Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 39

Advertencia:
Las situaciones mostradas en este capítulo son exclusivas para un público maduro.
Por su atención, gracias.
____________________________________

Ensuciando un nombre

Para la mañana siguiente la castaña despertaba, le había hecho el desayuno el pelo azul mientras que el pelo verde les acompañaba.

-¡Esto sabe increíble! ¿No haz pensado en ser chef? -habló el pelo verde.

-Ja ja ja no había pensado en eso, aunque cuando pequeño un chef profesional fue el que me enseñó a cocinar -sonrío el pelo azul sentándose a la mesa con su comida ya hecha.

-¿Fue tu mamá? Muchos dicen que sus mamás son como chefs -preguntó el pequeño.

-No... -miró a la castaña y está le dió un apretón de manos, el pelo azul sonrió por aquello- No, fue un chef profesional, mi mamá cocinaba cosas más típicas de mi país.

-Realmente todo sabe muy rico, mis felicitaciones "chef Kliment" -sonrío la castaña.

-Creo que no suena tan mal el título -sonrío el pelo azul y procedió a comer.

-Ah~ ya debo ir a la escuela o se me hará tarde. Nos vemos en la tarde, bye~ -la castaña se despidió de los presentes.

Más tarde en la escuela la castaña recibió una llamada, se trataba del azabache y le emocionaba que la llamará ya que desde anoche que le dijo "tengo algo importante que decirte" creía que le diría sobre su estado de salud.

-¿Didier? ¿Qué ocurre? ¿Qué pasó? ¿No querías contarme algo ayer? -habló la castaña.

-Tranquila, una pregunta a la vez ¿Dónde estás ahora? -respondió calmado el azabache.

-¿Eh? Pues en la universidad ¿Por? -se le hizo raro aquella pregunta- {Los golpes si le dañaron la cabeza}.

-{¿Ya las mujeres pueden ir a la escuela? Este año me sorprende mucho} Quería invitarte a cenar, quiero platicar contigo -dijo el azabache.

-¿Invitarme a cenar? -se le colorearon las mejillas- Ah... {¿¡Pero por qué hasta la noche?! ¡Ahhhh! ¡No me hagas esperar más! ¡Ahhh!} Suena bien... creo... pero ¿A dónde? No suelo ir a restaurantes así que no sé de alguno.

-Marcel me recomendó uno y... no te preocupes no es algo turbio como un "restaurante de vampiros" dónde pides un platillo hecho de humano o algo así... tranquila es un restaurante normal.

-Te soy sincera, si tenía un poco de miedo con que Marcel te recomendara algo... pero si tú me dices que es normal, confiaré en ti. Bueno, ya me voy, tengo que seguir en clases, pero antes ¿Debo ir muy formal?.

-Uhm... que recuerde no hay necesidad de vestir de manera tan formal, pero si me estoy equivocando igual le preguntaré a Marcel y cualquier caso te avisaré más tarde, hasta entonces querida.

-Bye~ -colgó la llamada.

La castaña estaba emocionada por la cita, pero no podía expresarlo por llamada, no quería hacer sentir más raro de lo que ya estaba actuando el azabache.

–En otro lado–

La pelo rosa notaba que estaban completos los uniformes que le habían encargado, dentro de poco llegaría el rubio con otras personas.

Dos horas más tarde llegó el rubio con once personas más, ocho hombres y tres mujeres.

-Pero miren nada más, una bruja ante nosotros -habló uno de los hombres.

-Es bastante guapa ¿No quieres tener sexo conmigo? -ahora había hablado una mujer.

-¿Una orgía con vampiros? Suena bastante interesante, aunque a mí no me llama la atención beber sangre humana, a no ser que sean de mujeres jóvenes y hermosas -dijo la pelo rosa en respuesta a los vampiros.

-No va a haber ningún acto sexual, los llame aquí por algo de suma importancia -interrumpió Marcel.

-¿Y que es eso de suma importancia? -se atrevió a preguntar la pelo rosa- Digo, me preguntaste por un hechizo pero no me dijiste para que era.

-Vamos a acabar con el Amini -dijo el rubio y el grupo le prestó atención.

-¿Ya sabes cómo acabar con ellos? -preguntó uno de los vampiros.

