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Capítulo 48

Libro de símbolos.

A la mañana siguiente el pelo gris estaba en la cocina con la pelirroja, está emocionada haciendo el desayuno y el chico ayudándole para ya no tener que deber le conocimiento del tercer libro.

-Buenos días -dijo la castaña bostezando.

-¡Ari Buenos días! -dijo la pelirroja.

-¿Dormiste bien? -dijo el pelo gris.

-Dormi bien ¿Y ustedes?.

-No dormimos, yo salí a cazar y ella me estaba viendo -dijo el pelo gris.

-¡Y estuvo genial! ¡Le hacía "paw" "pow" "zas" "punch" ! -decía mientras le golpeaba al pelo gris.

-Es increíble que no te asustara ver esas escenas... -el pelo gris se le hacía raro la actitud de la chica.

-¿Bromeas? ¡A mí me encanta la acción! -volvió a golpearle el hombro- ¿Entonces? Solo queda un libro ¿No? El libro de símbolos ¿Vamos a aprender ese hoy?.

-No... te dije que no podía enseñarte demaciado, dime la verdad ¿Quieres el conocimiento para lastimar a alguien?. 

-Te responderé la pregunta con otra pregunta ¿Quién era esa persona que te salvó? -le señaló con una cuchara de madera.

-¿Te salvó? ¿Corriste riesgo? ¿Qué pasó? ¿Quién era? -preguntó la castaña preocupada.

-Solo un contratiempo, descuida no pasó a mayores. No sé quién era, no le ví la cara y su voz no la logré distinguir.

-¿No habrá Sido otro Amini? -dijo la pelirroja.

-Lo dudo mucho, soy el único Amini puro que queda, el resto son descendientes de generaciones que no sabrían cazar.

-¿Y existen otros cazadores? -preguntó la castaña.

-La verdad es que si, nosotros solo pertenecemos aquí, tengo entendido que los Amini eran aliados de otros cazadores de Latinoamérica, aunque en las intervenciones extranjeras también se hicieron de aliados {O puede ser a los que cite algunos meses atrás, supongo que ya va a ser tiempo de ejecutar mi plan} -respondió el pelo gris.

-¡Qué emoción! ¿¡Y crees que vengan a la casa?! -dijo emocionada la pelirroja.

-Dudo mucho en verdad que alguien venga a verme, más si se trata de un cazador, lo siento -dijo apenado.

-Pau veo tu rostro lleno de ojeras ¿Por qué no duermes un rato? Tu también Yaotzin, siempre que sales a cazar regresas muy cansado -dijo la castaña.

-¡No! ¿¡Cómo crees que me voy a dormir?! ¡Estoy llena de energía! ¡Es más ahorita me pongo a hacer el aseo de la casa! -dijo la pelirroja mostrando "músculos".

-{¡Si vuelve a hacer eso, le deberé conocimiento!} ¡No puedes hacer eso! ¡Yo haré el aseo! ¡Tu ya hiciste el desayuno! -intervino el pelo gris.

-¡Hicimos! -le dió un omelette con jamón a la castaña- Toma Ari, lo hizo YAOTZIN.

-Toma personita, jugo recién hecho -le dió un vaso- lo hizo PAULINA -imitó su acción.

La castaña tomó ambas cosas y mientras desayunaba miraba como la pelirroja y el pelo gris peleaban como niños pequeños. Cuando terminó decidió hablar.

-De todas maneras, ambos deberían dormir {si ambos duermen puedo ir a reencontrarme con Ian para preguntarle cómo está, me preocupa dejarlo solo} si no duermen les dolerá la cabeza.

-Esta bien... ¡Pero primero voy a hacer el aseo! -tomo la delantera y fue por una escoba el pelo gris.

-¡¿Pero que dices?! ¡Yo voy a hacer el aseo! -corrio por otra escoba.

Ahora tanto la pelirroja como el pelo gris tenían escobas y ambos comenzaron a barrer.

-¿Pero que estás haciendo Yaotzin? Yo debo de barrer, tu deberías descansar, anda duerme -retiro la escoba contraria de golpe.

-¿Ah? ¿Insinúas que no puedo hacer está simple tarea? -repitió la acción de la chica. 

-Tu lo haz dicho, es una simple tarea, puedo hacerla -volvió a repetir la acción.

-¿Insinúas que yo no puedo?.

-Claro que puedes, en ningún momento e insinuado aquello. Haz mal interpretado mis palabras.

-¿Insinúas que soy tonto?.

-De ninguna manera he insinuado aquello, detengamos este pleito verbal y déjame a mi está tarea, es mi deber -mientras se quitaban mutuamente la escoba ambos iban avanzando.   

-¿Estás declarando que está tarea es únicamente para mujeres? -cambio su tono a uno sorpresivo- ¿Acaso eres...?.

-¿Acaso estás acusándome de ser algo que odio únicamente por darte la libertad de descansar? -tambien cambio su tono.

-Parece que ambos tienen una pelea de esgrima -dijo la castaña quien se había puesto a limpiar las ventanas.

Tiempo después terminaron de hacer el aseo, tanto de barrer como de trapear el pelo gris y la pelirroja peleaban como si se tratara de esgrima. Eso ocasionó cansancio y ambos fueron a recostarse. Aquello le dió ventaja de salir a la castaña, aunque cuando estaba cerrando la puerta al darse la vuelta se encontró con la pelirroja.

-¡Paulina! -se sorprendió de verla.

-¿A dónde vamos? -preguntó y presumió su sombrero con lentes oscuros.

