Pov Taemin

Ahí estaba, con la cabeza agachada escuchando a mi madre enumerar las razones por las cuales, no debería juntarme con Kibum y Minho hyungs

-Mamá- intenté hablar -Ya relájate-

-¿¡Que me relaje!? ¡Oh Lee Taemin, no vas a volver a salir de esta casa en lo que restan de tus vacaciones!- gritó, mientras mi papá solo asintió satisfecho a lo que mi madre dijo

-¡No lo haré!- grité, ellos me miraron con los ojos bien abiertos -¡Y antes de que me quieran decir algo más, les aviso que me conseguí un pequeño lugar donde quedarme, porque estoy harto de que todo se trata de lo preocupados que están por el qué dirán los demás de ustedes! ¡Porque eso es todo lo que les importa!- mi cara se volteó, podía sentir el ardor en mi mejilla, estaba impactado, para no sentir la segunda cachetada

-Maldito mal agradecido- habló mi madre

-¿Qué diría Dios, si viera el cómo me estás tratando?- susurré

-El estaría feliz de que te esté castigando- respondió apretando los dientes

-Taemin, tu madre y yo estamos preocupados de que puedas terminar igual que tú hermano, siendo asesinado por uno de ellos- habló mi padre

-Asesinado- repetí -Es lo que se empeñan en creer, pese a lo que se les ha dicho, ¿van a seguir mintiéndose a ustedes mismos? ¿No se supone que mentir es un pecado?-

-El único que miente, eres tú hijo- Y con eso di por terminado el regaño; subí las escaleras, directo a la habitación de hyung, incluso estando muerto, mis papás insistían en que fuera como él.

Sabía que sus cosas seguían en su habitación, que mi madre entraba a limpiar todos los días, lo extrañaban, era obvio, yo igual llegué a extrañarlo, pero ese sentimiento se esfumó, quería encontrar lo que mis padres se negaban a creer, quería que la gente lo bajara de aquel altar, que vieran más allá, de aquella máscara que había creado.

Buscar sin hacer desorden fue difícil, incluso su celular estaba limpio, sabía que papá había salido, mamá estaba haciendo quién sabe qué, no me importaba, estaba concentrado en una cosa, encontrar las pruebas; miré todo a mi alrededor, dentro del armario no había nada, entre las ropas, los zapatos, debajo de la cama, la cómoda, sus cajones, su escritorio, nada, solo me faltaba revisar su baño. Limpio, los cajones debajo de su lavabo estaban limpios.

...

Un suspiro salió de mis labios, no había encontrado nada en la habitación de hyung, así que después de lamentarme por dos horas, decidí hacer mis maletas, pese a que mis padres dijeron que no podía salir, lo harían, es decir, soy mayor de edad, ¿por qué debía hacerles caso?, es más, ¿por qué había regresado?, realmente estaba arrepentido de volver, después de todo, la idea de Jongin de ir a la cabaña en la playa no había sido mala.

Comencé a guardar las cosas, había ropa sucia, así que esperaría a que mamá se fuera a su grupo de la iglesia para lavar ropa, papá no llegaría aún, siempre iba con mamá a aquel grupo, en donde solo se dedicaban a juzgar y echar chismes de los demás, completa basura, ¿y así se decían amantes de Dios?, vaya, en fin, quién soy yo para juzgar.

Luego de esperar un buen rato a que mamá saliera, me dispuse a bajar y lavar mi ropa, o bueno, quizás no debía lavarla, dejarla sucia y correr mientras mis padres no estaban, de todas formas ya tenía un lugar en dónde quedarme, o bueno, en realidad no, pero ir a casa de Junmyeon hyung no sonaba mal, nadie sabría que estaría ahí, así que, qué más daba, igual no planeaba seguir más tiempo en aquel pueblo.

...

Aburrido, así me encontraba, había hojeado el álbum de fotos, nunca había notado de todas las fotos de hyung que habían ahí, casi no se notaba el favoritismo.

Decidí dar vueltas por la casa, hasta que me topé con la habitación en el pasillo hacia el patio, si no mal recordaba, ahí había dormido hyung, cuando se lastimó la pierna y no podía subir escaleras.

Así que, con el ánimo restaurado, me adentré a aquella habitación, abierta y limpia, ya no me sorprende; comencé la inspección por aquel lugar, de momento no había nada, o eso creí, hasta que noté algo blanco en uno de los últimos cajones de la cómoda.

Demasiadas cartas, un celular y una cámara de fotos instantáneas, sonreí, tomé las cosas y me marché a mi habitación, ahora podía largarme, o esperen, falta mi ropa. Corrí escaleras abajo, tomé la ropa, bajé la maleta y salí de la casa, un peso se quitó de mis hombros y un sentimiento de libertad se instaló en mi pecho.

...

N/a: Helouuuuuu, después de mil años, otra actualización. Diré que... Bueno, no tengo nada que decir, en realidad siento que perdí el hilo de la historia y que me estoy yendo más lejos de la idea original, no quiero decepcionar a nadie.

Espero les haya gustado este capítulo, trataré, en serio, trataré de actualizar más seguido y, si es posible, terminar con la historia jsjsjsjs

Es que se me vienen muchas ideas para otras historias a la cabeza T.T

Pero bueno, no importa, cuídense, tomen sus precauciones, besitos, chauuuuuu