-Eva, Iris, Aranza -dijo el rubio pasando le una bolsa a cada una- Les explico, vamos a vestirnos como los Amini para denigrar su nombre, el Amini al ver dañado su orgullo deberá salir, así que al superarlo en número lo atacaremos y mataremos. ¿Alguna duda?.

-Muchas... -habló Aranza- Esos Amini han matado a grandes cantidades de nosotros, una hembra llegó a matar una manada de perros y un grupo de nosotras ¿Qué nos garantiza que ganaremos?.

-Me extraña de ti, querida ¿Le estás temiendo a los Amini? -tomó de la mandíbula a la chica- Nos garantiza la victoria, el que manchemos su nombre, haremos actos terroristas para que los humanos teman ante el nombre de "Amini" y ellos mismos nos ayuden a atacarlo.

-Siendo te sincera... en este país la autoridad le huye a un ladrón... ¿Qué crees que hará con un grupo de terroristas? -preguntó con desesperanza Aranza.

-Puede funcionar, chicas, chicas, vamos no se desanimen, estoy aquí para la victoria -presumió un hombre de cabello atintado de rojo con ojos amarillos- Soy un vampiro de rango A.

-Eres un vampiro de rango B que por una pelea paso a ser de rango A -habló un hombre de cabello teñido de rubio con ojos rojos- En cambio yo si soy de rango A.

-Eres un rango A qué fue rechazado por los de tu propio rango, por haber embarazado a una humana -le reclamó un hombre de cabello amarrado en una coleta. 

-¡Pero asesine a ambos! ¡Resolví mi problema! ¿De acuerdo? -habló el pelo teñido.

-¡Marcos! ¡Raul! ¡Jonathan! ¡Dejen de pelear! Debemos hacer esto juntos, recuerden que con esto pueden abastecerse más de sangre -les regreso el rubio.

-Sobre eso, escuché que ayer Didier Vinsonneau volvió a cazar como la antigüedad ¿Eso significa que tendremos más diversión? -preguntó el de cabello atintado llamado Marcos.

-Para desgracia de todos, ya no podemos hacer lo que hacíamos en la antigüedad -dijo Marcel.

-De hecho en este país podemos seguir haciendo eso, pero en masa... puede que nos hagan una investigación -habló Aranza.

-Bueno, pues más a nuestro favor, manchemos el nombre de "Amini" con nuestras antiguas actividades -dijo el rubio- Sobre el hechizo que te pedí -se dirigió a la pelo rosa- Era para que nuestra actuación durará más tiempo -se dirigió ahora al grupo- Ella tiene un hechizo que puede hacernos inmunes a la luz del sol.

-¿Dónde estabas hace trescientos años? -preguntó uno de los vampiros.

-En Europa, no llevo mucho en el nuevo continente, guapo -le guiñó un ojo coqueta.

-Sobre lo de... "manchar el nombre" ¿Cómo vamos a hacer que todo el país lo sepa? ¿O no será todo el país? ¿Solo aquí? -preguntó Iris.

-Pero claro que será todo el país ¿Y que mejor que el mundo? Pero...¿Tienes alguna idea o propuesta, pequeña? -el rubio la miro atento.

-Pues...

–De regreso con la castaña–

La castaña ya había llegado a casa, faltaban dos horas para ir al restaurante, aprovechó para darse una ducha, aunque se le había notificado que no debía ir tan formal, seguía dudando en que ropa llevar así que llamó a su amiga.

-Es que mira Pau, tengo ropa bien sencilla, pantalones oscuros, pants, pijama, camisas holgadas -decía la castaña mostrando toda su ropa.

-¿Y no tienes un vestido o una falda? -preguntó su amiga que estaba en videollamada.

-{Tengo una falda y una blusa que conserve de la ropa que compró la bruja} Creo haber visto una... ah sí, aquí está -dijo mostrando una falda roja a cuadros.

-Andale, esa se ve bonita ¿Y una blusa? -pero antes de formular otra pregunta la castaña le mostró una blusa sin hombros color roja- Tsss esooo a ver, prueba te ese conjunto.