-¿En qué momento saliste? -se asustó por su presencia.

-Hace un rato, bueno ¿A dónde vamos? -tomo del brazo a la castaña.

-{Quería ver a Ian, pero veo que ya no podré hacerlo...} Iba a ir a la estética para cortarme el cabello, ya lo tengo algo largo -señaló su cabello que ya le llegaba a las rodillas.

-¡Ay yo también voy! ¡Debo darme mi glow up para hacerle ver de lo que se perdió a ese pe...! -notó lo que iba a decir y se retractó- Digo... es momento de un cambio ¿No?.

Tras llegar a una estética conocida por la pelirroja, estas se pasaron toda la tarde ahí, ya que la pelirroja no sabía que cambio hacerse, no sabía si cortarse el cabello, decolorar se, raparse o que otro cambio espontáneo hacerse. Mientras que la castaña ya había hecho su cambio y pagado por ello, solo se recortó las puntas y se cortó un poco el fleco ya que este estaba bastante largo.

-Y luego que la vieja fondonga esa le dice a mi mamá "Pues no le voy a pagar, yo le dejé el dinero a mi hijo y si no se lo dió ese ya es problema suyo" -la chica de la estética ya había tomado asiento e incluso había encargado comida para platicar con la pelirroja y la castaña.

-¡Y! ¿Es neta que le dijo eso? Poca madre -dijo la pelirroja comiendo unas alitas que habían encargado.

-Y mi mamá le dijo "Pues no sé cómo le vaya a hacer, pero yo no tengo la culpa de que su hijo sea un ratero. Bien lo dicen de tal palo tal astilla" -la chica tomo un sorbo de su bebida- Pero, Pau, ¿Cómo no le va a pagar cien pesos?.

-¿Cien pesos? ¿¡Neta no le puede pagar cien pesos?! -se enfado la chica con eso.

-¡Ay si! ¡Vieja fondonga muerta de hambre! Y luego ahí anda echándole la sal a mi mamá con los vecinos.

-¿Por qué?

-Mira haz de cuenta que el otro día había un cagadero así bien masivo en la calle. Ah, pues ¿A quien crees que le echaron la culpa? A la "Conchi" de mi mamá.

-¿A su perrita?.

-¡Si! Ese perro cagadero no era obra de un chihuahua, el que hizo el cagadero fue el perro de la vieja esa, ella tiene un perro boxer y la muy estúpida le dió comida echada a perder, por eso el cagadero masivo en la calle -comió unas papas fritas y prosiguió- Y la vieja estúpida culpo a mi mamá por eso, les decía a los vecinos "No es que la perra de doña Lupe fue la que dejó el cagadero" o sea pero siempre que decía eso enfatizaba en la palabra "perra" ¡Pinche vieja hija de toda su repu...!.

Mientras ellas conversaban, la castaña trataba de entablar una conversación más tranquila con la ayudante de la estética.

-¿Y cuánto tiempo llevas trabajando aquí? -preguntó la castaña.

-Dos meses -respondió la chica.

-Ah, poquito.

-Si.

-¿Y te gusta trabajar aquí?.

-Pues si, es que como somos primas -señaló a la chica que hablaba con la pelirroja- pues se me hace más fácil el trabajo.

-¿Son primas? Wow, pues está bien ¿No? Ya así es más relajado el trabajo.

-Si, la verdad si.

-... oye ¿Sabes que horas son? -decidió preguntar antes de que se quedará un silencio incómodo.

-Faltan quince para las siete -señaló el reloj que había en el lugar.

-{¿En qué momento? ¿¡Nos pasamos toda la tarde aquí?!} Oh... si que es tarde -se levanto para estirarse y todo el cuerpo le crujió- {Dios... hasta siento dormida mi retaguardia}.

-¿Qué? ¿Ya nos vamos? -hablo la pelirroja al verla por el espejo.

-¿Ah? ¿Eh? Si... ¿Si quieres? -dijo la castaña apenada.

-Bueno, pues luego nos vemos amiga, me saludas a tu mami y dile que ya no haga corajes -abrazo a la chica de la estetica.

-Ay si amiga, y también cuídate, oye ya no has ido a las quesadillas y mi mamá siempre te guarda el guisado que tanto te gusta -le reclamo un poco.

-¡Ay! ¿De verdad? ¡Que linda tu mami! Este sábado si voy ¡Te lo juro! ¡Hasta compraré los dulces que tú hermano vende con ella!.

-¡Va que va! ¡Ahí nos vemos pues! -se despidió la chica.

-Gracias por todo, con permiso -dijo la castaña.

-¡Vuelvan pronto!

En el camino la castaña notaba como la ciudad se iba apagando y las luces públicas prendían.

-Me duelen las nalgas -dijo la pelirroja tirando su vaso en la basura.

-Duramos mucho ahí.

-Si, yo estaba esperando a que me dijeras que nos fuéramos.

-¿Estabas esperando a que yo dijera?.

-Pues si, cuando te cortaste el fleco creí que ya nos íbamos, pero ví que te sentaste en las sillas de atrás y creí que querías quedarte -le respondió la pelirroja.

-¿Me... estabas... esperando...? -una gota imaginaria de sudor bajaba por su cabeza.

-Es que tú también, no me avisaste -le respondió sencilla y continuaron su camino.

Mientras caminaban a la pelirroja se le ocurrió preguntar.

-¿Crees que ya esté lista la clase?.

-¿Qué clase? -preguntó la castaña.

