Capítulo 50
Venganza y...
Para la mañana siguiente, el pelo verde estaba cansado mentalmente, había comido tanta gente que ahora no había vomitado la sangre que tomaba, con ello su fuerza y habilidades crecieron tanto así que pudo sanar al pelo azul para que esté no tuviera cicatrices.
-Creí que la velocidad para aumentar mis habilidades sería más tardada, pero veo que entre más cantidad de sangre consuma, mayor será la velocidad al adquirir habilidades. Aunque ataque a tantas personas... unas estaban dormidas y otras como los delincuentes asaltando... aunque me siento mal... no me dió asco y no vomité -acaricio al can que estaba dormido en su regazo- Perdón por dejarte solo, pero no podía llevarte conmigo, lo bueno es que Kliment se quedó dormido... ¿Estará bien Didier?... aunque... el que más me preocupa ahora es Marcel... ¿Dónde estará?.
⇀En la casa del pelo gris↼
La castaña abría los ojos cansada, no había dormido bien ya que el haber huido de Marcel le había hecho tener pesadillas, más aparte de que estaba nerviosa por haber llegado en la madrugada creía que despertaría a la pelirroja o al pelo gris, pero ninguno de estos pareciera haberla escuchado. Aunque era de mañana, los rayos no entraban por completo a la habitación ya que ella misma había tapado las ventanas con cobijas para dejar dormir a su amiga que por fin había dormido.
Cerro los ojos un momento y al abrirlos ya estaban tocando la puerta de la habitación.
-¿Chicas? ¿Están bien? -se escuchaba la voz del pelo gris.
La castaña se levantó a abrir la puerta.
-Si, estamos bien ¿Por? ¿Por qué no pasas?.
-Seria grosero pasar así como si nada al cuarto de las mujeres, además, ya van a ser las dos de la tarde, por eso me preocuparon.
-¿¡Las dos de la tarde?! -saco el teléfono de su bolsillo y verificando que eran las 1:45 de la tarde- ¡Pero si hace rato eran las 9:00 de la mañana! ¡Solo cerré los ojos un minuto! ¿A qué hora te despertaste tu?.
-A las... siete {mentira, llegué a esa hora y llegué verificando que no hubieran notado mi ausencia, cosa que logré} Espere a qué despertarán pero no lo hacían, hice el desayuno pero no bajaron, me puse a leer mis libros y entrene un poco, por eso las vine a ver {me quedé tan dormido como ella} así que... ¿Quieren de comer?.
-¿Cuál comer Yaot? Es desayuno, no te saltes comidas -la pelirroja se levantaba con pereza.
-Lo dice porque van a ser las dos de la tarde -dijo la castaña aún impactada por la ahora.
-Ñah, todavía es temprano -tomo la almohada de la castaña y se volvió a dormir- Despierta me a las cuatro de la tarde y nos vamos a comer a un restaurante -se acurrucó en la cama.
La castaña y el pelo gris salieron de la habitación.
-¿Qué desayunaste? -preguntó la castaña.
-Un sándwich con yogurt.
-¿Qué piensas hacer de comer?.
-Bueno... no tenía un plan, aunque puedo hacer lo que tú quieras, se hacer cosas sencillas... arroz, sopa, quesadillas -fue interrumpido.
-Haz lo que se te haga más fácil, no tengo mucha hambre pero si quiero comer, por favor, me voy a bañar y quiero decirte algo que estuve pensando toda la noche.
-Uhm... Está bien, te espero abajo -al pelo gris se le hacía rara su actitud.
El pelo gris creía que lo habían descubierto y la castaña tal vez lo hubiera seguido, pero era ilógico ya que de todos los cazadores presentes nadie detecto ni hizo mención de una presencia humana. Luego, recordó el beso de la pelirroja, tal vez la castaña los vio y quería reprenderlo por creer que quiere jugar con los sentimientos de su amiga, cosa que era obvio que no y estaba listo para defenderse ante aquello.
Aunque otra preocupación se le vino a la mente ¿Y si quería que Kliment e Ian se vinieran a vivir con el por qué ya no quería dejarlos? Podía aceptar a Kliment, no le desagradaba tanto Ian, pero con su presencia rompería la protección y de nuevo serían visibles ante las presencias oscuras. Así que no podía darse el lujo de aceptar esa petición y menos hoy, ya que está noche era la noche en la cual se daría inicio a su plan, hoy les regresaría el favor a los vampiros pagando les con la misma moneda. Aunque de ser el caso a romperse la protección, ambas chicas estarían protegidas por estos, aunque no garantizaba la seguridad si el ex novio lobo de la pelirroja hacia acto de presencia junto con su manada para recuperarla.
Tantas incógnitas y posibilidades en su cabeza lo hizo alejarse de la realidad, hasta que el olor a quemado lo regreso a tierra, se le habían quemado las quesadillas para la castaña, tuvo que hacer más para el comerse las quemadas y darle nuevas a la chica.
Cuando por fin bajo, la castaña tomo asiento en el sillón y ambos se disponían a comer, la castaña parecía no tener prisa en revelar de lo que quería hablar, pero el pelo gris comía tan rápido su quesadilla demostrando como lo devoraba la incertidumbre a el.
-Estuve pensando algo... -dijo la castaña.
-¿Y qué es? {¡Ya dime por favor! ¿O te vas a acabar tu quesadilla?} -miro que todavía le faltaba la mitad.
