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Capítulo 47

Libro de armamento

Para la mañana siguiente, la pelirroja exigía más conocimiento, por un momento, el pelo gris quería negarse lo, pues únicamente se atrevió a brindarle el conocimiento del anterior libro porque le había parecido buena idea que ellas supieran eso. Pero no pudo negarse, ya que la pelirroja hizo su esfuerzo en preparar el desayuno y la castaña en hacer el aseo del hogar, estas acciones le apenaba al pelo gris, ya que aquellas actividades podía hacerlas el solo ⇀y lo hizo con anterioridad↼ pero las chicas decían querer hacerlo como un pago por dejarlas vivir en su casa y protegerlas ⇀a pesar de que ellas habían puesto la protección↼ con toda la vergüenza del mundo, tuvo que aceptar la exigencia de la pelirroja, así que procedía a enseñarles sobre el libro de armas, tanto con el libro como con algunas físicas.

-Muy bien... chicas... amigas... -fue interrumpido el pelo gris.

-¡A ver! ¡Dinos alumnas! -dijo la pelirroja.

-Soy un pésimo maestro, solo les estoy enseñando cosas limitadas, me daría vergüenza llamarlas alumnas -el pelo gris puso con cuidado en el suelo una caja.

Sacó de entre sus ropas el nuevo libro a aprender.

-Bueno, este es el "Libro de armamento" libro que se enseñaba principalmente a los hombres ¡PERO! -levanto la voz antes de que la pelirroja volviera a jugar con el- Pero pero pero, también a las mujeres se les enseñó eso, puesto que ellas acostumbraban a usar más las armas de larga distancia. Para su mayor seguridad.

Abrió la caja y comenzó a sacar algunas armas antiguas.

-Primero: está es un arma que usaban las mujeres.
Honda o Tematlatl: Era un arma parecido a una resortera, pero las cuerdas eran bastante resistentes, así que el proyectil era bastante peligroso. Se usaba para atrapar a los enemigos.

-¿¡Puedo tocarlo?! -preguntó la pelirroja.

-{Me da miedo esta chica} Si... afortunadamente no tengo algo para lanzar. Prosigo.
Lanza o Teputzopilli: lanza con punta de obsidiana, está con la fuerza correcta puede ser bastante letal, aunque demasiada fuerza puede romperla. Con esto se podía sacar el corazón.

Estás armas eran más para hombres:
Espada o Macuahuitl: Está espada con trozos de obsidiana es bastante útil, aunque el hecho de que estos trozos se caigan era algo bueno, ya que con unos símbolos se podía usar la obsidiana para quemar la piel de los enemigos.

Mazo o cuauhololli: Este se usaba para destrozar los cráneos de los enemigos.

Cuchillo o Técpal: O como yo les digo "dagas" Estás son las armas principales de los Amini, son dos Técpal, ambos con grabados distintos "Mikistli" que significa muerte y "Divinus" que significa divino. Se requieren de dos para matar a los vampiros, para cortar la cabeza y apuñalar el corazón.

Escudo o chimalli: Como su nombre lo dice, eran escudos que usábamos para protegernos, principalmente se usaba en batalla, aunque como nos desplazamos seguido, se comenzó a usar como camuflaje, cambiando los colores y con el uso de algunos símbolos.

Terminó de sacar las armas, mismas que la pelirroja tocó y le pasó a la castaña para que hiciera lo mismo.

-Lastimosamente, las armas usadas son antiguas, así que algunas fueron destruidas, pero algunas dejaron de usarse porque dejaron de producirse. Algunas son -mostró el libro y se acercó a las chicas-
Flecha o Mitl: con esta y el Arco o Tlahuitolli se usaban para atacar a distancia, en ocasiones se ponía veneno en la punta para obtener ventaja.

Lanza o Átlat: Este se dejó de fabricar, así que el uso es un poco desconocido.

Venablo o Tlacochtli: Está era parecida a las lanzas, pero tengo entendido que este se lanzaba con otro objeto para que fuera más rápido.

Tras finalizar cerró el libro.

-Lo siento, pero este libro es más de práctica y de como se construía las armas, aunque no me he visto en la necesidad de crear más armas, ya que soy el único Amini que queda.

-¿Y si nos enseñas a usarlos? -preguntó emocionada la pelirroja.

-No... lo siento... son armas peligrosas y... son ARMAS... me voy a meter en problemas si salgo con ello. Además pueden lastimarse y lo que quiero es protegerlas ¿Recuerdan? -le miró a la pelirroja.

-Dijiste que tenías buenos vecinos -infló las mejillas.

-Son buenos, pero no todos y no quiero problemas.

-¿Y si los probamos esta noche? -le brillaron los ojos.

-Comienzo a pensar que quieres tener conocimiento no para entretenerte, si no para hacerle daño a alguien -dijo el pelo gris preocupado.

-¡Claro que no! ¡Si yo soy bien tranquila! ¿Verdad Ari? -le hablo a la castaña.

-... -tenía la mirada perdida en una de las armas, pero se recuperó enseguida para contestar- Si, eres tranquila, no buscas pelear, pero estoy de acuerdo con Yaotzin, es peligroso estar afuera y de noche más. Si va a cazar, lo hará el solo, nosotras solo nos pondríamos en riesgo.