-La de hoy, vamos a aprender del libro de símbolos, aprenderé de tu tatuaje, quien sabe, hasta podría hacerme uno yo.

-Creo que Yaotzin mencionó que servían solo con una tinta especial. Oye Pau es cierto ¿Por qué quieres saber tanto? Digo, no vas poder convertirte en una Amini, por varias razones ¿O eso quieres? ¿Quieres ser una Amini?.

-No creo que pueda, además Yaotzin dijo que entrenaban desde muy jóvenes, yo creo que sí empiezo a mi edad terminaré a los treinta y pos... ya para que -hundió los hombros.

-¿Y por qué no duermes?.

-¿Eh?.

-Ya te lo había dicho, tienes muchas ojeras y ahora que lo recuerdo, los días que me he quedado contigo no te he visto dormida.

-Eh... es porque te quedas dormida primero -dijo la pelirroja un poco nerviosa.

-No lo creo, además como tú piel es clara se marcan más fácil las ojeras -se acerco a su rostro- ¿Estás bien?.

-Ah... -suspiro- No quiero dormir porque no quiero soñar con el... ¡Ese perro no tiene derecho de seguir en mi cabeza si el ya me saco de su vida! -aunque en un principio su tono fue triste pronto cambio a uno enojado- ¡Así que no dormiré hasta que mi cerebro tenga suficiente información! Con ello no soñaré con el.

Cerca de ellas paso un auto que se detuvo por un semáforo en rojo, este retumbaba por la canción que tenía en la radio.

"¡Ven! ¡Y cuenta me la verdad! ¡Ten piedad y dime! ¿Por qué? ¡No! ¡No! ¡No! Woo"

-¡¿Cómo fue...?! ¡Que me dejas te de amar! ¡YO NO PODÍA SOPORTAR! ¡¡¡TU TANTA FALTA DE QUERER!!! -la pelirroja canto a todo pulmón.

Aquello ocasionó que el dueño del carro bajara la ventanilla y le subiera el volumen a la canción.

-Ay no... -dijo la castaña al ver que el dueño del carro era mujer y se puso a cantar a todo pulmón con la pelirroja.

Al llegar a la casa del pelo gris ahora la castaña deseaba realmente tener "una clase" ya que no quería que su amiga fuera por alcohol y se pusiera a cantar, no porque le pusiera incómoda esa actitud si no porque el ruido molestaría a los vecinos.

-¡Yaotzin! -llegó la castaña con su amiga tomadas del brazo.

-¿¡Cuál es la clase de hoy profe Yaot?! -hablo la pelirroja.

-¡Chicas! ¿A dónde fueron y por qué no me dejaron una nota? -se le veía con el pelo desarreglado al pelo gris.

-¡Lo siento Yaotzin! Fue mi culpa... quería que descansarán ambos pero... -la castaña fue interrumpida.

-¡Pero el tiempo termino! Es momento de la clase -notó que el pelo gris quería protestar pero lo detuvo- ¡O explicación! Ambos pueden explicarme cómo funciona su tatuaje.

-Eres lista... {está chica es peligrosa}... nuestro tatuaje viene del libro de símbolos -suspiro resignado- Este libro llega a reunir características de los otros dos, ya que en este se encuentran animales y armas -se fue alejando para traer el libro.

-¡Qué emoción! ¡Qué emoción! ¡Qué emoción! -dijo la pelirroja al ver que su plan había funcionado.

-Se requiere de una tinta especial para dibujar estos símbolos, ya que con esta dará vida a los símbolos -le paso el libro a las chicas directamente mientras el arreglaba su cabello- Los animales: principalmente son felinos, serpientes y aves, aunque por las intervenciones extranjeras se agregaron más animales. Son materializados para combatir, si el Amini es fuerte pueden resistir varios golpes.

Termino de arreglarse el cabello y pidió de vuelta el libro, tras tenerlo nuevamente en sus manos comenzó a buscar las páginas.

-Las armas: las armas materializadas funcionan más para intimidar ya que no son muy duraderas como las físicas, aunque también depende de la fuerza del Amini. Si el símbolo puede conectar con un arma física el Amini en cuestión es bastante fuerte.
Hay más símbolos, por ejemplo los que te convierten en animal también conocidos como "nahuales" ya que no te convierten en animal por completo.

-O pues ¿Si o no? -intervino la pelirroja.

-Te puede fallar alguna característica del animal, como la cola, las orejas o los iris del animal en cuestión. Estás transformaciones se usan para factor sorpresa o de espionaje -volvió a mostrarles el libro a las chicas está vez abierto.

En las páginas mostraban hileras de símbolos de animales en forma lateral como las antiguas culturas, un solo símbolo poseía varios nombres.

-Hay bastantes animales, aunque lo que te preguntaban eran los nombres en las diferentes lenguas, como el jaguar -señaló el símbolo.

-Ocelotl -dijo la pelirroja.

-Cocodrilo -señaló otro símbolo.

-Cipactli -dijo de nuevo.

-Lagartija -dirigió su dedo a otro símbolo.

-Cuetzpalin -hablo otra vez.

-Serpiente -pensó que era un desafío y aumento la velocidad en señalar los símbolos.

-Coatl -acepto su desafío y procedió a responder rápido.

-Venado.

-Mazatl.

-Conejo.

-Tochtli.

-Perro.

-Itzcuintli.

-Mono.

-Ozomahtli.

-Aguila.

-Cuauhtli

-Oso.

-Osomari.

-Murciélago.

-Uasisi.

-¡Colibrí!

-¡Ts'intsuni! o también uitsilin.

-¡Caballo!

-¡Kauayotl!

-¡Búho!

-¡Tekolotl!

-¡¡Lechuza!!

-¡¡Auatekolutl!!

-¡¡¡Lobo!!!

-¡¡¡Nexkoyotl!!!

-¡¡¡Araña!!!

-¡¡¡Tokatl!!!

-¡Ya me mareé! -dijo la castaña que en todo momento siguió el dedo del pelo gris.

-Ay perdona Ari, también estaban los animales como el Cacomixtle y el Yaguarundi  -procedió a darle el libro a la pelirroja que era la más emocionada.

-Oigan -hojeo rápidamente a lo que el pelo gris le dió cierta incomodidad- Ya cheque y aquí no viene su tatuaje ¿Qué onda?.

-Bueno, sobre eso, había una regla no escrita -con mucho cuidado le retiró el libro y se lo paso a la castaña, ya que ella tendría más cuidado con tan antiguo conocimiento- si entiendes bien ese libro y lo manejas, puedes crear tus propios símbolos, el que compartimos Ariatna y yo, lo cree cuando compartíamos un mismo objetivo, podíamos cambiar de lugar o poder estar yo junto a ella... aunque de un momento a otro ya no pudimos.

-Es cierto, ahora con suerte podemos comunicarnos mentalmente. Aunque siendo sincera extraño estar en nuestro espacio, me sentía bastante relajada cuando estaba ahí, me levantaba como nueva -entrego el libro por miedo a dañarlo.

-¿Su espacio? -preguntó la pelirroja.

-Es complicado de explicar -dijo el pelo gris.

-¡Tengo toda la noche! -se acomodo mejor en el sillón.

-{¡Pero yo no! Necesito que se duerman rápido porque hoy me encontraré con los demás cazadores} Bueno... Verás...

Tras explicarle todo, la castaña pudo ver algo que finalmente le alegro, vio a su amiga bostezar y tallarse los ojos, pronto dormiría.

-Oye Yaot, ¿Tienes otros tatuajes? Aparte del que compartes con Ariatna.

-Tengo varios, pero -se levanto la manga del brazo izquierdo- con este puedo convertirme en perro, aunque me falta la cola, pero eso tú ya lo viste -se bajo la manga.

-¡Es cierto! ¡Yo también quiero ser un nahual! ¡Quiero ser un gato! ¡No! ¡Mejor un águila! O... ¡Un tigre! ¡No mejor! ¡Un rinoceronte! ¡No! ¡Mejor! -proponía varias ideas como una niña pequeña- ¡Un león! ¡Un caballo! ¡Una mariposa! O... ¡Ya se! ¡Ya se! ¡Ya se! ¡Ya se! ¡Ya se! ¡Ya se! ¡Un...! ¡Un...! ¡Un...! ¡Dinosaurio!.

-Tengo una mejor idea ¡Un alebrije! -dijo la castaña.

-¡Si! ¡Eso! -ambos chicas chocaron ambas manos.

-Ja ja ja con tantas opciones me parece buena idea. ¿Te imaginas que pueda crear un símbolo así? -habló el pelo gris.

-Sería genial si pudieras, aunque te llevaría tiempo como nuestro símbolo ¿No?.

-La verdad si, nuestro símbolo lo vengo desarrollando desde antes que ustedes nacieran, lo digo literalmente, era una propuesta para mí maestro, recuerdo sus palabras "Si pruebas que tú símbolo funciona, lo pondré en el libro" -habló tratando de imitar a su profesor.

-Pues si estuviera vivo y pudiera verte, de seguro hubiera puesto tú símbolo -dijo la castaña.

-No, lo conozco y con la reciente falla de que sus funciones ahora no podemos usarlas, me daría de golpes en la cabeza y me haría hacer otro símbolo o ya no volver a intentarlo -recordaba su actitud.

-Sabes, también he notado que posees un arma que no estaba en el libro de armamento ni en este -dijo la castaña refiriéndose a su lanza de medialuna retractil.

-Ay si, está también era una propuesta, de hecho la lleve a varias batallas para que los mayores la vieran y pudieran considerar la como útil para que la pudiéramos usar -suspiro- pero por desgracia nunca se fijaron en mi arma y tuve que llevarme mi arma conmigo cuando detuve mi edad.

-Sobre eso ¿Dónde estaba ese símbolo? No lo encontré -era mentira, no lo busco por miedo a dañar el libro.

-Ese símbolo era un símbolo prohibido, esto debido a que requiere mucho poder o que ponía en riesgo la vida del Amini.

-¿Esa sección está en el libro?.

-Eran como las reglas no escritas, solo se mencionaban en palabras pero nunca se escribieron.

-Oye -susurro la castaña- Se quedó dormida -señalo a su amiga que estaba acurrucada en el sillón.

-¿En qué momento? -bajo igual la voz.

-No sé, pero esto es bueno, no sabemos cuántos días exactamente lleve sin dormir bien -le acarició la cabeza- ¿Puedes llevarla a la cama? Tengo que ir al baño y después me voy a dormir, pero por fa ¿Puedes? -dijo la castaña levantándose del sillón lentamente.

-Si si, tu ve, yo la llevo -tras ver qué la castaña se retiró rápidamente, el levanto a la pelirroja en brazos- No pesa nada, eso es preocupante, además, creo que hasta es más pequeña que Ariatna -hablaba en voz baja.

Pronto subió a la pelirroja a su habitación, la castaña aún seguía en en el baño así que el se tomó la libertad de arroparla en su cama, pronto se retiraría, hasta que un repentino beso lo atrapó.

