica de Orter.
—Un placer hacer tratos contigo, querido Wirth.
Wirth Mádl, anterior tercer colmillo de la organización Magia Lupus, tras su graduación de Easton aceptó trabajar como asistente del visionario divino Orter Mádl conocido como Dessert Cane, su hermano mayor.
Como un deja vu, Wirth interceptó a su amiga antes de que está pudiera ingresar en el aula de clases. Y tal como había pasado un par de meses atrás, se le había encomendado algo. Algo a lo que Love Cute no le veía sentido.
—Seria más fácil si dieras más detalles, pero oki doki, no confías en mí.
—No te pediría ayuda si no confiara en tí.
Love bufó.
—Ajá, que arme un show llamativo para distraer a todos los estudiantes solo porque soy experta en llamar la atención y hacer el ridículo es confiar plenamente en mí.
—Exacto.
La expresión de la pelirosa se contrajo, era muy obvio que lo había dicho con sarcasmo. Wirth la trataba como a tonta, así era desde que lo conocía y que eso no cambiará a pesar de los años la estaba haciendo enojar.
—¡Eres un idiota! Pudrete, muerte, luego vete al infierno y no regreses.
Con una patada fallida hacia Wirth, porque él la esquivó, ingresó en su aula y cerró de golpe la puerta.
—Pero si lo harás, ¿verdad?—. Se escuchó al otro lado.
Suspiró al llegar a su lugar junto Lévis que la mirada incrédulo por el grito anterior a su ingresó al aula, el resto no le dió importancia al asunto, pues no era de su conveniencia o interés.
Una semana... ¡Ni siquiera le estaba dando tiempo!
¿Cómo iba a hacer para llamar la atención de todos los estudiantes sin terminar arruinando más su reputación?
Estaba molesta, pero también sabía que Wirth le había pedido aquello por alguna razón. Ese chico podía ser idiota, molesto, pedante, fastidioso, irritante y un sin fin de cosas repugnantes más. Pero no pedía favores a no ser que fuera por algo de suma importancia, que no se lo explicase indicaba que tenía que ver con los visionarios y la razón de su última visita a la academia, el día de las pruebas CTE.
Incluso el director estaba enterado de que estaban relegando un trabajo a una estudiante que los últimos meses se había metido en varios problemas.
Existían tantas posibilidades, pero no hacía mucho tiempo del incidente de la poción de amor, después de eso no había notado nada raro, nada ni nadie había desaparecido, todos estaban vivos y no había significativos daños por accidentes en clases.
Era raro.
Después de las pruebas CTE sus vidas habían avanzado como la de cualquier estudiante. Lo único diferente fué que pudieron integrar a Domina en la pijamada que había organizado porque Rayne ese día no estaba presente vigilandolo como ella hacía con Lévis.
—Si sigues masticando eso terminarás en la enfermería.
Parpadeó, quizás unas cinco veces y volteó a ver al rubio de parche a su lado. La despreocupada expresión de Lévis la hizo observar su alrededor, estaban solos en el aula, todos se habían ido y ella ni siquiera se había dado cuenta de cuando terminó la clase. Su libreta estaba llena de rayaduras a las que no le encontraba sentido aún y el lápiz que se quitó de la boca estaba todo magullado por las mordidas que había estado dándole.
—La discusión con tu novio si que te afectó...
—Decir estupideces se te ha hecho costumbre ¿Eh? —sonrió—. Solo para que lo sepas, yo jamás sería novia de un idiota como ese.
Por supuesto, si Love tuviera novio, definitivamente sería alguien que la tratase como a una princesa, y Wirth la trataba como a una tonta hermana menor así que era un sinsentido lo que decía Rosequartz.
—Como sea —decidió cambiar el tema—, Domina dijo que estuvo visitando el hogar de niños de Walker todos los domingos.
—No sabía que le gustaban los niños.
—Ese no es punto. Le dió curiosidad pero no se atreve a preguntar, sonará raro o tal vez incómodo... Pero de casualidad... ¿tus amigos Abyss y Abel... son algo?
(…)
Zoología Mágica, era una de las asignaturas favoritas de Finn, él no se caracterizaba por ser destacado en los estudios, pero Zoología mágica definitivamente era con la que menos problemas tenia.
Aunque en esta ocasión se encontraba tan tenso que incluso la maestra le había preguntado si se sentía bien.
Claramente, no. Y era culpa de la profesora que tuvo la genial idea de hacer grupos para la práctica de ese día.
No tenía problemas para trabajar en conjunto con sus compañeros de residencia, pero trabajar con estudiantes de Orca y Lang era otro tema. Y que su compañero asignado fuera una persona que en el pasado intentó matarlo era lo más incómodo del mundo.
—Finn, si te sientes mal...
—Estoy bien —respondió—, no te preocupes, Mili.
La pelirroja asintió con duda, en realidad, ella no sabía porque a Finn le incomodaba tanto estar al lado del prefecto de Lang. Ella no conocía bien a Milo Genius, pero Love la noche anterior había dicho que no era un mal tipo.
—Oye, Finn—. El Ames se tensó con solo escuchar la voz de su compañero. Volteó nervioso y vió la mano extendida del peliverde. —Queria disculparme por lo de hace un año.
Finn no respondió, pero sintió algo similar a alivió aunque no estaba seguro. Luego, estrechó su mano con la de Milo y le dedicó una sonrisa.
—No te preocupes, no fué nada después de todo...
—Se que fuí despiadado, sigo siendo deshonesto y probablemente también una basura, pero después de que me nombrarán prefecto reflexioné y he madurado. No tenía ninguna razón en concreto para matarte...
—¿Que tú querías hacer qué?
Ambos voltearon, Finn y Milo, hacia Mili y Carpaccio que habían hecho la misma pregunta pero con tonos completamente diferentes. El de la fémina era de sorpresa, quizás también estaba horrorizada porque rápidamente jaló de la túnica al Ames y lo puso detrás de ella, como si quisiera protegerlo. En cambio, el tono de Carpaccio había sido más siniestro, algo que ninguno pudo descifrar.
—Presiento que Finn ha estado cerca de la muerte en varias ocasiones...—. Comentó el rubio alto de Orca, Lovie Rosequartz.
—No es algo de lo que me sienta orgulloso...—. Respondió el Ames con mucha incomodidad.
Lo seis se quedaron en completo silencio, en medio del bosque donde habían decidió tomar un descanso bajo la refrescante sombra de un árbol.
El grupo consistía en seis miembros, dos de cada casa.
Algo curioso que Lovie había aprendido en su poco tiempo en Easton, fué que los maestros tenían el extraño pasatiempo de torturar a sus estudiantes dando clases conjuntas con los de otras casas.
Al principio creía que era una exageración lo que había oido de que Adler, Lang y Orca no se soportaban. Cuando en el CTE fué por un momento equipo con Finn, pensó que la historia que estaba contando de como alguien de Orca casi lo mató durante la prueba de candidatos a visionario divino, realmente pensó que fue mera casualidad. Pero ahora se enterándose que alguien de Lang también tuvo intenciones de matar al pobre Finn Ames... Se preguntaba si esas cosas le pasaban solo a Finn o era normal de vivir en Easton.
—¿No fué el único?—. preguntó la pelirroja sorprendida. —¿Por qué razón querrían matarte?
—Bueno, yo tampoco lo sé.
—Esos bastardos, cuando sepa quienes fueron...
—Mili, déjalo, no es relevante... Milo ya se disculpo. Tenemos asuntos más urgentes que atender en este momento.
Milo, Domina y Lovie asintieron estando de acuerdo. Estaban en plena prueba práctica de Zoología mágica, no tenían tiempo para quedarse charlando sobre temas ajenos a la asignatura en ese momento. Así que volvieron a avanzar en completo silencio.
—Extraño a Lemon...—. soltó de repente la pelirroja, triste porque no las asignarán juntas para hacer la prueba.
En realidad, ese día cuatro estudiantes de Adler habían faltado a clase, Lemon, Mash, Lance y Dot. Aunque las razones de los tres chicos eran diferentes al de Lemon que aparentemente solo había cogido un resfriado. Por lo tanto, los cuatro de Adler se encontraban en la enfermería y tendrían que dar una prueba aparte de la asignatura.
—¿Alguien más ha notado que el nombre de Mili y Milo se parecen?—. Preguntó Domina en un diminuto intento de aligerar el ambiente.
El peliverde y la pelirroja se observaron por una brevedad de tiempo. Era cierto, sus nombres eran muy similares y hasta podía ser confuso.
—Como sea.
—Es solo un nombre.
—Sigamos avanzando—. Respondió el prefecto de Lang dirigiendo al grupo, pues él estaba sosteniendo un mapa.
Volvieron a seguir caminando en completo silencio. Maldijeron lo incómodo que llegaba a ser trabajar con personas de otras residencias.
Cuando decidieron tomar otro descanso, ya no se encontraban en el frondoso bosque, si no en la cueva de lo que parecía unas ruinas. Estaban en busca de una criatura mágica que solo vivía en ese tipo de ruinas.
—Por cierto. ¿Que rayos hicieron anoche? Se suponía que la pijamada con la tonta de Love sería tranqu...
Pero antes de que se dieran cuenta, la superficie en la que estaban caminando comenzó a agrietarse interrumpiendo por completo a Milo que jadeó al notar que el suelo se estaba rompiendo. Inmediatamente, manos de piedra salieron del muro evitando su caída y la de sus compañeros, excepto por Finn, quien no se encontraba en el rango suficiente para ser atrapado por la magia de Milo.
Antes de que alguno de ellos pudieran reaccionar al notar eso, Carpaccio ya había saltado al vacío en un intento por atrapar al Ames. Y las enredaderas de Mili no habían sido lo suficientemente rápidas para atraparlo a él también.
Estaban en problemas.
(…)
"Tus acciones han afectado tu relación con alguien muy cercano...". Mash se levantó abruptamente, observó a su alrededor notando que no se encontraba en su habitación, estaba en la enfermería. Habían otras camas ocupadas, tres en concreto.
Se tocó la cabeza, aún estaba mareado y se sentía pesado, sus recuerdos eran muy vagos y borrosos. Solo recordaba haber sido apresado por muñequeras y tobilleras de hierro después de que Lance y Dot decidieron arrastrarlo en su averiguación de que tramaban Lemon y las demás con Finn.
—Asi que despertaste.
Mash volteó hacia la rubia doble linea que acababa de ingresar. Confundido, decidió preguntar. —Maestra ¿Que hace aquí?—. Notando que dos de las camas que estaban ocupadas eran por dos de sus amigos Mash volvió a mirar a Meliadoul preocupado.
—Tranquilo, ellos están bien. Solo están durmiendo como bebés.
—Entonces...
—Una chica enfermó, si no me equivoco es tu amiga, Lemon.
—¿Enfermó?
La mujer asintió. —Es un resfriado un poco raro y fuerte, pero va a estar bien, recibió atención...
Ni siquiera pudo terminar su explicación cuando Mash ya se levantó dirigiéndose a la cama que se encontraba cerca de la ventana, ahí estaba Lemon.
Su piel estaría pálida si no fuera por el leve rosa que adornaban sus mejillas debido a la fiebre. El tratamiento que había recibido había sido rápido, pero eso no significaba que fuera a recuperarse igual de rápido.
—Esta dormida, procura no hacer ruido—. Dijo antes de marcharse. Meliadoul había terminado por lo que podía irse, su única razón de visita a Easton era cuando el director de la academia se lo pedía.
Mash se quedó ahí, sin hacer ni decir nada. Solo observar a su amiga durmiendo, por alguna razón en su mente se escuchó una voz ajena, un tanto chillona y quizás infantil como la de Love Cute.
"No puedes estar todo el tiempo con alguien que te hace sentir infeliz, tampoco puedes ser feliz haciendo infeliz al otro".
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