La castaña se cambió rápidamente probando se ese outfit, aunque la blusa era más corta y dejaba ver su ombligo, teniendo también unas mangas cortas, pero anchas, algo insegura se mostró a su amiga.

-¿Qué tal?.

-Nada mal, Tsss sajas, aunque nunca te había visto tu tatuaje, se ve perrón ¿Qué es? -preguntó su amiga.

-{Es cierto... Didier no puede ver eso} ¡Ay que pena! Me lo hice sin que nadie supiera, así que shhh -se llevo un dedo a la boca para hacer el gesto de que guardara silencio- espera deja lo arreglo.

Tras volver la castaña, ahora tenía puesto una blusa negra de mangas largas y cuello de tortuga.

-Igual se te ve bien ¿Ya sabes que zapatos ponerte?.

-Nooo ¿Me ayudas? -le miró suplicante.

-Claro... bueno con el largo de esa falda... uhm... ¿Tienes botas largas?.

-¡Ay si tengo! -comenzó a buscar.

-Ponte las y me modelas -le alentó alegremente.

Otro rato después, la morena había salido y mostraba que unas botas largas color vino le llegaban dos dedos arriba de la rodilla, la falda era un tanto corta pero hacía buen juego con las botas.

-A mi me encanta, pero ¿Y a ti? -dijo la pelirroja emocionada.

-Me siento un poco nerviosa, hace mucho no usaba una falda... no una tan corta... pero realmente me gusta -dijo la castaña.

-Entonces no me queda más que desearte suerte en tu cita ¡Buena suerte! Oh y deséame la a mi también.

-¡Gracias! ¡Buena suerte! ¿Y por qué? -quería preguntar antes de que le colgará.

-Mi novio dijo que tenía una sorpresa para mí ¡Dios! ¡Ya quiero ver lo que es! Bueno, te dejo para que no pierdas tiempo ¡Bye! -dijo y colgó la llamada.

La castaña sonreía ante todo momento, pero era el momento dónde más tenía miedo, más tenía dudas, más tenía nervios. Tras haber llegado al lugar, aquello no paró, de hecho se había intensificado, tenía más miedo, por saber la opinión del azabache—ya que no dijo nada en todo el camino—tenía más dudas por la hora —ya que no quería demorarse pues habían dejado solo al pequeño pelo verde y Kliment posiblemente no llegaría temprano, aunque se tranquilizaba porque el menor estaba con su cachorro— y sobre todo nervios, porque... su ropa estaba bien, se veía bastante atractiva, pero la ropa del azabache era bastante elegante. Constando de una camisa de vestir de manga larga blanca, con un saco azul fuerte, que tenía una cadena, no sabía si era de decoración o un reloj antiguo por lo pequeña que era, un cinturón negro y pantalón de vestir, similar en color al saco. En el cuello de la camisa lo adornaba una corbata de moño larga.

Cuando se les fue asignada una mesa, el azabache ayudo a sentar a la castaña, tal acto de caballerosidad fue aprovechado para comunicarle algo.

-Te ves realmente hermosa con esa ropa {Aunque te verías perfecta sin ella} -le susurro al oido el azabache.

-{Dios Dios Dios Dios...} Gracias -respondió tímidamente, esperó a que el azabache tomara asiento para poder platicar- ¿Y bien? ¿De que querías hablar conmigo?.

-{Quiero conocerte, tengo entendido que eres mi pareja pero no te conozco del todo, pero no te puedo proponer esto directamente porque te vas a preocupar} Platicar te de mi -dijo el azabache llevando sus manos a la mesa.

-¿Y que te dijo el doctor? ¿Estás bien? ¿Los golpes pueden traer repercusiones futuras? -se intereso tras haber tocado el tema.

-{Si le digo que fue una mujer la que me atendió... ¿Se enojara? Me gustaría ver celosa a esta chica} En realidad... era doctora... y si, dijo que estaba bien, mi cabeza está bien y ningún golpe me afectó {Aunque constantemente siento molestias en mi oído... como si me palpitara}.

-Que alivio que estés bien -dijo un poco más calmada- Temía mucho que sufrieras algún derrame o contusión que te dejará mal... aunque es un miedo un poco tonto ¿Verdad?... tu... eres muy fuerte -dijo disfrazando las palabras por el público presente.