El pelo gris estaba en shock, puesto que la pelirroja lo había tomado por sorpresa, está comenzó a besarlo apasionadamente, pero el pelo gris no respondía, no correspondía ni tampoco rechazaba, literalmente no sabía que hacer, su mente se había quedado en blanco porque nunca había enfrentado una situación similar. Cuando finalmente se separaron, la pelirroja suspiro con culpa y el pelo gris se alejo de ella ⇀no lo admitiría, pero estaba temblando↼ aunque no se alejo tanto como para salir de la habitación.

-Tu... tu... tu... tu me... -el pelo gris no sabía que decir.

-Ah... esto estuvo mal -en voz baja habló- Creí... creí que podría olvidar a Werner con otro chico... sabes... me estaba comportando contigo como lo hacía con el... pero de una manera mucho más acelerada -miró que el pelo gris estaba en shock- ¿No notaste que te coqueteaba?.

-No... no se te notaba... creí que nos empezábamos a llevar bien... como amigos -enfatizó en la última palabra.

-Si... y veo que hice mal porque no respondiste a mi beso -volvió a suspirar- escucha, se que esto fue una mala idea y que ahora... te sentiras muy incómodo con mi presencia... pero por favor, no le digas a Ariatna... no quiero que también se sienta incómoda...

-Eres... {es tan raro ver a una chica tan enérgica y alegre... en ese estado... desanimada} una caja de sorpresas... no le diré nada a Ariatna, descuida... pero por favor, no vuelvas a hacer eso -notó sus palabras y se puso nervioso de que la chica pudiera malinterpretar su mensaje- No me lo tomes a mal, eres muy bonita y tu personalidad es buena, pero besar a alguien de repente...

-Las relaciones no se dan de golpe -le interrumpió- lo sé... Y estuvo mal lo que hice, no volverá a ocurrir... solo quería sacarme la espinita -dijo lo último un poco más bajo- Te agradecería que esto quedará entre nosotros -junto sus manos en señal de súplica.

-Descuida, ya te dije que no le diré a Ariatna {Gracias a Dios me voy a salir en un rato... quiero olvidar está experiencia tan rara} ahora duerme antes de que venga -estuvo a punto de salir de la habitación.

-Perdona me Yaotzin... de verdad... por favor -tenía su cabeza agachada.

-Oye Pau, de verdad, te perdono... o a caso insinúas... ¿Qué no me lavo las orejas y por eso no te escucho? -hablo en un tono sorprendido para animar a la chica.

Está sonrió un poco y en ese mismo instante se retiró el pelo gris, rápidamente bajo al sillón, quería acostarse un rato y fingir que estaba dormido por si la castaña bajaba.
Tras no notar movimiento, procedió a corroborar que ambas chicas estuvieran dormidas, tras verificarlo salió con sumo cuidado y silencio de su hogar.

⇀En otro lado↼

A la vivienda había llegado finalmente el rubio con el doctor que ya estaba tan acostumbrado en atender al azabache.

El pelo verde estaba fuera de la habitación corroborando que su perro estuviera a salvó, no sabía nada de la pelo rosa desde que la empujó de la azotea de la casa y eso le ponía nervioso.

Mientras tanto en la habitación del azabache este era revisado por el doctor de confianza.

-Bata... Luna o... ¿Bata Díaz? Me es increíble que sigas aquí -se dirigió con toda confianza pero con una voz sumamente apagada a un adulto joven de ojos claros azules con dos lunares cerca del ojo derecho.

-Bata Díaz, aunque cambie de nombre por Harry, me gustó más que Bryan -mientras lo revisaba le dió una sonrisa- Ibas tan bien ¿Qué te ocurrió? Te dije que no te quería volver a ver así.

-¿Realmente tiene que preguntar? Tiene toda la libertad de ver mi mente, al igual que tú -dijo al rubio que estaba en la habitación- Si mi situación se viera físicamente, estaría con la cabeza abierta mostrándoles mi cerebro. Adelante, vean el contenido.

-De nuevo un amor -dijo el doctor- Didier... pero este daño en tu cuerpo... es mucho más avanzado que el que dejó María...

-¿Tan mal... estoy? -se le escuchaba deprimida su voz.

-Si... me temo que debo someterte a algo más fuerte para que pueda sanarte, de lo contrario... -no lo dejó terminar cuando el azabache lo tomo del cuello de la camisa.

-Mata me... no quiero seguir viviendo... mata me de una vez.

El doctor le retiró la mano, no era muy fuerte su agarre, pero lo había tomado por sorpresa. Dejo al azabache en el suelo y se retiró para dirigirse al rubio.

-Su cuerpo tiene muchas heridas, en la cabeza, en el cuello, en los brazos, ahora no intento comer vidrio pero sus dientes están muy débiles... está a punto de perder la vista y la temperatura de su cuerpo es pésima, hasta un cubo de hielo está más cálido que el -le tomo del hombro al rubio- Si quieres salvarlo, debes conseguirme sangre de un vampiro rango A.

-¿De un vampiro rango A? ¿Cómo? ¿Por qué? -se extraño por aquello el rubio.

-La saliva de los vampiros, es curativa, pero esto es solo de vampiro a humano, de vampiro a vampiro no serviría de nada, en cambio la sangre podría sanar a Didier y si la sangre es de un vampiro de rango A sanaría mucho más rápido. ¿Puedo encargarte está tarea?.

-Puede, haré todo lo que pueda para salvar a Didier -dijo el rubio decidido.

