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cap.4 la feria

los dos amigos se mantuvieron en silencio tras la presentación de la pelirroja, cuyo regalo de su madre resultó ser un vestido rojo corto que dejaba expuesta su espalda, la chica había pensado que sería una buena idea estrenarlo para la salida a la que iba con sus amigos así que junto a su vestido, se puso una licra negra, zapatillas grises y se deshizo del pañuelo con el que se amarraba su cabellera, para su hermano adoptivo se veía agradable pero por parte del chico de ojos castaños  fue motivo para que un pequeño sonrojo se apoderaba de sus mejillas.

—Así que…¿sto bene?(me veo bien).-pregunto emocionada mientras daba una leve vuelta para que la vieran mejor.-¿no exagere al vestirme con esto, verdad?.

—eh,si te ves bien, ¿a que no Luca? .-Alberto rodo los ojos desinteresado y busco respuesta por parte de su compañero, pero no obtuvo respuesta.-Luca?.

—Giulia ... .-dijo Luca con una voz atontada y una pequeña sonrisa.

—¿si,Luca? .-preguntó Giulia emocionada al ver su reacción,su corazón se aceleró cuando miro como su enamorado daba pasos en dirección a ella.

Luca admiro a su compañera de pies a cabeza, esa noche sin duda su vestido la hacía verse adorable, de no ser por su orgullo y la pena, hubiera gritado a los cuatro vientos que a sus ojos se veía verdaderamente preciosa. Bueno aquí entre lector y escritor, Giulia Marcovaldo siempre había sido hermosa a ojos de Luca Paguro, amaba todas sus versiones y con toda prenda de vestir se veía linda, nunca faltaba la vez que al verla a él se le escapara un suspiro.

—Giulia, Santo Bacalao…-Luca tomó su mano amistosamente y la miró con una sonrisa,ignorando que en ese momento se encontraba más rojo que un tomate.-te ves hermosa…

los ojos de Giulia se abrieron de la ilusión,por instinto apretó la mano de su amigo.

—¿d-de verdad lo crees? .-preguntó la chica con alegría.

—si, e-eh digo, tu siempre te ves linda pero ahora…te ves hermosa.-agregó genuinamente.-¿es el vestido que te envio tu mamá?.

—Nunca he sido de usar vestidos, pero creo que por esta ocasión no me hará daño usarlo.-admitió Giulia.

—Elegiste la mejor entonces, te ves como toda una dama, Señorita Marcovaldo.

Luca hizo una burlona reverencia,cosa que le saco una risita a su compañera.

Alberto por el otro lado,al presenciar tan espantosa escena,se quedo sin palabras pero su rostro en vez de demostrar inexpresividad como todas las anteriores veces en las que se encontraba con su hermana y enamorado juntos, esta vez su rostro solo reflejaba incredulidad y hasta cierto punto dolor, no podía creer que su hermana fuese de verdad así de desgraciada.

—¡ok,ok,ya mucha escenita!.-exclamó Alberto,esperando pasar desapercibido y se metió entre el agarre de Luca y Giulia y los empujó a ambos con sus manos para así quedar en el centro.-esto es una salida a la feria, no una sesión de cariño y amistad y si tardamos se harán muy largas las filas, ¿nos vamos o que?.

—vamos.-dijeron el dúo de estudiantes en coro.

al encontrarse en la entrada de la casa, fueron detenidos por Massimo,quien nada más aviso que no llegasen pasada la media noche y no dejasen que Alberto tomará demás, aceptando las condiciones, los relegados salieron a su destino. Giulia tomó la delantera y Alberto se encontró junto a su mejor amigo, Luca mostró una feliz sonrisa a su mejor amigo y ofreció su mano. Emocionado por el gesto, Alberto no tardó en aceptar y también tomar su mano y caminar juntos mientras sacaban una que otra conversación.

Giulia no estaba, así que finalmente tendrían al menos un rato para ellos dos, Alberto se mostró muy optimista y eufórico por la aventura que le esperaba con su lindo Luca, ya podía imaginarse a sí mismo con él,comiendo algodon de azucar y banderillas o hacer un concurso de intentar no gritar en la montaña rusa, antes verlo con su hermana lo había puesto de mal humor pero no quería que por esas tonterías su noche se arruinara, ya tenía muchos planes para esa noche y no quería que nada se expropiese, así que decidió olvidarlo y llenarse de buenas vibras por él y por el chico que tanto amaba.

(...)

en frente de la infinita fila de personas que esperaban a que les pusieran sus brazaletes para entrar, se encontraba una noche llena de diversión y locura.

los gritos de las personas al caer empicados en la montaña rusa se escuchaba como eco por toda la feria, al caminar se escuchaban amontonadas las voces de las personas que paseaban por ahí y uno que otro grito de los vendedores en sus puestos, todo estaba lleno de colores y luces brillantes y coloridas y en una que otra esquina se encontraban personas mareadas o vomitando dentro de botes de basura. era un verdadero paraíso para los jóvenes esa noche. En un banco los relegados se encontraban sentados, poniéndose de acuerdo para ver a qué atracción se subían primero.

—Vayamos primero a la montaña rusa, así ya nos quitamos el pavor de encima.-sugirió Alberto con emoción.

—Mejor vayamos al barco pirata.-expresó Giulia emocionada.

—y si vamos a las tacitas locas? .-agregó Luca señalando a dicha atracción.-además de que hay pocas personas haciendo fila.

—¡uy,las tacitas locas,esa me encanta!-Giulia dio un pequeño brinco de alegría.

—vamos a ellas entonces.-Alberto indico para enseguida levantarse y caminar a las dichosas tacitas locas, la espera fue corta y entraron sin problema, Alberto tomó a Luca de la mano y juntos se subieron a una de las tacitas, sin embargo, cuando Giulia trato de pasar,fue detenida por el chico encargado de manejar la atracción.

—lo siento nena, solo se pueden dos personas por vagón.-le dijo el mayor.

Alberto se dio la vuelta para ver como le negaban la entrada a su hermana menor y con malicia sonrió por dentro, pero decidió fingir clemencia.

—perdona hermanita.-Alberto levantó los hombros.

—no te preocupes, yo me subo contigo después,Giulia.-Luca afirmó tratando de calmar la situación.

—eh…claro,claro, aquí afuera los espero, descuiden.-expresó Giulia tranquila mientras abandonaba la fila y de mala gana se sentó en la misma banca de antes.

durante aquellos 5 minuto, entre todas las tácitas de la atracción, la taza de Alberto y Luca era la que daba las vueltas más violentas y rápidas tal cual un huracán, ambos chicos no tardaron en sentir que el vagón se safaris de la atracción y saldrían disparados por el cielo hasta el mas haya, parecían literalmente un par de locos, todos los que estaban cerca los miraban con ojos extrañados, reían y gritaban mientras movía la manivela rápidamente y levantaban sus brazos en el cielo,sintiendo la fría brisa de la noche golpear sus rostros y alborotando sus cabellos.

—¡SIIII, HIJO DE PERRA SIIII, MAS FUERTE, MAS RAPIDO PAPI!.-Alberto gritaba con euforia y emoción.-¡SOY EL REY DE TODA PUTA ITALIA ME VOY A COMER EL MUNDO DE UN SOLO BOCADO, TIEMBLA VISCONTINI,QUIEN ES EL MÁS MACHO AHORA!.

 Luca no dejaba de reír a carcajadas al ver como Alberto gritaba grosería y levantaba sus brazos en el aire,exigiendo más adrenalina. de un momento a otro la taza empezó a dar vueltas al lado contrario y esto empujó a Alberto contra su compañero, quedando pegados uno contra el otro.

El viaje finalmente había acabado, se bajaron del lugar muy mareados,caminando torpemente mientras se recargaba sobre el otro para no caerse y se iban diciendo incoherencias, la pelirroja los observo desde donde estaba  tratando de retener su risa, no podía creer las estupideces que esos dos provocaba cuando estaban juntos, no habían cambiado para nada en ese aspecto.

—que buen espectáculo se mandaron, 5 estrellas de verdad.-comentó sarcástica.-¿se divirtieron ya? .-preguntó Giulia entre risas, mirando como su amigo y su hermano se tambaleaba de lado a lado.

El chico de ojos verdes y cabellos marrones  al escucharla hizo un gesto gracioso y se inclinó para ver a su hermana de manera regañona,pero ella solo seguía riendo por su estado de mareo.

—¡Pues mira Giulietta!.-Alberto escupió saliva al mencionar su nombre completo.-Para tu informacion,si la pasamos bien, posiblemente más de lo que tu te la puedes pasar y,¡ahí te voy San Pedro!.

Debido al mareo,al inclinarse tanto, Alberto cayó al suelo de cara, dejando a Luca que aún se encontraba recuperándose del mareo.

—eso fue muuuuuuuy intenso.-dijo Luca caminando torpemente hacia su amiga.-wow,wow…mi cabeza está dando muchas vueltas…ay,espera…wow…creo que-¡WOAH!.

en un mal paso, el de cabello castaño oscuro tropezó, pero en vez de golpear directamente contra el suelo, cayó sobre el regazo de Giulia y se agarró de ella por reflejo, casi formando un abrazo, la pelirroja levantó sus brazos sorprendida por el impacto, pero al ver cómo todo acabó con Luca abrazándola por su cintura, una pequeña sonrisa se formo en sus labios y no evito corresponder para hacerlo reaccionar, junto con eso vinieron pequeñas caricias a su cabello.

Luca levantó la mirada ya más consciente y se encontró con el rostro de Giulia,cosa que lo hizo reír para sí.

—o-oh H-hola Giulia.-comentó Luca divertido.

—Hola Luquita.-replicó Giulia dulcemente y lo ayudó a levantarse y después tomó su mano.-entonces, vamos o que?.

—ah, cierto, te prometí que esta vez iría contigo.-recordó Luca y enseguida se dirigió a Alberto,quien aun seguía besando el suelo.-ciao Alberto, iré con Giulia a subirme a las tazas,¿está bien?

—sì, non ti preoccupare(no te preocupes), luego los alcanzo.-Alberto murmuró levantando débilmente su brazo para mostrar su pulgar arriba.

—Damas primero.-Luca le guiño el ojo a su amiga  y la guió al juego.

Giulia muy emocionada fue con Luca a las tacitas locas, pero esta vez dieron vueltas más tranquilas y lentas, por la velocidad se fueron apagando al otro y disfrutando del viaje, esta vez al finalizar ambos se tomaron de la mano y bajaron sin necesidad de tambalearse gracias al mareo.

—¡Eso estuvo increíble! .-exclamó Giulia emocionada.

—por eso las tacitas locas son mis favoritas, te hacen dar vueltas y tú mismo te haces dar vueltas, son vueltas dobles.-afirmó Luca entusiasmado.-aunque esta vez no parecía que estaba por salir volando como lo hice con Alberto.

—mira el lado positivo, estuviste cerca de comprobar que los peces si pueden volar.-Giulia río.

Alberto llegó con ellos, ya más consciente y recuperado del mareo, pero cuando estaba por proponer que fueran al barco pirata,Giulia lo interrumpió y jalo a Luca del brazo para ir a dicha atracción, una vez ahí en fila, se empezaron a poner de acuerdo con los lugares en donde se sentaron y al unísono ambos hermanos confesaron su deseo: querían sentarse junto a Luca.

Reaccionaron ante las palabras del otro inmediatamente y se miraron entre sí con ojos asesinos y cargados de rabia, y Luca se quedó entre ellos con mucha incomodidad, mirando como se formaba una batalla.

—yo lo dije primero.-Alberto confirmó con determinación.

—hey,chicos.-Luca quiso hablar,pero la chica se adelantó.

—wow,wow, disculpa Beto, pero tu ya te sentaste con Luca antes, creo que es justo que ahora yo sea quien se siente con él, esta vez.-

Chi ti credi di essere?(quién te crees que erees), la reina de inglaterra? .-reclamó el ojiverde con molestia.-además si ya fuiste tú,entonces me toca a mí sentarme junto a Luca.

—bueno,técnicamente.-Luca fue interrumpido por su amiga Giulia.

—no seas tramposo Alberto, es mi turno de sentarme junto a Luca.la pelirroja le apuntó con su dedo.

—chicos…-Luca hablo,pero fracasó en conseguir su atención.

—no, es mi turno.-Alberto se apuntó a sí mismo para darse énfasis, sus ojos se mostraban cargados de enojo.

Afortunadamente fueron separados e intervenidos por Luca, quien con sus dos manos los separó y busco encontrar paz otra vez.

—hey,hey,hey, tranquilos muchachos, recuerden que en el barco caben 3 personas por fila, así que yo puedo ir en el centro y ambos se pueden sentar junto a mi.-afirmó el muchacho de cabello rizado y castaño oscuro,buscando calmar las aguas.

Scorfano y Marcovaldo intercambiaron miradas para enseguida desviarlas con desprecio, por suerte ya les tocaba finalmente subirse al barco pirata, como lo habían decidido, con Luca sentándose en el medio para que sus dos amigos se pudieran sentar a su lado, su turno empezó rápido y pronto estarán moviéndose peligrosamente de atrás y adelante,con el sentimiento de que en cualquier momento saldrían volando lejos, mientras que Alberto y Luca mantenían sus ojos abiertos y miraban a su alrededor, Giulia cerró sus ojos asustada y gritaba con miedo, Alberto entonces apretó la mano de su mejor amigo y se miraron entre sí muy emocionados, moviendo sus piernas en el aire y levantando sus manos unidas en el cielo. El estar en ese barco les trajo tanta nostalgia a cuando aún eran unos adolescentes jóvenes y muy hiperactivos que jugaban en el mar a ser piratas o cuando los niños iban a jugar a ser piratas y ellos se ofrecían para ser las criaturas marinas y así tener diversión todos, uno de los muchos sueños de Luca fue siempre montar en barco y aunque este no era uno real, le daba la impresión de serlo, él sería el capitán y Alberto su mano derecha.

Cuando acabó, los relegados salieron aun con la tensión en los hombros, agobiados por tanta intensidad pero también muy emocionados y con deseo de ir a más atracciones, Giulia entonces sugirió que fueran al carrusel para adultos, cosa que ambos chicos aceptaron. La fila esta vez no era muy larga así que no tuvieron que esperar tanto, Luca se subió primero y después de eso le siguió Giulia,pero Alberto rápidamente la empujo al suelo y se sentó en el caballo que estaba junto a su amigo, ella gruño levemente y se limpió el polvo de su vestido y se subió al caballo de atrás, durante todo el viaje de manera infantil y divertida Luca y Alberto imaginaron que eran sheriffs del viejo oeste y estaban persiguiendo a criminales en sus caballos pero al ver su juego,Giulia decidió unirse al juego de rol e imaginar también que estaba cabalgando en el viejo oeste junto a sus amigos.

—¡corre como el viento Tiro al Blanco!.-exclamó Giulia divertida.

—Eso es literalmente lo más inmaduro que has hecho.-Alberto dijo burlón.

—ah si ¿y subir a un carrusel y fingir que somos vaqueros no es inmaduro? .-arqueo ella la ceja.

—ustedes dos están locos.-dijo Luca entre risas.

Después de ello fueron juntos a al conocido “Saltamontes” esta vez Luca se sentó en la esquina y Alberto en el centro, provocando bastantes celos por parte de Giulia, celos que luego desahogo cuando subieron a la pista de autos chocones y se dedicó a estrellarse únicamente con su hermano de maneras violentas, después de la montaña rusa, decidieron ir en la rueda, Luca y Giulia se subieron juntos, pero Alberto quedó solo, ocupaba a alguien mas para subir,así que la chica encargada de la rueda llamó la atención en la fila, preguntando si habia algun solitario que pudiese subirse con el joven de piel pecosa y en efecto hubo uno…pero por desgracia de Alberto, fue la persona a la que menos quería ver.

—no puede ser.-renegó Alberto de mala manera.

—Gusto en verte otra vez, Scorfano.-dijo el hombre con un tono burlón.

—creeme que para mi no es un gusto verte, Ercole.-respondió Alberto disgustado.

Parecía que Ercole Viscontini había ido también a la feria, según él, Guido y Ciccio se habían enfermado tras comer unas rebanadas de pizza añejas que había en el refrigerador,así que tuvo que ir por su cuenta a la feria, Alberto no estaba para nada complacido, pero no se quería quedar dejado atrás, por lo que accedió, Ercole de manera arrogante y presumida se subió a la cabina,ignorando por completo los pucheros que hacía Alberto.

—te lo dejo en claro jovencito, no quiero nada de vueltas extremas o movimientos bruscos, como churros de la feria y creo que ambos sabemos como acabará esto,así que hazte un favor y ni lo intentes.-indicó Ercole mientras dejaba que la chica pusiera la barra de seguridad.

—¿por que comes churros antes de subirte a la rueda? .-preguntó Alberto de manera grosera.

—No lo sé, porque quiero y porque puedo.-respondió Viscontini.-Yo podría hacerte también una pregunta,¿sabes?, sobre por qué estás tratando de conquistar a Luca si ni atención te está prestando.

Sus entrañas revolcándose fue lo último que sintió y no fue porque aquella palanca de seguridad le estaba apretando mucho. Los párpados de Alberto quedaron abiertas de par en par y la sangre en su rostro se congeló en sus mejillas,volteo a mirar a su enemigo con un rostro estupefacto y por las que luchará por lograrlo, no le salían las palabras para formular su pregunta.

—le atine,¿eh? .-arqueo la  ceja muy divertido.

—p-pero…pero como lo…-Scorfano fue interrumpido por el hombre de cabello peinado hacia atrás.

—¿crees que no he visto como te has portado estas ultimas semanas desde que llegaste a Portorroso?.-pregunto Viscotini.-puedes tratarme de idiota todo lo que quieras, pero reconozco cuando se trata de enamoramiento,aunque por lo que puedo ver.-miro hacia alfrente.-tienes una contrincante.

Ambos miraron hacia al frente, en la cabina de enfrente, estaban Luca y Giulia juntos,conversando muy entretenidos mientras esperaban a que iniciara la atracción.

—te conozco desde que tienes 14 años, Alberto y creeme que a tu hermana menor también y se con certeza que ella no se deja ganar por nadie y siendo completamente honesto, parece que Luca también siente lo mismo.-Ercole agregó mostrando sinceridad.

—ella está loca si cree que no lucharé por ganarme su amor.-afirmó Alberto seriamente.

—Tus celos dicen todo lo contrario.-replicó Ercole.

—¡Por favor!, esto no son ni siquiera celos, ella no tiene nada para competir conmigo.-Alberto rodo sus ojos.

—escucha bien Scorfano, te dare un consejo.-dijo Ercole.-el tiempo es como el congelato, se acaba rápidamente, así que aprovecha para decirle a Luca lo que sientes antes de que tu hermana lo haga,¿capichi?.

capichi…-fue lo último que dijo antes de que la rueda empezará a dar vueltas.

Entre más viajaban por diferentes atracciones, Alberto se perdía en el lindo momento que tenía, se las ingeniaba para poder sentarse junto a Luca más veces que Giulia y así convivir con él durante los minutos de adrenalina,compartiendo reacciones y exclamando de la emoción en armonía. se le olvidaba de vez en cuando que la pelirroja estaba ahí, para él solo era Luca y él juntos, disfrutando de la magnífica noche  de diversiones, a veces le tocaba estar solo mientras que el y su hermana se divertían frente a él pero lo bueno era que las atracciones duraban poco por lo que podían volver a reencontrarse con Luca una vez finalizara el viaje, sin dejar claro,de pensar en el consejo que su enemigo Ercole le había dado.

