Capítulo 38
Viejos hábitos
Las cosas no terminaban nunca de arreglarse, pues apenas saliendo del hospital el pelo azul, se dieron cuenta que el azabache había Sido herido, no de gravedad, pero este no había despertado en dos días, mismos en los que la castaña no volvió a asistir a la escuela para cuidarlo, aunque no la dejo sola el pelo verde y parecía no importarle al rubio pero claro que lo ayudaba a su manera. El pelo azul notaba que sus heridas ya estaban sanando así que con mucho esfuerzo convenció a la castaña de que regresará a clases, mínimo para pedirle ayuda a su compañera de confianza, ponerse al corriente y no afectar su perfecto promedio. La castaña había aceptado para no decepcionar al pelo azul, pero sentía pena por no seguir cuidando al azabache. Quien se había quedado a cuidarlo era de confianza, pues el pelo verde no podía cansarse con facilidad como un humano, aunque si debía hacer sus necesidades, se retiró al baño así que se perdió del despertar del azabache.
El azabache había despertado, se veía algo confundido, pero serio, miró el lugar y decidió hablar.
-Marcel -al no recibir respuesta alzó un poco más la voz- Marcel ! Je sais que tu es proche donc ça apparaît quand je t'ai appelé (¡Marcel! Sé que estás cerca así que aparece te cuando te llamé).
El rubio obviamente estaba cerca y llegó a la habitación por el idioma en el que había hablado su amigo.
-A-ah... e-eh... t-tu... h-hablas te... en...¿Francés? -no creía lo que había oído.
-Oui...? On parle francais... (¿Si...? Hablamos francés...) -respondió confundido- Pourquoi la question? Où sommes-nous? Pourquoi ma chambre est-elle si différente? (¿Por qué la pregunta? ¿Dónde estamos? ¿Por qué mi habitación se ve tan diferente?).
-¿Eh? Estamos en la casa... en la casa que ahora vivimos... -el rubio estaba completamente confundido.
-Pourquoi parles-tu espagnol? Le Mexicain est-il proche? (¿Por qué hablas español? ¿La mexicana está cerca?) -miro que no había nadie en la habitación.
-Eh... no no está... perdona... me acostumbre al idioma de aquí...
-De toute façon, ce n'est pas la maison dont je me souviens... Où est mon argent? (Como sea, está no es la casa que recuerdo... ¿Dónde está mi dinero?).
-¿Tu dinero?.
-Oui mon argent (Si, mi dinero).
-Ah... ¿Tu dinero? -trataba de recordar de que hablaba.
-Oui... mon argent, où est-il? (Si... mi dinero ¿Dónde está?) -se comenzaba a impacientar.
-Ah... este... ¿Tu dinero? -jugó con su corbata un poco nervioso.
-Tu joues avec moi? Où est mon argent?! (¿Estás jugando conmigo? ¿¡En dónde está mi dinero?!) -se levanto de la cama y lo tomo del cuello de la camisa para levantarlo.
-Es que no sé de que dinero me hablas -le tomo del brazo que lo agarraba.
-Par terre, j'avais un sac avec de l'argent, dans une cachette secrète, ce n'est pas notre maison. Vous n'avez pas mon argent? (En el piso, yo tenía una bolsa con dinero, en un escondite secreto, está no es nuestra casa ¿No tienes mi dinero?) -se molesto tras explicarle.
-No, pero... ¿Para que quieres dinero? Aquí tenemos todo lo que necesitamos, además, tu dinero es muy antiguo, ahora no sirve a no ser que lo cambies.
-J'ai l'air ridicule dans ces vêtements (Me veo ridículo en estás ropas) -lo soltó dejándolo caer- Je sens drôle et d'après ce que je peux voir (Huelo raro y por lo que puedo ver) -a sus espaldas tenía un closet sin puertas dejando ver la precaria ropa que tenía- je vois que je suis devenu paresseux (Veo que me he vuelto un vago).
-No es que seas un vago... es que es tu nuevo estilo de ropa, además si te hueles diferente es que no te haz bañado en dos días, mismos en los que dormiste -se levanto acomodándose su camisa.