-No no puedes -intervino el azabache.

-No sabes lo que dices, ya duérmete un rato -dijo el rubio.

-¡NO! Tu no vas a conseguir nada ¡Vas a dejarme aquí para que pueda morir en paz! -alzo más la voz el azabache.

-¡Estoy salvando tu vida!.

-¡Yo no te pedí hacerlo! -levanto la mirada molesto- ¿¡En qué momento te pedí que me envenenaran para pasar la eternidad sufriendo?! ¿¡Eh?! ¿¡Cuando te lo pedí?!.

-¡Cállate! ¡No sabes lo que dices! -al rubio le estaba enfadando su actitud.

-¿¡Cuando te pedí que me ayudarás para levantarme la vez que murió María?! ¿¡Eh?! ¿¡Cuando te lo pedí?!.

-¡Te veías terrible!.

-¡Y en ningún momento te pedí ayuda!.

-¡Basta Didier! Te ayude dos veces cuando fuimos humanos, te ayude contra ese raro y a entender la muerte -el rubio no lo demostraba pero le estaban lastimando las palabras del azabache.

-¡Ah! ¡Eso también! -como pudo se levantó un poco para estar más cerca del rubio- ¿En qué momento te pedí tu ayuda? ¿En qué momento te dije "oye me están siguiendo, ayuda me"? En ningún momento te lo pedí.

-¡Ese tipo me asesino! -confesó el rubio- ¡El mismo tipo que te iba siguiendo esa vez fue el mismo que me asesino como humano, el me apuñaló, por querer defender te, por querer defender tu hogar, a tu familia... yo lo detuve de que esa noche quemara tu hogar... aunque después cuando paso el incendio... yo lo mate a el... lo mate a el porque mato a tus padres y estuvo a punto de matarte a ti también... lamento haber llegado tarde con las gemelas, pero no tenía opción, tenía que salvarte.

-No me salvaste... solo aplazas te mi muerte... y dime ¿En qué momento pedí tu ayuda? -vio que el rubio se había quedado mudo y se dirigió a ambos- ¡Si ninguno de los dos va a matarme será mejor que se vayan! ¡Fuera! ¡Largo!.

El rubio saco al doctor de la habitación y la cerro de un portazo, este se disculpó con el especialista.

-No tienes porqué disculparte, está en un duelo y sigue en la etapa de negación... cuando no se lleva correctamente un duelo... se puede herir a otros... sabes que si necesitas ayuda, siempre estaré ahí para ustedes -le entrego una tarjeta- Si consigues la sangre llámame.

-Si doctor, gracias doctor, lo acompaño a la puerta doctor -se portó amable y acompaño al hombre a retirarse.

Tan pronto como se fue el doctor, el rubio enseguida subió a la azotea, misma en la que se encontraba el pelo verde, este estaba sin su mascota, aunque ahora el can no importaba porque no era el objetivo.

-¡¿Qué demonios paso anoche?! -se fue violentamente contra el menor.

-¿De que estás hablando? -no fue muy rápido así que lo tomo del cuello.

-La maldita bruja me llamo hoy...

⇀Flash back↼

El rubio estaba saliendo del aeropuerto acompañado del doctor, en la búsqueda de un transporte recibió una llamada de la pelo rosa.

-Apenas iba a llamarte para que informaras pero... -fue interrumpido.

-Marcel... -la voz de la chica se escuchaba diferente, débil, afónica y con mucha tos.

-¿Qué te pasa? ¿Qué traes? -dijo sin mucha curiosidad aunque realmente la tenía.

-Un cazador... me envenenó...

-¿¡Un Amini?! -se enojo por aquel pensamiento- ¿¡Quién fue?! ¿¡La hembra o el macho?!.

-No fue un Amini... este cazador... lucía diferente en ropa... armas... su presencia... su veneno casi me mata, tuve que acudir con una bruja más poderosa que yo a qué me curará -tosió de una manera enferma, parecería que en cualquier momento se saldrían sus pulmones.

-¿¡Por qué te encontraste con un cazador?! ¿¡¿¡Entraron a la casa?!?! ¿¡¿¡Cómo está Didier?!?! -el doctor le había hecho una seña de que había conseguido transporte y fue con el para no perder tiempo.

-No entraron a la casa... a mi... me sacaron, el estúpido mocoso me empujo por la azotea, en eso iba pasando una persona, no distinguí si era hombre o mujer, ya que su ropa me impedía ver su figura -volvió a toser con más fuerza- Pero no dudo en atacarme, en ningún momento hablo y solo se dispuso a lanzarme flechas... no pensé que estás tuvieran veneno... hasta que una me rasgó el cuello, cerca de la vena carótida... creí que me iba a morir desangrada... pero el dolor del veneno era peor -se escucho que retiró un poco el teléfono y escupió- rápidamente comencé a tener malestares, sentí un horrible dolor de cabeza, seguida de una insoportable fiebre... así que decidí huir... trate de convertirme en un animal, pero aún así se empeño en perseguir me... lo perdí como pude y pedí ayuda... me han sacado algo del veneno... pero aún tengo efectos...

-¿Qué efectos?.

-No siento las piernas... no siento mi cuerpo de la cintura para abajo y... mis manos tiemblan... de hecho se me hizo muy difícil marcarte... así que la persona que me curo me ayudó a hacerlo -apretó los dientes pero se pudo escuchar un estornudo- los brazos enteros me están empezando a temblar... y la cabeza me duele por toser... también me está sangrando la nariz... se me hace difícil respirar...¡OTRA VEZ ME ESTA SANGRANDO LA NARIZ!  -grito para que la ayudarán.