-Todo es tan caótico... ¿Sabes? Siempre tuve en cuenta que un día moriría mi mascota... digo... "nadie es eterno" "todos vamos a morir algún día" y eso me deprimía tanto... yo decía "El día que se muera mi precioso Guardián voy a llorar"... me ponía a llorar y guardian me veía así que me consolaba entonces me ponía a llorar más -continuo comiendo haciendo una pausa.
-{¡Ay no puede ser todavía se va a tardar!} Ariatna... ¿A dónde quieres llegar?.
-Quiero decir... -tragó lo que había masticado- Yo no me esperaba conocer a un vampiro y un sicario -comió otro trozo- Entablar amistad con un cazador antiguo, tener un romance con un vampiro, conocer a dos vampiros, que una bruja se robara y tomara mi cuerpo, que conociera a tres vampiros, darme cuenta que la nueva amiga que hice tenía un novio hombre lobo y que todo de un minuto a otro se fuera al caño -termino de comer y dejo el plato en el sillón- Me refiero a que ya no aguanto Yaotzin... -le miro con algo de decepción- Creo que nunca debí venir aquí.
-Ariatna... ¿No pensarás en...? -creia que haría una estupidez.
-No no no, no me voy a suicidar -lo detuvo- Es solo que... creo que me voy a regresar con mi mamá... digo ya me di de baja temporal y ella aún no lo sabe. Pero quiero irme sin que nadie lo sepa... bueno, solo tu y Pau, ya que si se lo cuento a Ian se lo contara a Kliment y a él le pueden leer la mente... el punto es que quiero irme de todo... ya me cansé...
-Oh...
El pelo gris se sentía herido, sentía una repentina tristeza al saber que la castaña se quería ir y no había manera de que se quedara, sentía... como si lo abandonaran.
-¡Pero! -noto el rostro del pelo gris y lo animó- Todavía seremos amigos ¿Recuerdas? -mostró su tatuaje- Siempre estaremos juntos.
-Tienes razón -sonrió inconforme- Pero... ¿Ya tienes los boletos para tu regreso? ¿Y dinero?.
-Aun no, tengo dinero guardado, ahorita iré por los boletos y después le diré a Paulina todo -se levanto.
-¿Quieres que te acompañe? -se levanto.
-No, quédate con ella, no quiero que se levanté y se asusté de que no hay nadie... o se enoje... cualquiera de los dos estaría mal -sonrió por aquello.
-Ah... está bien {No me dejes...} -recordaba aún con trauma el beso.
Cuando llegó la tarde, la pelirroja había llevado a ambos a un bufete para que comieran todo lo que quisieran, la pelirroja gozaba de todos los manjares, aunque con las miradas de sus amigos no sabía cómo sentirse.
-¿Están bien? ¿No quieren comer? {¿Los dos estaran incómodos por el beso?} -preguntó preocupada.
-Hay una cosa que debo decirte... -dijo con un poco de tristeza la castaña.
-{Ay no.... no no no no ¡Va a decirme que dejemos de ser amigas!} ¿Qué pasó?.
-Me voy a regresar con mi mamá -tras decir aquello la castaña noto como un momentáneo alivio se mostró en la pelirroja- Es que... ya me cansé de estar aquí... los vampiros, los sicarios, los hombres lobo, los cazadores... sin ofender -le dijo al pelo gris- Ya, o sea, ya no quiero estar aquí, necesito darme un respiro de todo esto.
-¿¡Cómo que te quieres ir?! ¡No puedes irte! ¡Somos amigas! ¿¡Qué pasará con nuestra amistad?! -sus gritos sorprendieron a los demás del lugar pero a la chica no le importó.
-{Bueno, creo que me represento un poco} -pensó el pelo gris mientras terminaba de comer.
-Seguiremos siendo amigas, no pienso dejar mis amistades... es solo que... quiero descansar un rato...
-¡No dejaré que te vallas! ¡Hay que detenerla! -se dirigió al pelo gris- ¡Vamos a encerrarla para que no se valla!.
-De hecho ya tengo los boletos, me voy hoy mismo -tras decir aquello sorprendió al pelo gris.
-¿Hoy mismo? No me dijiste eso...
-Perdón Yaotzin, creo que se me pasó eso, pero si, ya me voy está noche, no tengo mucha ropa en tu casa así que es lo que me llevaré únicamente.
-Sobre está noche... hay algo que voy a hacer... -aquello tomo de sorpresa a la pelirroja.
-¿¡Tu también te vas?!.
-¡No! Pero tengo algo muy importante que hacer, yo y otros cazadores...
-¿Qué vas a hacer? -preguntó la castaña.
-Es una misión, pero una peligrosa, por eso... me tomo de sorpresa que me dijera que te vas hoy.
-¿La misión es aquí? -la castaña volvió a preguntar.
-No, pero con lo que vamos a hacer de seguro habrá conflicto como cuando atacaron los falsos Amini.
-¡Perfecto plan para impedirle que se valla! -dijo en supuesto susurro la pelirroja al pelo gris
-Esto es serio, quería hablarlo contigo también porque NO te voy a llevar, NO voy a grabar y sobretodo NO quiero berrinche de que te presente a alguno de los cazadores -dijo serio mirando a la pelirroja.
-Da miedo el Yaot -se volteo a ver a la castaña.
-A veces da poquito miedo -confirmo la información.
-Chicas...-dijo el pelo gris con pesar.
Tras llegar la puesta de sol que prontamente anunciaba el anochecer, el pelo gris y la castaña se despedían mutuamente y la pelirroja de estos dos ya que no sabía que vendría después y se sentiría bastante sola en la casa. Aunque el pelo gris se sentía inconforme de realmente no haber podido detener a la castaña para que está no se fuera y esperara.
⇀En otro lugar↼
El edificio era iluminado por luces, dentro del lugar había fiesta sin control y muchas personas entraban a dicho lugar.
Mientras que en la azotea de este había siete sombras que esperaban la hora indicada.
Tras dar la medianoche las manos se pusieron a la obra y todo giraba sobre la marcha.
-Hey! Sexy Lady! -el estadounidense invitaba a bailar a la pelo naranja.
-Sabe que le puedo romper un brazo ¿Verdad? -la pelo naranja no toleraba el comportamiento del rubio.
-Ok Candy, but, Why are you enojada conmigo? Ya habíamos hablado de esto. ¡Debemos ser Best Friend Forever! -la tomo del cuello.
-Mire cállese la hijuepu...
El par llamaba más la atención porque eran los únicos que venían con ropa tan oscura y..."decente" ya que parecían un sacerdote y una monja con cubrebocas y careta.
En ese momento la canción que estaba en el lugar paro de sonar y comenzaron unos canticos de iglesia.
Aquello fue la señal para que el rubio tomara un micrófono, se subiera a la barra donde todos podían verlo y escucharlo.
-¡Queridos hermanos estamos hoy aquí reunidos para rezar a nuestro señor Jesucristo! En el nombre del padre, del hijo, del espíritu Santo -tras persginar se le pidió una biblia a la chica y está se la entrego- Primera lectura...-fue interrumpido.
-¡Ey bajate! / ¡Saquen los! / ¡Esto no es una iglesia! / ¡Saquen a esos fanáticos religiosos! / ¡Buuu! -eran los comentarios de las personas en el lugar.
-¡Cállense pecadores! ¡Y el que no se sepa el Ave María o el Padre Nuestro le hecho agua bendita! -dijo el rubio- Continuemos...y Jesús dijo a sus apóstoles, aquel que tome sangre, es un pecador, porque aquel que tome sangre está maldito y para nada es hijo de Dios -dijo el rubio y levanto a ver las miradas indignadas de todos- Ustedes dicen: Palabra del señor.
-Honor y gloria a ti, señor Jesús -le secundo la pelo naranja- ¡Es momento de cantar! Perdona a tu pueblo señor, perdona tu pueblo, perdona los señor.
Perdona a tu pueblo señor, perdona a los pecadores, perdona los señor, perdona a los pecadores, perdona los señor -agitaba una campana para captar la atención.
-En pleno siglo veintiuno ¿Sigue habiendo este tipo de gente? -dijo incrédulo una persona- ¡QUE LOS SAQUEN! ¡QUE LOS SAQUEN! ¡QUE LOS SAQUEN!.
Ante la porra los demás se unieron y pronto todo el lugar abucheaban a aquellos dos. Pronto el que inició el alboroto se acercó al rubio, quería bajarlo de un movimiento violento, pero la pelo naranja actuó a tiempo y le lanzó el agua bendita a la mano, misma que terminó hecha una masa por la deformación, un horroroso gritó dejo impactados a todos los presentes.
-El agua bendita te hace daño ¿Vampiro? -dijo la pelo naranja con superioridad.
-¡ESO NO ES AGUA BENDITA! ¡¡¡ES ÁCIDO!!! -grito el hombre retorciéndose.
-Si, pero tú eres un vampiro -el rubio no perdió más el tiempo y le puso la escopeta en el pecho disparando sin más.
Todo el lugar se había quedado en silencio, incluso unas miradas habían palidecido y otras se les había bajado rápido los efectos de estupefacientes.
-Aquí hay como el 10% de gente humana -otra persona salió entre la multitud- Quiere decir, que el resto de este lugar está lleno de vampiros y ustedes son solo dos miserables cazadores -mostró sus colmillos molesto.
-¡ESPERA! ¿¡EN SERIO?! ¿¡DE VERDAD HAY VAMPIROS AQUÍ?! -la persona que estaba frente a la multitud se le veía completamente aterrada.
-Y uno que otro hombre lobo -menciono con potente voz de un hombre musculoso hasta atrás.
Mismo que se convirtió en un lobo grande y se abalanzó sobre el aterrado hombre para devorarlo.
Con ello se desató el caos, pues en la multitud unas personas comían a otras, atacando las por el cuello, antes de que atraparán al rubio y la pelo naranja estos escaparon por el techo ⇀el rubio cargando a la pelo naranja aunque está lo aborreció más por aquello↼ tras llegar fuera del edificio se despojaron de sus disfraces.
-Dijiste mal eso, así no iba la lectura -el sacerdote estaba decepcionado.
-I'm sorry, but no se me da eso de rezar, soy más de Bang Bang -saco su otra arma el rubio.
-Se nota -dijo la pelo naranja preparando su arco.
-Caballeros, dama, los invito cordialmente a no contenerse, recuerden que en esta ubicación estaríamos matando a vampiros incluso de otros países. ¡Maten los a todos! -el pelo gris se puso su máscara de Huichilopochtli y tomo ventaja en entrar al edificio.
-LET'S GO! -grito el rubio siguiéndolo.
-En el nombre sea de Dios -se persigno el sacerdote antes de comenzar.
El lugar había Sido manipulado por los hechizos del monje, tanto adentro como afuera el espacio estaba revuelto para ser un laberinto dónde la lógica no tenía lugar. El castaño claro junto con el sacerdote lanzaban bombas de humo para disfrazar el veneno en el enredado lugar. La pelo naranja atacaba a distancia con su arco para dispararles a todos en la cabeza. Mientras tanto el de piel oscura junto con el rubio y el pelo gris se habían aventurado a entrar en el lugar para luchar de frente ante todas las criaturas, los tres hombres por su parte eran bastantes violentos.
El de piel oscura hacía tres cortes de manera súper rápida y a cada vampiro que se acercará.
El rubio disparaba a diestra y siniestra, a pesar de que parecía fuera de control, todos sus objetivos parecían acertados, ya que siempre disparaba en la cabeza o en el pecho.
Por su parte el pelo gris se movía ágilmente encajando una daga en la cabeza de los vampiros mientras que con la otra apuñalaba el corazón y cortaba el cuello rápidamente.
Era cierto que en lugar se encontraban hombres lobo pues uno se dirigía con gran velocidad al vulnerable rubio que estaba teniendo problemas con la recarga de munición.
-¡Jóven, cuidado! -grito el de piel oscura.
-SHIT! -había colocado mal la munición y no le dió tiempo a reparar su error.
Tenía ya bastante de cerca a la bestia y tampoco el de piel oscura podría ir ayudarlo ya que por distraerse un vampiro lo había tomado del brazo donde tenía su arma.
Aquella situación de infarto se vio salvada por el Amini que violentamente partió a la mitad por la panza el cuerpo de la bestia, con aquella espada antigua llamada Macuahuitl, la parte superior salió volando mientras que la inferior impacto contra el cuerpo del rubio manchando lo de sangre, no le dió tiempo a disculparse ya que rápidamente giró en el aire para apartar de una patada al vampiro que había sorprendido al de piel oscura ⇀que por instinto bajo la cabeza por su seguridad↼ y lo partió a la mitad, de la punta de la cabeza hasta abajo, dejo que las dos mitades cayeran sorprendiendo a ambos hombres. Procedió a retirarse un poco la máscara.
-Akadjé... Anthony... recuerden todas las veces en las que los vampiros no tuvieron piedad... ¡Usen ese rencor para liberar todo su potencial! -tras de el había aparecido un vampiro.
Pero sin despegar la mirada de sus compañeros, en un movimiento rápido corto por el abdomen a la mitad el cuerpo del vampiro.
Afuera del edificio la pelo naranja disparaba las flechas sin falla alguna, la chica estaba alejada de los hombres ya que estos seguían en la abertura tirando bombas y veneno. Un descuido por la parte de atrás la hizo caer, ya que un vampiro se había abalanzado sobre ella, creyéndose en ventaja porque la había dejado vulnerable, el vampiro procedería a matarla, pero la pelo naranja con el hilo de su arco de un tajo le reventó los ojos y le cortó la boca. Esto le dió ventaja para intercambiar lugares y que el vampiro recibiera el impacto de la caída, el impacto junto con su peso dió la oportunidad a cortarle el cuello con su arco.
-Escoria... -se levanto a limpiarse el polvo con ello vio que abajo tendría que enfrentar a una gran cantidad de vampiros- Mierda... -miro su antigua posición y noto que era imposible volver- No lo voy a lograr, mejor lucharé desde abajo.
-No lo va a lograr, hay que bajar para ayudarla -dijo el sacerdote en compañía del castaño y el monje.
-Bajen ustedes, yo puedo solo -declaro con orgullo el de ojos rasgados.
-¡En hora buena! Ya me había cansado de estar en cunclillas ¡A por ellos! -se adelanto el castaño en saltar.
La noche parecía avanzar rápido para los cazadores ya que estos habían tomado el consejo del pelo gris y estaban dando todo de si, tanto fue su esfuerzo que no sentían pesada o en peligro de riesgo aquella misión.
Aunque para los vampiros la noche parecía recurrir bastante lenta, así que tanto para paisanos como extranjeros la pasaban mal de que simples humanos pudieran hacerles frente, los más dañados en ego eran los de rango A.
Un hombre con varios anillos en las manos estaba en cunclillas, temblaba por debilidad ya que su cuerpo parecía no aguantar más ese aire.
-Es imposible... es imposible... ¿Cómo puede ser posible? Soy un vampiro de rango A... y estoy escondido como un vil cobarde, una gallina... mi piel está erizada y mi cuerpo tiembla débilmente -tosió tan fuerte que logro sacar sangre- Esto no puede acabar así...
-¡Maten los a todos! -una fuerte y autoritaria voz se escuchó en el lugar que poco a poco se quedó sin ruido.
-Esos malditos cazadores... -se asomo a la puerta.
El hombre veía la espalda de un cazador de cabellera grisácea y un par de dagas pequeñas ¿Esa escoria había terminado con tantos vampiros? Se sentía tan insultado que desearía detener el tiempo para que el sol no arruinara su venganza, pues quedaban pocas horas para el amanecer.
Con las pocas fuerzas que le quedaban hizo todo su esfuerzo para abalanzarse sobre el pelo gris y someterlo, estaba encima de él y con la diferencia de estatura ya no tendría escapatoria.
-¿Uh? -el pelo gris se limito a emitir ese sonido.
-Desgraciado ¿¡Cómo lo han hecho?! En tan poco tiempo... -miraba como en el lugar donde hace un momento había fiesta y desenfreno ahora habían cientos de cadáveres.
-... -el pelo gris no diría ni una palabra.
-¡Es imposible que unos humanos puedan contra los vampiros más fuertes, contra vampiros de rango A!.
-{Ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja} -tarareaba después de que el hombre dijo eso.
-¿¡Te estás burlando de mí?! -lo jalo del cabello.
-{Obviamente ¿Tan lento eres?}.
-¡¡De mi nadie se burla!! -trataba de estampar lo contra el suelo pero el pelo gris se opuso.
-{Que débil eres... si realmente fueras fuerte... ya me habrías roto la cabeza... debilucho} -sacudió su cabeza para retirarse la mano del hombre.
-¡Imposible! ¿¡Quién demonios eres?! -se le escapó algo de miedo en su voz.
-Veo que no eres de por aquí... así que no me conoces y por ello me voy a presentar... soy un Amini, un gusto. Voy a matarte -el vampiro no lo podía ver, pero dió una gran sonrisa.
-¡No te burles de mi! -volvió a tomar la cabeza del chico y esta vez sí la estrelló contra el suelo.
Tan fuerte fue el golpe que se escuchó un crujido y la fuerza del pelo gris se disolvió en un segundo, aquello lleno de alegría al vampiro y lo hizo sonreír ampliamente, procedería a tomar su sangre, pero... este comenzó a cantar.
-Sus colmillos se caerán se caerán, sus garras se romperán se romperán y cuando los tengas en enfrente sus cabezas haz de cortar -tras cantar dicha melodía.
El pelo gris desapareció convirtiéndose en un águila que rápidamente tomo su forma humana y en el aire aprovecho el peso de su cuerpo para cortar a la mitad el cuerpo del vampiro, aunque la espada se había atascado.
-¿Eh? Esto ni siquiera paso con el lobo... bueno ¿Qué más da? -comenzó a golpear el Macuahuitl repetidas veces para que esté terminara de cortar- Sus colmillos se caerán se caerán, sus garras se romperán se romperán -con cada tonada golpeaba con más fuerza- Sus colmillos se caerán se caerán, sus garras se romperán se romperán -daría un último golpe final- Y cuando los tengas en frente sus cabezas haz de cortar -la última patada partió a la mitad el cuerpo del vampiro.
A las afueras del edificio, los cazadores jugaban con la mente de los vampiros, ya que en su manipulada mente, estos salían de la tierra, de un árbol y de una esquina listos para atacar.
Aunque el creador de la manipulación no se encontraba del todo satisfecho, no sentía inconformidad de su creación, pero si del hecho que sus compañeros salieran del edificio teniendo en cuenta que este era un lugar cerrado donde se concentraba mejor el veneno, además de que en las libres afueras era más difícil de manipular que en un espacio cerrado y ya limitado.
Por otro lado, agradecía que el veneno esparcido fuera tan potente ya que este les había dado extrema ventaja en entorpecer las habilidades de los vampiros. Aunque al estar al aire libre lo hacía esparcirse mucho más tardado que en un lugar cerrado.
-Si en el edificio solo había el 10% de humanos... y si el resto eran vampiros supuestamente rango A... probablemente nosotros siete no hubiéramos podido solos... pero el sol nunca se iba a apartar de nuestro lado -miro al cielo que parecía pronto abandonaría su color azul oscuro.
Su vista al cielo fue interrumpida por una flecha que le paso muy cerca del rostro. Aquello le sorprendió muchísimo y buscaba con la mirada a la dueña de las flechas para reclamarle, pero no hubo tiempo de reclamos ya que dos vampiros habían aparecido junto a el, este intentaba alejarse y no entrar en conflicto ya que no portaba arma alguna.
-¡Este no tiene armas! ¡Matemos lo de una vez! -propuso uno y el otro le secundo.
Ambos se fueron contra el con la boca bien abierta y luciendo unos precarios colmillos que ya estaban ensangrentados.
-Que asco... -el de ojos rasgados volvió a retroceder y está vez les dió una fuerte patada en la boca a ambos.
Les destrozó la mandíbula de un solo golpe, a la vista de cualquiera, de la nada parecía haber sacado un arma similar a una lanza, solo que está tenía una pesada hoja en la parte superior con un pico en la parte inferior. Con el gran tamaño de la hoja fácilmente pudo cortar sus cuerpos en dos y para que no le mancharan su ropa lanzó lejos las dos mitades.
-Guan Dao... un arma que no suelo usar mucho, pero es mi favorita. ¿Eh?.
El de ojos rasgados miraba como salía el pelo gris del edificio, pronto amanecería y el cielo con la mezcla de rosado y azul lo confirmaba. Aunque el amanecer no sorprendía a los cazadores, si no que estos se toparon con sobrevivientes, vampiros sobrevivientes que les quedaba poco para morir pero aún así querían pelear.
-¡Qiang! ¿Puedes deshacer tu hechizo? -le gritó el pelo gris.
-Uhm... puedo -tras hacer un movimiento de manos, varios papeles volaron hacia el.
Mostraba la modesta cantidad de cinco vampiros sobrevivientes, mismos que tenían la mirada deformada por el odio que estaban sintiendo, la desesperación y la humillación.
-¡Oigan chicos! ¿Quién se quiere divertir con ellos? ¡Vamos! Mostremos nuestras habilidades -el pelo gris se fue acercando al grupo de cazadores.
Llamo la atención ya que su cabeza sangraba y en sus manos traía su máscara rota.
-Pero tío ¿Qué te ha pasado? -preguntó el castaño.
-Nada, no te apures, es solo que me rompieron la máscara y me quiero desquitar con alguien -sonrió molesto el pelo gris.
-Ok! C'mon guy's! Yo elijo el más feo -le apunto a uno.
El vampiro con rabia en los ojos corrió con todas sus fuerzas, pretendía abalanzarse pero el rubio fue más rápido que el y lo termino matando de un tiro.
-Oh fuck! Desperdicie mi oportunidad... no me esforcé -guardó el arma.
-¿Alguien más? -preguntó al resto de cazadores.
-¡Paso! -grito el de ojos rasgados y se echó.
-¡Mira y aprende capullo! -el castaño fue en contra de otro vampiro.
Pero tanto los vampiros que quedaban como los cazadores lo perdieron de vista, al poco rato, el cuerpo cayó hecho pedazos mostrando al castaño con cinco estacas unidas por hilos.
Quedando cerca de los otros tres vampiros, el más cercano a él no le hizo rasguño alguno ya que una lanza se atravesó en su camino solo para reventar la cabeza en mil pedazos.
-¡Si! ¡Venga pues que le he dado! -dijo emocionada la pelo naranja.
-¿Otro? -preguntó al sacerdote y el de piel oscura que quedaba.
-Me temo que esto está muy mal -habló el sacerdote- Pero...
A pesar de ser mayor en edad su velocidad casi se igualaba a la del castaño, en un abrir y cerrar de ojos ya había apuñalado en el pecho a un vampiro.
-Arrepiente te y cree en el evangelio -se giró dándole la espalda.
Acto que los cazadores notaron peligroso ya que una simple puñalada parecía no ser suficiente, grande fue su sorpresa al ver que el vampiro ardía en llamas de esa área y bastante pronto comenzó a convertirse en ceniza.
-Que Dios te perdone -se persigno y guardo su espada.
-¿Akadjé? -le invito a tomar el último.
-Gracias, pero paso, tú fuiste el que quería desquitarse ¿No es así? -cedió su oportunidad cordialmente.
-Nosotros somos vampiros de rango A... -el que quedaba aún hablaba.
-Me vale madres -dijo molesto- ¡Chicos! ¿Quieren ver una transformación múltiple?.
-A la tío ¿Cómo es eso? Venga, enséñalo -dijo el castaño.
-¡Quiero ver! ¡Quiero ver! -dijo emocionado el rubio.
El pelo gris se echó algunos pasos para atrás y comenzó a correr transformado en un perro gran danés gris que pronto paso a un águila, estando a la altura considerable volvió a su forma humana para girar en el aire y con el peso de su cuerpo partir el cuerpo en dos.
Tras una momentánea satisfacción, pronto sintió un frío recorrer su espalda y perdió el conocimiento.
⇀En la vivienda↼
El pelo azul por fin había recuperado el conocimiento... después de dos días... cosa que había aterrado al pelo verde ya que este creía en todo momento que ya estaba muerto, pero cuando despertó agradeció a todos los dioses aquello.
-¿Me quedé dormido dos días? -se impresionó por el tiempo.
-Si... nos diste un gran susto -tras decir aquello, el can se abalanzó sobre el para lamerlo- Te extrañó bastante.
-¿En serio Michi? ¿Quién es un buen Michi? ¡Pues tú! ¡Pues tú! -acariciaba al can con alegría- Oye ¿Y que paso con Marcel? ¿No apareció en lo que estaba dormido?.
-Para mi sorpresa no, ya no ha aparecido y aquello me inquieta bastante -dijo preocupado.
-No escucho a Didier -trato de sonar desinteresado.
-Se ha dormido, ha llorado mucho... me preocupa su salud... quiero ayudarlo pero no me deja...
-Sigue en una etapa difícil, no te preocupes, todo se solucionará -le tomo del hombro.
-Eso espero...
-Con respecto a Ariatna... -no lo dejó terminar.
-No he sabido de ella, ni siquiera por celular me he comunicado... realmente me preocupaste {Y por qué me la pasé estos dos días comiendo como si no hubiese un mañana}.
-Lo siento pequeñin -ahora le acaricio la cabeza.
Un ruido en su celular arruinaba la tranquila mañana con una noticia.
"Esta mañana se confirmó que la ruta de Guanajuato a León de la noche antepasada no llego a su destino...
⇀En la vivienda del pelo gris↼
...esto ya había Sido denunciado por varias personas que esperaban a sus familiares que nunca llegaron, tras revisar múltiples cámaras de seguridad pudimos notar que el vehículo fue robado a la hora de las 12:00 de la madrugada, justo a la mitad del camino y reapareció a las 3:00 de la mañana con la mayoría de los pasajeros fallecidos, algunos siguen desaparecidos.
La policía ya está haciendo cargo de la investigación, pero esto es un caso raro para las autoridades. Le informo su servidora, síganos sintonizando"
La pelirroja dejo su celular de lado y se llevó las manos al rostro para después soltar un gran suspiro.
-No puede ser...
-¿Qué ocurre amiga Paulina? -preguntó el rubio cazador a lado de ella.
-Ese camión tiene gente desaparecida -dijo con una creciente desesperación.
-En este país son muy comunes esas cosas ¿No?.
-Si... pero... en ese camión... iba... -no quería aceptar sus palabras y se le quiso hacer un nudo en la garganta- Ari...atna...
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Había pasado el tiempo desde que aquellas criaturas habían atacado a los cazadores.
Se suponían que llegarían a un acuerdo para tratar de evitar una guerra que llegara involucrar a inocentes humanos. Pero las criaturas fallaron a su palabra y planearon una emboscada cambiando los días y la hora. Atacaron a matar y hubo una importante baja en el equipo cazador.
Lamentablemente habían asesinado a un cazador con un brillante futuro, el funeral de el de ojos rosas fue bastante crudo debido a las lágrimas de la viuda y la madre.
Aquel ataque había subido la tensión entre los rivales y constantemente trataban de entrar nuevamente en conflicto. Aunque la intervención de otras criaturas había bajado el número de cazadores y aquello alarmó a los mayores.
-Esto es indignante, años de entrenamiento y conocimiento ¿Para que? ¡Para que unas basuras inhumanas nos bajarán el número en cuestión de años! Nuestro grupo fue reducido por el ataque de los vampiros. El grupo del norte fue bajado por el de hombres lobos. El grupo del sur fue bajado por unas brujas Europeas y los que han quedado se han unido a otro grupo de cazadores del resto de América. ¿De que se trata señores? ¿De huir? -un hombre a pesar de su edad avanzada, portaba una gran estatura, piel morena arrugada, ojos negros y precario cabello blanco.
-Esto es una gran vergüenza, además, las bestias se han aprovechado por las guerras humanas, matan sin medida y acusando a otros hombres de servirles sangre al plato. Es indignante -habló otro mayor, este encorvado, de piel manchada por la edad e inexistente cabellera.
-Como responsable de los grupos pequeños de Amini... Debo decir que estos esparcidos no han reducido su número, ya que las bestias no saben las locaciones exactas y por ello no van en grandes grupos, así que se han salvado. Por ahora -confesó un hombre menos arrugado pero con varias cicatrices en sus fuertes brazos y manos.
-Esparcirse y huir... Va a ser la mejor opción... Que quedarnos... -habló algo tímida una pequeña mujer con muchas arrugas y poco cabello canoso.
-¿¡Estás loca?! ¡Mujer no digas idioteces! -un hombre con piel colgada y cabello que le rodeaba la cabeza protesto ante aquello.
-No son idioteces... Nuestros ancestros lo hicieron de igual manera... Para poder sobrevivir, algunos se ocultaron... Los que sobrevivieron se ocultaron y enseñaron en secreto, de a poco fue creciendo su número y de apoco nuevamente fueron apareciendo. Si vuelven a atacar nuestros números se reducirán más. Los únicos que nos quedarán para proteger nuestra genética serán los grupos pequeños -dijo su idea de manera tímida- La única opción es separarnos y escondernos.
-O juntarnos y atacar juntos -dijo el de gran estatura.
-¿Qué? -dijeron los presentes.
-Los grupos de Amini que fueron atacados debemos reunirnos todos para atacar a las criaturas de la oscuridad. Los superamos en número, está vez atacaremos con mayor fuerza y mejor estrategia -dijo otra vez el de mayor estatura.
-Pero las criaturas de otros países siguen ingresando debido a las intervenciones extranjeras -la mujer tímida fue interrumpida.
-Dejalo hablar -dijo el de piel colgada.
-Solo los más fuertes intervendrán en la batalla, mientras que los grupos pequeños quedarán como una segunda opción para el futuro. Nosotros los mayores no intervendremos, esto debido a nuestros conocimientos -fue lo último que expuso de su idea.
Los demás en la sala aceptaron, aunque no todos estaban de acuerdo.
La próxima batalla, está vez con los más fuertes se daría acabo pronto, aquellas mujeres Amini que estuvieran esperando un hijo o tuvieran hijos pequeños no intervendrán en la batalla, ni los niños pequeños, ni ancianos.
En dicha batalla de igual manera se perdieron muchas vidas, aunque hubo una batalla que involucró venganza y la muerte de una inocente, aunque también una futura amenaza.
El de cabellos grises caminaba apretando su mano contra su rostro para detener el sangrado, había excedido el tiempo límite de la batalla únicamente para enfrentarse al vampiro que le quitó la vida a su mejor amigo, pero no logro devolverle el favor debido a que una mujer intervino en la batalla y termino sacrificándose. El dolor de su cuenca ahora sin ojo⇀Debido a qué el vampiro se lo había arrancado↼era nada comparado con su rabia.
Al llegar a su hogar se sentó a la mesa donde comía, únicamente para darle un fuerte golpe para romperla.
-¡AHHHHH! -trató de liberar todo su odio e impotencia en un grito, pero soltó otro debido al dolor- ¡¡AHHH!! -se apretaba con más fuerza la cara.
-Eres un tonto... -escuchó una voz femenina familiar- ¿Crees que gritando se te va quitar el dolor? -la de ojos morados apareció en la oscuridad de la casa del pelo gris para ponerse frente suyo con una caja- ¿Lo enfrentaste solo?.
El de cabellos grises no quería hablar, temía que por el enojo dijera malas palabras.
La de ojos morados procedió a retirar la mano para limpiarle la sangre, con ello logro ver una herida abierta en el ojo del chico.
-Tú ojo... -limpiaba la herida con alcohol.
El pelo gris gruñó y tomo sus ropas para soportar el dolor.
-¿Ya te dije que eres un tonto? Si me hubieras llevado contigo, no te hubiera arañado la cara -dijo tranquila.
-Debías quedarte aquí a cuidar a Ixztmi -dijo serio.
-¡Ya lo sé! Mis padres me impusieron esa responsabilidad a la fuerza, quiero a Ixztmi, comprendo que pasa por una enorme tristeza de perder a su esposo y cuidar de un hijo sola. Pero me la impusieron para impedir me ir a la batalla ¿O crees que no sabía que solo los más fuertes asistirían a esta batalla? ¡Soy la mejor de mi clase así como hermano y tu fueron los mejores de la suya! Pero por la sobreprotección de mis padres me quedé en casa -dijo levantado la voz.
-No empieces, era mejor para ti quedarte.
-¿Y para que? Para que llegarán con la noticia de que nuestro número otra vez se redujo y que tú quedaras sin un ojo. ¡Si me hubieras llevado contigo habríamos asesinado a ese maldito vampiro! -trataba de que su ira no interviniera en la sanación del pelo gris.
-¡Tus padres te quieren mantener a salvó! ¡Entiende! ¡Eres la única hija que les queda! -le detuvo la mano que ya temblaba de odio.
-¡Y yo no soy débil! ¡No me consideren débil! ¡Quiero matar a ese hombre! ¡Quiero verlo muerto! ¡Quiero quemarlo! -se libero del agarre y procedió a vendar le el ojo- Quiero arrancarle los ojos y quemarlos, total los va a regenerar después, así que quiero que vea cómo quemó sus ojos, quiero que vea cómo quemó sus órganos, quiero asesinar a sus compañeros frente suyo. Si tiene pareja quiero matarla, si tiene amigos quiero matarlos, si tiene familia quiero matarlos. Quiero matar todo lo importante para el. Quiero que se muera ¡Quiero que se muera! -terminó de sanar al pelo gris.
-Zalhin... Eres una niña... No deberías decir esas cosas -dijo asombrado por las palabras de la chica.
-¡No soy una niña! ¡No lo soy! ¡Soy alguien madura capaz de matar bestias! ¡Quiero matar a ese hombre! ¡Lo voy a matar! -se alejo del pelo gris para dirigirse a la puerta, pero fue detenida por el chico- ¡Suéltame! ¡Aparte de matar a mi hermano, te hizo daño a ti! ¿¡No le basta?! ¡Suéltame! ¡Suéltame! ¡Suéltame! -pero el pelo gris la acercó a ella para abrazarla- ¡Suéltame! ¡Debo matarlo! ¡Debo matarlo! ¡Suéltame! -sintió más fuerte el abrazo- ¡Que me sueltes!.
-Creo que si te hemos descuidado... Te dejamos tan sola en casa... En lugar de estar contigo... Tu odio... No deberías sentirlo -la apretaba con fuerza- Yo voy a estar bien... Pero tú... Eres muy pequeña para tanto odio.
-Suéltame por favor... Quiero matarlo... Quiero matar a ese hombre... Yaotzin suéltame por favor... Por favor... Por favor... -su voz se estaba quebrando y comenzó a llorar- Quiero matarlo... Quiero matarlo... Quiero... Quiero a mi hermano de vuelta... -su llanto la orillo a corresponder el abrazo con fuerza- Quiero a mi hermano de vuelta... Yoltic...
-Llora... -le consoló- Saca todo el dolor que no te deja seguir.
La lluvia había parado, pero las nubes seguían igual de negras, aquello y la nula iluminación en la casa hizo que está misma estuviera completamente oscura, dentro de ella estaban dos jóvenes abrazados, despertando de a poco.
-¿Me quedé dormido? -dijo muy bajo el pelo gris, trataba de acostumbrar su ahora único ojo a la oscuridad- ¿Qué hora será? -noto el cuerpo de la chica en sus brazos y decidió acariciar la cabeza de esta- ¿Te dormiste pequeña? -dijo adormilado.
-Tú también -dijo la chica adormilada y sorbiendo la nariz- Parecemos gallinas, es increíble que nos quedamos dormidos sentados -dijo lento mientras movía sus brazos lentamente para disfrutar de la calidez del chico- {No me sueltes... Por favor} Yaotzin...
-Debo llevarte a casa, tus padres deben estar preocupados... Aunque ellos también fueron heridos en batalla, no dudo que el dolor les entretenga tanto como la incertidumbre de en que momento llegará su hija -suspiro- Ixztmi debe estar atendiendo los, así que vamos a ayudarla.
-¿También vas? -preguntó esperanzada.
-Si, ya que si te voy a dejar únicamente, tus padres no me querrán soltar así como yo a ti -separo de a poco sus brazos- Arriba, vamos -se levanto lentamente para ayudar a la chica- Tus ojos están hinchados.
-¿El tuyo no te duele? -dijo tratando de tocar el vendaje pero tenía miedo de dañarlo.
-No... No tanto, ahora vamos, que no se la hora que sea -le cedió el paso para salir.
El de pelo gris pasó unos días con la familia de la de ojos morados para que el se sintiera menos solo y ellos menos ansiosos porque el pelo gris ahora carecía de un ojo.
-Entonces ¿No vas a retractar te? ¿Vas a usar ese símbolo? -preguntó el padre de su amigo.
-La presencia de ese vampiro a desaparecido, quiero matarlo ahora que me ha provocado esto -señalo su ojo vendado.
-Yo también tengo rencor, pero, prefiero cuidar a mi nieto... Y cuando muera, quiero cuidar la tumba de mi hijo -dijo amargo- Mi nieto... Se parece tanto a su padre -cambio su tono a uno alegre.
-Es cierto, es un mini Yoltic, es tan lindo y pequeño -la mención del menor cambio todo el ambiente.
-Y cuando sonríe ¿No es un ángel? Su sonrisa tan pura es hermosa -dijo el mayor.
-Y cuando te agarra con su manita, es tan fuerte y tan pequeño que es adorable -dijo el pelo gris con una sonrisa.
-¡Y huele tan bonito! -volvio a hablar el mayor.
Aunque, escondida, pudo escuchar un tercero sobre el plan del pelo gris, sobre detener su edad. Sobre dejarla otra vez.
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Próxima publicación: 11/05/2023
Horario: 19:00 a 21:00 horas.
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