-Gracias por apoyarme -junto sus manos en señal de agradecimiento.

-No podemos ir... pero si verte -comenzó a pensar la pelirroja.

-No... no pueden verme porque se quedarán aquí -dijo el pelo gris.

-Podemos verte desde la casa con una cámara -dijo la pelirroja en tono cantor.

-La camara se me puede caer -imitó su tono el pelo gris.

-Existen cámaras extremas, para actividades extremas -continuo con su tono.

-¿Eso existe? -le seguía el juego.

-Eso existe -le dijo emocionada- Te veremos en tiempo real mediante una computadora.

-No tengo computadora -seguia en el tono aunque quisiera llorar.

-Ni yo, pero tengo dinero -dijo la pelirroja- Tengo el dinero que me pagaron por la casa, así que puedo comprar la cámara y computadora, tu sales a acabar con vampiros y Hombres lobo, mientras nosotras aprendemos de tus habilidades, desde la seguridad de la casa -sonrío emocionada- ¿Qué dices?.

-¿Ariatna? -preguntó a la castaña con la esperanza de que le apoyará.

-...-seguia con la mirada perdida, pero igual reacciono para responder- Ah, si me parece buena idea, de esa forma Pau puede verte en acción sin necesidad de correr riesgo.

-¡Ya dijo que si! De paso nos muestras como funcionan todas las armas -dijo la pelirroja emocionada.

-No puedo cargar con todas las armas, eso es bastante peligroso y poco útil.

-¡Ándale! ¡Ándale! ¡¿Si?! -volvió a tomarlo del brazo para agitarlo.

-¡De verdad no puedo! Cargar con tanto es peligroso, además, la única manera de que les enseñe la función de cada arma en combate es haciendo un símbolo que pueda conectarme con armas físicas -tras decir esto, a la pelirroja se le iluminaron los ojos- ¡Cosa que no puedo! Además, si hiciera eso, debería irme a un lugar donde haya más criaturas, pero si lo hago, me quedaría sin suficiente energía para volver y eso sería un problema.

-¡Te pago el taxi! -dijo la pelirroja.

-No todo se soluciona con dinero...

Al atardecer fueron por la cámara y la computadora las chicas, mientras que el pelo gris buscaba entre sus cosas si de pura casualidad tendría una máscara para que la cámara se pusiera ahí ⇀según la indicación de la pelirroja↼.
Al llegar, la pelirroja monto la cámara en una máscara de Huichilopochtli ⇀máscara que encontró con la leyenda "Está es una réplica, la original está guardada en un museo, pero cuídala"↼ misma cámara que conectó a la computadora y le mostró al pelo gris como servía.

-Esto es brujería... -dijo el pelo gris.

-¡Que brujería ni que nada! ¡Es tecnología! Y lo mejor que cada día avanza más rápido -le puso la máscara al pelo gris- Con esto podrás hacer todos tus movimientos y nosotras los veremos con claridad. Ahora, solo hay que checar que no tengas dificultad para ver.

-Ahorita vengo, voy al baño -dijo la castaña y se separó de sus amigos.

Se encerró en el baño para comunicarse con el pelo verde.

-¡Ian! ¿Cómo está todo por allá? -preguntó al menor.

-Esta algo mejor, Kliment no ha vuelto desde ayer... eso me preocupa, pero ahora me siento menos presionado, el quería saber dónde estabas -dijo el pequeño con una voz cansada.

-¿Solo el? ¿Y Marcel?... ¿Y Didier? -dudo un poco en preguntar lo último.

-Marcel se ha ido por un doctor para Didier... me dijo que no te dijera nada, pero el no está aquí y dudo mucho de la capacidad auditiva de la bruja... -se le escuchó bostezar después de aquello.

-¿Un doctor? ¿La bruja? ¿La misma bruja que tomo mi cuerpo? No te siguió cuando llevaste la caja ¿Verdad?.

-No me siguió, descuida. Sobre lo del doctor, Marcel no me dió los detalles {Solo me amenazó}.

-{Didier...} -a la castaña se le estaban llenando los ojos de lágrimas, pero rápidamente se limpió- {¿Por qué estoy llorando? ¿Me siento mal?... realmente...} Ian... no salgas está noche -trato de decir para que no preguntara por su silencio.

-¿Por qué? ¿Qué pasará está noche?.

-Yaotzin saldrá a cazar, no quiero que te haga daño, se que no lo va a hacer, pero igual quiero que ambos estén bien.

-Ariatna... {Tengo miedo, quiero que me protejas... quiero llorar} te lo agradezco... ten buena noche -colgó la llamada.

El pelo gris salió a altas horas de la noche, era más fácil enfrentar a las criaturas a esa hora ⇀además, exagero en la hora con la esperanza de que la pelirroja se durmiera y dejara su obsesión por verlo combatir, pero no funcionó y la primera que se quedó dormida fue la castaña↼ caminaba tranquilo y sin hacer mucho ruido, no le notificaron la existencia de un micrófono, pero igual no se iba a arriesgar y decidió guardar sus disgustos en sus pensamientos.

Al poco tiempo sintió como alguien le tomaba de la mano, una joven chica de ojos aterrados le pedía ayuda.

-Me están siguiendo... por favor... finge que me conoces... -habla con una voz temblorosa.

-Camina entonces, yo te protejo de quién te siga -engrosó un poco la voz, que con el eco de la máscara sonaba más grave.

La chica se fue corriendo y tras suyo aparecieron cuatro hombres.

-Oye amigo ¿Sabes qué hora es? -preguntó uno.

El pelo gris no respondió, en cambio tomo la mano del que había hablado y la rompió.

-Es increíble que los bastardos estén aquí -dijo de forma sería al grupo.

-¿¡Cómo lo...?! -la chica que supuestamente se había ido regresó a la escena tras escuchar aquel sonido.

-Y tu vampiro de rango C, debes mejorar tu actuación. Hay talleres los sábados a las cuatro de la tarde, digo, esa pésima actuación fue bastante mediocre, tu voz no temblaba de verdad y tampoco estabas pálida... Bueno tal vez es lo único en lo que casi caigo -dijo el pelo gris y pasó a esquivar un golpe por la parte trasera de su espalda.

-¡¿Cómo demonios adivinaste?! -otro hombre había intervenido en lo que el primero se recuperaba.

-No adivine, ya reconozco a los bastardos como ustedes. Y a los vampiros de rango C -rápidamente de entre sus ropas saco una lanza con punta de obsidiana- {Paulina... espero no te hayas quedado dormida, ya que reemplazar mi lanza por este Teputzopilli me pareció doloroso}.

Misma lanza con la cual rasgó la vena carótida de la chica, a está no le dió tiempo a reaccionar cuando nuevamente utilizó el Teputzopilli, ahora la enterró en su hombro para utilizar el arma como medio de escape.

-Vengan acá perros bastardos -silvó a pesar del eco de la máscara.

Los cuatro hombres, molestos por la palabra dicha, se transformaron en lobos, más grandes que los lobos normales, fueron entonces tras el pelo gris, dejando a la chica atrás.

-¡Eres hombre muerto maldito Amini! -grito al que le había roto la mano.

-¡Cierra el hocico! -gritó el pelo gris.

Sabía que alejarse de la ciudad ayudaría a qué los cuerpos de los lobos no llamarán la atención, pero también corría el riesgo de encontrarse con una manada más grande.
Se acercó a las afueras de la ciudad, para su fortuna, encontró una tienda con una ventana gigante que podía reflejarlo, aprovechó para mostrarle a la pelirroja su transformación en un perro gran danés gris, aunque era obvio porque su transformación no poseía cola.

Los lobos al encontrarse con otro canino pero de olor similar al pelo gris decidieron atacar, el pequeño can dió pelea ante los grandes lobos, a uno de ellos lo atacó directamente en el cuello, derribando lo para proceder a volver a su forma humana para así enterrar el Teputzopilli en el cuello de la bestia. Aunque esto género desventaja ya que la lanza se había quedado atorada.

Aquello lo usaron a su favor el resto de lobos, aunque el primero que se apresuró en atacar fue sofocado por una bola de metal, aquel Cuauhololli había logrado dejar fuera de combate a uno y que este mismo recobrará su forma humana.

-{Está bien, admito que estas armas son más violentas y me gusta usarlas, pero eso no significa que lo haré seguido. Y también admito que me estoy luciendo frente a Paulina, pero es porque ella me forzó} -con el mazo le dió un fuerte golpe en la cabeza al otro lobo que quería enfrentarse le.

El pelo gris para sacar ventaja de su arma saltaba a todo lo que podía, ya que el peso propio y del arma serían letales.

⇀En la casa del pelo gris↼

-¡Eso! ¡Eso Yaot! ¡Revienta le la cara al desgraciado ese! ¡Ponle en su madre! -los gritos de ánimo en la entusiasmada pelirroja generaron quejidos en la dormida castaña- Perdón amigui~ -susurro y tomo la laptop para bajar a la sala, cerrando la puerta de la habitación- ¡Ahora sí rompe le la cara!.

⇀De vuelta con el pelo gris↼

El pelo gris estaba completamente emocionado, hacía tiempo que no salía a cazar y el estar haciendo un gran esfuerzo físico le generaba emoción, aunque temía que la emoción naciera de ver mal herido a los bastardos, pero seguro se lo merecían.

-{Ay Paulina... definitivamente no deberías ver esto} -pensó para si, ahora los tres lobos estaban inconscientes, pero debía asesinarlos.

Sabía que la pelirroja lo estaba viendo, así que no iba a obligarla a ver cómo mataba a sus víctimas, aunque al inicio, cuando le cortó la vena carótida a la vampiresa, sabe que cometió un error.
Para ello se levantó la máscara, así la cámara miraría al cielo oscuro. Entonces se dispuso a sacar la lanza del difunto cuerpo del lobo, tras hacerlo fue rápidamente a estrellarla contra la cabeza del segundo que cayó, le secundo con la misma acción pero ahora en el pecho al tercero y al último se la volvió a encajar en el cuello.

-En su forma humana es más fácil matarlos, así no se estancan las armas, aunque con una Macuahuitl podría cortar fácilmente sus cuellos -susurro para si mismo, aunque después de un rato sacudió su cabeza frenéticamente- Ah... a veces me doy miedo.

Fue sorprendido ya que la noche no había terminado, estaba siendo ahorcado con fuerza por la espalda, era la misma vampiresa de hace un rato.