El inesperado grito hizo que el rubio se retirará el celular de la oreja.

-¿Bueno? ¿Hola? -se escucho una voz más joven.

-¿Quién habla? -preguntó el rubio.

-La señorita Marigold se ha desmayado, haremos lo posible para salvarla, si sobrevive le llamaremos, adiós -colgó.

⇀Fin del flash back↼

-¿¡Por qué demonios empujas te a la bruja?! ¿¡Por qué demonios falta ropa de Ariatna?! ¿¡En dónde demonios está Ariatna?! -a pesar de estarlo ahorcando también le brindo un golpe.

-¡Yo no sé de lo que hablas! -al ver qué vendría otro golpe lo esquivó como pudo.

-¡Ah! ¿Ahora resulta que no sabes? -que lo esquivará le provocó más enojo- ¿No sabes o te haces el idiota? -esta vez no falló y le brindo un golpe en el estómago tan fuerte que se escucho algo crujir.

-{Va a matarme... va a matarme... va a matarme... va a matarme...} Yo...

-¡No me respondas! -otro golpe fue a su rostro- ¡No quiero escuchar tus estúpidas palabras! -le golpeó la oreja izquierda- ¡Si vas a decir idioteces te romperé la boca a golpes! -ahora le golpeó la oreja derecha- ¿¡Vas a decir la verdad ahora?!.

-¡No sé qué quieres que te diga! -no fue muy rápido y lo volvió a tomar del cuello, está vez lo estampó contra el suelo.

-Por más golpes que recibas... sanaras, así que se que por tu vida no hablaras, si no por la de tu mascota -le dió satisfacción la cara de terror que el menor le había mostrado.

✧✧✧~✧✧✧

Los días habían pasado y la gente del nuevo pueblo se había acostumbrado a los "cazadores" que les ayudaban en su protección, tanto así que al hacer una fiesta, les habían invitado a los que los frecuentaban.

-Que amables son la gente de aquí -dijo la de ojos morados.

-Que rápido se acostumbraron a nosotros -dijo el de cabellos grises.

-Es bueno relacionarse con los humanos, así ellos nos hacen la tarea más fácil acatando nuestras indicaciones -dijo el de ojos rosas- Zalhin, siéntate derecha, vienen a traernos la comida -le señaló su hermano a la chica.

La de ojos morados se quedó quieta al momento que me trajeron un plato de comida caliente, no solo notó lo abundante de la comida, si no que quien la había traído se le había quedado mirando mucho.

-Ya vuelvo, voy al baño -dijo la de ojos morados.

-{Me molesta que la miren} -pensó el de cabellos grises.

-Me molesta que la miren -dijo el de ojos rosas y esto sorprendió a su amigo- Pero no puedo hacer nada, mi mamá me tiene prohibido meterme en los asuntos de mi hermana, dice que si le sigo apartando las parejas, morirá sola y vieja.

-¿Ya lo haz hecho antes?.

-Naturalmente, solo tiene dieciséis años, no puedo pensar que un hombre de veinticinco o treinta la tome por esposa... No quiero... Pero estoy atado de manos -suspiro resignando- Hay que comer o pensaran que no queremos.

-Ya volví -llegó la de ojos morados.

-Come que se enfría -le mencionó su hermano.

Los jóvenes habían demostrado agradecimiento por la comida, aunque la gente ahora los invitaba al baile. Los chicos bailaban apenados con las múltiples chicas que se les acercaban.
Pero la chica de ojos morados únicamente podía fruncir levemente el ceño, hasta que un joven se animó a invitarla a bailar.  

-Se... Señoritas me alegra mucho bailar con ustedes. Pero estoy comprometido -habló gentil el de ojos rosas a lo que las chicas emitieron un sonido triste.

El de ojos rosas ya se había liberado mientras que el de cabellos grises seguía bailando con una chica que no quería soltarlo.

-{¡Ay ya me mareé!} -en ese instante vio a la de ojos morados bailar con un chico- {¿Qué hace bailando con ese tipo? ¿Con permiso de quién? ¡Yoltic! Dile algo} -dirigió su vista a su amigo, pero este únicamente podía tener una cara de resignación- {Ay es cierto... No puede ¿Ahora como le hago?} -trataba de pensar.

Pero al estar distraído con sus pensamientos no se fijó en el momento que chocaron con otra pareja, esto debido a que más gente se había sumado al baile y por la cantidad de gente ya no cabían. De manera curiosa, esta pareja se trataba de la de ojos morados y el otro chico.

-{¡Esto resultó mejor de lo que pensé!} -sonrió internamente- ¿Están bien? -trató de ayudar a los jóvenes.

-Si... Hay que irnos mejor, ya hay mucha gente -le comentó la chica con la que bailaba.

Cuando ya habían tomando asiento, la chica le hizo una pregunta que lo tomo por sorpresa, aunque ya tenía planeada la respuesta.

-¿Tienes pareja? -le preguntó la chica.

-Lo siento, ya estoy comprometido -vió que la chica suspiro y se puso nervioso- Pero... Eres muy bonita... De seguro alguien... -fue interrumpido.

-Ah... Lo siento... Lamento que esto haya Sido una experiencia incomoda para ustedes... Pero nuestros padres nos dijeron que intentaramos acercarnos a ustedes -habló bajo y se acercó un poco a el.

-¿Por qué? -igual bajo la voz.

-Quieren que al menos uno de nosotros, los jóvenes, se emparejen con ustedes para que se queden en este pueblo. Sabemos que ustedes los cazadores se mueven constantemente, así que retenerlos aquí con familia era una opción -volvio a suspirar- Lo siento, eso fue muy horrible, no todos pensamos así.

-Descuida, gracias por ser honesta.

Dicha conversación secreta era observada por una chica de ojos morados que estaba siendo abordada con la misma pregunta.

-Me preguntaba si... ¿Usted tiene pareja? -el chico que la había invitado a bailar le preguntó.

-No lo sé -dijo en susurro girando la cabeza para ya no ver al de cabellos grises con otra chica.

-Bueno... Me gustaría, pedir su mano... Para poder tener una relación.

-¿Sabes que edad tengo?.

-Se mira como una señorita de quince.

-¿Qué edad tienes tu? -su pregunta lo volvió incómodo.

-Tengo... Casi veinte -se le veía avergonzado.

-Escuche joven, tengo dieciséis... Y está claro que usted está muy nervioso para esto. ¿De verdad quiere que yo? -fue interrumpida ya que el joven la tomo de la mano para alejarla del resto de gente, ahí se acercó a ella y le susurro.

-Usted es muy bonita... Pero no me gustan las mujeres -se le escuchaba la voz algo quebrada- Por más mujeres lindas que vea, no me genera nada... En cambio hay un chico que...-desvío la mirada y parpadeo rápidamente- Lo siento... Pero mis padres me obligaron a buscar pareja porque ya casi tengo veinte... Me voy a quedar...

-Tranquilo... Creo entender... Te gusta alguien y no puedes decírselo por miedo a su respuesta -enseguida le llegó a la cabeza la imagen del de cabellos grises.

-¡Si! -la tomo de los brazos- Pero... Lo mío no es normal... O eso dice la única persona que sabe mi secreto -dijo un poco deprimido.

-Y... Si haces... -se acercó a su oído para darle un plan.

De lejos y con las manos cruzadas estaba el de ojos rosas viendo todo. Con el llegó el de cabellos grises y le mencionó la situación.

-¿No vas a hacer nada? -le señaló el chico cerca de su hermana.

-Te dije que estoy atado de manos... Pero hay algo que puedo hacer... Ve y dile que ya tenemos que irnos, mientras me despido del anfitrión.

-{¡Si! Ya tengo excusa para acercarme} -pensó el de cabellos grises.

El de ojos rosas se alejo y el de cabellos grises se acercó a la pareja con toda su línea ya practicada.

-Disculpen -dijo el de cabellos grises.

-Yaotzin ¿Qué ocurre? -dijo la de ojos morados.

-Ya debemos irnos, se nos hará tarde -noto que el chico tomo del hombro a la de ojos morados- ¿Ocurre algo?.

-Yo quiero decirle algo a Zalhin -dijo el muchacho- Que te vaya bien. Espero que vuelvas -se dirigió a la chica.

-Con permiso joven -el de cabellos grises tomo la muñeca de la menor.

Iban camino a la salida, ya se encontraban en la puerta mientras esperaban al de ojos rosas.

-¿Te comprometiste? -se preguntaron al mismo tiempo.

-La chica con la que estabas... -dijo la de ojos morados.

El de cabellos grises se le quedó viendo un rato y la soltó de la muñeca, esto lo malinterpreto la de ojos morados pensando que sus sospechas eran ciertas. El de cabellos grises se acercó a ella para susurrarle la verdad. Al hacerlo la chica comprendía todo.

-El chico con el que estabas... -dijo el de cabellos grises.

La de ojos morados se paró de puntillas para decirle la verdad, el de cabellos grises se inclino un poco para escucharla y tras oír la verdad se sintió avergonzado por los celos que sintió.

-Esta fiesta estuvo tan rara -se rió levemente el de cabellos grises.

-Y que lo digas -le secundo la de ojos morados- {¿Te pusiste celoso?} -le miró de reojo.

-Ya se tardó Yoltic ¿Qué estará haciendo? -dijo al ver que no llegaba.

-{Pero nunca notas mis sentimientos} -una gota de sudor invisible se deslizó por su cabeza- No debe de tardar.

-Vamonos chicos -el de ojos rosas llegó con una pila de cajas atadas.

-Dejame ayudarte -dijo el de cabellos grises. 

-¿Qué es eso hermano? -preguntó la de ojos morados.

-Son regalos de bienvenida por parte de los del pueblo. Hay que irnos ya o la noche nos volverá vulnerables -le dió dos cajas a su hermana- Tu nos vas a guiar, así que ve adelante.

Pronto comenzaron su camino de regreso a casa, la chica iba adelante mientras que los chicos atrás, fue momento para que el de ojos rosas obtuviera respuestas.

-¿Se comprometió con ese chico? -le preguntó bajo.

-Descuida, no lo hizo -sonrió ampliamente- Solo hizo una buena acción.

-Ah... Mi hermana es tan buena, espero que encuentre un hombre bueno pronto.

-Espero... {Ser yo} -dijo el de cabellos grises.

-¿Y tú te comprometiste? -le preguntó un poco más relajado.

-Por... Por supuesto que no... Sabes que soy tímido -dijo nervioso.

-Ja ja ja si claro.
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Próxima publicación: 27/04/2023

Horario: 19:00 a 22:00 horas.

Mucho gusto estimados lectores, espero estén disfrutando de la obra y les estén gustando los espacios en los cuales los Amini que conocen tienen aventuras.
Me tomaré dos semanas. Así que nos vemos a la próxima.
¡Cuidense!

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