Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

• Caos •

Las piernas de Elisabeth se tensan al apretar más sus pechos. Con cada jadeo o gemido que ella intentaba reprimir, mi erección y ganas de continuar aumentan, como si esto fuera una invitación para que me deje entrar entre sus cálido interior.

Pese a esto, decido frenar mis acciones, antes de que todo se saliera de control. Todavía no quería que el caos se creara tan rápido. Aún no.

Beth me observa con algo de desconcierto al dejar notar que dejo sus pechos libres, los cuales tienen unas marcas rojas debido a la succión y a los besos.

—¿Te has quedado con ganas, Beth? —presiono más su cintura, haciendo sentir la erección que crecía velozmente con tan solo tenerla frente a mí. Ella se estremece, más no refuta—. Te lo dije. Te advertí que te haría rogar por mí...

—Vete a la mierda... —Beth clava sus uñas en mis hombros, duele y bastante, la perra tiene unas uñas demasiado largas—. Bájame ahora mismo o gritaré y te acusaré de violación...

Intenta bajar sus piernas al suelo, río y forcejeo un poco con ella hasta ganarle mientras la aprisiono contra la puerta del teatro. Suelto un pequeño suspiro de falsa decepción que, a la vez, se convierte en una sonrisa enorme.

—¿Acaso crees que eso me importa? —digo sonriéndole abiertamente. Elisabeth no oculta la sorpresa que pasa por su rostro, al igual que una pizca de miedo y angustia—. ¿Quieres que esa amenza se haga realidad?—deslizo mi lengua por su mejilla, creando otra corriente eléctrica de su cuerpo al mío.

Antes de poder burlarme de la cara de Beth y de que su máscara de chica mala se comenzara a romper, la campana de las clases suena y da lugar al ruido de muchos adolescentes apresurados para ir a sus respectivas clases. La suelto de inmediato y sin cuidados, ella se tambalea un poco antes de ponerse derecha y entra al teatro. Todo eso en segundos. Mi mano va hacia el picaporte de aquella puerta, con la intención de entrar y terminar lo que había empezado, pero una voz conocida me obliga a detener mis planes.

—Austin... —maldigo en voz alta. Me he olvidado completamente de su presencia en la ciudad.

—Hola, Ruby.

—¿Acaso estás perdido?—sus pasos se acercan a mi dirección, moviendo exageradamente su cintura de avispa—. ¿Por qué no me has dicho que vendrías aquí? Te hubiese dado un tour privado...

Ruby une sus labios con los míos al llegar; solo por costumbre, sigo su beso. Hasta que me harto, la separo de mí y limpio cualquier rastro de ella.

Su beso no era igual que el de Beth, incluso sabe desagradable.

—Parece que alguien sí me extrañó... —Ella comienza a tocar mi semi erección, muerde sus labios rosados y besa mi cuello.

—No. Hoy no tengo ganas. Lárgate.

—¿Sigues enojado por lo ocurrido con B... —El ruido de la puerta del teatro obliga a Ruby a callar su estúpida boca.

Beth queda paralizada mirándonos, Ruby se aleja unos centímetros de mí y mira de arriba abajo la figura de pechos grandes.

—¿Qué quieres? —pregunta de mala forma Ruby—. Arruinas nuestro momento, lárgate.

—Púdrete, operada de mierda... —dice con naturalidad mi pequeña Beth. Antes de que Ruby reaccione al insulto, decido despedirme de ambas. Las dejo con un tenso e incómodo silencio.

«Bueno, no es lo que esperaba, pero caos es caos. Qué magnífico».

━─━──── ༺ ༻ ────━─━

—¿A dónde mierda te has metido? —me interroga Jackson apenas entro al salón de clases—. Casi pierdes la clase de Historia y no te pensaba pasar ningún apunte mío...

Se logra apreciar el esfuerzo y dedicación que Jackson le está poniendo a los estudios. Sé muy bien la razón de tanto arduo trabajo y era que, si él llega a terminar su último año, nos iríamos de aquí, lejos de todos y todo. Dejando también a los Williams.

«No sé si hice bien al hacer aquella promesa».

—El universo está en mi contra, es la segunda vez que intento tener sexo con Beth y no puedo terminar lo que empiezo... —hablo frustrado—. Además, me duelen los huevos, ¿sabes?

—No, y no quiero saber—su ceño se frunce y me muestra una clara mueca de asco—. No entiendo tu afán con Jones, no es para tanto─paso por alto el tono de enojo que extrañamente tiene.

—Sus pechos, por supuesto... —comienzo a fantasear con ellos al decirlo.

—A veces me llegas a dar cierto asco... —admite al verme embobado.

—¡Oh, vamos! tu haces cosas peores... —le susurro en su oído. Con rapidez, su codo aterriza en mi estómago, lo que me hace toser un poco.

Lo observo con recelo y me volteo para prestarle atención a la estúpida clase de Historia.

«Qué aburrido y enojado se vuelve cuando hablo de Beth».

Luego de dos malditas horas de clases, salimos con Jackson a nuestros casilleros y observamos a las personas que están a nuestro alrededor. Tratando de ponernos de acuerdo sobre nuestro próximo movimiento.

—Ruby quiere que vayamos a su casa, dice que estará Bred... —la voz de Jack sale algo enojada, lo cual me pone los pelos de punta.

—No tengo ganas de verla, mucho menos a él...

—Yo menos, pero tenemos que hablar con Bred. Gregory nos lo ordenó—me recuerda mi pequeño hermano.

—Mierda, es cierto... Entonces, iremos esta tarde. ─volteo hacia él y por encima de su hombro veo a Isabella caminar con rapidez mientras habla por teléfono.

—La de ojos azules es algo rarita, ¿no crees? —le señalo a Jackson la misma dirección que yo veía.

—Demasiada agobiada o estresada... —murmura sin mucho interés.

—De cualquier forma, no es asunto nuestro—le recuerdo al ver que su mirada sigue en ella. Me despido de él al oír la última campana de clases.

—Nos vemos en la salida —decimos al mismo tiempo.

━─━──── ༺ ༻ ────━─━

Química.

Esta era una asignatura nueva para mí y, aunque mi padre me enseñó algo, en el anterior colegio no nos daban esta materia.

Tampoco Arte, ni Música, ni Latín... Con suerte tenía un techo ese puto colegio. Es algo interesante tener tantas asignaturas en un solo día, como también una cafetería.

Al entrar en el aula, me llevo una grata sorpresa al ver a Elisabeth sentada en uno de los asientos con mesa de mármol. Pero hay un pequeño, muy pequeño problema.

Parecía que el destino se había puesto a mi favor por primera vez, ya que Elisabeth está sentada al lado de Ruby y ambas se encuentran dejando muy en claro que no se soportaban.

La mochila de Ruby se interpone en el asiento del medio que se encuentra vacío, mientras que Elisabeth hace todo lo posible para mantener su distancia; ambas se miran como si se fuesen a matar en segundos.

—Señor Williams, ¿verdad? —pregunta una señora, supongo la profesora.

—Sí, soy yo. Es un gusto, señorita... —Lo dejo en el aire para que responda.

—Soy la profesora María, un gusto—extiendo mi mano para saludarla, mi sonrisa y modales falsos la conmueven, por lo que aumenta su sonrisa.

—Se sentará con las señoritas de la mesa cinco, espero que se lleven bien—me señala mi lugar y voy allí.

Mi sonrisa va en aumento con cada paso que doy; al darme cuenta cuál era mi lugar, una sensación de diversión aparece en mi pecho y vientre y me llena de satisfacción. Los ojos bicolores atrapan los míos de inmediato, estos me tiran espadas con una fuerte advertencia de no acercarme más a ella.

«Vamos, Beth. No me mires así, sé que te gusta el caos, incluso más que a mí; lo he visto en tus bellos ojos».

.










Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro