Capítulo 35
Advertencia:
Las situaciones mostradas en el capítulo son exclusivas para un público maduro.
Por su atención, gracias.
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Débiles
La escena era bastante tensa, pues el pelo azul presenciaba como el rubio había tomado de las mejillas violentamente al pelo verde, este estaba aterrado así que no metió las manos para impedirlo, sin embargo quién había intervenido era el azabache que tenía agarrado el brazo del rubio.
-Ya suelta lo Marcel -la voz del azabache se escuchó más fuerte y grave sin ser un grito.
-Por favor... no me lastimes por favor... -el pelo verde temblaba.
-¿Qué demonios hace esta escoria en la casa? Sabes que odio a los débiles y por mucho odio a los de Rango C... son tan patéticos -apretaba más las mejillas del chico.
-Marcel suéltalo -el también comenzó a apretar su brazo.
-Creí que se habían extinguido, lo único bueno que creí que había hecho el Amini, al parecer no hizo bien su trabajo -no le importaba la fuerza que ejercía el azabache, así que el siguió con la misma.
-Sobreviví... estaba fuera del país cuando los de mi rango fueron asesinados... por favor ya... no me lastime... -el niño hablaba algo apretado.
-¿Qué edad tienes? -comenzó a ejercer más fuerza.
-Treinta y cinco pero se ve de catorce, se llama Ian, ¡Ya suéltalo! -sus pupilas se habían afilado.
-Haber... ya basta, no quiero que me molesten -el pelo azul por fin había decidido intervenir y ahora le apuntaba al rubio con un arma.
-Tu no digas estupideces y baja eso -el azabache no despegaba la vista del rubio.
-Kliment ¿Por qué tiene un arma? -el pelo verde miró de reojo.
-Porque es un sicario ¿Qué no sabías? Escucha mocoso ¿Quién te trajo aquí? Quien lo hizo te juro que le... -el rubio comenzaba a clavar sus uñas en la piel del chico.
-¡Que ya lo sueltes! -le gritó el azabache.
-¡Ian! ¿¡Qué está pasando aquí?! -la castaña había bajado rápidamente y presenció la escena.
El rubio tomó la oportunidad de desvío de atención para arañar el rostro del menor y aventarlo al suelo pero esto tuvo consecuencias puesto que el azabache le había roto el brazo.
-¡Ian! ¡Dios mío! ¿¡Estás bien?! -se acerco a el y este la abrazo.
-Yo no le hice nada, lo juro -el pelo verde estaba aferrado a la castaña cuando algunas lágrimas salieron sin su permiso, con ello su herido rostro comenzó a sanar.
-Estaras bien Ian, tranquilo -el azabache se acercó un poco a ellos.
-JA JA JA ya entendí, ya entendí porque lo proteges -miro aquella escena- que asco ¿Cómo pudiste permitir esto? -se dirigió al pelo azul.
-Mira, a mi ustedes los vampiros me importan un comino, pero ese niño es diferente -dijo guardando el arma- Además lo voy a proteger porque Ariatna lo trajo.
-Si ya veo porque -suspiro molesto- Como sea mientras el mocoso no se me vuelva a acercar -dijo pasando al lado de la castaña y el pelo verde- Aunque no dudo que cuando esté desprotegido... {Que patético deseo el tuyo} -pensó tras echarle una mirada rápida al azabache.
Por último subió las escaleras sin importarle el ruido que haría al subir la maleta.
-¿Qué pasó? -preguntó la castaña.
-Lo moleste... es que cuando el llegó... pensé que era alguien de la casa porque no toco y se escucharon llaves, entonces cuando entró lo saludé fue cuando me miro enojado y me agarró -dijo el pelo verde aún con lágrimas.
-Fue cuando llegue puesto que sentí lo tenso del ambiente -dijo el azabache.
-Yo llegue justo en lo tenso, estaba cerca -dijo el pelo azul.
-Ah~ -suspiro pesada- Ahora habra que alejar a Marcel de Ian o lo va a lastimar -dijo la castaña.