-Pourquoi ai-je dormi deux jours? (¿Por qué he dormido dos días?).
-Te... lastimaron y tardaste eso en sanar.
-Et qui était? Celui qui l'a fait paiera cher (¿Y quién fue? Quien lo haya hecho la pagará caro) -saco toda la ropa del closet y la lanzo al suelo- Dites à Maria de laver ça et de le prendre à quelqu'un d'autre, quand j'y vais pour mon argent, j'achèterai de meilleurs vêtements (Dile a María que lave eso y se lo de alguien más, cuando vaya por mi dinero compraré ropa mejor) -notó que el rubio se le quedó viendo confundido- Un problème? (¿Algún problema?).
-Tu... no... ¿Te acuerdas que María...? -trataba de entender que estaba pasando pero ahora debía escoger las palabras correctas para que no se volviera a poner depresivo o a la defensiva- Que... María... falleció.
-Maria est-elle décédée? (¿Falleció María?) -recibió una afirmación por parte del rubio- Et quand? (¿Y cuando?).
-Como hace unos... ciento once años -vio que el azabache estaba tan confundido como el.
-Cent onze ans? Quelle année est-ce? N'est-ce pas dix-huit cent quarante? (¿Ciento once años? ¿Qué año es este? ¿No es mil ochocientos cuarenta?).
-¿Mil ochocientos cuarenta? No... es dos mil veintiuno.
El azabache se volvió a sentar en su cama, se quedó un momento pensando y después le dijo al rubio.
-Où sommes-nous actuellement? (¿Dónde estamos ahora?).
-Seguimos en América, estamos en Guanajuato, México.
-Mais avez-vous vendu la maison ou que s'est-il passé? (Pero la casa ¿La vendiste o que pasó?).
-La estoy rentando en realidad.
-J'y vais pour mon fric, quand j'reviens j'veux que tu m'expliques tout (Iré para allá por mi dinero, cuando vuelva quiero que me expliques todo) -dijo vistiendo se con la ropa que había tirado.
Tras haber salido de la casa el pelo verde se extraño de ello, le pregunto al rubio con temor el porque de su partida, el rubio le explicó con extraña naturalidad que solo regresaría a León por unas horas.
Sin mucho convencimiento trató de comunicarse con la castaña o con el pelo azul, pero el rubio comenzó a cuidarle constantemente así que no pudo comunicarse.
Algunas horas más tarde, sin coordinar llegada con la castaña o el pelo azul llegó el azabache, traía una bolsa de tela grande consigo, le dió la bienvenida emocionado el pelo verde.
-¡Didier! ¡Que bueno que volviste! ¡Y que despertaste! ¿Por qué te fuiste? ¿Qué pasó?.
-¿Y tú...? -se preguntaba quién era el pequeño para recibirlo tan emocionado.
-¡Ian! -el rubio lo llamo por su nombre por primera vez- Deja a Didier, tengo que hablar de algo con el -esperó a qué el azabache llegará a su habitación y cerró la puerta.
-¿Ese niño quien es? -preguntó el azabache.
-¿Ya puedes hablar bien el español?.
-Puedo hablar ambos, francés y español, ¿Ese niño quien es? -volvió a preguntar.
-Espera, primero quiero preguntar ¿Qué sabes? ¿De que te acuerdas? ¿No te sientes mal por lo de... María?.
-Se todo lo que tengo que saber, de mi vida, mi vida humana y cuando me convertí en vampiro, de nuestra amistad, de mi interés por María... pero si dices que murió... no puedo hacer más, no hay de otra -se encogió de hombros.
-Ah... bueno... pues... nos mudamos aquí hace casi un año porque tu nuevo interés nos lo pidió y ahora vivimos tres vampiros, un sicario y una humana. -miró que el azabache abrió los ojos, no parecía sorprendido más bien que había recuperado la memoria.
-Creo que ya se de qué hablas... tengo recuerdos... bueno me comenzaron a llegar camino a la casa, pero los rostros y nombres se me hacían borrosos.
-¿En serio?.
-Recuerdame los nombres, se que Ian, el pequeño es un vampiro de rango C de unos... treinta y cinco años, muy joven.
-Pues... Ariatna y Kliment.
-¿Ariatna es el nombre de mi nuevo interés? -sonrío pícaro.
-Si... si te acuerdas ¿Verdad? -vio que el azabache fantaseaba y decidió poner algo de burla- ¿Y recuerdas que Kliment también le echa un ojo?.
-¿Qué Kliment que? -le respondió enojado- ¿El es el sicario? -le respondieron de forma afirmativa- Que molesto... -sacó todas las monedas antiguas de su bolsa- ayuda me a cambiarlas, necesitaré mejor ropa, nadie me puede quitar lo que es mío, así como en su tiempo nadie me quitó a María -le ordenó con superioridad.
El pelo verde se extraño de que volvieran a salir sin avisar, pronto la castaña llegó, ella preguntó por el azabache y el pelo verde le explicó todo, ambos se les hacía extraño que hubieran salido sabiendo el estado de salud del de ojos verdes, pronto le reveló un secreto el pelo verde a la chica.
-Ariatna~ -dijo bajando la voz.
-¿Qué pasó? -bajo la voz igual, creía que jugaba para que pudiera distraerse.
-No fui únicamente al baño, tengo escondido a un perrito callejero, tengo miedo que también se lo coman, así que lo tengo escondido...¿Me puedes ayudar a mantenerlo en secreto? -junto las manos.
-Tu mantienes mi secreto y yo mantengo el tuyo -se llevo el dedo índice a la boca y sonrió- ¿Dónde está?.
En las habitaciones de abajo que era la primera planta una se usaba como cuarto de lavado y otra dónde se guardaban productos de limpieza, en el cuarto de lavado entraron, cerca de la lavadora había una pequeña caja, de esta se escuchaban pequeños golpes. Al abrir la caja se mostró un pequeño cachorro de pelaje negro que movía frenéticamente la cola por la felicidad de ver al pelo verde.
-Es tan tierno~ -sonrío la castaña susurrando en un tono agudo.
-¿Verdad que sí? Cuando me salí a la calle lo encontré, lo bañé y le doy comida -sacó al cachorro de la caja y lo abrazo dejando mostrar que tenía el collar del minino- Hice gastar a Kliment, así que voy a usar las cosas que le compro, este pequeño se llamará "Michi" y lo protegeré con mi vida -le acaricio la cabeza, sus ojos tenían algunas lágrimas, aquello hizo que el cachorro le lamiera la cara.
-{Que adorable es} -sonrío- No lo dejes aquí, llévalo al cuarto de Kliment, nadie entra ahí, vamos a convencerlo para que te lo cuide -le acaricio la cabeza al menor.
La escena fue interrumpida, pues escucharon que alguien estaba abriendo la puerta.
-¿Quién será? -se preguntó el niño un poco asustado.
-No sé, pero no salgas de aquí hasta que sea seguro para el cachorro, si es Kliment te hablo, si son Didier y Marcel no te hablare ¿De acuerdo?.
-Sipi -se llevo el cachorro a su regazo y comenzó a jugar con el.
La castaña salió rápidamente para estar cerca de la puerta, notó que el de ojos verdes y el rubio habían llegado con bolsas de ropa, la castaña se emociono de ver en mejor estado al de ojos verdes.
-¿A dónde fueron? {Que bueno que Didier ya esté bien} -preguntó la castaña.
-Marcel, lleva la ropa a mi cuarto -le dió sus bolsas al rubio.
-Ya voy, compraste mucha ropa primito -pasó por un lado de la castaña.
-¿Ariatna? -dijo el de ojos verdes tratando de verificar.
-¿Si? -la castaña respondió y miro como el de ojos verdes se le acercó lentamente, para poco a poco abrazarla, la castaña correspondió con la mínima fuerza para evitar lastimarlo- Me alegra que estés mejor.
-{No es morena como María... Además es más alta que ella, pero es bastante hermosa} Me agrada... verte otra vez...
-¿No te duele? -quería separarse pero el de ojos verdes no la soltaba.
-No... abrázame más fuerte -la castaña le obedeció y ambos pudieron sentir su calor corporal- {Tiene los pechos algo pequeños, es bastante delgada pero puedo mejorarlo} Realmente me agrada estar cerca de ti {Y no miento, su olor es muy rico y su cuerpo suave}¿Qué pasó? No recuerdo quien me golpeó.
-Nosotros tampoco sabemos, te encontramos en la azotea del hospital mal herido yo y uno de los hombres de confianza de Kliment. Tu cabeza sangraba de la parte trasera, tu cara estaba golpeada y tenías marcas de asfixia... bueno intento de asfixia en el cuello.
-{¿Hombres? ¿Kliment tiene gente a su mando? Bueno, veo que a esta chica le encanta los hombres fuertes y con poder} Ya veo... quien me atacó intentaba matarme.
-{Que pena que no lo logró} -los pensamientos de una voz ajena a los presentes hizo que el azabache volteara a ver de quién se trataba, era el pelo azul de ojos heterocromos quien llegaba a la casa- Veo que ya estás mejor.
-{Pues si da una imagen de respeto, pero no es rival para mí} Estoy un poco mejor, pero Marcel menciono algo sobre llevarme con un doctor {Se les hará raro a los humanos que vaya con un doctor a estas horas de la noche ¿Qué serán? 7:30 o 8:30 Tal vez}.
-¿Un doctor para vampiros? Vaya no tenía idea que también había de esos -dijo la castaña.
-Parece que tienen toda una sociedad arreglada -dijo el pelo azul.
-{¿Cómo? ¿Ya saben ambos que somos vampiros? ¿Quién les contó? ¿Habrá Sido Marcel? Me las arreglaré después}Bueno... si, hay vampiros que trabajan como doctores así como en cargos políticos, pero solo los de rango A son los que se dedican más a eso.
-Vamonos entonces -apareció Marcel alentando al azabache- El doctor está abierto toda la noche pero debemos hacer otras cosas.
-Llegare tarde, no me esperes despierta -el azabache se dirigió a la castaña- Con permiso Kliment -dijo serio pasando por un lado del pelo azul.
El rubio y el azabache salieron de casa, lo que dejó a la castaña y el pelo azul confundidos.
-Nunca me dice que me duerma, además de que no muy seguido sale... No con ánimo -dijo la castaña.
-A mi nunca me llama por mi nombre, ese tipo tiene algo raro -dijo el pelo azul.
-Si, también me lo comentó Ian... ¡Ian! Tenemos un secreto que contarte, ven -le tomo de la mano.
-¿Qué es? {Siento diferente... se que algo cambio en ese vampiro y debió ser por el cazador...}.
-Flash back-
-Ten, es cierto, ah Sido un mensaje corto, ¿Estas seguro que entiendes mi letra? Escribo en manuscrita y... -fue interrumpido.
-Esta bien, ¿Puedes escribir el mismo mensaje ahora en italiano? -tomó la libreta y volteo la hoja.
-Claro -tomó la libreta- Oye... Didier...¿Te hizo eso? Lo de tu ojo...
-Si... el me lo quito en un arranque de ira... -tocó su cicatriz- Pero la muerte que le hizo a mi amigo fue peor... por eso está herida es nada.
-¿Viste que fue el? Debió ser... grotesco presenciar eso -dijo mientras escribía en la libreta.
-Lo ví cerca de su cadáver... supe al instante que fue el... lo odio con toda mi alma, por su culpa mi vida se vino abajo -su voz se hacía más gruesa, podía detectarse en su voz que aguantaba gritar o soltar un golpe- Quiero verlo muerto... quiero matarlo -volteo a ver a la castaña y miro que seguía dormida.
-{¿Y por qué mira a Ariatna?} Toma -le dió la libreta- ¿En qué otro idioma?.
-¿Sabes Alemán? -preguntó el pelo gris.
-Uno de mis hombres es Alemán, espera... ¿Puedo llamarlo?.
-Hazlo, no me verán con esto -de entre sus ropas saco un incienso y con el humo se cubrió un poco, en un momento desapareció de la vista de Kliment.
El pelo azul estaba impresionado pero se apresuró en llamar a su hombre, al entrar este le pidió ayuda con la traducción, como su lealtad era tan grande no preguntó el porque necesitaba una o porque del mensaje, tras salir el pelo gris volvió a aparecer.
-¿Cómo hiciste eso? -preguntó impresionado.
-Existe un animal tan escurridizo que ni el ser humano a visto, hasta que muere claro, nosotros encontramos su cadáver y lo volvemos incienso para ocultar nos -guardó de nuevo el incienso.
-¿A cuánto me vendes una bara? -comentó en broma.
-Ja ja ja no puedo venderte esto, es difícil de conseguir, además, ya sabes que mucho poder no debe estar en manos humanas -sonrío- Aunque te tengo algo de confianza, así que te voy a dar esto -puso su dedo pulgar en la frente del pelo azul y después lo deslizo.
-¿Ahora me vas a cargar? No te lo recomiendo -volvió a reír.
-No te voy a cargar, lo que te he puesto es un símbolo para que ningún vampiro pueda leer tu mente, aunque es por corto tiempo, solo dos días -tomó la libreta y la guardo- Es en agradecimiento por tu ayuda, gracias.
-Oye... una cosa más, es rápido... ¿Por qué miras a Ariatna cuando hablas sobre tu odio a Didier? -le detuvo antes de que saliera por la ventana.
-... {Porque ya una vez mate por accidente a la pareja de Didier}... porque ella me pidió que no lo mate... que mala suerte la mía que este enamorada de él -dijo para después salir por la ventana.
-Fin del flash back-
-Entiendo, si quieren esconderlo en mi habitación está bien, pero deberás estar aquí cuando me valla a trabajar porque sino podría llorar -le dijo al pelo verde emocionado con cachorro en manos- Y también debes entrenarlo para que se quede callado y no haga popo en mi cuarto porque va a oler mal y llamará la atención.
-Si si si, haré todo lo que digas con tal de protegerlo y... puede que esté más tiempo en tu habitación, perdón por eso -dijo apenado.
-No te preocupes por eso, mientras puedas cuidar de todo a tu nuevo amigo, está bien -le sonrió para tranquilizarlo.
-En otro lado-
El rubio esperaba aburrido en el lobby de un consultorio médico, la sala era completamente blanca a excepción de los asientos que eran azul oscuros, aunque eran seis asientos, tres enfrente de tres, solo estaba el, la luz parecía no dejar de parpadear y era el único ruido presente, puesto que ni siquiera había recepcionista o revistas, había una televisión antigua pero hueca. Veía como la puerta estaba abierta y algunos carros pasaban a toda velocidad o las personas pasaban para echarle un vistazo al lugar. Pronto se aburrió por completo y sacó su celular para ver videos, aunque tras haber escogido uno decidió no ponerse audífonos para que se escuchara ruido en el lugar. Mientras miraba el vídeo comenzó a escuchar ruidos extraños dentro del consultorio, como golpes, aunque después pasaron a ser palmadas y por último gemidos.
El rubio recordó que la puerta de afuera estaba abierta así que la cerró para que ningún humano escuchará lo que pasaba adentro, aunque seguro ya no vendría ninguno pues ya había pasado la hora de las citas. Pronto a su celular llegó una llamada, se trataba del número de Ariatna, el rubio tenía que salir del lobby o la castaña escucharía aquello, pronto atendió a su llamada fuera del lugar.
-Es extraño que me llames unicornio ¿A qué se debe...? -no lo dejo terminar.
-¿Está bien Didier? Se le veía muy extraño hoy ¿Qué dijo el doctor? -se escuchó la voz de la castaña preocupada.
-{Doctora... en realidad y tal parece que le está dando como cajón que no cierra} Sigue en consulta -dijo el rubio- Pero yo digo que está bien, ah venido hasta acá sin quejarse, cualquier cosa trataré de decirte, si no te has dormido ya claro.
-{No sé si pueda dormir... no debí haberlo llamado el no me va a contar nada...} Está bien... gracias... oye, eh estado marcando a Didier pero no me contesta ¿Es por la consulta?.
-{Estúpido celular, con la nueva tecnología no puedo saber que piensa} No, me lo dejo a mi, pero está en vibrador así que no conteste ¿Me perdonas unicornio? -después de decir eso la castaña colgó la llamada- ¿Hola? ¿Hola?.
El rubio volvió a entrar, pronto tocó a la puerta para apresurar los, del consultorio salió el azabache con una mueca divertida y la doctora de cabello teñido de plata tenía una cara de satisfacción.
-¿Y bien? -preguntó el rubio.
-Nada mal, gracias por traerme a esta mujer para satisfacer mis necesidades {Que no pude con Ariatna por el tiempo} -dijo llendo se a sentar a una de las sillas.
-Señor Marcel, venga, le explicó -dijo la doctora.
-¿Y me va a explicar cómo a el? Será raro hasta para mí pero hoy tengo prisa -tras decir eso la doctora lo metió al consultorio.
-Ese hombre es increíble, hace mucho no lo hacía con un vampiro... los humanos se cansan bastante rápido -dijo sacando algo de un cajón, era una lima, comenzó a limar se las uñas.
-Si si, sexo sexo sexo ¿Qué le vio a mi compañero aparte de sus partes? Quiero decir... algo médico -al rubio no le apetecía perder el tiempo- A el lo golpearon fuerte en la cabeza ¿Eso género contusión... amnesia... transtorno de la personalidad o algo?.
-No, su cabeza está bastante bien -dijo con un tono seductor.
-Hablamos de la cabeza de arriba ¿Verdad? -habló con molestia.
-Ah si, la cabeza de arriba está bien, tras revisar sus reflejos eh visto que está bien para haber sido dañado de la cabeza, sin embargo eh notado que hay una cicatriz en su espalda baja... una cicatriz -le dijo ya un poco más seria.
-Los vampiros no tenemos cicatrices... no las conservamos -dijo el rubio.
-Yo se que no, pero esta estaba en ese lugar, aparte, revisé su cabeza y no había cicatrices ahí.
-¿Y en el brazo izquierdo? Recuerdo que ahí tenía algunas.
-El cuerpo completo, salvó la espalda baja, está limpio de cicatrices. Usted y yo sabemos que tenemos sanación acelerada y que las cicatrices no es algo que se quede en nuestro cuerpo, pero usted llegó a comentar que antes del ataque que tuvo, antes no tomaba mucha sangre ¿Verdad?.
-Si, no tomaba sangre humana, hace tiempo, solo animal, pero cuando volvió con la sangre humana lo hacía muy poco.
-Entonces lo único que puedo hacer es recomendar que tome más sangre.
-¿Y su personalidad? Ya le he dicho que está actuando igual que antes, antes de un periodo depresivo que tuvo.
-Puede que el golpe haya movido algunas cosas, pero como toda herida en nuestro cuerpo va a sanar, así que puede que en unos días su amigo vuelva a la normalidad y si no ya le di mi número -dijo emocionada.
-Si... muchas gracias de todas formas {Para la otra consigo un doctor de rango A y no una doctora de rango B} -dijo el rubio saliendo del lugar.
El rubio notó que el azabache estaba en el lobby por llamada, temía que con su actitud hablara con la castaña.
-Si, te dije que iba a estar bien... si... si... mañana te diré algo importante, ahora duerme mi pequeña dama -el azabache colgó el teléfono al ver al rubio- ¿Nos vamos?.
-Vamos a cazar, la doctora recomendó que bebieras más sangre -dijo el rubio saliendo del lugar.
-Suena bien, vamos a cazar, no me importaría ensuciar está ropa -dijo mirándose.
-{"No voy a cazar" "Solo te voy a acompañar para que no hagas estupideces" "Solo voy para reponer sangre, no voy a comer a las personas directamente" "No quiero ir, ve tu" Eran sus respuestas... y ahora sí quiere, siento nostalgia y extrañeza a la vez} Vamos entonces.
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Próxima publicación: 02/02/2023
Horario: 19:00 a 21:00 horas.
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