Capítulo 59
Los problemas terminarán (final).
-Ese tipo fue un sobreviviente de la primera guerra mundial, quedó tan afectado mentalmente que renunció a su humanidad e hizo un trato con un ser maligno para convertirse en un demonio -dijo la pelo rosa con molestia- ese tipo realmente me desagrada. Lo odio.
-Así que el...-trago saliva- ¿Mató a todos estos infantes por ser un demonio?
-Se nota que estás muy asustada, preguntas cosas muy incoherentes, pero en fin, no te asustes, el no va a matarte, yo si -la envolvió nuevamente.
La pelo rosa fue interrumpida debido a que el hombre de cabello corto le había lanzado una piedra, dañando la en la cabeza.
-¡ESTÚPIDO! ¿¡Qué crees que haces?!
-¡Ella es mi presa! ¡Bruja idiota! -la jalo del cabello tirando la de su nube.
-¿¡Y el perro?! ¿¡Qué no estabas peleando contra el?! -preguntó enfurecida buscando al can.
Se topo con que el can estaba atrapado por varios árboles que lo aplastaban aunque pronto se liberaría de estos ya que veía los troncos moverse.
-¡Te voy a destripar! -la pelo rosa puso su mano en el estómago del hombre.
Pronto su abdomen se sumió por completo y se dejaban lucir los huesos de las costillas, el hombre no pareció gritar del dolor o retorcerse de la desesperación, en cambio contrajo la nariz y el labio superior de manera lateral imitando el sonido de un cerdo, con ello escupió una cosa negra en la mitad de la cara de la chica.
-¡¡¡AHHHH!!! ¡¡¡IDIOTA!!! ¡¡¡MALDITO MISERABLE MAL NACIDO!!! ¡¡¡HIJO DE PERRA!!! ¿¡QUÉ ME...?! ¡¡¡AHHHH!!! -se cubría la cara y gritaba con desesperación.
-Te dije -la volvió a tomar del cabello y la lanzó lejos- Que ella era mi presa -había tocado la negrura que envolvía a la castaña pero este fue sorprendido.
Fue tomado por una nueva negrura que lo arrojó más lejos de donde estaba la pelo rosa y está comenzó a atravesarlo varias veces.
-¡¡¡AHHHH!!! ¡¡¡ESTÚPIDO!!! ¡¡¡ESTA COSA...!!! ¡¡¡AHHHH!!! -chasqueo los dedos para que su nube viniera por ella.
Tras aparecer del suelo bajo de ella, con estar lo suficientemente alejada se pudo cubrir esa mitad de la cara con su cabello y pasó a liberar a la castaña.
-¡MATA LO! ¡MATA LO ARIATNA! ¡MATA LO! ¡ESE MISERABLE ES UNA ESCORIA! -con su lado bueno le demostró su rabia por medio de expresiones.
-¡Tu no eres una santa! ¿¡Por qué me están pidiendo esto?! -recordó las mismas palabras del rubio.
-Ya sé que no soy quien para pedirte lo, pero esto es un mata o muere... ¡Así que mata lo antes de que te mate a ti!
-¡Es un demonio! -chillo revelando su miedo mediante su voz- ¿¡Cómo se supone que voy a matarlo?!
-Tienes sangre de cazadora, algo se te ocurrirá -fue lo último que dijo para elevarse y salir de ahí.
-¡No! ¡Espera! -buscó al can que se parecía a su amigo- ¡Guardián! -el perro salió entre los troncos, pero su encuentro duró poco.
Debido a que aquel hombre se había liberado de la negrura y con todas sus fuerzas arrojó una roca que aplastó e hizo desaparecer al can.
-¡Necesito tu sangre para volverme más fuerte! -no sabía cómo había llegado tan rápido pero ya la tenía tomada del brazo.
Tan aterrada estaba que no supo en qué momento ya le había dado un puñetazo con la manopla de gato, las orejas se habían quedado incrustadas en los ojos del hombre, pero al retirarla... en las orejas se vinieron los globos oculares de este, dejando sus cuencas vacías.
-¿No te dijeron que el diablo se aparece a las tres de la mañana? -le regaló una deformada sonrisa.
La piel y ropa del hombre estaban rotas debido al ataque anterior así que aquello le daba un toque espeluznante a su presencia.
Quería escapar de su agarre, pero el hombre fue más rápido y la lanzó al suelo para desorientarla, con ello aprovecho para escupir repetidas veces en el suelo alrededor de ella para que su saliva actuará cómo ácido y tuviera atrapada a la castaña.
-Necesito tu sangre, pero si no te quedas quieta no puedo hacer mucho, además con una extremidad bastará para los lobos -dijo mientras se recuperaba.
-¿Qué? ¿Vas a multiplicar mi sangre y carne de la más mínima proporción? ¿Eres una versión retorcida del salvador? -trataba de fingir sarcasmo.
-Ja ja ja no, con la más mínima cantidad de sangre podré mezclarla con la sangre de los niños y hacerles creer a los vampiros que es tuya, así como ya lo hice antes. Mientras que con una extremidad tuya, la pondré con otras extremidades para hacerles creer a los lobos que es tu cuerpo -sus cuencas vacías le daban un toque tétrico.
-Entonces quieres mi cuerpo únicamente para ti... vulgar -miraba cómo la baba negra derretía todo a su alrededor.
-Te necesito para subir de rango, ya comí a varios recién nacidos, comerme a alguien de carne purificadora hará que me vuelva un demonio notable -recuperado su cuchillo ahora le sacaba filo a este- Cuando me vuelva un demonio poderoso podré provocar una catástrofe que lleve a la destrucción a la raza humana -con las cuencas vacías no sabía si la miraba a ella o a otra parte- Antes de que hagas una pregunta estúpida, si, estoy harto de esta existencia y de la humanidad misma, supongo que ya lo escuchaste cientos, miles, millones de veces, en libros, películas, tanto en ficción como en realidad sabes que es verdad, la humanidad comete actos atroces y debería dejar de existir ya que solo está empeorando. Incluso se volvió un chiste popular ¿No? "¿Dónde está Dios?" "Dios nos abandono" Yo no creo que Dios nos haya abandonado, yo creo que el jamás intervino y solo observa como su creación se vuelve cada vez más retorcida -comenzó a caminar alrededor de la castaña- Tantas guerras... asesinatos... genocidios...
-Es horrible la guerra -intervino la chica- Nunca he estado en una, pero el simple nombre, sonidos o relatos me deprime.
-Debiste haber muerto en una vida pasada por ese motivo -se rió un poco- Por lastima yo no... sobreviví a la primera guerra mundial... quedé tan afectado que ya no quise hacer mi vida... me aborrecía la humanidad, me aborrecía a mi mismo, me quería suicidar... pero luego unos estúpidos me hablaron de religión y decían cosas como "vida eterna" "la vida después de la muerte" "vidas pasadas" "otras vidas" y me puse a pensar "Si me suicidó... regresaré a este mundo" ¡Y no! ¡Rotundamente no! Fue una época insufrible en mi vida, no quería seguir viviendo, pero tampoco me podía suicidar, capaz y volvía a renacer más pronto. Tampoco podía esperar a morir porque no quería seguir viviendo. ¡Así me encontré a un tipo raro que tenía la solución para mí! ¡El se podía quedar con mi alma para que ya no renaciera! -arrojo la piedra con la que afilaba su cuchillo y derribo un árbol con su fuerza- ¿¡Pero sabes que pasó?!
-¿Qué? -era una interacción que sentía extraña.
-¡Tuve una visión! ¡Soñé con un estúpido ángel! ¡El muy idiota se proclamaba salvador de almas y que era capaz de recuperar las almas que fueron perdidas en contratos! Así que nuevamente no, no quería que un estúpido me salvará para que más tarde renaciera en este estúpido mundo ¡No! ¡No! ¡No! ¡Rotundamente no! -estando detrás de la castaña se dispuso a atacarla- ¡Pero ahora será diferente! ¡Pondré fin a este mundo!
Teniendo la quieta por el ácido negro la tomo como oportunidad para que está vez no se moviera, de un movimiento rápido le arrancaría el brazo que ya traía herido.
No supo en qué momento fue atravesado por cinco ramas con flores de jacaranda con ello su cuerpo regresó a su antigua posición y las ramas funcionaron como puente para la chica, tras salir del peligro se llevó la mano a la oreja.
-¡Chicos! ¡Soy yo! ¡La de verdad! ¡Me he encontrado con un demonio! ¡No sé dónde estoy! No puedo ver mucho por una colina arriba, pero pondré un árbol de jacaranda para que puedan encontrarme -tras decir eso llevo una mano a la tierra y en la colina apareció un gran árbol con flores moradas, estás se podían ver brillantes en la oscuridad.
-¿Árbol de...? ¡Wow! ¡Eres increíble! -la voz del español se escuchaba asombrada.
-¡Enseguida voy! -dijeron al mismo tiempo el pelo gris y el pelo azul.
-¡No! Yaotzin, con tu ayuda es mejor que no te vayas. Kliment, será peligroso si vas solo, iré contigo -la voz del sacerdote destacó.
Aquello le dió alivio a la castaña pues eso significaba que estaban todos juntos a excepción del azabache obviamente.
-Yo te acompañaré igual, no pueden ir solos -la voz del de ojos rasgados se escuchó.
-El árbol lo vemos todos, puedes estar segura de que llegarán contigo, aguanta descendiente -habló el de piel oscura.
-Gracias chicos, yo...-la castaña no finalizó su mensaje.
Debido a que el hombre le había lanzado una pequeña piedra que había destruido el aparato.
-¡A ver! -se quitaba cachos de piel del rostro- Vamos a hacerlo nuevamente, vamos a dialogar, trabajemos juntos para que este mundo termine ¿Te parece? Ya viste cuan atroz es este mundo a tu corta edad. Así que ¿Qué dices?
-Si... tienes razón -se quitaba el aparato destrozado junto con un poco de sangre- Pero no voy a ayudar ya que está mi vida en riesgo -con un movimiento de mano nuevamente fue atravesado.
Nuevamente fue usado como puente, aunque ahora fue para llegar al árbol, rápidamente subió entre las ramas para observar dónde estaba, el árbol era tan alto que podía ver el grupo de cazadores y se alegraba de verlos vivos, pero también veía las bestias que rondaban por el lugar. A lo lejos divisó al sacerdote, el asiático y el pelo azul así que decidió llamarlos.
-Si puedo... si puedo -se animaba- Ah... no... no sé silbar -se desánimo hasta que le llegó un recuerdo.
⇀Flash back↼
-¿Cómo que no sabe chiflar mija? -le pregunto su padre.
-No sé... mire -sopló levemente haciendo un débil sonido.
-No mija, mire -se lamió los labios y se llevó los dedos a la boca- kdmfvsodn -no se le entendió nada.
-¿Qué? -se rió por aquello.
-se saco los dedos de la boca- Que así se hace, te llevas los dedos a la boca y...-repitió la acción para silbar fuerte.
-¿Qué hacen? -pasaba la madre de la castaña.
-Mi papá me está enseñando a silbar -imitó la acción e hizo el sonido un poco más débil.
-Mira esto mija -hizo un silbido coqueto- Para ti guapa -le guiñó el ojo a su esposa.
-¡Adán! -se sonrojo levemente.
-¿A donde ibas mi vida? -le preguntó cambiando de tema.
-Voy a la panadería, quiero una telera ¿Ustedes quieren algo?
-Pero si tú no puedes salir por el pan, tu no sales por el pan, el pan viene a ti mi amor -volvió a guiñarle el ojo y le regaló una sonrisa coqueta.
-¡ADÁN! -la mujer no podía con su sonrojo y mejor se apresuró en salir.
-¡Espera me mi vida! -se levanto para seguirla.
La castaña logro hacer un silbido de asombro ante aquella demostración y sonriendo ampliamente por su nuevo logro.
⇀Fin del flash back↼
-Si puedo, así como me enseñó papá -se llevó los dedos a la boca y silbó fuerte.
Silbaba tan fuerte como podía para que los chicos dieran con ella, pero sus señales se vieron interrumpidas ya que escuchó algo debajo de ella.
-¡Muy bien! ¿Qué te parece un trato? -de aquel ya no quedaba rastro de piel humana, si no que lo rojo de la sangre le envolvía toda la cara- Te duermo, así no sentirás nada cuando te coma -de un salto logró tomarla de la pierna.
Con su propio peso logró tumbar la, teniendo la de cabeza ahora podría quedarse quieta, pero la chica se balanceó hasta llegar a otra rama cercana y aferrarse de ella para que con la pierna libre le pudiera dar un fuerte golpe en la cara, aunque un golpe no bastó.
-¡Ya! -le dió otro golpe- ¡Te dije! -repitió la acción- ¡Que no! -con un tercer golpe pudo liberarse.
-¡Se evitarán más guerras! -no cayó por completo si no que se aferró de una rama- ¡Ya no habrá hambre mundial! -una rama le perforó el estómago pero continuo hablando- ¡No habrá pobreza!
⇀En otro lado↼
Los tres hombres iban rápidamente en la ayuda de la castaña, lograron divisar el gran árbol de flores moradas en la oscuridad e incluso el fuerte silbido que los guiaba hasta este.
Aquello se vio interrumpido debido a que de la nada unos pequeños árboles recién salidos de la tierra arrojaron lejos al sacerdote y el pelo azul, extrañamente hacía la dirección que iban. Por otro lado el de ojos rasgados fue lanzado hacia arriba por un gran tronco con tal fuerza que creía que se estrellaría contra la barrera, para su sorpresa pudo atravesarla, pero en cuanto lo hizo un sonido similar al de un cañón había resonado por todo el lugar. Tras casi llegar al suelo, el tronco nuevamente apareció para retener su caída, sofocando lo con aquello.
-Ah... ah... ¿Qué fue eso? -aquello lo había desorientado, no solo el repentino golpe, si no el hecho de que pudo atravesar la barrera.
-¿¡Qué fue eso?! ¡No puede ser! ¡Alguien está debilitando la barrera! ¡Alguien arruinó el ritual para traer una bestia a la vida! ¡Alguien asesinó a varias de nosotras! ¡Nos están saboteando! -hizo un puchero una voz femenina tras suyo.
Apenas si podía respirar correctamente pero por lo dicho sabía que se trataba de una bruja, trataba de recuperarse rápido, pero el cansancio de la batalla y el repentino golpe lo hacía permanecer más tiempo del que debía en el suelo.
No solo era ese el problema, si no que todavía había más y es que el pelo verde había aparecido de entre los árboles y aterrizando ante su vista. Sus ojos cambiaron a su antiguo color, un rojo sangre que con su mirada molesta claramente revelaba sus intenciones, comenzó a adoptar una posición de ataque e incluso mostraba los colmillos, un intento de gruñido revelaba su garganta. El de ojos rasgados había juntado las cejas, indignado sabría que era su fin, puesto que el como había tratado al pelo verde era claro que este se iba a vengar.
Pronto el pelo verde atacó y pasando de largo al de ojos rasgados se fue contra la bruja que inútilmente trato de quitarlo.
-{¿Me defendió? ¿Y por qué? No debería...} -miro que frente suyo había un lobo.
Al cruzar miradas, el lobo aulló, eso traería a su manada para que se dieran de festín al chico, pero el gruñido del pelo verde volvió a escucharse y nuevamente se fue contra del rival más fuerte.
-{El lobo es claramente más grande y fuerte que el ¿Para que se arriesga? Ya ha llamado a su manada y dudo que pueda con ellos...} -miraba cómo el pelo verde había Sido derribado por el lobo- {Yo no lo voy a ayudar, si se me da la oportunidad voy a huir, total, en cuanto me recupere seré más rápido}
Creía ver la muerte del pelo verde, pero en cuanto el lobo lanzó la mordida este emitió un alarido y trato de apartar la cabeza, notando que quién había mordido primero era el pelo verde, este no lo soltaba y pronto comenzó a brotar sangre de la bestia, en cuanto salió la suficiente, de una patada separó la cabeza del cuerpo del animal. No solo el de ojos rasgados había presenciado aquello, si no la manada que ya había llegado. El de ojos rasgados nuevamente daba por muerto al chico, pero este se levantó normal e incluso estiró a ambos lados la cabeza para hacer sonar su cuello.
Cómo último acto de arrogancia le silbó a los animales al igual que a los perros para que vinieran con sus dueños.
⇀Con el pelo azul↼
Este había caído pasando el árbol y por mucho, afortunadamente había aterrizado en un par de troncos ya secos.
-Ah... mi espalda -levantó la cabeza levemente- Aquí no parece haber bestias -trató de levantarse pero el cansancio lo devolvió a su lugar- Si... estoy... cansado.
⇀Con el sacerdote↼
No había lugar para un aterrizaje seguro, así que uso el cuerpo de un lobo para hacerlo, en el aire uso su espada para enterrarla en su boca, con ello el aterrizaje fue mejor, pero dicho movimiento violento si le había cansado.
-Ah... ah... no es la edad... es el cansancio... ah... -sacó la espada y trato de retomar la antigua velocidad.
⇀Con la pelirroja↼
La chica había quemado los cinco pilares, no sabía cuánto tiempo tardaría en romperse la barrera, pero el repentino sonido parecido a un cañón la había asustado incluso a ella.
-¡Werner! ¿Qué fue eso? -preguntó la pelirroja buscando con la mirada a su pareja- ¿Werner? ¿Estás ahí?
-¡Tú! -la extraña voz anciana áspera la había tomado detrás del cuello y la había arrojado al suelo de manera violenta- ¡Tu fuiste la que quemo los pilares! ¿¡Sabes cuánto me costó conseguirlos?! ¡Estúpida!
Había apretado su mano y la pelirroja comenzó a sentir como si la estuviera apretando ella misma, no sabía cómo detenerla y jalar aire le resultaba inútil, comenzó a retorcerse con ello la bruja reía a carcajadas por su pronta muerte. Pero la pelirroja buscó entre sus ropas y saco aquella pelota con brillos, sin previo aviso le golpeó a la anciana con la pelota.
-¡Niña estúpida! -la anciana se indigno al ver con que le habían golpeado.
-¡Señora majadera! ¡Yo no la estoy insultando! {¿El efecto del incienso se terminó?} -se paso la mano por el cabello rápidamente notando que ya no tenía nada.
-Te voy a llenar de ratas las entrañas, vas a vomitar cabello todas las mañanas, ya no tendrás pestañas y tu cerebro se lo comerán las arañas -la voz de la anciana le aterraba a la pelirroja.
No sufrió daño alguno debido a que su pareja había intervino embistiendo a la anciana, la pelirroja estaba espantada viendo aquella escena, no sabía quién ganaría, pues hasta la anciana con esqueléticas manos rasgaba de manera alarmante el cuerpo del lobo.
-¿¡Te piensas que me vas a ganar?! ¡Puedo hacer esto! -la anciana logro derribar al lobo y lo estaba ahorcando.
Los alaridos ahogados eran opacado por las carcajadas de la anciana, los movimientos bruscos por parte del lobo para liberar se hacían que el polvo se levantará y la escena se viera ocultada.
-¡Ya basta! -sin pensarlo había arrojado el agua bendita empapando la e incluso le lanzó unos fósforos encendidos.
La bruja gritó de dolor debido a aquello y se retiró del lobo, en su pelaje había un poco de fuego así que de inmediato volvió a su forma humana, la pelirroja corrió a apagar el fuego con su capa y lo abrazo con lágrimas en los ojos con su cuerpo temblando de miedo. Ambos vieron como la bruja fue alejándose y nuevamente el sonido de un cañón resonó, con aquello solo vieron como una cabeza salió volando
-Había un pilar cerca de ahí -dijo la pelirroja con su voz afectada por retener el llanto- ¿Te lastimó mucho?
-No...-la abrazaba fuerte.
-¿Entonces por qué tiemblas?
-¿Por qué tiemblas tu?
-Porque me dió mucho miedo que te matará -su voz no pudo más y comenzó a llorar- Te estabas retorciendo bien feo y me asusté mucho...
-No voy a morir fácilmente, solo temblé por miedo al fuego, ese fuego sagrado no se apaga con nada... ay Pau no llores -le dió un beso en la mejilla.
-Los pilares se están debilitando ¿Será buena idea entrar por los demás?
-No estoy seguro... esperemos un poco más.
-Si ya estás cansado -se levanto para poder poner la cabeza del chico en sus pechos- Te dejo descansar, pero no te vayas a dormir... me voy a asustar.
-No te dejaría sola -le abrazó de la cintura- Por nada del mundo.
⇀Con la castaña↼
La castaña golpeaba de manera violenta a los intentos de acercamiento del demonio, este parecía no rendirse, pero en ambos sonidos de cañón pareció flaquear y quedarse estático, tal vez el trauma de la guerra permanecía aún después de perder su humanidad.
-¡Eres una egoísta! ¡Puedes frenar el sufrimiento humano y decides no hacerlo! -el demonio tenía tantas ramas atravesadas que se le hacía imposible a la castaña que siguiera vivo.
-¿¡Por qué me dices egoísta?! Tu intento de hacerme sentir mal es en vano, no voy a dejar que me comas y se que vas a cometer actos más atroces cuando tengas la oportunidad -decidió descender.
Con una rama imitando su Teputzopilli bajó de un salto para que la lanza se metiera en su boca, una vez dentro la imitación se deshizo y las ramas perforaron la cabeza del hombre.
La castaña creía que con eso lo retendría más tiempo, pero al tener las ramas metidas, pudo ver cómo con su lengua las ramas comenzaban a derretirse, la saliva recorría las ramas y pronto comenzó a liberarse.
-Te doy una última oportunidad, ayúdame a ponerle un fin a todo mal y hasta de daré otra oportunidad. Si te mato en esta vida, a la próxima te protegeré ¿Qué dices? -terminaba de escupir los pedazos de ramas.
-¡Ya te dije que no! ¡No! -con un movimiento de mano, unas raíces salieron del suelo y le atravesaron la cabeza- ¡No! -otro movimiento le atravesó el estómago- ¡No! -otro movimiento le atravesó el pecho- ¡Y rotundamente no! -llevó ambas manos a la tierra y múltiples ramas salieron del suelo para encerrar al demonio.
Fruncía el ceño y presionaba con suficiente fuerza las manos contra la tierra para asegurarse de que está vez las ramas destrozaran el cuerpo.
-Se acabo...-dijo para si misma- Gracias a Dios... no tuve que usarlo -se llevó la mano al cuello tocando su gargantilla.
-¡Descendiente! -vio cerca del árbol al sacerdote.
-¡Señor Luciano! -movió la mano para hacerle notar que estaba a salvó.
Para que uno ni otro se molestara, ambos avanzaron para que el sacerdote no tuviera que bajar tanto y la castaña no tuviera que subir tan levantada colina.
Repentinamente, un crujido rompió por completo la enredadera de ramas que tenían cautivo al demonio, este de un movimiento violento con sus garras se había liberado, en un segundo movimiento rompió el corset y ropa de la castaña, destrozando la piel de su estómago haciendo de una escandalosa entrada la sangre de su cuerpo.
La escena dejo boquiabierto al sacerdote, trato salir rápido del shock, aunque lo logró, pronto fue embestido por un par de lobos que habían Sido los primeros en llegar al banquete.
En su débil posición actual, el sacerdote observó que aquel hermoso árbol que brillaba en la oscuridad perdió su brillo y con tal velocidad comenzaba a perder sus flores.
-Dios mío... no me abandones -se le cerraba la garganta del acontecimiento previamente presenciado- Dame fuerza Dios mío.
Había tomado dos cuentas para introducirlas en las bocas de los lobos, pero uno de ellos fue rápidamente embestido por otra bestia, no pudo confirmar que era hasta que se deshizo de la que quedó, tras haber introducido la esfera de ácido en su hocico, se vio momentáneamente libre para confirmar que la bestia se trataba de otro lobo de diferente color en pelaje.
Este lobo le había arrancado la cabeza a su igual, tras verificar que el otro ya había muerto por el sacerdote, decidió tomar su forma humana y gritar con desespero.
-¡ARIATNA! -el hombre de cabello castaño desbordaba lágrimas desesperado de ver a la chica en ese estado.
Nuevamente tomo su forma animal y gruñó hacía el árbol, corrió en su dirección, el sacerdote trato de seguirlo para ver a dónde se dirigía ya que ya había pasado de el. Tras llegar al árbol se recargo en el tronco para ver qué no solo lobos, si no que varios vampiros venían en dirección al cuerpo de la chica. Cuerpo que protegería a toda costa.
El demonio admiraba su trabajo, el cuerpo destrozado y la piel pintada por la sangre era de sentirse orgulloso, hacía mucho tiempo que no le salivaba la boca y ahora lo hacía bastante, su cuerpo temblaba de emoción al imaginar las posibles catástrofes a crear para poner fin a la humanidad.
-Te di muchas oportunidades... tú tienes la culpa... eres la única culpable de tu muerte -se acercaba lentamente, quería volver a mirar la cara de espanto que había presenciado previamente cuando ejecutó el movimiento- Si no te hubieras resistido, esto no hubiera pasado, si no te hubieras negado no hubieras tenido una muerte repentina y violenta -se le deformó el rostro por su amplia sonrisa- Pero me estoy apresurando, aún no estás muerta ¿Verdad?
Miraba los aterrados ojos de la castaña que luchaba por aguantar aquello, su cuerpo temblando sin parar y las lágrimas que comenzaban a enfriar su rostro con ello humedecer la tierra detrás de su cabeza.
-¿Sabes? -se agachó a la altura del cuerpo- Ya no me das asco -tomo un poco de sangre con el dedo- Hasta creo que... me pareces bastante apetecible -se lamió el dedo con el pecado de la gula reluciendo en sus cuencas.
El cuerpo de la chica dejó de temblar y el peso de su cabeza termino por hacerla caer de lado, sus ojos ahora cerrados con sus cejas revelaban la angustia de lo que sucedería a continuación.
-Solo quiero que sepas una cosa, eres muy importante en este momento, quiero que mueras siendo una heroína. Pero también te voy a recalcar que no eres escencial, todas las mujeres humanas son codiciadas y todas las mujeres cazadoras igual, me pude haber comido a la otra cazadora que traías, pero de esas todavía hay muchas, en cambio tú, eres la única que queda. Creeme que es más especial una especie en peligro de extinción que una que hay por montón -dibujaba con sus dedos aquella escena sin tocar el cuerpo de la chica.
⇀Con el pelo gris↼
-El árbol... ya no brilla ¿Qué pasa? -el susurro de la pelinaranja fue notado por el chico.
-¿Qué dices? -dijo el pelo gris notando lo que había dicho.
Al ver el árbol una extraña sensación de tristeza fue sentida en el corazón del chico, los cazadores notaron como las bestias, especialmente los lobos se iban retirando a aquella dirección, mientras que los vampiros los rodeaban e igual iban para el mismo lado.
-¡Están huyendo! -dijo el rubio- ¿Qué hacemos?
-En esa dirección está la descendiente¿No deberíamos seguirlos? -preguntó el de piel oscura.
-Zalhin -le hablo al puma que obedeció a su llamado- Adelanta te, busca a Ariatna, si te encuentras con Qiang, Luciano o Kliment, ayuda los, pero ten cuidado con lo que haremos nosotros ¿De acuerdo? -el puma asintió con la cabeza y se fue corriendo en dirección al árbol.
-¿Qué vamos a hacer? -dijo el castaño al ver cómo se retiraba el animal.
-Lluvia de fuego -dijo el pelo gris.
-Pero soy la única que tiene flecha y arco -dijo la pelinaranja- {Estoy un poco cansada...}
-Tambien sé disparar -dijo el pelo gris buscando un árbol con un hueco- Enzo ¿Tienes más fósforos? Si ponemos el fuego aquí, haré unas lanzas para quemar a las bestias.
-Esperad...-buscaba entre sus ropas- ¡Aquí están! -se los lanzó- ¿Tú sabes disparar? -le preguntó al rubio.
-¡Me ofende la pregunta! Of course! -guardo sus armas al costado de su cadera- Amini! Give me one!
El pelo gris había retirado una rama del árbol aún con un poco de hojas, mismas con la que avivó el fuego para después pasarla al rubio. Este tomo la rama con sumo cuidado, tomo la posición llevando su pierna derecha al frente y la izquierda atrás bajando el cuerpo como si fuera a dar una zancada, llevó la espalda un poco atrás con ello a la altura del hombro su mano derecha y la izquierda para guiarse. Con la fuerza del brazo y el cambio de postura en la espalda arrojó lejos la lanza cuya dirección fue exitosa ya que a la lejanía se logró escuchar un alarido y enseguida una bola de fuego que comenzó a rodar.
El rubio mostró una sonrisa triunfal y orgullosa ante el castaño, este le devolvió la sonrisa con decisión e incluso le pidió una rama al pelo gris para demostrar que podía hacerlo mejor.
⇀Con el de ojos rasgados↼
Este ya se había reincorporado y se encontraba en la punta de un árbol alejado de las bestias, en varias había puesto varios talismanes en sus cabezas para que ardieran en fuego hasta morir. Mientras que el pelo verde también había asesinado a varios lobos, pero pronto ambos notaron como las bestias iban en dirección al árbol ahora apagado.
-¿Qué habrá pasado? -se preguntaba el de ojos rasgados- Oye tu...-le hablaría al pelo verde pero este iba en aquella dirección.
Cómo fue alejándose rápidamente notó que esté lo hacía para asesinar a más bestias ahora que estaban concentrados en otra cosa.
⇀Con el azabache↼
-Te empeñas en recuperarla, pero sabes que ella también morirá -el rubio había puesto una cuchilla roja por el fuego ardiente en su estómago- Es el destino, paso con Isabelle, María y ahora Ariatna.
-¿¡Por qué sientes tanta rabia por ellas?! -fruncía el ceño tratando de retener el dolor de la cuchilla y el peso mismo del rubio.
-¡Ellas solo te han traído el mal! ¡Yo fuí el único que vió por ti cuando ellas te lastimaron! ¿¡Y me reclamas a mi por expresar mi rabia?! ¡Eres un malagradecido! ¡Todo lo que hice por ti! ¡Toda la sangre que recogí! ¡Todas las veces que te protegía! ¡El doctor que te pague! -enterraba con más rabia la cuchilla- ¡La vez que te salve de ese hombre! ¿¡Y para que?! ¡Para que me salieras con la idiotez de "no te pedí ayuda"!
El rubio no quería caer por el acantilado y usaba el peso de su cuerpo para enterrar el arma con ello aferrarse a seguir con su reclamo.
-¿¡Qué crees que sentí con todo tu reclamo?! -la voz se le veía momentáneamente afectada- ¿¡Cómo crees que me sentí con toda tu estúpida actitud hacia mi ese día?! ¿¡Te crees que sentí muy bonito?! ¿¡Eh?! ¡Pero solo piensas en ti y en tus estúpidas parejas! ¡¡¡JAMÁS PIENSAS EN TU AMIGO!!! -un brillo de rabia avisaba que estaba por salir de sus ojos.
El azabache comprendía cuan dolido estaba el rubio, no sabía que palabras usar para disculparse, sabía que a pesar de todo lo que había hecho, el le había lastimado en un principio.
-Esta bien...-escupió sangre ensuciando su propia ropa- Soy conciente de que te lastime... acepto esto como una expresión de tu rabia... desahógate... no sabía cuánto daño te había causado... todo este tiempo tu solo buscabas mi bienestar mientras que yo solo veía por mi... lo lamento amigo...-tomo la mano del rubio que ahora temblaba y la comenzó a retirar levemente de su estómago.
-Eres un idiota -bajo la cabeza para que su cabello tapara su mirada- Tu es un imbécile, mon ami. (Eres un tonto, amigo.)
-Mais vous devez payer ce que vous avez fait. (Pero debes pagar lo que hiciste) -notaba cómo cedía así que ya tenía el arma fuera de su estómago.
-Je sais... mais pas encore (Ya lo se...pero todavía no.) -había cambiado la dirección del ataque y ahora se dirigía a su pecho.
Ambos impactos sonaron, uno más bajo que el otro, el impacto de la cuchilla en el pecho había Sido muy bajo con el impacto de una bala que había dado en la espalda del rubio.
-Ce tueur à gages... (Ese sicario...) -el rubio había relajado la mirada y enseguida saco una jeringa sin aguja que había puesto en la boca del azabache, empujando el líquido rojo a su boca- Ne vous inquiétez pas, nous vous verrons plus tard (Tranquilo, nos veremos después)
Otros tres impactos terminaron por derribar al rubio, su cuerpo había caído y las preguntas habían llenado la cabeza del azabache, hasta que una voz lo trajo de vuelta a la tierra.
-¡El árbol se ha apagado! ¡Debemos ir por Ariatna! ¿¡Estás bien?! -el pelo azul le gritó.
El azabache solo asintió con la cabeza y levanto el dedo pulgar en afirmación, había bajado de un salto hasta su posición para caer de rodillas.
-¿Estás seguro que estás bien? -preguntó el pelo azul agachando se a su altura.
El azabache volvió a asentir.
-¿No te duele? -señaló con los ojos la cuchilla en su pecho, la cual el azabache retiro sin ayuda- ¿Puedes hablar?
El azabache negó con la cabeza y lo miro para hacer le una señal con las manos de que le dolía la garganta, pero que pronto sanaría. Ambos se levantaron y prosiguieron a ir en la dirección del árbol, aunque de reojo miraba con tristeza la posición en la que había quedado el rubio.
⇀De vuelta en el árbol↼
El árbol había quedado sin flor alguna y de hecho las ramas comenzaban a caerse, cerca de ahí, el demonio seguía retorciéndose de felicidad, así que sin más demora procedería a comer el cuerpo de la chica, pero un tercer sonido de cañón acompañado de un cuarto lo había detenido en su acto y un recuerdo le llegó a su cabeza.
Una extraña lluvia en sus recuerdos había tomado lugar y las detonaciones se escucharon más seguidas, algunos sonidos de balas también e incluso gritos desgarradores del género que alardeaba no llorar con nada. El cuerpo de la castaña ya no era el de ella, si no el de un antiguo compañero de guerra de aquel que una vez fue humano. Las mariposas azules que revoloteaban a su alrededor le traían un diferente recuerdo, desde su nacimiento hasta el día en que forzosamente se alistó en el ejército, pasando por el día en que le había robado su primer y último beso a su primer amor. Un recuerdo predominó sobre otros, el día el que conoció a un hombre que se convirtió en su mejor amigo hasta que una detonación le quitó la vida, aquel recuerdo le había inundado de lágrimas el rostro y la mariposa que le había traído ese recuerdo de forma inesperada se metió en su boca como si hubiera Sido aspirada.
Tras eso, las mariposas a su alrededor se transformaron en polillas que parecían derretirse en un color carmesí. La polilla que se había introducido en su boca comenzó a asfixiarlo por dentro. La castaña comenzó a levantarse lentamente, su cabello ahora estropeado tenía algo de suciedad por la tierra, se recorrió un mechón y en sus dedos se posó una polilla.
-Esta... es una técnica prohibida -se quitó la gargantilla- Una técnica de alto riesgo... polillas venenosas... una técnica que le dictó Mictlantecutli a una mujer en sueños que ella considero de pesadilla.
En su cuello se veía cicatrizado una figura similar a una polilla.
-¿¡Qué me haz hecho?! ¿¡Por qué no puedo respirar?! -se llevaba las manos a la garganta en un inútil intento de jalar aire.
-... Vas a morir... La sangre de las Amini mujer es purificadora al igual que su carne, se intensifica si está es virgen... pero si la mujer está embarazada... la sangre actúa como un potente veneno, es tan letal que muchos vampiros y hombres lobos no se atrevían a atacar a las embarazadas ni a abusar de las mujeres, preferían comerlas sin tocarlas -estaba sentada mientras se tocaba el vientre y de este seguían saliendo polillas que iban en dirección al árbol- Aquellos que tomaron mi sangre... mi sangre alterada con la de esos inocentes... morirán...
Los gritos provenían pasando del árbol y es que no tardó mucho en que se escuchará la última detonación de la noche, con la barrera debilitada se podía apreciar como el cielo tenía una paleta de colores azules y rosas, aunque el rosa predominaba más, pronto amanecería.
-¿¡En qué momento?! ¿¡Por qué eres tan idiota?! ¿¡De quién te embarazas te?! ¡La cicatriz en tu cuello! ¡Esa es la vena carótida! ¡Te estás desangrando! ¿¡Te quieres morir?! -el demonio procedió a rasgarse la garganta pero aún así seguía sin respirar- ¡Ni siquiera deberías saber eso! ¡Eres una descendiente! ¡No una Amini pura! ¡No debías saber de armas, ni de las ramas y mucho menos de una técnica prohibida!
-Prefiero morir a qué me mates tu, un cobarde que no soporto la vida y planeaba hacerla más miserable para los demás. Además ¿Me tienes miedo? Tu cuerpo no deja de temblar -le reto con la mirada- Soy una descendiente... en otra vida fuí Amini -notó cómo su semblante había entrado en pánico- Y tengo entendido -habló con una voz más calmada- que las mujeres Amini tenían la habilidad de ver a través de los ojos de las bestias. Si la bestia era buena, es decir, actuaba por mero dolor, ellas le daban una muerte rápida y piadosa. Pero si la bestia era mala, ellas los asesinaban de manera rápida pero dolorosa, los hombres lo hacían lento y doloroso. Más sin embargo, tu no tienes ojos ¿Cómo te clasificó? ¿Eres bueno por qué pasaste por el trauma de la guerra o malo por querer la destrucción del mundo aunque te llevaste a muchos inocentes en el camino?
-¡Este mundo ya no merece seguir existiendo! ¡SE ESTA VOLVIENDO UNA PORQUERÍA! ¡¡Y LO SABES MEJOR QUE NADIE!! -con la rasgada de su garganta las polillas restantes entraron por ahí y comenzaron a ahogarlo más.
-Yo no soy juez de la humanidad, eso a mí y mucho menos a ti nos corresponde.
-¿¡Y si eres mi juez?! ¿¡Eh?! ¡¡¡Quién me debe juzgar es otro!!! -su cabeza comenzó a deformarse y de la frente comenzaron a salirle cuernos- ¡¡¡NO TIENES DERECHO A JUZGARME!!! ¡SOLO...! -no lo dejo terminar.
-¿Solo Dios puede juzgarte? -rió de una manera leve y elegante- Desde que vendiste tu alma para convertirte en demonio ya no perteneces a Dios y el Diablo ni siquiera te reconoce como demonio, debías recurrir a aquellos más puros para ser notado. Patético. Además, si tengo derecho a juzgarte, estuviste a punto de comerme y mataste a varios infantes, mi vientre albergaba una vida y la tomaste, así que pagarás en el fuego del infierno -soltó una risita- O en la creencia Amini... no podrás cruzar al Mictlan y te quedarás en el río... ahogando te por la eternidad.
El demonio comenzó a temblar de manera más violenta, por su cuencas salía sangre y sus cuernos comenzaron a romperse.
-Duele...-fue la única palabra que pudo formular.
-Nunca haz muerto ¿Verdad? Está es tu primera vez y no la puedes aceptar, sabes que a dónde irás no hay retorno y es desconocido, a pesar de que dejaste de ser humano, aún conservas algunos rasgos -la castaña veía como por fin sucumbiría así como pronto dejarían de salir polillas de su vientre.
-Duele... mucho -se había caído de rodillas y procedió a escupir sangre- Duele...
-Entonces ya muere, sabes que ese dolor es porque estás reteniendo el efecto del veneno, las demás bestias murieron sin oponerse, hazlo tu ahora -miró cómo poco a poco se empezaba a asomar el sol- El sol no te mata a ti ni a las brujas, pero ellas ya se van -en el cielo vieron como las nubes negras se alejaban con velocidad.
-{Me duele... duele...} -miraba cómo la luz del sol no le calaba ya que la cabeza de la castaña recibía la luz del sol- {Que ironía... una virgen que iba a dar a luz... el castigo que me espera en el infierno será severo...} Se acabó... -su cabeza había reventado y los pedazos cayeron al suelo junto con su cuerpo.
La castaña había suspirado debido a ello, había vuelto a caer al suelo e inútilmente con su capa trataba de taparse la herida, para su perspectiva el día comenzó a hacerse más brillante, la luz del sol no calaba en los ojos, si no que todo se volvió de un blanco puro.
⇀Con el resto de cazadores↼
Los cazadores veían como todas las bestias comenzaron a morir no solo por el fuego si no que extrañamente sus cabezas reventaban cómo globos.
-Ala tío ¿Qué está pasando? -le preguntó el castaño al pelo gris.
-No tengo idea, pero debemos ir en esa dirección... siento mucha ansiedad -se había rascado con brusquedad la cabeza.
-No hemos tenido noticias de Qiang ni de Luciano ni Kliment, la barrera ya no está ¿Por qué no se comunican? -preguntó la pelinaranja.
-Tal vez la batería se agoto y ahora ninguno sirve -el rubio se sacó el aparato de la oreja- el vampiro tenía razón, estafaron a Kliment.
-Las bestias están muriendo, no tendremos problema si nosotros vamos a revisar por nuestra cuenta, vamos -dió la orden el pelo gris tomando ventaja.
Cuando los demás comenzaron a seguirlo, unas rápidas nubes negras habían tomado a los otros tres cazadores.
-¡¡¡CHICOS!!!
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Próxima publicación: 13/07/23
Horario: 19:00 a 21:00 horas
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