-Ademas no hay que dejarlo solo -dijo el pelo azul.
-¿Alguno de los dos se puede hacer cargo cuando yo no esté? -preguntó la castaña.
-Puedo hacerlo yo, pero mi trabajo es muy inesperado -dijo el pelo azul.
-Yo lo cuidare igual por si las dudas -dijo el azabache.
Algunas horas más tarde, el rubio estaba en la azotea de la vivienda, como los vicios humanos no le hacían daño, tenía alrededor de el varias latas aplastadas y otras vacías, también fumaba, en ese momento llegó la pelo rosa de ojos amarillos.
-No te ves muy feliz para haber llegado hoy -tomó un cigarro y se lo llevó a la boca.
-En mi ausencia trajeron un maldito debilucho... ah... y quién lo trajo no puedo matarlo -rodó los ojos soltando humo.
-Cierto ¿Qué te dijeron de la sangre?.
-La segunda hermana me dijo que es... "sangre divina" cura los pecados de quién la beba, además su antepasado fue un cazador, la sangre tiene siete generaciones... técnicamente debo tener como una vaca a la unicornio.
-¿Y el noviecito no ha detectado que tienes parte de su sangre?.
-No soy tan estúpido, no traigo la sangre conmigo todo el tiempo, ahora está en un lugar seguro -tiró las cenizas al suelo y tomó otra cerveza- Aunque en mis vacaciones se me ocurrió otra cosa aparte de consumirla yo solo.
-¿Qué se te ocurrió?.
-Vender su sangre, es algo así como la venta de droga para humanos.
-¿Y que vas a ganar con eso? ¿Dinero? Tienes mucho, buitre sediento de poder -le sacó la lengua para después tomar una cerveza.
-No ganaré dinero, si no poder y respeto, más del que ya tengo -terminó la bebida alcohólica y aplastó la lata- Necesitaré de tu brujería para lo que voy a hacer.
-¿Y que gano yo con eso? -dijo en un tono pícaro.
-Todas las mujeres jóvenes y hermosas que tú quieras, imagina todos los años que vivirás, imagina la belleza que tendrás, quien sabe hasta tengas fama y una "familia" con una "hija" "nieta" "bisnieta" "tataranieta" que se parezcan tanto a ti que siempre te mantengan en la gloria.
-Me encanta tu pensar ¿En qué te ayudo guapo? -se re lamió los labios después de haber terminado su bebida alcohólica.
-En otro lado-
El pelo gris estaba rodeado de libros abiertos y estaba leyendo uno justo en ese instante.
-Renacer... "ellos ya renacieron" eso me lo dijo Zalhin... pero recuerdo que había un libro para saber si alguien ya había renacido... ¿Era para eso o para saber que tenía sangre de Amini? -leía rápido pero se bloqueó al leer idioma antiguo- ¡Ahhh! ¿¡Por qué nunca aprendí eso?! ¡Ahhh!.
Al ser libros antiguos se retiró el que tenía en las manos y se llevó las manos a la cara frustrado, soltó un suspiro pesado y trato de calmarse.
-Ah, a nada voy a llegar si me enojo... a nada voy a llegar yo solo... -se le ocurrió la idea de ir por la castaña.
Parecía buena idea pero a la vez pésima, no podía llegar por ella como si nada ¿Qué le diría? "¿Ayúdame con esta traducción?" El pelo gris tenía una idea oculta, quería saber si la castaña tenía sangre de Amini ¿El motivo? Era simple... era la única humana que el pudo poseer, pudo tomar el control de su cuerpo. En la antigüedad solo entre Aminis podían hacer ese tipo de cosas, pero cuando querían poseer un humano -llegaron a hacerlo en ciertas ocasiones y por el bien de ellos- únicamente controlaban su mente y no su cuerpo. También en uno de sus sueños aparecía ella con el traje de los Amini, creyó en un principio que no sería gran cosa, pero desde que soñó con sus queridos difuntos, el mensaje que le había dado su amiga se había quedado en su cabeza ¿Y si Ariatna tenía que ver con los Amini?.
El pelo gris se tiró en el suelo y suspiró.
-Esta es una loca teoría... pero ¿Y si Ariatna tiene antecesores Amini?... ah~ y no tengo amigos para hablar, estoy solo... si te extraño Yoltic.
-En otro lado-
Los desconocidos estaban en un lugar de trabajo, el jefe regañaba a su trabajador por constantes fallas en el trabajo.
-Me deshice del cazador, pero cuando intenté lo mismo con la bruja ¿Qué pasó? Tu estúpida distracción hizo ahora que un vampiro aparte de Didier Vinsonneau bebiera la sangre de Ariatna López Herrera... ¿Qué crees que pasará ahora? -la molesta voz del joven reprendía a su subordinado- Eres un tanto inepto mano izquierda. Mano derecha, iré a ver yo mismo nuevamente a aquella humana, vigila que nadie irrumpa en mi hogar.
Al llegar al hogar de la castaña divisaba desde el balcón el tranquilo estado inconsciente de la chica, como su ahora largo cabello castaño cubría por completo la almohada y salía por los bordes de la cama, estando dormida de un lado pudo ver su fina y delicada figura, se le veía respirar tranquila. El joven adoraba de verla en ese estado y ansiaba el día en que lo pudiera ver estando consiente, frente a frente.
-Mi dulce niña, pronto nos veremos, te lo prometo.
Con aquellas palabras logró su cometido, pues la castaña comenzó a soñar con el, que le decía esas palabras, aunque en los sueños, la castaña seguía mirándolo como una sombra.
El sueño estaba ambientando en una atmósfera oscura y tranquila, un parque con muchos árboles, un pasto grande, la castaña caminaba lento para apreciar los árboles, no por miedo de que algún ladrón pudiera aparecer, extrañamente sabía que en este lugar nadie le haría daño. Se acercó a una banca en la cual estaba sentado un chico de cabello oscuro, no conocía su rostro, pero extrañamente sabía que lo conocía.
-Mi dulce niña, pronto nos veremos... Te lo prometo -siempre que escuchaba su voz nunca veía su rostro.
Un manojo de oscuridad la cubría, pero en esta ocasión parecía ser un velo oscuro logrando únicamente ver el color de su rostro aparte de sus ojos.
Pronto los poderes del chico le notificaron de otros sueños, había dos individuos más durmiendo en el hogar, el sueño alegre y calmado de un pequeño pelo verde le enternecia bastante.
El sueño estaba ambientando en un lugar grande lleno de pasto verde y rebosante de flores de colores, el sol brillante hacia brillar todos los elementos anteriores para llenarlos de vida, en el lugar, el menor de cabellos verdes jugaba con sus dos mascotas, un canino de tamaño mediano abría el hocico para perseguir al pequeño felino, este en modo de juego ya que el canino no ejercía realmente fuerza.
El chico intervenía para acariciarlos así que ambas mascotas ahora procedian a morder sin fuerza sus manos, pero instantáneamente lamian sus manos para darle a notar que no querían lastimarlo.
-Son tan tiernos -sonrió feliz por el comportamiento de ambos animales.
Aquel sueño se vería interrumpido por el otro que habitaba en la casa, este al contrario de los dos anteriores... soñaba cosas más... subidas de tono.
Un sueño sumamente explicito sobre los deseos impuros que tenía el azabache hacia la castaña, la escena narrada en sueños era algo inapropiado y bastante vulgar, algo que no debía estar soñando y mucho menos con su humana.
Al joven se le afiló la mirada, de la rabia arañó la ventana del vulgar vampiro, abandonó la vivienda para que en el camino a pie pudiera desquitar su rabia procedió a llevar a cabo varios "accidentes" de auto, tras llegar a su vivienda se había encontrado con su trabajador de confianza.
-Mano derecha, ¿Aún tienes aquella caja de música? -su sirviente con máscara no hablo e hizo una seña afirmando- Perfecto, debes afinarla, la necesitaré para alguien.
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Próxima publicación: 12/01/2023
Horario: 19:00 a 21:00 horas.
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