Pov's Peter's.

Nunca odie ni amé tanto una fecha.

Supongo que por ser humanos, somos seres contradictorios.

Pero, este día en especial, para mí Peter Rogers Stark, es un asco total.

Cumplir años debería de llenarme de dicha, significa que sobreviví a otro año y, a su vez, que aún me quedan otros por vivir.

Aún así, para mí, ya no significaba lo mismo.

Recuerdo mi último cumpleaños...

*Flash Back*

Estar con toda mí familia era lo máximo, había guirnaldas, comida, música, gaseosas, incluso habían recreadores. Fue gracioso, porque recuerdo haber escuchado a mi padre Tony, decirle a uno, que si yo no ganaba en alguna de las jincanas, no les pagaría la cuota completa y los demandaría.

Fue graciosisimo.

Me hice el desentendido, en alguno de los juegos, para así perder y ver la cara de susto que los animadores ponían, por causa de mi padre, fue divertido.

Lo que más recuerdo a parte de eso, fue el gran bullicio que hubo entre mis familiares, cuando mí padre Steve, saco su quit de pintura y comenzó a pintarlos a todos.

Las quejas de mi papa porque nadie se quedaba quieto, fueron muchas.

Sólo mi padre Tony y yo nos mantuvimos con seriedad posando ante él, yo sabia cuanto le gustaba retrartarnos, era su pasatiempo favorito.

El cuadro más hermoso que teniamos era este:

Mi padre lo pintó luego de haber regresado del parque, o eso fue lo que me dijeron ambos cuando pregunté por él. Yo era muy pequeño, y no lo recordaba.

Pero, seguramente estaba feliz, muy feliz de estar con ellos.

Ese último cumpleaños fue genial para mí.

Lo que nunca esperé, fue que realmente fuese el último.

*Fin's Flash Back*

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Fueron mis 11 años, ese último cumpleaños, y creo que jamás fui tan feliz.

Ahora a mis casi 21, admito fervientemente, que despues de esa fecha jamás tuve otro cumpleaños igual.

Al cumplir mis 12 años, vi desgracia ante mis ojos.

Sabia de los trabajos que tenían mis padres, mi papa Tony Stark era un magnate en los negocios de fabricación de mareriales aptos para la construcción de armas. Y mi padre Steve Rogers, era un importante exponente militar que aún se encontraba al servicio de su nación.

Super por Jarvis y Kate, el mayordomo y la ama de llaves, que ellos no estarían en mi siguiente cumpleaños, debido a que sus trabajos les exigían estar allí.

Ya estaba acostumbrado a no verlos con frecuencia, pero nunca faltaban a mis cumpleaños, o a los suyos, o a los días de celebraciones familiares.

Pensé, que por una vez que pasara, nada cambiaria, y que cuando ellos volvieran me compensarian pasando mucho tiempo juntos.

Me quedé con ese anhelo hasta el dia de hoy, y aún sigo aferrado a eso.

La carta que recibí aquella mañana, no fue mejor que las transmisiones de los noticiarios, todos ellos interrumpian su señal televisiva, para anunciar algo que cambió totalmente mi vida.

Lo recuerdo como si hubiera sido ayer, mis lágrimas al caer lado a nado por mis mejillas, mis gritos de angustia, las lágrimas de Kate y Jarvis al tratar de consolarme, pero nada podia calmar mi dolor.

Enterarte en tú propio cumpleaños que tus padres habian muerto, es algo que jamás vas a superar u olvidar.

Ese dia lloré hasta caer dormido, desperté deseando que todo fuese un sueño y no esa horrible pesadilla, a mi lado, estaba la tia Natasha, aguardaba a que yo despertara.

Se que me habló, pero no recuerdo nada de las palabras que me dijo, y al dia de hoy, aún no las recuerdo.

Me abrazó fuertemente, y allí caí en la realidad, al escuchar sus hipidos y sus "lo siento mucho Pet" "todo estará bien" "yo cuidaré de ti"

Pero, ella no tenía que cuidar de mí, mis padres eran quienes debían hacerlo.

Y allí, las crisis nerviosas comenzaron.

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Cambié totalmente ese día, incluso empecé a tener alucinaciones, donde veia a mis padres sonrientes de verme y teniendo momentos felices conmigo.

Sabía que eran mentira, ellos ya no estarían conmigo.

Ver sus lápidas siendo bajadas a esos oscuros agujeros, para ser cubiertos de tierra, me hizo darme cuenta que estaba totalmente sólo.

Mis padres habian hecho un testamento sólo por si algo les sucediera a ellos. Yo tenia esperanza de que ese papel jamás se usara.

En el se dictaba que yo era heredero de todos sus bienes. Y que mientras fuese menor, quedaría bajo la custodia de Natasha Romanoff, mi tía, si ella no pudiese hacerce cargo de mí, Bruce Banner era la segunda opción.

Mis padres dejaron muy en claro, que, no me faltara nada y a su vez que el estado no se hiciera cargo de mí.

Con el pasar de los años, en el colegio adopte el apodo de "El Huérfano Millonario"

Esto siguió hasta la universidad, me hacían burlas, más no agresiones, debido a tanta tristeza, adquirí una gran ira, que a la mínima provocación salía sin más.

Me volví peligroso y respetado, no tenía amigos o pareja, como si me importara de todas formas el tener una.

Quien podría salir o querer a un huérfano con ira contenida, que llevaba más de 20 citaciones en la dirección, a las cuales acudía mi tia, que frustrada, ya no sabía que hacer para que cambiara mi comportamiento.

Vivir con ella era como estar solo de todas formas.

Ella no se aprovechaba de mi herencia, pero tampoco era muy afectiva conmigo.

No era estricta, pero si comprensiva, me dejaba hacer lo que yo quisiera, siempre informandole de ello, cosa que nunca hacia.

No tenía porque saber, que hacia y que no, eso no era su asunto.

Conocí la droga tres años despues de la muerte de mis padres, sabía su toxicidad, pero, que más daba, acercarme a la muerte estaría bien. Me hacia sentir más cerca de mis progenitores.

Me volví adicto a todo lo que pudiera fumar e inyectarme.

No habia dia en que no estuviera con cara de estúpido y expeliendo ese aroma tan peculiar que la caracterizaba.

Mis ojos siempre estaban rojos, ya no sabia si por la droga o por llorar tanto al recordar a mis padres.

Siempre por las noches soñaba lo mismo.

Mi último cumpleaños con ellos.

Era la única forma de que estuviera feliz realmente sin depender de los estupefacientes.

Incluso Kate y Jarvis me trataban de animar sacando temas de interés para hablar, o cocinando lo que mi padre Steve solía hacerme.

No era igual, el sazón de Kate era insipido, y terminaba vomitandolo luego de que me forzaba a mi mismo a comerlo.

¿les comenté que me volví bulimico y anoréxico?

Bueno habia dias o semanas en que no comía nada, a duras penas bebía agua.

Y otros en que el hambre me atacaba y devoraba todo a mi paso, reconozco que, cuando eso pasaba, mi tía, Jarvis y Kate se alegraban, creían que estaba recuperándome.

Que ilusos.

Siempre luego de darme ese atracón de comida, iba a mi habitación a vaciar mi estómago en el inodoro.

A pesar de toda esa mierda, mis familiares seguían teniendo fe en mí, sobretodo mi Tia Nat, ella confiaba en que me recuperaría pronto y que volvería a ser ese pequeño alegre de antes.

Ella no entendía, que ese niño había muerto el mismo dia de su nacimiento.

Fin's Pov's Peter's.

En algún lugar de la ciudad...

Específicamente, en Torre Stark, una muy angustiada Natasha llamada a todos a quienes conocía, preguntando sobre el paradero de Peter.

-Gracias Bruce, te mantendré informado si se algo sobre el... Si, esta bien... Adiós, saludos a Clint.- cortó la llamada.

Miró a travez de los ventanales la gran ciudad, era casi media noche, y era el cumpleaños número 21 de Peter.

Ella sabía que desde que ocurrió ese horrible accidente, y con el murieron sus dos grandes amigos, el pequeño ahora joven, había dejado de ser el mismo.

En esta fecha se entristecía mucho, pero nunca salia de casa, eso la tenía preocupada.

Era tarde y por más mensajes que le envió y las tantas llamadas que realizó, el castaño no daba señales de vida.

La policía ya estaba en su búsqueda, y aún no daban con el paradero de Peter.

Tenia un mal presentimiento, y esperaba que nada malo le haya sucedido a su pequeño.

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Por algún lugar de la ciudad de New York, específicamente en el cementerio municipal.

Los agentes de la policía encontraron algo impactante.

En medio de las tumbas de Anthony Edward Stark y Steve Grant Rogers, yacía el cuerpo sin vida de su primogénito Peter Rogers Stark, a su lado estaban dos cosas.

Una carta junto a un mini retrato de su familia.

El joven tenía las muñecas cortadas con profundidad y por si fuese poco, un frasco de pastillas y una jeringa usada yacían allí.

El joven se habia suicidado.

Una sobredosis de estupefacientes y la pérdida de sangre debido a los cortes, acabaron con su vida.

Habia muerto igual a como llegó al mundo, en brazos de sus padres.

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Natasha estaba en la sala junto a toda la familia, estaban por leer la carta que Peter les habia dejado.

Ya habían pasado dos dias, del suicidio del joven y del entierro del mismo, el cuál fue justo en medio de las tumbas de sus padres.

Tomando un respiro, la pelirroja comenzó a leer.

" Querida familia...

Dirán que soy un cobarde por quitarme la vida y no luchar por salir adelante airoso como todo buen Rogers Stark.

Pero, hay algo que me faltó para hacerlo, y eran mis padres, siento que, en realidad viví demasiado tiempo sin ellos, y siendo honesto no me veía a mi mismo siguiéndolo haciendo.

Estoy feliz de que me hayan tratado de ayudar, pero, ya no podia más, mi dolor y el vacio en mi corazón eran más grandes que mis ganas de luchar, por eso me voy feliz.

Tia Nat, gracias por apoyarme en estos años, y perdoname si te herí y decepcioné con mis decisiones.

Pero, esto es lo que siento, y es correcto.

Perdón a todos, por no despedirme, y quisiera haber podido compartir más con ustedes.

Recuerdenos a mí y a mis padres cómo eramos, felices arrogantes pero humildes.

Los amo a todos.

Ahora, me iré a celebrar mi cumpleaños y a ser feliz con mis padres...

Peter Rogers Stark."

Fin.