-¡Creí que te habías muerto! -exclamó enojado.

-¡Afortunadamente mi señor me salvó! -la chica estaba sentada sobre su espalda mientras que con los brazos lo estaba ahorcando.

-{¿Señor? ¿Vendrá otro vampiro con ella?... ahg... mientras no sea uno de rango A, si no estaré en riesgo por traer tantas armas ¡Ahg!} ¡Suelta me! -forzaba la voz para evitar mostrar debilidad.

-¡Sabes! Por un momento considere abusar de ti, pero ahora que haz matado a mis lacayos vas a pagar -ahorcaba con más fuerza hasta que noto la cámara en la máscara- OMG! What it's this?! -acerco su mano a la cámara.

⇀En la casa del pelo gris↼

-¡Nooo! ¡Yaotzin! ¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea! ¡Sácale los ojos a esa maldita! -gritaba más fuerte.

⇀De vuelta con el pelo gris↼

-{¡Paulina me va a cobrar la cámara!} ¡Suelta me! -bajo la cabeza como pudo para colocarse mejor la máscara.

Alcanzó a sacar el cuauhololli, lo lanzo hacia arriba, mientras que el daba un cabezazo hacía tras, para cuando cayera el mazo ambos impactos dejarán desorientada a la chica.
Tras cumplir su objetivo y ser liberado, tomo rápidamente el Teputzopilli y lo lanzo con fuerza al pecho de la chica.

La chica tenía la cabeza sangrando por los recientes golpes y una cara deformada por el odio de aquel movimiento, temblaba del coraje hasta que una flecha atravesó su cabeza.

Aquella acción hizo que instintivamente el pelo gris se hiciera para atrás, sacando la lanza del pecho de la chica.

-¡AHHHHHH! -grito de manera horrorosa y escandaloza- ¡AAAAHHHHHH! ¡MI MALDITA CABEZA! -su desesperante grito se escuchó por toda la cuadra.

-{¿De dónde demonios salió esa flecha?} -el pelo gris estaba completamente desconcertado.

⇀En la casa del pelo gris↼

-No, perate ¿Cómo se regresa esto? Ya me perdí... ah no, pues es en tiempo real ja ja ja... ¡Eh Yaot! ¿¡Quién disparo a la vieja esa?! -grito a sabiendas que el pelo gris no la escuchaba.

⇀De vuelta con el pelo gris↼

-¡¡¡AAAAAHHHHH!!! ¡¡¡MI MALDITA CABEZA VA A...!!! -no termino la frase cuando su cabeza explotó en mil pedazos.

Aquello ocasionó que el pelo gris volviera a echarse para atrás, el cuerpo ensangrentado y descabezado de la chica ahora yacía en el suelo, cerca de aquella flecha, se acercaría a recogerla, pero alguien lo hizo antes y de manera rápida.

Una persona completamente cubierta con ropas café oscuras, por la ropa no podría saber si se era hombre o mujer.

-Veo que he llegado temprano -a pesar de haber hablado, seguía sin definir quién o qué era- Nos vemos en el lugar acordado, Amini.

Se despidió formalmente y salió de ahí saltando por los techos.

-¿Y ese...? -dijo el pelo gris aún desconcertado por la rapidez en la que ocurrieron las cosas.

⇀En la casa del pelo gris↼

-¿...quien demonios era? -la pelirroja expreso su inconformidad al no saber en qué momento había acabado todo tan rápido.

⇀En la vivienda↼

En el techo de la vivienda, a la hora en la que ni siquiera los perros callejeros aullaban, solo los grillos y el sonido de un joven sofocado era lo que se oía.

-Ya... suelta... me... por... favor... -el pelo verde trataba de evitar que le ahorcara más fuerte.

-¡Admítelo! ¡Te llevaste ropa de Ariatna para llevársela! ¿¡En dónde está ella?! -la pelo rosa le apretaba con fuerza el cuello.

-No... sé... de... que... me... hablas...

-En el cuarto de Ariatna falta ropa ¿¡En dónde demonios está?!.

-¿En... la... ropa... sucia?.

-No estoy jugando mocoso, te Vi salir aquella tarde y llevabas algo negro ¿A dónde lo llevaste? ¿Allá está Ariatna? -procedió a aplicar más fuerza.

-No... sé... de... que... me... hablas -el pelo verde sabía que no moriría por aquello, pero la sensación era bastante horrible y su vista comenzaba a nublar se.

-Entonces veo que quieres que me vuelva a comer a tu mascota, siendo este más grande me llenará mejor que el anterior.

-¡NO!... ¡N O!...-trataba de soltarse del agarre, sus ojos estaban enrojecidos y su rostro a punto de morado- ¡T e d i r é! ¡T e d i r é!... Pero... suelta me... -dio unos golpes con fuerza en las manos de la chica.

La pelo rosa lo dejo respirar.

-Ahora dime ¿¡Dónde está?!.

-Esta en... la calle ce... -se le iba el aire tratando de dar el nombre.

-¿En qué? -no escuchaba su débil voz.

-Dije que... en... la calle del co...

-¡Habla maldito niño estúpido! -se agachó a su altura ya molesta.

-Dije que en la... calle del... -nuevamente no termino la frase.

Esto debido a una nueva reacción, el pelo verde se armó de valor y la tiró de la azotea, rápidamente corrió adentro de la casa y cerró la puerta de arriba con llave, bajó corriendo para cerrar la puerta de abajo, sabía que no la iba a detener con eso, sabía que ella tenía llave, pero también sabía que esa noche Yaotzin había salido a cazar y si se topaba con la bruja, el se podría volver su esperanza para acabar con ella.

Aunque tuviera fe en el pelo gris, decidió correr como un niño asustado a esconderse detrás de alguien, ese alguien era el azabache, entró a su cuarto rápidamente y le rogó protección.

-Por favor Didier, deja me quedarme contigo -se arrodilló frente a la bola de cobija.

-Fuera -dijo cruda mente.

-Tengo miedo... por favor... te lo suplico -juntó sus manos en señal de súplica.

-¡Lárgate! -de una patada en el pecho lo saco de su habitación, tras hacerlo cerró con seguro- ¡ME TIENES HARTO MALDITO LLORON!.

Al pelo verde le costaba respirar, le costaba llorar, le costaba ir a sacar a su mascota, quería algo de apoyo, pero no quería despertar al can y asustarlo.

-Me duele... me duele... -comenzó a quejarse- ah... ah... ¡Ah! -lloraba dolorosamente- Me... duele... me... duele... mucho... mi corazón... ah... ah...

Lloraba de manera silenciosa, aunque sus quejidos se escucharán en la solicitaría casa.

Estaba amaneciendo, los hinchados ojos del pelo verde se abrieron, notando que se había quedado dormido en el suelo, se sentía realmente débil y le costaba levantarse. Pronto escucho que trataban de abrir la puerta principal, aunque también escucho que rasgaban la puerta de la habitación del pelo azul, seguramente su perro quería salir a orinar o salir a ver a su dueño. Por miedo a que fuera la bruja, el pelo verde corrió a la habitación del pelo azul.

Una vez ahí, notó que el perro había dejado rasgada la puerta y un..."gran"... regalo cerca de la cama del pelo azul.

-¡No Michi! ¿Qué hiciste? Si Kliment ve esto... -miró que no solo su "gracias" estaba ahí, si no que también la cama estaba orinada- ¿Qué pasó? ¿Me quedé dormido mucho tiempo? ¡Michi malo! ¡Michi malo! -le levanto la voz molesto.

El canino bajo la cabeza junto con las orejas y emitió aquel sonido que identificaba el pelo verde como un "Perdón".

Comenzaba a sentir estrés por los recientes inconvenientes, decidió no perder más el tiempo regañando al canino y decidió salir para poder limpiar lo que había hecho, aunque cuando abrió la puerta se topo con el pelo azul, aquello hizo reacción en el pelo verde y se echó para atrás del susto.

-¡Kliment! ¡Y-yo! ¡Voy a limpiar esto! ¡Te lo juro! ¡Y lo siento! ¡Voy a castigar a Michi! Ya voy a hacerlo... ya voy ya voy ya voy -por instinto se cubrió la cabeza con ambos brazos y se agachó.

Al ver aquella acción, el can se puso frente al pelo verde protegiéndolo, pero igual haciendo ese sonido.

-¿De qué hablas? ¿Qué pasó? -lo detuvo antes de que se fuera.

-Me quedé dormido y no saque a tiempo a Michi, así que se hizo del baño aquí -dijo nervioso.

-Tranquilo entonces, eso tiene solución -le respondió calmado.

-Tambien orino tu cama -comenzó a temblar y sus ojos amenazaban con sacar lágrimas.

-Tranquilo -le tomo de los hombros- ¿Por qué quieres llorar? ¿Estás bien? ¿Por qué tiemblas?.

-Yo... -se quedó callado por un momento-... es que... -volvió a apretar los labios, aguanto las lágrimas y trato de respirar para poder hablar- Tengo miedo... -no pudo soportarlo más y volvió a llorar- Tengo miedo... de todo... yo... yo... yo... es que...

-Ya... ya... ya... -lo abrazó para que el niño llorara en su pecho- llora... llora...

Aquella acción hizo que el can reposará su cabeza en la pierna del pelo azul.
Un rato después el pelo verde ladeó la cabeza, pero no se separó del abrazo.

-{No sé que le habra pasado, pero no me gusta que lloren los pequeños} ¿Estás mejor? -preguntó el pelo azul.

-Puedo confiar en ti {Sus pensamientos son igual de sinceros como los de Ariatna}.

-Como te sientas mejor -no entendió si aquello era una afirmación o una pregunta.

-Estoy desesperado... tengo miedo... estoy asustado... te voy a contar todo lo que está pasando -dijo el pelo verde.

✧✧✧ ~✧✧✧

Las jóvenes hacían abdominales con todas sus fuerzas, su instructora era bastante estricta y debían cumplir la cuota.

-Treinta y cinco... Treinta y seis... Treinta y siete... Vamos niñas vamos ¿Son mujeres o bebés? ¡Vamos! -la voz de la instructora era fuerte en el aire libre.

-La maestra es muy ruda -dijo una joven que trataba de seguir el paso.

-¿Solo la maestra? Todos los maestros son rudos -le secundo la compañera.

-¡Trescientos! -dijo la instructora.

-¡Íbamos en doscientos treinta y cinco! ¿En qué momento llegamos a las trescientas? -dijo la joven.

La instructora había terminado las abdominales, pero estás las hacía desde la rama de un árbol, de un salto abandono su posición para ir con las compañeras que platicaban.

-¿Un café señoritas? -les preguntó con las manos cruzadas- Arriba, todavía falta una actividad por completar.

-Hacemos trescientas abdominales... Corremos casi diez kilómetros diarios, las trescientas sentadillas y trescientas flexiones... Hacemos mucho ejercicio -dijo en silencio derrotada.

-No van a ser débiles señoritas, los hombres hacen cuatrocientos de todo y corren quince kilómetros. Además las bestias no se van a detener porque son mujeres -al mirar que todas las chicas se habían levantado procedió a dar las indicaciones de la última actividad- Esto será un juego, podrán relajarse un poco, van a jugar a las atrapadas, sus compañeros tratarán de quitarles sus capas, si eso pasa el juego termina para ustedes.

Los jóvenes fueron llegando con sus compañeras.

-¡Hola chicas! -saludo un motivado chico de cabellos grises.

-¿Yaotzin? Pero ellos no son de nuestro grupo, son los mayores, maestra ¿Eso es justo? -opino una compañera.

-¿Justo? Las criaturas de la oscuridad no son justas señoritas, las criaturas de la oscuridad siempre las superarán en fuerza, estatura y en número, deberán estar preparadas para todo -la instructora levantó la mano- No voy a detener el juego una vez comencemos ¿Alguien más tiene una duda?.

-¿Es justo que Ixztmi juegue? -levanto la mano ahora un compañero varón.

-Te reto directamente a me alcances -dijo la rubia opaca.

-Ja ja ja no deberías retar la -dijo el de cabellos grises- Ixztmi es la más ruda de nuestro grupo.

-Los días en que las chicas nos juntamos para hacer ejercicio juntas son los mejores, así puedo demostrar mi fuerza a las demás chicas -la de ojos morados celebraba para si misma.

-Muy mal señorita -fue levemente golpeada en la retaguardia con una regla- No deberías compararte con las demás compañeras, todas van a su ritmo y hacer eso solo te desconcentra de tu objetivo -le regañó.

-Mamá... -dijo la joven de ojos morados.

-Nada de Mamá, ya te dije que en clase te dirijas a mi como maestra o pensaran que te doy favoritismo.

-¿Cuál favoritismo? Hago incluso más ejercicio que mis compañeras, eso y que este grupo va de quince a dieciocho años. Ya no soy una niña, ahora soy más fuerte que antes -dijo orgullosa.

-Entonces demuestra tu fuerza en el juego. ¡Vamos!.

Ordeno a todos tomar posición, los hombres estaban frente a frente con sus compañeras, pero únicamente las chicas tenían palos.

-Ya lo saben, se les han dado palos para hacer la simulación de "Teputzopilli". Hombres no tienen armas pero tienen fuerza. Quiten le las capas a sus compañeras y ganan el juego. A la cuenta de tres... ¡Una!... ¡Dos!... ¡TRES! ¡AHORA!.

Tras dar la indicación las chicas fueron las primeras en salir corriendo. Las más lentas fueron atrapadas apenas se metieron entre los árboles. Otras duraron un poco más de distancia. Pero solo cinco habían logrado mantenerse alejado de los chicos.

-Me es tan fascinante ver a la princesa moverse a tal velocidad -una de las compañeras le seguía entre los árboles, esta compañera se caracterizaba por tener un peinado que le cubría todo el rostro pero dejando ver la boca, su cabello le llegaba hasta los hombros, era de color negro y su piel era clara.

-Lucifer, es raro verte en las pruebas físicas, todos dicen que te dedicas a las artes oscuras ¿Es eso cierto? -le cuestiono la rubia opaca.

-¿Artes oscuras? Todos tenemos algo de brujos ¿No dicen? Ja ja ja Pero tu... es ¿Cierto que tu enamorado secreto es el hermano de Zalhin?

-¿Que? -su comentario le desconcertó así que se detuvo en el árbol próximo- ¿Quién te dijo eso? Nadie ha visto a quien me deja las cartas.

-Oh por favor, es tan obvio, es el único que sabe cuál es el primer árbol que tocas al llegar aquí. Además, es el único que te conoce desde hace cinco años, otra cosa ¿No se te hace raro que su hermana te lea las cartas?.

-Basta ¿A qué quieres llegar? -la freno avergonzada.

-A nada, solo quería distraerte -dijo en burla y se retiró.

Bajo suyo escucho como alguien de cierto peso ligero subió a su árbol y estaba a punto de tomarla de los pies, la rubia rápidamente dio una patada y recobro su velocidad normal para tratar de alcanzar a su compañera.

-Aquí estas -la igualaba en rapidez.

-¿Como logras dar conmigo tan rápido? -la chica se sorprendió al oír su voz.

-Conozco tu peso y estatura, el peso que pisa los árboles lo sigo, eres sigilosa, pero en actividades deportivas eres muy ruidosa, tu respiración irregular y el sudor recorrer tu frente me hacen encontrarte fácilmente -fue interrumpida.

-¡Para! Deja de acosarme, el que digas todos mis datos detallados me hacen ver fácilmente por qué eres aprobada en las pruebas físicas cuando eres... -dudaba en usar la palabra.

-Ciega, soy ciega, dilo con confianza, ya no me molesta. Pero si quiero pedirte que la información que has obtenido no la difundas, no quiero que nadie más sepa esto.

-Wow, espera, ¿Difundir? ¿Crees que tengo muchos amigos para platicar? Que amable, pero solo quería distraerte para que perdieras, somos las únicas tres que quedamos.

-¿Tres? Éramos cinco, calcule el peso de todas con los ruidos de sus pies. Espera ¿Siempre haces trampa? -fue interrumpida.

-¡Adiós! -la chica de cabellera que le cubría los ojos arrojo unos polvos a escena.

En su mente aquello debería hacerla desaparecer, pero aquello no se logró, únicamente provoco un estornudo en su compañera rubia.

Aunque unos instantes después las ramas de unos árboles habían tomado los pies a la chica de cabello negro y la arrastraron abajo, el árbol en el cual estaba parada la rubia opaca fue el mismo que con sus ramas la había atrapado y ahora la estaba estrangulando.

-¿Qué es esto? ¿Qué hiciste? -la rubia opaca apenas si pudo formular.

-Creo que si debí poner atención en los ingredientes... ¡AHHH!.

La chica de pelo negro veía como el árbol que la había tomado, en su tronco se estaba abriendo una especie de boca que con su misma madera simulaba unos afilados dientes.

-¡ME VA A COMER EL ARBOL! ¡AYUDA! ¡AHHH! -gritaba por ayuda.

Con la esperanza de que sus compañeros o instructora fueran en su rescate, pero sus gritos solo atrajeron a más víctimas, la chica de ojos morados se vio atraída por tanto grito, al acudir vio como sus compañeras estaban siendo atrapadas y próximamente comidas por unos árboles, ella seria la siguiente, ya que vio como unas ramas venían por ella, por fortuna reacciono rápido y se retiraba con velocidad cada que una rama venia por ella, logro llegar con su compañera rubia y de un golpe rompió los dientes del árbol y algunas ramas que la privaban del oxígeno.

-Ixztmi ¿Que ocurre aquí? ¿Como que unos árboles se las quieren comer? -trataba de liberarla pero las ramas ahora tomaron sus manos.

-La causante es Lucifer, rápido, huye y ve por tu madre, podremos soportar aquí.

-Habla por ti, yo no me quiero quedar aquí ¡Zalhin! ¡Ayúdame por favor! ¡Sácame de aquí! ¡Tengo claustrofobia! -la de cabello negro estaba rasgando la tierra con tal de no ser tragada por el árbol.

-¡Zalhin! ¡Ixztmi! -escucharon una voz conocida, se trataba del de ojos rosas que venía junto con el de cabellos grises.

-¿Arboles comiendo gente? Eso es nuevo -dijo el de cabellos grises.

-¡Chicos! ¡Cuidado! -aviso la rubia opaca al escuchar las ramas ir en su dirección.

-¡Hermano! -trataba de zafarse para ir en su ayuda.

Los chicos reaccionaron con velocidad y esquivaban las ramas que venían hacia ellos, pero las ramas del árbol del que partieron fueron las que los tomaron por sorpresa. La rubia opaca aprovecho para liberar a la de ojos morados, la chica había caído al suelo y todos comenzaron a gritarle diferentes cosas.

-¡Rápido ve por ayuda! -dijo la rubia opaca.

-¡Sácame de aquí! -dijo la de cabello negro.

-¡Zalhin aléjate de aquí! -dijo su hermano.

-Creo que el árbol tiene hormigas ¡Me están picando! -el de cabellos grises se retorcía mientras las ramas lo seguían apretando.

-¡Basta! ¡Me duele la cabeza con tanto grito! -vio el palo junto de ella y lo tomo- Y tu Lucia Fernanda ¡Todo esto es tu culpa! -abanico el palo e instintivamente la de pelo negro se agacho para no ser golpeada.

Aquello no fue un arrebato de ira si no que una oportunidad para tratar de liberar a su compañera, pero la boca de este árbol únicamente se había quedado sin dientes, puesto que había roto el palo de la de ojos morados, aprovecho aquello para detenerle la boca con una mitad, mientras que subió con la rubia opaca para con la otra cortar sus ramas, fue liberada momentáneamente y ambas cayeron a tierra.

-Te dije que huyeras, debes irte, ve rápido por tu mamá o esto pronto... -no termino su advertencia y empujo a la de ojos morados.

Puesto que pudo detectar que nuevamente las ramas la iban a tomar, pero no solo a ella puesto que el de ojos rosas había cambiado a su forma de ave, un rápido colibrí que intento quitarlas a ambas del lugar pero al retomar su forma humana fue atrapado junto con la rubia.

-¡Zalhin ya sal de aquí! -le grito su hermano- ¡AHHH!.

-¡AHHH! -grito la rubia opaca, la fuerza ejercida ahora era más.

-¡Buscare ayuda! -estaba a punto de retirarse pero una rama la había tomado de su pie.

-¡TONTA! ¡TE DIJERON QUE HUYERAS Y AHORA TODOS MORIREMOS! ¡AHHH! -las ramas ahora le habían tomado de todo el cuerpo a la de pelo negro.

-¡Las hormigas se me quieren meter a las orejas! ¡AHHH! -grito el de cabellos grises.

-¡CALLA TE IDIOTA! -fue lo último que dijo la de cabello negro.

Las ramas la envolvieron por completo y estaban haciendo lo mismo con los demás, estaban siendo envueltos como capullos mientras que los troncos de los árboles se estaban abriendo más y más grandes. La de ojos morados estaba siendo succionada hacia el suelo, trataba de aferrarse hacia la superficie pero era claramente inútil.

¡MA...! -se había detenido- { Ya no soy una niña, ya debo cuidarme sola, no siempre voy a depender de mi mamá, ahora incluso mi hermano está atrapado e Ixztmi y también Yaotzin...}.

La de ojos morados se levantó la manga de su ropa y dejo ver un símbolo de conexión, de su piel parecía sacar una espada con incrustaciones laterales de piedra de obsidiana, tomo la forma de un minino para salir de la tierra y retomo su forma humana para tomar su Macuahuitl, con ello corto las ramas que envolvían el cuerpo de su compañera de pelo negro, con suficiente fuerza y furia logro partir a la mitad el árbol, pero sabía que eso duraría poco pues este amenazaba con juntar las partes cortadas.

-Eso no es una arma falsa, es una real ¿Usaste un símbolo de conexión? ¡A los de tu edad todavía no les enseñan eso! -le reclamo.

-Cállate y quema el árbol que todo esto es tu culpa.

Se lanzo a cortar las raíces que tenían prisionero al de cabellos grises, tras haberlo liberado este expreso su asombro.

-¿Traías una Macuahuitl contigo?.

-Ahora no, quema el árbol para que no vuelva a regenerarse.

Aprovecho la altura para saltar y poder liberar a su hermano y a la rubia, ambos habían tomado un respiro después de eso.

-Mi cuerpo... me duele -se había quejado la rubia opaca.

-Lo siento... -estaba avergonzado el de ojos rosas por haber quedado tan cerca de su cuerpo- Zalhin te dije que...

-Se que me vas a regañar pero hay que quemar los árboles, si no estos van a volver a regenerarse -levanto el arma y con mucha fuerza partió a la mitad el árbol que estaba detrás de los chicos- Y tú no intentes huir o te encontrare aunque sea lo último que haga -retuvo con palabras a su compañera- ¡Yaotzin! ¿Ya quemaste el árbol?

-Ah... este... perdón, me distraje -tenía dos piedras en sus manos- Pero... ¿No nos meteremos en problemas por...?.

-¡Cuidado! -la de ojos morados había notado que las ramas estuvieron a punto de atraparlo nuevamente.

Se adelanto en cortar de forma rápida y violenta las ramas, se paró cerca de el para cubrirlo en lo que encendía el fuego.

-Hazlo rápido, estos árboles se regeneran muy aprisa.

-Este... Si si, ya voy -junto las piedras y comenzó a hacer fricción para crear chispa.

Habían logrado controlar el fuego y apenas se quemaron los árboles que habían actuado de forma violenta procedieron a apagar todo para regresar con el resto de la clase, estaban acomodando la información para redactar de forma correcta lo sucedido pues sabrían que habría muchas preguntas por el fuego y humo visto hace un rato, pero al llegar notaron que toda la clase no se había percatado de su ausencia, esto debido a que aquellos que perdieron en el transcurso del juego estaban siendo castigados con un entrenamiento mortal. Mantenían su cuerpo recto, únicamente codos y puntas de los pies estaban pegados al piso, por ningún motivo debían dejar que su estómago tocara el suelo o volverían a empezar.

-Vamos jóvenes ¿No pueden aguantar ni un minuto? -las palabras de la instructora no fueron escuchadas, pues sus alumnos gritaban de dolor- Oh, parece que ya llegaron, felicidades. Chicas lograron conservar sus capas, chicos, vayan a hacer planchas.

-¡Pero...! -fue interrumpido el pelo gris.

-Los perdedores deben aceptar su castigo -intervino rápidamente la de pelo negro- Gracias por felicitarnos maestra, nos vemos mañana compañeras, adiós a todos -se fue rápidamente.

-Lucifer... -dijo con cansancio la rubia.

-Estoy agotada, mamá te vere en la casa, nos vemos -tomo a la rubia opaca para acompañarla.

El de ojos rosas y el de cabellos grises fueron sin objeción junto con los demás castigados, pero el de cabellos grises no despegaba la vista de las chicas que estaban a punto de irse.

-Hay mucho ruido aquí, será mejor que nos vayamos pronto -le informo la rubia opaca a la de ojos morados.

-Tranquila, en mi casa hay menos ruidos -le sonrió.

-{¿Por qué me late el corazón así? ¿Por qué mis mejillas se sienten calientes? ¿Me estoy enfermando?} -el de cabellos grises no le quitaba la vista a la de ojos morados mientras que esta se alejaba.

-¿Yaotzin? ¿Te encuentras bien? -le volvió su amigo al mundo real- Te estas poniendo rojo ¿Te has cansado por lo anterior?.

-NO no no, descuida. Estoy bien, estoy bien.

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Próxima publicación: 06/04/2023

Horario: 19:00 a 21:00 horas.

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