Luca estaba pasándola de maravilla también, ignorando esos momentos donde Alberto y Giulia parecían querer matarse entre sí por quien iba sentado junto a él, todo era perfecto, estaba en constante alegría y su corazon latia por sus dos amigos, la sonrisa de su amiga Giulia al estar juntos en cada atracción y los momentos de adrenalina que compartía con su amigo Alberto llenaban su corazón y lo hacían estallar de alegría, sentimientos confusos, claro estaba, no sabía si era normal que sintiera lo mismo por Giulia y luego por Alberto, pero todo era magnifico, apenas habían pasado unas horas pero la estaba pasando de maravilla, su corazón divino se unió solo por esa noche.

Pasaron las horas y ya era bastante tarde, los relegados estaban agotados pero bastante emocionados, habían ido ya a todas las atracciones y hasta incluso fueron a los juegos de feria a ganar diferentes premios,Alberto tenía un pez payaso de peluche,una bola de Baseball, una gorra de marciano y un búho de peluche y con una que otra trampilla de Alberto, Luca logró ganar en el juego de los aros y ganó un pequeño set de aretes con forma de estrella de mar, eran perfectos para regalar.

—Esto ha sido increíble.-Giulia comentó extasiada.

—La mejor noche de la historia.-afirmó Alberto jugando con su bola de baseball.-es una lastima que solo podemos venir una vez al año.

—La noche aún es joven chicos, este lugar cierra a las 10 y apenas son las 8 de la noche y recuerden que Massimo dijo que tenemos hasta media noche,podemos volver a subirnos a alguna de las atracciones.-Luca afirmó con entusiasmo.

—Me parece bien, si me gustaría volver a subir al barco pirata.-Alberto le dio un amistoso golpe a Luca en su hombro.

—mientras papá no me mate por llegar tarde,no veo porque no.-Giulia acepto.-por cierto ¿no tienen hambre?.

—hasta que finalmente preguntas.-Alberto dijo aliviado.-Siento que podría comerme una vaca entera.

—si, hace rato vi a una chica con unas banderillas que venden por aquí cerca y se me antojo una.-Luca llevó su mano a su estómago,sintió los rugidos de este.

—¿Entonces, qué tal si voy por algunos bocadillos para que llenemos? .-la pelirroja ofreció.

—perfecto.-Luca respondió con una sonrisa.

—bueno, no se muevan, yo iré por  la comida y enseguida regreso.-Giulia siguió indicando mientras se iba alejando lentamente.

—¡traeme nachos! .-Alberto le gritó una última vez.

—ok, fratello(hermano).-grito Giulia mientras se iba a los puestos de comida.

Alberto al perderla de vista, miro como Luca buscaba lugar para sentarse en una banca cercana,aun admirando los aretes que había ganado en el juego de aros.

—Me alegra haber aceptado salir a la feria contigo hoy, Beto.-Luca dijo con sinceridad.

—aw,Luca. ¿lo dices en serio? .-preguntó Alberto conmovido y no dudó en sentarse.

—si…gracias por hablarnos de la feria este año, venir aquí contigo y con Giu ha sido extraordinario.-Luca agradeció y sin darle oportunidad de reaccionar, lo abrazo.

Entonces,el rostro ahora rojizo de Beto valía oro puro, su corazón ahora era el que amenazaba con escapar de su lugar y saltar sobre Luca para entregarle todo su amor.

“non essere stupido, digli che lo ami” una voz en su interior le suplicaba entre gritos.

No podía creer que eran solamente ellos dos en ese momento,ya la feria se iba vaciando poco a poco y nadie estaba ahí para molestar, su corazon empezo a latir en un rápido ritmo y por primera vez en mucho tiempo, Bruno empezó a molestarle otra vez, dándole el empuje que ocupaba para finalmente armarse de valor y decirle a su compañero lo que debía de decirle lo que sentía.

¿Qué más tenía que perder? sabía lo que sentía desde hace años y se había prometido conquistar el corazón de Luca, esa noche juntos habían demostrado sus sentimientos, esa noche fue su mejor aventura juntos este verano, Luce una vez le había dicho que era importante en su vida, Luca también lo era para él, iba a arriesgar demasiadas cosas al hacerlo, perdería de seguro su amistad, pero quería correr riesgos por su lindo chico.

Seguido de un silencio que duró sólo segundos, Alberto finalmente lo decidió,se llenó de valor,dejó sus premios de lado, se levantó y tomó a Luca de su brazo para llevarlo a cualquier lugar menos en el que estaban.

—¿eh,Alberto, a donde me llevas?.-preguntó Luca muy confundido.

—Estoy a punto de cambiar tu vida.-Alberto sostuvo más fuertemente su mano.

—¿p-pero y Giulia?.-pregunto mirando hacia atrás.-no que ella iba a traernos bocadillos?.-preguntó Luca angustiado.

—los bocadillos pueden esperar, de seguro ella sigue en las filas. Tengo que decirte algo muy importante.-Alberto siguió firme y determinado su camino.

Ambos quedaron entre un puesto de algodón de azúcar y un puesto de perros calientes que se encontraban al otro lado de la feria, parecía que los dueños de estos estaban tomándose un descanso y nadie estaba ahí para molestarlos, así que no habría problemas.

Alberto tomó al confundido de Luca por sus manos,dio un respiro y con unos ojos inocentes, hizo una pregunta.

—Luca, tengo que saberlo.-suspiró delicadamente.-¿es verdad todo lo que dijiste de mí esa noche?.

—…¿de qué estás hablando? .-preguntó Luca arqueando su ceja, seguía sin entender nada.-¿de qué noche?.

—de la noche que llegaste a Portorroso,cuando dormiste conmigo en mi habitación, tu…tu me habías dicho que yo te hacía feliz y te alegraba el día siempre, que yo era el sol que ilumina tus mañanas, ¿todo eso era verdad?.

Luca pronto entendió a donde iba todo esto y no evitó soltar un suspiro cálido y mostrar una suave sonrisa,correspondió al agarre de su amigo,apretando sus manos y se aseguro de que sus ojos estuvieran concentrados en el otro.

—¿De esto se trata todo?.-Cuestiono Luca, la reacción angustiada de Alberto le dio bastante ternura.-Tontito,por supuesto que es verdad,eres una de las personas mas importantes de mi vida y una de las muchas razones por la que puedo sonreir cada mañana, en Génova,¿que te haría pensar que estoy mintiendo?.

—b-bueno…pues…-Alberto se rasco su nuca tímidamente.

—¿acaso dudas de mi?-Luca se preguntó decaído.

—N-no,no, por supuesto que no.-Alberto negó con su cabeza.-Es solo que...desde hace mucho tiempo llevo queriendo decirte algo también,pero no he tenido la oportunidad porque tengo miedo de cómo reaccionas y que por eso tu te alejes de mi.

—¿Alberto, qué cosas dices?.-El de ojos castaños cuestionó mirándolo.-Yo jamás te dejaría, ya te he dicho eso muchas veces.

—Luca, escucha, yo…-tragó con dificultad.-Yo te quiero mucho,como un amigo, pero mentiría si te dijera que no existen otras cosas que desearía poder decirte.

—¿y por que no me las dices?.

—...-Alberto bajo la mirada apenado.-porque siento que si lo hago, corro el riesgo de perderte…de perder tu amistad o que reacciones de mala manera y te quieras alejar de mi. Todo lo que sé es que yo quiero ser parte de tu vida sin importar la manera que sea, ya sea como amigo o como alguna otra cosa, no me importa, quiero tener la oportunidad de estar siempre a tu lado y de sostener tu mano cuando caigas,tal como tu lo hiciste conmigo hace muchisimos años atras, siento mucho cariño por ti y tengo miedo de cagarla y de que te alejes por mi culpa.

Luca prestó atención a las palabras de su amigo Alberto,lo que antes inicio provocando confusión, ahora mantiene su corazón enternecido, reconoció que Alberto y él compartían el mismo nivel de cariño pero su mente jamás pudo con la llana idea de que para Alberto el pudiera significar tanto, sus palabras le llegaban a su alma porque eran sinceras y él podía sentirlas y solo lo llenaba de alegría, por un momento y solo ese Momento,volvió a sentir como su corazón volvía a latir por su amigo y aunque fuese su imaginación, sentía que el corazón de Alberto latía junto con el suyo, esos confusos sentimientos que no entendía regresaron a darle vida, a darle cosquillas y deseos de tomarlo entre sus brazos.

Sin darse cuenta apretó las manos de su amigo y al notar que había finalizado, lo tomó delicadamente de su rostro para que lo mirase a los ojos y así poder dar su mensaje.

—eres mi persona, Al.-afirmó Luca con cariño.-mi mejor amigo

—y no quiero arruinar eso.-Alberto afirmó negando con sus manos.

—Tus sentimientos nunca han arruinado nada, me alegra saber que saber cómo expresarlos y si algo te está molestando o inquietando, si quieres decirmelo te escucho.-confirmó el más bajo con seguridad.- Tal vez no pueda darte la respuesta correcta o exacta, pero estaré más que dispuesto a ayudarte…

Alberto trago nervioso y después asintió,mirando sus manos unidas,siempre le dio ternura que fueran tan diferentes en tamaño.

—...es algo que…lleva en mi mente,desde ya bastante tiempo…-confesó el de rizos marrones.

—te escucho…-Luca accedió.

Respiro profundamente...esta era su oportunidad.

—Hace unos años ... .yo…

—¡ALBERTO SCORFANO!

Maldita sea, estaba tan cerca…simplemente tan cerca.

El furioso grito de la pelirroja se hizo escuchar, cosa que guía a los dos amigos a apartarse del susto y mirar en dirección a la voz,ahí estaba Giulia con un rostro para nada contento,cargando entre sus manos una bandeja con diferentes tipos de comida chatarra, los tan queridos nachos de su hermano, unos perros calientes,palomitas,algodones de azucar,banderillas,gaseosas y hasta una hamburguesa,ella no se veía para nada complacida, de lo contrario, Giulia parecía que estaba conteniendo toda su rabia y deseos de matar a regaña dientes, Alberto con tan solo verla en ese estado sabía que se había metido en un enorme embrollo, trago pesado en el momento que la vio acercarse.

—Giulia, por favor, podemos explicarlo, Alberto solo quería hablar conmigo,eso es todo.-expresó Luca tratando de mantener la calma.

Pero parecía que en efecto el enojo de la joven Marcovaldo era contra su hermano mayor, puesto a que lo primero que hizo después de dejar los bocadillos sobre la mesa, fue empujar a Alberto con brusquedad.

Giulia no solo estaba fulminada por el hecho de que su hermano la haya dejado sola,sino que también lo había hecho con el insólito hecho de hacer de las suyas y declararse a Luca. ¿de verdad creía que ella era ASI de estupida?¿de verdad creía que no lucharía por quien más amaba?. Esa noche iba a ser especial para ella. Se había cansado de su hermano y su conducta entrometida.

—¿¡me voy a traer algo para comer y me encuentro contigo haciendo esto?!, ¿cuál es tu necesidad de quererme alejar de Luca solo porque te place? .-Giulia exclamó disgustada.-¿desde cuándo Luca es de tu propiedad?, ¿cual es tu problema?

—hey,hey,tampoco. Yo solo quería hablar con mi amigo, ¿de donde sacas tales cosas? .-Alberto se defendió.

—¿tu de verdad adoras jugar a ser el inocente,no es verdad?.-Giulia negó sarcásticamente con su cabeza.-tal vez para ti tu hermanita parece estupida pero no es asi,¿me vas a decir que no he notado como me has tratado de alejar de Luca toda la maldita noche?,mira lamento que no hayas podido pasar mucho tiempo con él por nuestros estudios en Génova, de verdad en serio, ¡pero no tienes que estar haciendo algo así!

—¿Giulia,de qué estás hablando? .-Luca cuestiono, mostrándose ya cierto grado de molestia.

—que? .-Alberto replicó indignado.-Yo no he hecho nada malo.

—oh sí, y tú solo me has empujado,hecho a un lado solo por diversión y no porque tratas de deshacerte de mí para dejarme sola y llevarte a Luca lejos.-Gilia hablo burlona con un notorio sarcasmo e ira controlada.-por si se te olvida Beto, ¡ESTAMOS LOS TRES AQUÍ!, nos venimos a divertir LOS TRES, no venimos para que tu quieras evadirme y así andar con Luca.

—ok,creo que deberíamos.-Luca suspiro incómodo,pero Alberto se adelantó y lo hizo a un lado.

—bueno ya, si quiero pasar más tiempo con Luca,¿y que si lo he hecho? .-Alberto pregunto con valentía y firmeza.- ¿no crees que ya estoy cansado de escuchar tus maravillosas historias con él? ya me tienes harta cuando hablas como estúpida con tus “ay,una vez Luca y yo estuvimos en clase de artes y recreamos la mona lisa” “una vez en génova fuimos a una heladería y me congele el cerebro” “una vez Luca y yo fuimos a patinar y me rompí una pierna”.-hizo una voz chillona e infantil,claramente imitando de una manera muy desagradable,cosa que hizo reaccionar a su hermana de una muy mala manera.-¿no crees que estoy cansado de escuchar lo lindo que pasas con él pero yo no tengo nada de tiempo contigo porque han estado lejos?, no es justo Giulia, yo también merezco estar con él.

—por favor,muchachos,ya basta.-Luca intentó interceptarlos, pero nuevamente los hermanos se adelantaron.

—claro,pero se te era más fácil dejarme a mi sola en la fila pidiendo unos cochinos nachos que tanto me pediste! .-Giulia señaló.

—deja de ser tan llorona, ni que te haya abandonado.-Alberto señaló irritado.

—¡si,pues a mi no me gusta que me dejen sola! .-confesó Giulia.

—¡oh,oh,qué notición!.-Alberto fingió sorpresa y levantó sus manos,simulando formar un letrero con estas.-¡Noticia importante de último momento “a la maricona Marcovaldo no le gusta que la dejen sola”!.

Ahí fue,la gota que derramó el vaso y que había acabado la paciencia de la pelirroja y con sus ojos bien abiertos e inyectados por la ira y sus puños cerrados, Giulia tomó uno de los vasos plásticos que contenían gaseosa y sin pensarlo dos veces, se lo tiró a su adoptivo hermano en la cara y mojándolo por completo, solo escucho como Alberto soltó un quejido de dolor, Luca en respuesta solo tapo su boca del asombro.

Alberto poco a poco levanto su mirada,mostrando que parte de su rostro estaba hecho de escamas de diferentes tonos azules y uno de sus ojos era amarillo con una pupila verde, Alberto gruño furioso en respuesta y no tardo en notar que en el puesto de perros calientes que estaba a su lado habia unas botellas de salsa de tomate y una muy mala idea se cruzo por su cabeza.

Tomó el envase rojo y el blanco y un chorro de salsa de tomate y mayonesa salpicaron el lindo vestido de Giulia,cosa que la hizo saltar y gritar de asco.

—ay no hermana, tu vestido está sucio.-Alberto mostró una cara triste y falsa.-ten,déjame arreglarlo.

Alberto tomó otro de los vasos con gaseosa y se lo lanzó a Giulia,le dio gracia ver como ella se estremecía por el frío, no obstante su distracción ante la reacción de ella no lo hizo ver como Giulia agarraba el algodón de azúcar que había traído y lo estrelló en el cabello del contrario y seguido de eso le lanzó sus nachos en su ropa, Alberto en respuesta agarró de los restos de estos y se los lanzó a Giulia y con ello también la mancho lanzandole los perros calientes, pronto ya no tendrian ningun bocadillo del cual degustar, ambos habian quedado manchados de condimentos, azucar y otras comidas que al ser mezcladas crearon un olor y color desagradable. Alberto se quedó sin munición, Giulia estaba por dar el último ataque con una botella de mostaza.

Pero todo fue detenido por algo, o mejor dicho,alguien…alguien que ya estaba harto de verlos pelearse a más no poder por su atención y amor.

—¡YA BASTAAAA!.

Un profundo golpe en sus estómagos, tanto la pelirroja como el de rulos marrones perdieron toda señal de furia contra el otro, ahora sus rostros eran de pavor y sus ojos perplejos veían a Luca usando un tono que en sus vidas habían escuchado, lo conocían por ser como era,un joven tranquilo y pacifico que nunca le gustaba tener peleas, era extraño verlo gritar o estar asi de estresado por lo que verlo de esta manera no solo les asustaba, sino que también era señal para ambos de que habían metido la pata.

—¡es suficiente! No puedo creer que pocas semanas desde que regresamos de Génova me he dado cuenta de cómo he perdido el tiempo aguantandome sus peleas de niños de jardín de niños.-Luca escupió con furia,viendo a sus dos amigos.-no importaron todos mis intentos para quedar bien con ambos, no importaron todas las veces que dije que podía turnarse para estar con cada uno, no importa cuantas veces intente convencerlos de convivir los tres juntos,no importa cuanto trate de llevar la puta fiesta en paz. ¡NADA LES IMPORTO! solo pelean, pelean y pelean por ver a quién quiero más,como si eso fuese una pregunta, ¿como esperen a que responda algo asi?, ustedes dos son las personas mas importantes en mi maldita vida y a ambos los amo mucho, ¡no puedo simplemente elegir a uno!.

Giulia dejó caer la botella de mostaza al suelo y consigo bajo su cabeza sintiéndose avergonzada, todo lo que Luca decía la estaba haciendo reaccionar ¿cómo pudo permitir esto?.

Alberto por el otro lado no aceptaba la situación y se mantuvo a la defensiva,queriendo contradecir,pero entre más hablaba su amigo más empezó a caer en cuenta de que había cometido el peor error, dejar que sus celos lo controlan.

—fui paciente con todo esto, estaba dispuesto a pasar por alto que estuvieran peleando, porque pensé que mientras estuviera con ustedes divirtiéndome todo iría bien. trate de dar soluciones pero ustedes siguieron con la misma rutina, ¿no creen que estoy cansado de verlos pelear?, ¿no creen que estoy cansado de ser el responsable de sus gritos y batallas?.-Luca cuestiono llevando sus manos hacia su pecho, se veía muy histerico.-se supone que esta noche la íbamos a pasar bien y nos íbamos a divertir pero solo es lo mismo una y otra vez, ¡ya estoy cansado!. Me confunde, a ambos los quiero mucho pero me hacen sentir que solo arruino las cosas con mi presencia, ¿y adivinen que?, a pesar de todo, yo he estado aquí para ti y para ti también, intentando ser un buen amigo y sacar lo mejor de este verano, ¡ESTOY PARADO FRENTE A USTEDES JUSTO AHORA!.

No había palabra que expresara la cantidad de vergüenza que había en el rostro de los hermanos Scorfano y Marcovaldo, no podían defenderse porque no tenían con qué hacerlo, ninguna excusa los podía ayudar. Luca tenía razón en todo, la culpa no tardó en apoderarse de ambos.

Tras un largo e incómodo silencio entre los tres amigos, Luca se frotó el rostro y suspiró con pesadez,cansado de todo este embrollo.

—¿Saben que?, no vale la pena,mejor…vayamos ya a casa, esto fue una mala idea, nunca debimos venir para acá.-sentenció Luca con una voz irritada y fría.

De pronto se encontraba empezando a caminsr y a alejarse de sus dos amigos,cosa que dejo a ambos hermanos mirandose entre ellos con miedo.

—e-espera,L-luca.-Alberto trató de detenerlo.

—nos vamos a casa, ya estoy cansado.-repitió Luca bruscamente.

Y no hubo debate ni discusion,la diversion se había acabado y con sus rostros avergonzados,siguieron a su amigo a la casa.

¿Quién diría que un sentimiento tan natural como los celos podría hacer tanto daño?






















Bueno. Aqui estamos de nuevo y con capitulo nuevo,que seguramente les va a termianar rompiendo el corazón en pedasos...excelente manera de volver :)

Y de paso les tengo que agradecer porque el hecho de que hayan pasado meses sin actualizar xd y aun nos hayan esperado se les aprecia mucho♡

Y no,con esto no significa que volveremosna actualizar mas seguido xd,pero algo es algo,¿no?


Ciao~




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