-{¿No sintió celos?} Me halagas con eso... ¿Te gusta que sea fuerte?.

-Me gusta... que estes bien... a salvo.

Su escena fue interrumpida por la mesera que llegó a tomar su orden, al de ojos verdes le molestó un poco, pero pronto aprovecho para probar otra forma de poner celosa a la chica. Tras ordenar siguieron con su plática.

-Entonces... ¿Cómo fue tu revisión médica?.

-De maravilla -enfatizó en la palabra.

-¿Qué te preguntan? Ya sabes... por... ser ese tipo de doctores..."especiales" -dijo entre comillas para que le entendiera.

-Pues lo normal, me preguntó mi peso, estatura, edad, no hay mucha diferencia en un... doctor "particular" y uno "público" -guiñó el ojo para darle a entender que había captado.

-¿Le dijiste tu edad? -saco un poco la lengua- Ni siquiera me la haz dicho a mi -fingió molestia.

-¿En serio no te la he dicho? {¿De verdad esto le molestó? ¿No le molestó que me atendiera una doctora ni que coqueteara con la mesera?} -pensó un poco incrédulo.

-Dijiste que no recordabas... ¿Ya lo recuerdas?.

-Dos tres -giro la mano derecha, pero le guiñó un ojo- cuatro -dijo lo último en susurro.

-{¿Doscientos treinta y cuatro años?} Ah... espera... -recordó algo- ¿Tu cumpleaños no fue el catorce de Noviembre?.

-Así es... oh y por cierto... apenas va a ser cuatro este año.

-Ay... perdón por no regalarte nada el año pasado... es que no supe que... -dijo un poco apenada.

-No hacen falta regalos materiales cuando te tengo a ti -le dijo para después sonreír de modo coqueto.

-{Ahhhh} Basta~ -dijo sonrojada- ¿Entonces ya recuerdas quien fue tu primer beso?.

-¿Mi primer beso? {Que pregunta tan infantil, pero igual responderé} fue a mis once años... con mi prometida de aquel entonces -dijo serio.

-Ah bueno... ¿¡PROMETIDA?! -miró que la mayoría de las personas en el restaurante se le quedaron viendo por su grito- ¿Prometida dices? ¿Por qué tenías prometida? ¿Cómo era ella? ¿Cómo se llamaba? -bajó la voz apenada.

-Porque era un joven de buena familia que tenía que mantener ese estatus, además, no solo yo tenía prometida, de hecho mi hermano mayor de diecisiete años ya hasta tenía un hijo y estaba casado. Mi prometida se llamaba Isabelle y tenía un largo cabello castaño tan claro, de hermosos ojos color azules, siempre vestida como una princesa, vestidos de color azul pálido, era bastante bonita, aquel beso fue porque ella insistía en recrear la escena de un libro, obvio fue a escondidas de nuestros padres, fue muy divertido -rió un poco.

-{Tu nadamás robando besos hijo de...} Pero... dijiste que habías dado tu primer beso como a mi edad.

-Debí haber me confundido, una disculpa.

-Bueno... dejando eso de lado ¿Cómo que tenías hermano mayor? ¿Cómo se llamaba? Se llevaban como por seis años, ¿No?.

-En realidad tuve un hermano mayor varón y dos hermanas menores, fueron gemelas, mi hermano y yo teníamos los ojos de padre y las gemelas tenían los ojos de madre. Mi hermano mayor se llamaba Dean, fue mi ejemplo a seguir por su responsabilidad y fortaleza. Mis hermanas menores se llamaban Annette y Babette... eran... bastante inquietas, querían jugar todo el día y más aparte siempre que las dejaban solas se ponían a cantar, ellas tenían cinco años.

-Se llevaban seis años entre cada embarazo. Conmigo la diferencia es de cinco años, cuando mi papá se fue a Estados Unidos mi hermano ya tenía cinco años y yo llevaba cuatro meses de nacida. Nunca me habías contado de tu familia -dijo y después lo miro atentamente- No es un regaño, solo me alegra conocer más de ti.

-¿Quieres saber más de mi? -preguntó feliz por la atención que recibía.

Tras asentir, el azabache le siguió contando cosas de su vida humana, de hecho también le había contado sobre su amistad con Marcel.

–En otro lado–

-Un miserable bastardo humano ¿Esa era tu idea? -dijo con desprecio mirando el muchacho frente suyo.

-Señor arrogancia, puedo ser de utilidad en el circo que van a montar -respondió el muchacho gentil pero con burla.

-Me interesa usar te de carnada... pero solo conseguí doce trajes, así que ya no puedes participar.

-Trabajo en una televisora importante, al cubrir tal noticia, no solo el país, si no todo el mundo vera su acto.

-Quieres hacernos un favor para ganar respeto y para que por fin te aceptemos... pero conoce tu lugar, los bastardos siempre serán bastardos y los vampiros siempre serán perfectos -dijo con orgullo.

-Ya perdí la esperanza en que nos den respeto {Malditos arrogantes} pero eso da igual, si hacemos un alboroto para generar más espectadores, a lo que sea me anoto.

-"Esta loquito" -formulo las palabras sin decirlas Iris.

-No suena mal... pero ten en cuenta que si fallas en algo, te matamos en vivo y en directo -amenazó el rubio haciendo brillar sus ojos.

-¡Más rating! -sonrío despreocupado el muchacho.

–De regreso con la castaña–

Tras dar finalizada la cena, ambos decidieron pasar "rápido" a cierto lugar.
La temperatura de aquella habitación privada comenzaba a elevarse se escuchaban ruidos típicos de aquel acto, no había palabras expresadas, pero si muchos pensamientos sobre el suceso.

Acto seguido de aquello, el azabache tomo posesiva mente el cuerpo de la castaña, está se asustó un poco, ya que el chico tenía muy cerca su boca del cuello de ella... el problema era... que sus colmillos habían salido.

El azabache estaba emocionado, quería seguir más, quería poseer ese joven y hermoso cuerpo, pero aquel dolor en su oído lo hizo detenerse. Procedió a tranquilizar a la castaña, dando le un beso en el cuello.

-Una disculpa... ya hay que irnos... -se levanto y ayudo a la castaña.

Aquella noche el azabache no quiso salir a cazar y decidió dormir... se sentía raro ya que la noche anterior había tomado tanta sangre para suficiente energía, pero todo parecía que estaba cansado, a pesar de lo poco que logró con la castaña, su lujuria quería más.

Tras una semana en la que constantemente el azabache se había comportado más romántico con la castaña, el chico le escribía cartas a mano, cerca de su puerta le recitaba poesía, la acompañaba a la escuela y al anochecer ambos iban a la azotea, se quedaban a mirar la noche oscura y a veces hablaba la castaña con los perros de las otras casas.

-¿Qué pasó hermoso? Ay si estás bien hermoso y bien chiquito -hablaba con cariño al perro de una casa cercana.

El can de raza grande movía la cola alegre por los mimos, había subido una de sus patas para ver a la chica, mientras que la otra la tenía levantada. 

-¿Qué te pasó hermoso? ¿Te pegaron? -preguntó la castaña y el can estornudo para afirmar- ¿Quién te pego? -aunque estuviera oscuro, la castaña pudo ver los ojos del can y estos rodaron a la puerta detrás suyo- ¿Te pegó tu dueño? -el can chillo en respuesta- Ay chiquito...

La castaña giró la cabeza para avisarle al azabache.

-Le pegó su dueño -se lo comunico con tristeza.

Pero enseguida el azabache la volteo, no para ignorar al can, si no para que el dueño no los viera hablando al animal, pues este había subido a la azotea para alimentar a su mascota de mala manera, al irse vieron como el animal tomaba agua de forma desesperada.

-Pobresito no había tomado agua en todo el día -a la castaña le seguía doliendo el mal trato al animal.

-Esperame aquí -el azabache bajó y rápidamente volvió con un sobre de comida para perro- Nunca vayas a hacer esto -se subió a la barda- Ni sola ni acompañada.

-Espera ¿Qué vas a...? -no la dejo terminar, pues el azabache había saltado de azotea a azotea- ¡DIDIER VINNSONEAU! ¿¡Cómo se te ocurre saltar así?!.

-Es para darle el sobre -agitó la bolsa, con ello llamó la atención del animal.

Este se sentó para que el azabache virtiera la carne en sus croquetas, aunque salivaba esperó a que la bolsa estuviera por completo vacía, tras ello, el azabache abrió más la bolsa, el sobrante del jugo fue lamido por el animal y al terminar comenzó a comer las croquetas. El azabache regresó de un salto con la castaña.

-Para que no me ladren los perros cuando pasó entre las azoteas siempre traigo un poco de comida -dijo el azabache sonriendo- Pero solo yo puedo hacerlo, a ti ni se te ocurra.

-Tu no me mandas -le saco la lengua a modo de broma.

-¿En serio? -le miró de manera coqueta. 

Pero un maullido había interrumpido la escena.

-Hola hermosa -el azabache se acercó a un felino de pelaje blanco- Otra vez te saliste de casa -acaricio al felino.

-Un bonito gatito blanquito -le acarició el otro lado de la cabeza, en agradecimiento el gato le lamía la mano- Todavía no puedo creer que Marigold se haya comido el gato de Ian. 

-No deberías pronunciar el nombre de esa bruja, no solo te ha dañado a ti, si no también al joven Ian. Que tú boca no vuelva a pronunciar ese vulgar nombre -la tomo de las mejillas.

-Ta bueno pues {Es raro que primero se comporte tan formal y después tan mandon} -continuaba acariciando al gato- {Hablando de... Es lindo que sea romántico... Aunque primero... Ay} -estaba recordando inconscientemente los días en los que la lujuria quería dominar a ambos- Kitty Kitty tas bien suavecita y bien bonita, haber haz "miau" -hablaba con el animal para desviar sus pensamientos, así que el animal obedeció y maullo- ¡Ay que linda!.

-{¿Por qué le molestará mi actitud? ¿Por qué no me lo dice directamente?} -el azabache suspiro.

-¿Estás bien?.

-Eres muy linda y adorable, siempre hablas con los animales, incluso cuando vamos camino a la escuela, a las aves, a los perros, a los gatos, a los árboles mismos, eres tan inocente para {mi} este lugar... {Para mí, eres tan inocente que fácilmente podría... Y tengo tiempo e incluso la facilidad para hacerlo, quiero hacerlo, poseer te... En la lujuria de mi mente ya te manipule a mi antojo y quisiera realizarlo, pero al avanzar demasiado me arrepiento no solo por el dolor de mi oreja si no por el recuerdo de ella...} -recordó a su prometida cuando era humano.

-Perdón, es un comportamiento infantil que se me ha quedado desde niña -sintió como le acariciaban la cabeza.

-Me parece muy lindo -le mostró una agradable sonrisa.

-Ya me dió sueño... ¡Bye! -sentía sus mejillas arder y escapó del lugar, con el gato en brazos por distraída.

Al azabache le daba ternura su inocencia, mientras que su mente seguía recordando a su prometida, aunque también su pasado interés amoroso.

-¿Qué le habrá pasado a María? No logro recordar...

A la mañana siguiente.
Los problemas apuntaban a que se darían al medio día, el estado estuvo en alerta por una banda de terroristas llamados "Aminy" el grupo de doce personas vestía con capas oscuras y máscaras... todo tipo de máscaras, ninguna combinaba, habían dado un mensaje que alertó a todos.

- ¡Nosotros! Los "Aminy" los hemos estado observando... los humanos son una vergüenza, no tienen respeto por la vida... por ello, vamos a eliminarlos... hemos tomado rehenes en los puntos públicos de este estado, si no cambian, dentro de 24 horas volaremos escuelas, hospitales y oficinas de gobierno ¡Hasta entonces! -quien tenía una capa oscura, con una  máscara blanca pero un dibujo de corona en la frente, había hablado por el grupo y parecía ser el líder.

-Ay no... ¿Ahora que? -habló la castaña tras ver las noticias en un televisor de la escuela.

-"¡Me las van a pagar!" -dentro de su cabeza escucho la voz del pelo gris.

-¿¡Yaotzin?! -se preguntó impresionada.

\_____________________________________/

Próxima publicación: 02/09/2023

Horario: 19:00 a 21:00 horas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro