Capítulo 20
Búsqueda
El peligris había conseguido afortunadamente un corset como el de las cazadoras, está vez no cometería el error de quitarse el sostén y de hecho dejo la camisa de tirantes que tenía la castaña.
Los Amini tenían la habilidad de transportarse a cualquier otra parte del país o si era mucho su poder, del mundo. Usaban los portales de las arquitecturas para poder pasar, algunos símbolos y una ayuda de aquel humo que oculta su presencia. El ojiazul llegó a otro estado, no se quedaba en un solo lugar, si no que desde hace un año se tenía que mover por el país para matar vampiros, hombres lobo y otros. Esta vez se encontró en Michoacán, unas cascadas serían el escenario de esta noche.
-Narradora-
Veía pacientemente como un grupo de tres chicas se había alojado arriba de las cascadas, únicamente solían venir parejas para hace cosas indebidas, pero esta vez me sorprendió, comeríamos de más, así que le hice una seña a mi compañera de que iría yo primero.
-¡A ver ya hay que hacerlo! -dijo una rubia teñida de mechas moradas.
-¡Si ya ya! -dijo una morena de cabello afro.
-¡Ya casi van a ser las 12:00 hay que hacer el ritual! -dijo una pelirroja.
-Va va... una... dos... ¡Tres! -contaron juntas, pusieron una tabla en el suelo y se sentaron alrededor de ella tomándose las manos con velas encendidas- ¡Jugaremos en el bosque, mientras que ella no está aquí! ¡Y si ella aparece! ¡A todas nos condenará! ¿Ella estará aquí? -rieron al ver que no pasó nada.
-¡Wey! ¡Es mentira! -dijo la pelirroja.
-¡No no! ¡Hay que cantarla siete veces! -dijo la morena.
-¡Va va! ¡Hay que grabar! -saco un teléfono la rubia.
Esta vez se levantaron las tres y comenzaron a girar ¿Quieren jugar? Bueno, juguemos...
-¡Jugaremos en el bosque!
¡Mientras que ella no está aquí!
¡Y si ella aparece a todas nos condenará!
¿¡Ella estará aquí?! -cantaban las tres.
Decidí hacer ruido entre los árboles, estaban lejos pero se que me escucharon porque gritaron.
-¡Jugaremos en el bosque!
¡Mientras que ella no está aquí!
¡Y si ella aparece a todas nos condenará!
¿¡Ella estará aquí?! -seguian cantando.
Esta vez hice más ruido, había escuchado que jugaban esto los niños humanos de este país, pero la letra me parece diferente.
-¡Jugaremos en el bosque!
¡Mientras que ella no está aquí!
¡Y si ella aparece a todas nos condenará!
¿¡Ella estará aquí?! -cantaban mientras saltaban.
Tercera y última llamada, haré mi aparición.
-En efecto, aquí estoy -tome a la chica morena del cuello, el resto solo grito.
-Ya sabía -contesto después de un rato bastante calmada.
-¿A la cuenta de tres salias? Que profesional, veremos en cuanto sale tu amiga -dijo la pelirroja.
-¿Qué? ¿No me tienen miedo? -después de decir eso fuí golpeada por la rubia.
¿Un humano hizo que me desmayara? ¡No puede ser! Soy más fuerte que ellos, soy una vampiresa de rango A a mí nadie me puede vencer, cuando abrí los ojos estaba encima de la tabla, amarrada y las chicas alrededor de mi tomadas de las manos.
-¡Una... dos... tres! -dijeron al unisono-
¡Jugaremos en el bosque!
¡Mientras la loba no está aquí!
¡Y si la loba aparece a todas nos comerá!
¿Loba loba estás aquí? -no vieron respuesta en los árboles.
-¿Qué están haciendo? ¿¡Quiénes son?! -trataba de moverme pero no podía, no estaba atada con simples cuerdas.
-¡Más fuerte!
¡Jugaremos en el bosque!
¡Mientras la loba no está aquí!
¡Y si la loba aparece a todas nos comerá!
¿¡Loba loba estás aquí?! -rieron después de que vieron moverse los arbustos.
No salgas, no salgas, hay algo raro aquí, no salgas, por favor no salgas, aún no salgas... huye... mejor huye... vete de aquí.
-¡Jugaremos en el bosque!
¡Mientras la loba no está aquí!
¡Y si la loba aparece a todas nos comerá!
¿¡Loba loba estás aquí?! -saltaban alrededor de mi.
-¡Cállense! ¡Paren! ¿¡Qué no saben quién soy?! -les grite.
-Una cantante "mexicana" de prestigió, los de tu generación en especial las mujeres se mueren de envidia por saber cuál es el secreto para mantenerte joven, señora Juana Antonia -hablo la rubia- ¡Sigamos!
-¡Jugaremos en el bosque!
¡Mientras la loba no está aquí!
¡Y si la loba aparece a todas nos comerá!
¿¡Loba loba estás aquí?! -volvieron a cantar.
-¡Cállense! -les grite mostrando mis colmillos.
-¿¡Loba loba estás aquí?!
¿¡Loba loba estás aquí?!
¿¡Loba loba estás aquí?!
¿¡Loba loba estás aquí?!
¿¡Loba loba estás aquí?!
¿¡Loba loba estás aquí?!
¿¡Loba loba estás aquí?! -cantaban, se burlaban.
Cállense... cállense... me taladran los oídos... no salgas... no salgas... te van a hacer daño... ¡No salgas! ¡No salgas!
Vi como salias a toda velocidad de tu escondite, tu velocidad era de rabia, se que quieres liberarme pero no lo hagas ¡Te van a matar! ¡Nos van a matar! ... aunque... ¿Es bueno? ¿Verdad? Estaremos juntas en la otra vida...
-Narrador-
Ya pasaba de la media noche, el ojiazul había aprovechado el tiempo y no solo había atrapado a una vampiresa y una mujer loba, si no que atrapó a las seguidoras de cada una, eran seis mujeres por cada bando, a todas las había atado con las mismas atadura que una vez contuvieron el cuerpo del chico con vestido. Cuando despertaron todas las mujeres vieron a unas adolescentes, una rubia, otra pelirroja y otra morena, lo extraño es que la tres hablaban al mismo tiempo y tenían la misma voz.
-Tenía entendido que las mujeres loba solían formar una manada únicamente de mujeres en lo que encontraba machos para aparearse, ¿Pero una vampiresa y una mujer loba? -mientras hablaba perdían la forma que habían visto, la morena y la pelirroja parecían desaparecer, mientras que la rubia se sacudía y dejaba ver la forma temida, odiada, una mujer Amini.
-¿¡De que estás hablando zorra?! / ¡Los vampiros y hombres lobo no se mezclan! / ¡Maldita zorra suelta nos! -eran los comentarios de muchas mientras que trataban de liberarse.
-{Que groseras, en mi cuerpo no les habría respondido, pero siendo una chica no debería haber problema} ¡Cállense hijas de perra! -grito el ojiazul, no quería usar la voz de la castaña para decir groserías- ¡Ustedes cometieron genocidio a los míos, en especial a mi género! ¿Debería llamarlas feminicidas? ¡Porque eso es lo que son!
-Ah si, las Amini hembra se extinguieron después de la guerra cristera. Honestamente no creí que había todavía -hablo una vampiresa de cabello teñido en las puntas de rubio.
-Bueno... hay un dicho en este país "Favor con favor se paga" y les voy a devolver el favor -le cortó la cabeza con el Macuahuitl a la teñida de rubio- Se que no cometeré el genocidio como ustedes, ustedes no son las únicas mujeres, pero al menos será gran número está noche.
-¡Maldita zorra! ¡Te las verás con los machos cuando los llamemos! -una de las mujeres lobo dijo.
Las mujeres lobo comenzaron a aullar, ellas se diferenciaban por su masa corporal con las vampiresas que eran más delgadas, después de un rato las vampiresas también llamaban, silbaban como aves, pero después de un rato vieron que no llegaba ningún hombre.
-¡Ja ja ja ja ja ja! Perras estúpidas ¿Realmente creyeron que las vendrían a ayudar? -se burló el ojiazul, aunque no pudieran ver su rostro, escuchaban su burla, no realmente se estaba ahogando en risa.
-¡Ya cállate zorra! -grito una vampira de cabello teñido de verde.
-Ja ja -cof cof- ya ya, lo siento... es que de verdad, se veían tan esperanzadas ¿Por qué le hablan a los hombres? ¿No pueden solas? Que lastima, nosotras podíamos acabar con una docena de ustedes de la forma más violenta y rápida posible -le hizo un corte en el cuello a la peliverde, uno notorio, moriría por desangró.
-¿Entonces por qué los hombres cazaban más? ¡Ustedes son purificadoras no me hagas reír! -la mujer que había propuesto llamar a los machos hablo.
-Claro que éramos purificadoras, por eso tengo que matarlas, la muerte es el único camino a la gloria, ¿Comprenden? Ah y... -hizo un corte a la garganta de la mujer lobo- para tu información si llegamos a cazar, solo en casos extremos, pero en esas ocasiones, nadie salía bien librado ni los mirones tampoco salían.
El ojiazul noto que toda la atención estaba para el, decidió terminar rápido, pues tenía otros estados a los que moverse y el tiempo de ocultar su presencia duraría poco.
-No soy un monstruo como ustedes -se llevo la mano al pecho- Todo lo contrario, soy purificadora, es mi deber, así que... Juana Antonia -hablo a la vampiresa, está la miro con odio- Dayana -hablo a la mujer lobo, realmente quería asesinarla- Deberían vivir sin miedo, el amor incondicional es algo hermoso y ya es momento de que lo hagan público, señoras -capto más la atención- Este par son pareja, acepten su amor y mueran.
-¿Cómo? ¿¡Eres novia de una mujer loba?! ¿¡Eres novia de una perra?! -enfatizó en la palabra a pesar de estarse desangrando la peliverde.
-¿¡Una sanguijuela?! ¿¡Es en serio Dayana?! ¿¡Una asquerosa sanguijuela?! -la mujer lobo que estaba herida también se quejaba.
Entre mujeres comenzaban a discutir mientras que la pareja lloraba, hasta que la vampiresa grito.
-¡SI! ¡ME GUSTA UNA MUJER LOBA! ¡Y YA NO ME IMPORTA! ¡NO ME IMPORTA QUE ME JUZGUEN! ¡DE TODAS FORMAS TODOS VAMOS A MORIR! ¡TODAS USTEDES LAS VERE EN EL INFIERNO! ¡AHÍ ABAJO NOS VAMOS A DESPEDAZAR HASTA QUE CUMPLAMOS CON NUESTROS PECADOS! -miro a la mujer lobo- ¡TE AMO Y NO ME ARREPIENTO DE AMARTE! ¡DE LO QUE ME ARREPIENTO FUE DE HABERTE OCULTADO! ¡HABER OCULTADO NUESTRO AMOR! -ahora le gritó al ojiazul- ¡ACABA DE UNA VEZ CON ESTO, MATA ME PARA QUE PODAMOS ESTAR JUNTAS! ¡MATA NOS AHORA!
-¡TE VEO EN LA OTRA VIDA! ¡TAMBIÉN TE AMO! -la mujer loba entre lágrimas dijo.
-¡Concedido! -de un movimiento giro completamente.
El Macuahuitl había cortado todas las cabezas de alrededor, la sangre salió disparada al igual que las cabezas, estaba agradecido de llevar capa y máscara pues así no dejaría manchada de sangre al cuerpo de la chica.
Aquella mujer ¿Era alguien en su lista o por qué el ojiazul sabría su pasado? Había dos cosas, mataba a vampiros que tenía ya registrados en un libro que habían dejado los suyos y otra era su lista. Pero las Amini mujer tenían una especialidad, al mirar a los ojos a una criatura de la oscuridad podía ver su vida completa pasar rápidamente, por eso eran llamadas purificadoras, si sentían compasión, dormían a las criaturas y hacían que tuviera una muerte piadosa, si notaban maldad, las mataban de manera dolorosa.
Por esa noche no terminaría, así que se apuro pues entre más tiempo se esforzara, más cansada despertaría la castaña.
Y era cierto, al día siguiente el ojiazul despertó en su cuerpo, tenía el cuerpo de la castaña a un lado suyo, recordaba que en un encuentro con un hombre lobo bastante hostil, le había dejado el torso desnudo, agradecía el haber comprado dos corsets pero debía tener cuidado la próxima vez, ya que no se podía dar el lujo de gastar en tanto, tocaron la puerta de su casa, estaba en el sillón que era visible para quien abriera la puerta, tapó un poco a la castaña para que no se viera, pero al estar de lado su identidad no se veía en peligro. Sin fijarse mucho salió sin cubrirse el pecho, su cuerpo fuerte, con algunos tatuajes y cicatrices fue lo que sorprendió a su vecina. La chica de ojos negros se tardó un rato en hablar.
-¿Si diga? ¿Hola? Hola~ tierra llamando a Bianca ¿Estás ahí? -preguntó el peligris.
-Ay dios... -susurro y carraspeó- Este... aquí están las blusas y los pantalones que me encargaste -le entrego una bolsa.
-Ah que bien {así ya no tendré que estar exhibiendo el cuerpo de Ari} Gracias, deja termino de pagarte -se retiro un momento.
La chica echo un vistazo, noto la espalda desnuda de la castaña, y al ver el torso desnudo del chico comenzó a atar cabos, se sentía bastante apenada.
-Toma, muchas gracias por la ropa, también gracias por el medicamento que me ayudaste a conseguir y los corsé...-no lo dejo terminar después de que le arrebato el dinero.
-No es nada, ya me voy, adiós -se despidió la chica.
Al peligris se le hizo raro su cambio de humor pero no le tomo importancia, lo que ahora importaba era llevar al cuerpo de la chica a su casa sin que nadie lo notara.
_Narra Ariatna_
Me duele todo el cuerpo, como si hubiera hecho ejercicio, no sé si realmente estoy sanando el cuerpo de Yaotzin, espero que si, es muy cansado esto, ah~ no voy a ir a la escuela hoy... no... estoy cansada me duele todo el cuerpo ¿Cómo podría mentir? ¿Gripe? No estoy moqueando, no me van a creer ¿Periodo? Tampoco lo harán, Didier sabe cuándo me baja y se aleja de mi. Solo diré que me duele el cuerpo y que no quiero explicar.
-Narrador-
El peliazul se comunicaba con la castaña por mensaje, está le decía que no quería salir, puesto que se encontraba bastante cansada, el peliazul no la obligó a salir y priorizo su salud, se ofreció a llevarle el desayuno en la cama. Omelette con queso, jamón y salchichas con tomate Cherry de decoración era lo que iba a desayunar, le impresionaba como Kliment teniendo una vida tan al límite sabía cocinar, aunque si venía de una familia con dinero suponía que era normal tener esa habilidad.
-¿Estás bien? -preguntó mientras la chica degustaba su desayuno.
-Si... es solo que ¿Haz tenido parálisis del sueño? -preguntó mientras se llevaba un bocado a la boca.
-Si, como cualquier persona ¿Fue eso?
-Si... desperté tan cansada que mejor no voy, total por un día que falte no pasa nada, soy muy cumplida y siempre saco buenas calificaciones.
-Esta bien, el punto eres tú, tu salud es primero -le sonrió y procedió a acariciarle la cabeza.
-Es muy relajante eso, con razón no te quitas te ayer -dijo juguetona.
-{Eres tan tierna, tenerte es como si por un segundo mi vida fuera normal} Ariatna, quería preguntarte algo.
-{¡Confusión extrema!} ¿Qué pasó?
-¿Quién te dió esa pulsera? Es muy bonita y he visto que nunca te la quitas desde que te conocí, bueno, no la veo cuando te pones tu blusa roja -se refería a que ahora la castaña llevaba pijama corta de los brazos.
-Me la dieron cuando cumplí tres años, no me acuerdo quien, pero la tengo conmigo desde esa edad y no la he perdido... no como mi anillo de graduación del kinder -rió después de eso.
Ambos rieron por aquello, la castaña se la paso todo el día en cama, le extrañaba que no había visto al ojiverde ni tampoco se acercaba a su cuarto, mucho menos le enviaba mensajes, cuando después de cenar -que todo el día le hizo comida el peliazul y mientras ambos comían en su cuarto veian películas- llegó a tocar el marco de la puerta.
-¿Cómo estás? -no pasaba del marco y de hecho se escondía.
-Estoy mejor, la comida me hace sentir bien, ya sabes lo que dicen "Barriga llena corazón contento" -le sonrió.
-¿Ya pensaste lo de ayer? -miro su mano y no noto el anillo dibujado- ¿Te bañaste?
-{¿No?} -tomo un mechón de su pelo y noto que no olía mal- Este...
-¿Y el anillo? -pregunto con algo de decepción.
-Que raro lo tenía ayer y...-se dejó caer y su cabeza rebotó con la almohada la castaña otra vez cayó dormida.
-¡Ari! Hay que terminar de ver la serie...-el peliazul iba llegando con su celular y un bowl de palomitas cuando noto que la castaña estaba dormida- ¿Tuviste que ver en esto?
-¡Esta dormida! Yo no le hice nada, compruébalo tu mismo -le reclamó molesto.
El peliazul reviso que la castaña no tuviera ningúna mordida, después procedió a checar su respiración y notó que estaba tranquila, se le hizo extraño que durmiera de repente.
-Es raro... pero supongo que normal porque no descanso bien toda la noche -dijo para si- Está bien vampiro, eres inocente, pero igual cerraré la puerta por si acaso.
Pasó empujándolo para poder pasar el ojiverde solo lo vio molesto y decidió irse de ahí.
Para la media noche el ojiazul había vestido como una cazadora a la castaña, se sentía raro pero a la vez orgulloso, el escenario de hoy sería interesante, pues se trataba de la cárcel.
La cárcel era un lugar donde los criminales debían pagar su deuda con la sociedad, pero para un criminal que tenía su condena asegurada no le preocupaba devorar a sus víctimas también dentro de los barrotes, primero fueron sus compañeros de celda, después los de las celdas cercanas, aquello hizo que lo cambiarán a una prisión de máxima seguridad, no devoró a ningún preso porque todos tenían celdas separadas, lo que si llego a devorar fueron guardias, esa noche había escuchado que la guardia ahora la haría una mujer, los presos la esperaban con ansias para mirarla con morbo y hacer cualquier tipo de comentarios obscenos pero el vampiro únicamente quería devorarla.
Una extraña tonada comenzó a sonar en el pasillo, el eco hacia que todos los presos la escucharán, una voz femenina tarareaba una extraña melodía, de pronto esa voz comenzó a cantar.
-Sus colmillos se caerán se caerán... sus garras se romperán se romperán... sus colmillos se caerán se caerán... sus garras se romperán se romperán -al pasillo iba llegando una mujer cubierta por una capa oscura y una máscara cubría su rostro, pero eso no impedía escuchar su canto.
-¿Quién es esa? -preguntó uno de los reos.
-Amini... hembra -hablo el único vampiro del lugar, un vampiro de rango A qué tenía ese rango por arrebatarlo.
-¡Eh puñetas! ¿Qué es un Amini? -preguntó otro reo al vampiro.
-¡Cállate! -el ojiazul le golpeó con Bara en forma de media luna- Debes dejar que termine de cantar, que grosero... sus colmillos se caerán se caerán... sus garras se romperán se romperán... y cuando los tengas enfrente sus cabezas haz de cortar -termino con una reverencia, aún cuando solo un reo le aplaudió.
-Linda canción rarita ¿Ahora mandan cirqueros para cuidarnos? -habló el que aplaudió.
-No necesariamente, además, hoy no vengo precisamente a cuidarlos, vengo por el -señalo al vampiro y este solo bufo.
-¡Ah perro! ¡Rola! Yo también quiero -habló otro reo.
-¿Seguro que quieres? -el ojiazul le volteo a ver.
-¡Si si! -se movía como un perro emocionado.
-De acuerdo -le lanzo unos dardos, el reo comenzó a convulsionarse y los demás se espantaron- ¿Alguien más quiere?
Ninguno respondió. Tiempo después el que le aplaudió hablo.
-¿Quién eres? ¿Por qué cantaste eso? ¿Qué quieres? -habló temblando.
-Soy una Amini... esa es una hermosa canción de cuna que nos cantaban a los cazadores cuando éramos niños y quiero matarlo a el, es un vampiro rango A pero el sabe que es un rango robado ¿No es así Xavier? -le señaló.
-¿Qué demonios hace una Amini hembra aquí? Se supone que lograron extinguir tu raza hace un siglo -el vampiro de nombre Xavier le miraba con odio- ¿Y cómo sabes mi nombre?
-Tu hermanito anda esparciendo por todos lados y a todas las razas de que fuiste encarcelado porque te atraparon alimentando te, no fue difícil buscarte, así como no será difícil matarte -le retaba.
-¿Quieres intentarlo? -trato de separar los barrotes pero no pudo- ¿¡Qué pasa?!
-En mi llegada, hice esparcir un humo para provocar la somnolencia en los humanos, que aquí hay muchos -dijo e hizo que el vampiro viera a su alrededor, los demás reos estaban ya dormidos- Sabes que la misión de un Amini es proteger a los humanos -fue interrumpido.
-¿Y al que le lanzas te dardos?
-Eso era para dormir, pero la dosis fuerte lo hizo convulsionar un poco, está inconsciente pero vivo. Continuando, este humo te vuelve débil, te quita varias habilidades, así que como dije anteriormente, será fácil matarte -de entre sus ropas saco su Macuahuitl- ¿Últimas palabras?
-¡Ojalá pudiera devorar te! -trataba de separar los barrotes pero no podía.
-¿¡Para curar tus pecados?! Lo siento, tu vas al infierno -levanto el arma.
-¿¡Lo dice una hipócrita que huele a vampiro?! -aquello hizo que el ojiazul se detuviera.
-{¿Qué?} Es sangre de vampiro, mate algunos antes de venir acá... así que continuando -volvio a levantar el arma.
-¡Ja ja ja ja! Tu a mi no me engañas, al ser de rango A tengo más habilidades, una de ella es ver las conecciones. Los humanos suelen hacer conecciones con otros seres, cuando es apego a un fallecido su aura es tenue, cuando hacen conección con un demonio, deidad antigua o su guía espiritual su aura es más fuerte y se puede ver cómo se conectan. Tu ya le diste tu sangre a un vampiro -le dijo al escuchar su expresión confusa.
-Ah... eso {ya sabía} los vampiros de rango A tienen trabajo en el sector salud, uno de ellos debió beber mi sangre cuando fui a donarla -sin previo aviso corto a la mitad la cabeza del vampiro.
Este aún estaba consiente y trataba de regenerarse pero volteo a verla con odio.
-Ah y por cierto que tierno que llames "hermanito" a un huérfano que convertiste hace un siglo. Adiós -corto está vez el cuello con fuerza.
La cabeza del vampiro que ahora estaba a la mitad debía ser quemada, saco el ácido para deshacerla pues era mejor idea que incendiar el lugar o esperar que el sol entrara por las celdas.
El ojiazul debía regresar pronto el cuerpo de la castaña, pues el amanecer llegaría y ya no quería sobrecargar su cuerpo, en cuanto fue a dejarlo prometió que no la tomaría en algunas noches, al menos por una semana.
Después de una semana la castaña terminaba la tarea, ya era tarde y aunque era fin de semana quería terminarla rápido para ayudar al peligris a seguir sanando, era media noche cuando escucho que tocaron a su puerta, era el peliazul, la invitaba a terminar de ver algunas series que habían dejado pendientes, está aceptó, bajaron por palomitas, en la cocina no había nadie más que ellos, pues el rubio y el azabache habían salido temprano, diciendo que regresarían al amanecer.
En la semana que la castaña ya no se desmayo el azabache se había apartado un poco y hasta actuaba más tímido que antes, eso le había decepcionado a la castaña pues pensaba que había hecho algo mal.
Media hora después de haber terminado un capítulo de su serie llegó el azabache corriendo, azotó la puerta cerrando la.
-¿Oye qué te pasa? -el peliazul pregunto enojado.
-¡Ahora no! ¡Cállate! ¡Ambos tienen que esconderse! -el azabache revisaba las ventanas.
-¿Qué pasó? ¿Por qué vienes así? ¿Pasó algo malo? ¿Hay algún problema? ¿Y Marcel? -preguntó la castaña algo asustada.
-¡Marcel es el problema! Invito a unos amigos a la casa por esta noche, hablarían algo sobre atrapar a un Amini -fue interrumpido.
-¿Qué es un Amini? {Creo que ya he escuchado la palabra antes} -preguntó la castaña.
-Son cazadores como su nombre lo dice en Náhuatl, cazadores de vampiros, hombres lobo y toda criatura que amenace al ser humano, cariño -explico rápidamente, escapándose le la palabra- ¡Tienen que esconderse! ¡No tardan en llegar! Hoy es su supuesta "noche de banquete" ellos devoran a todo ser humano con alguna especificación, aunque a veces se salen de control y devoran a los que quieren ¡Así que por favor escondan se! ¡Por el amor de Dios no piensen en nada ellos pueden leer la mente! ¡Y por favor! ¡No sé asusten o van a detectarlos por el palpitar de sus corazones! -explico rápidamente.
-Tengo muchas preguntas, pero por ahora ¿¡Por qué le dijiste cariño?! ¿¡Qué te pasa?! -le reclamó el peliazul.
-¿¡Es en serio tu maldita pregunta?! ¡De todas las preguntas! ¿¡Escogiste la más estu...?! -fue interrumpido el ojiverde.
La puerta abriéndose nuevamente hizo que todos se movierán, al lugar entraron tanto hombres como mujeres y llenaron la sala en unos cuantos segundos.
-¡Es muy bonita su casa Didier! -hablo el joven hermano del vampiro encarcelado.
-Venga a lo que venimos, muchos de vosotros habéis recolectado información sobre los Amini, ¿No? Decidla ahora que no tenemos toda la noche -hablo un vampiro con tono español, de lentes color carmesí.
-¿Quién invitó al gachupin? -habló un vampiro que expresaba su xenofobia con el español.
-Cerrad el pico pancho que está noche no estamos para tus gilipolleces -le respondió este.
-¿¡Qué dijiste hijo de...?! -fue interrumpido.
Marcel golpeó la mesa de cristal captando la atención de todos, el rubio tenía la característica de siempre sonreír y tomarse lo todo a juego, pero cuando lo hacían enojar daba miedo y hacia que otros siguieran sus órdenes a pesar de no ser el líder de los de rango B.
-Hay varias noticias y todas sobre los Amini ¿No es verdad? -dijo y el grupo asintió- ¿Y la más grave es? -dijo y le dió el honor de responder a Aranza.
-Hay una Amini hembra -respondió la vampiresa, se le veía asustada.
El resto hizo un ruido de asombro a pesar de la información que les era dada no podían creer que aquella raza que sabía cómo matarlos siguiera viva, después del intercambio de información el rubio decidió hablar.
-Bueno, ahora hay que encontrar la forma de como matar no solo al Amini hembra si no al macho también porque se van a reproducir, antes de idear un plan está es una orden... ¡Hay que matar a los Amini que quedan!
La castaña comenzó a sudar frío, no quería que su corazón delatara su posición menos ahora que no tuvieron tiempo de esconderse, estaban en las escaleras, el peliazul le cubría la boca para que no hablara y no los descubrieran con la mano derecha mientras que con la izquierda tenía una pistola, no estaba de más una segunda opción.
\_____________________________________/
Próxima publicación: 06/10/2022
Horario: 19:00 horas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro