Capítulo -14- Mentiras descubiertas.
Lamdon
Mentí cuando le dije a mi madre que no sabía dónde estaba Luna, yo tuve que ver con su desaparición.
Mi madre trataba de hallar una cura para ella; pero sabía en el fondo que no era posible. Estaba obsesionada, inmersa en su cuaderno lleno de anotaciones con sus supuestos estudios lógicos que le darían solución al problema y yo solo observaba su pérdida de tiempo.
Llegó el día en el que se haría la nueva elección del director del hospital; reunión que se llevó a cabo debido a la insatisfacción del doctor Jared al creerse más capacitado que mi madre para asumir el cargo. Ella salió victoriosa otra vez. Yo estaba allí, escondido detrás de la puerta entreabierta, pude ver en los ojos de él, el odio hacia Alicia y su mirada ambiciosa; así que supe que tenía el alma muy podrida y que era un peligro.
-¿Doc. Jared? -dije saliendo de las sombras en el estacionamiento del hospital.
-¿Quién eres tú? -preguntó sobresaltado al notar mi presencia.
-Un gusto, soy Lamdon. Estoy enterado de que eres psiquiatra, una amiga de mi madre, eh... ¿Alicia? Creo que es su nombre; me dijo que podría tener una consulta con usted.
-¡¿Alicia me recomendó?! -abrió su boca asombrado, no podía creerlo.
-Vamos a tomar algo a la esquina, si tiene tiempo por su puesto.
-¿Quién es tu madre?
-Alicia -sonreí de forma maliciosa -. Lo siento, es que miento de forma compulsiva, ése es mi problema. Mi madre ni lo nota; se preocupa más por mi hermana.
-Vamos a beber algo -dijo después de un suspiro y empezamos a caminar.
-¿Entonces Alicia es tu madre o es amiga de tu mamá? No me queda claro.
-Creo que nunca lo sabrá. Lo que sea que diga será una mentira por mi padecimiento. ¿No lo cree?
-Soy un profesional; puedo lograr saber si mientes o no por tu expresión corporal. Creo que no eres el hijo de la directora; aunque nunca he visto a sus hijos porque ni si quiera tiene fotos familiares en su escritorio, no va a eventos de los trabajadores con su familia; y tengo entendido que su esposo y su hija están perdidos... Bueno, quizá se divorciaron y tomaron la decisión de quedarse con un hijo cada uno; o la chica prefirió irse con su padre y ella solo está haciendo drama para no quedar como una mala madre -hablaba cómo si estuviera sólo y analizaba sus propias palabras.
-Opino que quizás; la chica mató a su padre y ella escondió el cuerpo del marido y ocultó a su hija para que no fuera a la cárcel y mantiene su fachada diciendo que están desaparecidos -sonreí al ver su rostro congelado en asombro.
-Jovencito, deberías dejar de mirar la televisión; estás teniendo ideas muy locas -abrió la puerta de la cafetería y me invitó a que entrase.
Pidió un licuado de frutas para mí, un café para él y nos sentamos frente a frente.
-Ahora sí, dime por qué necesitas mi ayuda, que hacías esperándome en el estacionamiento y cómo sabes mi nombre.
-¿Paré en una comisaría o algo así? Soy el hijo de Alicia, ya te dije. Se tu nombre porque estaba espiando la reunión de la elección para el puesto de dirección. Me gustaba la idea de verla derrotada; pero no me diste esa alegría.
-¿Por que querrías perjudicar a tu madre?
-No quiero perjudicarla; pero hace cosas muy malas. Deberías leer el cuaderno que siempre trae encima. ¡Terrible lo que está haciendo! Si alguien leyera y descubriera algunos secretos perdería la dirección en un abrir y cerrar de ojos -abrí mis ojos como platos, con una sonrisa torcida y di un chasquido con los dedos.
-¿Necesitas una consulta privada, ve a mi consultorio el miércoles en la mañana?
-dijo negando con su cabeza.
-Bueno, está bien. Fue un gusto Doc.Jared, algún día seré como usted -dije poniéndome de pie y caminé hasta la salida.
-¡Espera! ¿No tomarás tu bebida?
- Disfrútala -le di un saludo militar antes de hacer sonar la campanilla de la puerta al salir.
Mi juego había comenzado, era divertido mientras tenía el control; pero todo se volvió más serio cuando Jared se puso a investigar, le ofreció a Eilen la libertad a cambio de conseguir el cuaderno. Las cámaras mostraron como ella lo tomó y lo escondió en su barriga bajo su bata en cuestión de segundos. Ahí entré yo a reparar mi desastre, me gustó la adrenalina de que investigaran todos nuestros secretos; pero yo no quería ir a la cárcel y tampoco quería ser descubierto por madre.
Tuve la brillante idea de infiltrarme como paciente, me acerqué a Eilen y le quité el cuaderno y los documentos el primer día, luego los escondí en el laboratorio donde estaba Luna y ahí permanecieron escondidos mientras yo jugaba con la estabilidad emocional de mi mamá.
Otra vez se complicó todo y tuve que matar a Jared; porque me vio el comedor y me reconoció. Por eso preparé el escenario perfecto, le mentí a mi madre, fui a escondidas al laboratorio, tomé un bisturí y subí a la habitación de Eilen donde quedé en reunirme con él. Entró en la habitación, luego de deshacerse de los enfermeros que estaban en el pasillo y sin dejarlo decir una palabra le abrí el cuello; Eilen comenzó a gritar, le di el bisturí manchado de sangre en sus manos temblorosas, después de asegurarme de que Jared estaba muerto. Salí corriendo antes de que empezaran a llegar los loqueros. Casi me encuentro con mi madre a la que logré evadir al esconderme detrás de una columna; luego de perderla de vista, fui hasta donde estaba mi hermana.
Llegué y ella no estaba sedada.
-¿Lamdon eres tú? -preguntó con la voz entrecortada.
Entré a la habitación y tomé el cuaderno que estaba escondido, en un compartimento que creé debajo de su cama. Vio mis manos manchadas de sangre y me dijo:
-¿Lo has hecho otra vez, verdad? ¿Está vez a quien mataste? ¿A mamá? ¿Piensas culparme otra vez como hiciste con Papá? -me observó fijamente, con la mirada llena de pena como aquella noche -. No pienso quedarme callada está vez.
Sus palabras me hicieron actuar de manera rápida.
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