Poción de amor (sale mal)
Una explosión y una neblina rosa con fragancia muy dulce provenían de la cocina del dormitorio Lang. Un rubio salió disparado hasta chocar con gran fuerza con el muro de concreto.
Love Cute una radiante sonrisa apareció junto a la puerta, en su mano estaba un frasco con un líquido rosa con brillos dentro. Solo faltaba una prueba, había estado experimentando durante cinco días enteros después de que Roy Forest del dormitorio Orca le pidió ayuda para conquistar a la chica de su sueños.
El rubio que había impactado contra el muro se levantó, con la nariz sangrando se acercó y observó el frasco.
—¿Por qué brilla como si tuviera brillantina?—. Preguntó.
—¡No tengo la menor idea!
—¿Estás segura de que funcionará?
—Eso es justo lo que vamos a averiguar—. Para cuándo Love terminó su oración, Roy sintió como era empapado por aquel líquido de dudosa funcionalidad.
Se vió en obligación de cerrar los ojos, el líquido le había llegado incluso a su paladar, para su sorpresa, era dulce al igual que el aroma, se sintió embobado.
Love ahora con una máscara cubriendo su rostro levantó el pulgar.
—¿Y éso?
—Ve y encuentra a tu amada, luego me agradeces.
Roy sonrió y luego asintió, después de, sorpresivamente, abrazar a Love y agradecer, dar unas palabras sobre que no era una Cupido idiota como todos decían se alejó rápidamente con una sonrisa que no se quitaba, como el rosa de su camisa.
Sonrió con satisfacción por detrás de la máscara y decidió que iría a dormir, la limpieza la dejaría para más tarde. Le habría gustado ver los resultados por su cuenta, pero durante esos cinco días apenas había descansado, nada malo podía pasar en tres horas, había seguido al pie de la letra la receta del antiguo libro de pociones de su padre.
Descansaría, despertaría y en cuanto tuviera oportunidad, preguntaría a Roy que tal le había ido.
Por otro lado, se encontraban caminando por los pasillos Lemon Irvine junto a Mili Roseanne; una pelirroja de ojos verdes, piel pálida, labios rojos, estatura promedio y tenía un par de líneas simples que recorrían su mejilla izquierda hasta su mandíbula.
Era considerada una de las mayores bellezas en Easton, independientemente del género de la persona, una sonrisa bastaba para cautivar a cualquiera.
En su segundo año, la habían transferido al dormitorio de Lemon por exigencias de la antigua compañera de la de listón naranja, le fue fácil comprender el por qué. La chica tenía una gran colección de cosas con la cara impresa de Mash Burnendead. No le molestaba en realidad, se le hacía algo gracioso como su compañera seguía proclamándose la esposa de Mash mientras que el primer año él decía que nunca habían acordado eso. Para el segundo año parecía ya ni importarle aclarar que en realidad no eran nada. Probablemente ya se había rendido.
El primer comentario que escuchaba de los demás siempre tenía que ver con su apariencia. Lo primero que Lemon le dijo después de llegar al dormitorio fue: "Mash es mío".
Un día Mili aprovechó para preguntar el porqué Lemon se habia enamorado de alguien que ni siquiera parecía interesado en ese tipo de temas. Cuando Lemon explico sus razones, entendió, o eso creía, no estaba segura. Pero lo respetaba.
Ella ni siquiera sabía cómo era el sentimiento de estar enamorado, de cierta forma, sentía envidia de la rubia que expresaba sus emociones sin importarle que los demás la juzgarán. En cambio, ella era demasiado tímida y como consecuencia la única amistad que había hecho era Lemon.
Lemon era diferente, era como si su única prioridad fuera Mash y sus amigos. No era la mejor, sus notas apenas eran aceptables, tampoco era popular y varias veces habían llamado loca a Lemon, pero ni siquiera la afectaba.
—Mili~, ¿me estás escuchando?
Se sobresaltó al ver a la Irvine frente a ella, estaba haciendo un puchero y una pose un tanto graciosa. Sonrió y negó como respuesta.
—Lo siento ¿podrías repetirlo de nuevo?
Su compañera soltó el aire y miro para todos los lados asegurándose de que nadie estuviera por ahí, no había nadie para su sorpresa.
— Verás, necesito mudarme—. Soltó solo audible para la pelirroja. Mili asintió indicando que continuará. —No puedo volver a casa después de que les dije a mis padres que me iba con el amor de mi vida... Si se enteran que me mudé sin el consentimiento, o conocimiento de mi decisión, de los dueños de la casa. Van a obligar a que deje Easton.
—Entonces necesitas donde quedarte...
Lemon asintió con un par de lágrimas resbalando por sus mejillas.
—Se lo pedí a Finn, pero dice que sería raro que una chica viviera con dos hombres, además de que la gente lo va a malinterpretar. También dijo que su hermano no iba a aceptarlo...
—Entonces... Quieres que te reciba en mi casa—. Lemon sonrió y asintió esperanzada. La pelirroja sonrío, tenía que preguntar a sus padres antes de tomar esa decisión pero dudaba que se negaran.
—¡¡¡Ayuda!!!
Un desgarrador grito hizo que ambas sintieran como sus almas dejaban sus cuerpos, por instinto de supervivencia se escondieron detrás del primer pilar que encontraron. Un aroma dulce lleno las cosas nasales de Mili.
«Es... embriagador». Pensó, con curiosidad asomo un poco la cabeza para poder ver qué ocurría y porque parecía que el escándalo iba directamente hacia ellas.
A la distancia había un rubio, no sabía con exactitud quien era, le parecía haberlo visto un par de veces, por su túnica solo sabía que era perteneciente a la Casa Orca. Detrás de él había una avalancha de personas corriendo.
El aroma dulce se hacía más intenso entonces cubrió su nariz y tomo rápidamente su varita en caso de tener que pelear.
Pero para ese momento Dot Barret hizo acto de presencia, estaba soltando un montón de insultos y hacía rabietas hacía el rubio, hacía comentarios sobre lo injusto que era que solo por su cara bonita fuera tan popular.
—¡Voy a matarte, el protagonista soy yo!
«¿Que dijo..?». Era increíble la estupidez que acaba de escuchar.
Lo siguiente que vió fue como la varita empezaba a resplandecer de un brillante rojo.
—Toma esto: 'fiddle Sick Thirds'
«¡¿Usará un thirds?!».
Cuando la luz dejo de resplandecer sus oídos sufrieron debido al agudo y ensordecedor rechinar de las cuerdas de un violín siendo manipulada de manera equivocada.
—'Levios Cuffus'
Esposas en las muñecas y los tobillos aparecieron, deteniendo por completo el cuerpo de Dot en el piso, el violín cayó al igual que la varita que había estado usando para tocarlo. La pelirroja conocía a la perfección ese hechizo, o al menos conocía solo a una persona con esa clase de magia. Lemon había intervenido en el extraño ataque de Dot. Si es que podía llamar a 'éso' un ataque.
Lemon repitió el hechizo, pero su víctima para ese momento era el rubio que estaba siendo perseguido por decenas de estudiantes de diferentes casas. Después de caer fue rápidamente atrapado junto a Dot por una red de espinas y arrastrado rápidamente.
—Tenemos que salir de aquí—. Para ese momento incluso Dot intentaba lanzarse sobre el pobre rubio de túnica oliva. Utilizó otro hechizo para levantar a ambos en el aire y poder alejarlos. Corrieron en dirección del dormitorio de ambas y entraron bloqueando la puerta por completo.
—¿Sabes que le pasa a Dot?
Mili asintió, lo había detectado después de que la avalancha se acercará, cuando Dot perdió la cordura y su rabieta se había convertido en una boba sonrisa lo confirmó. Aprovechó para golpear a ambos en la cabeza, después del golpe dejaron de moverse como gusanos.
—No estoy segura, pero podría tratarse de un hechizo o una poción similar a un afrodisíaco—. Lemon volteo a verla, sus ojos indicaban que no estaba entendiendo. Era normal considerando que el afrodisíaco usualmente afecta a quien la consume. —Es como cuando un animal entra en celo, aunque no del todo... El hechizo o poción que utilizaron es similar a un perfume.
—La camisa y la túnica tienen manchas de color rosa...—. Lemon levantó la túnica del pecho del rubio enseñando que la camisa, habían manchas un rosa, como si se hubiera echado el café o una bebida encima. Se acercó más para poder olfatear pero fue detenida por su compañera de cuarto.
—No lo hagas, es probable que sea una poción, toda posición tiene un límite de tiempo. Probablemente echaron todo el frasco, debió ser algún tipo de broma. —La pelirroja observó a la rubia un momento. Por alguna razón no le afectaba el aroma, habría esperado que saltara sobre el rubio de identidad desconocida, pero estaba tranquila a pesar de la distancia que habían tomado del chico de Orca.
—Deberiamos sacarlos de aquí, si alguien se entera que metimos a dos chicos en nuestro dormitorio...
Los golpes en la puerta interrumpieron a Lemon, ambas voltearon de forma lenta, se escuchaban ruidos similares a las de los animales, quizás eran gruñidos como el de los zombies en las historias...
—Vienen por el oxígenado. Tenemos que salir de aquí.
Lemon abrió la ventana, alcanzó su escoba a Mili y con dificultad lograron sacar ambos cuerpos de la habitación. Levantaron a ambos con una habilidad básica de levantamiento y descendieron detrás de la academia. No podían llevarlo a cualquier lugar, si alguien sentía el aroma del rubio las cosas se complicarían para ambas. Para su mala suerte, ninguna de las dos tenía afinidad con el agua.
—¿Y si pedimos ayuda?
—Ojala pudiéramos, en cuanto sientan el aroma de este tipo, no pasaremos de ser rivales a los ojos de cualquiera. Lo más razonable sería despertarlo, tal vez sepa dónde podemos encontrar algún antídoto. Dudo mucho que se quite con un baño.
—¡Yo me encargo!—. Aseguró Lemon con el puño en alto.
Mientras tanto en el dormitorio Lang, centenares de estudiantes habían rodeado la cocina del dormitorio y el alboroto en los pasillos logró despertar a Love.
—¿Quien diablos se atreve a irrumpir en los pasillos de las habitaciones de Magia Lupus...
Instantáneamente,.se arrepintió de haber abierto la puerta. Los estudiantes parecían ni siquiera tener conciencia y parecían caníbales hambrientos que cuando la vieron estuvieron listos para arremeter contra su presa. Con rapidez cerro la puerta, tomó su varita y su escoba, cuando la puerta fue tumbada, mandó a volar a los intrusos.
«¡Este aroma dulce... maldición!».
El aroma estaba disperso por todo el pasillo de Lang. Tal vez si debía haber limpiado la cocina antes de irse a dormir.
—Dulce...
—Te amo Love~.
— Iugh, ¡largo de mí camino, 'Tornegus'!
Con su escoba aprovechó para volar sobre los ahora zombies, aunque intentaban atraparla lograba esquivar con dificultad. No entendía como es que saltaban tan alto al punto de hacerla perder el equilibrio aún estando tan cerca del techo.
«¡Tengo que llegar a la cocina!».
Los estudiantes que anteriormente intentaban atraparla cayeron con fuerza, y ahora solo los que estaban debajo de ella eran capaces de moverse. Ahora que había dirigido su vista hacia el otro lado del pasillo, entendió el porqué todos habían caído con fuerza incapaces de levantarse, ese era un hechizo. 'Graviole' para ser exactos.
—El olor parecía proveniente de aquí.
—¿Lance Crown?—. Le fue imposible ocultar su sorpresa, en realidad le sorprendía que Lance estuviera consciente y no hipnotizado como los demás.
—Algo me dice que tú, 'Fracaso de Cupido', tienes algo que ver con toda esta porquería.
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