Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Antojos

Camus había encontrado la manera de calmar sus antojos, una que le resultó a la perfección y es que todo se lo debía a un niño que fue a tocar la puerta de la casa.

Aquel niño de cabellos rubios de nombre Hyoga formaba parte de un grupo de exploradores que se apoyaban económicamente de la venta de chocolates y galletas tocando de puerta en puerta para recaudar fondos de ayuda y así seguir ayudando al medio ambiente.

No le importó dejar vacía la cartera de Dégel, lo único que quería era seguir comiendo chocolates.

El sonido del timbre se escuchó, Dégel dejó a un lado el periódico que estaba leyendo pero fue Camus quien se le adelantó para poder ver quién tocaba la puerta.

- Buenas tardes señorito Camus - Saludó el pequeño niño acompañado de otro jovencito de cabellos negros lacios - ¿Gusta comprarnos otra caja de chocolates? Está vez necesitamos recaudar fondos para comprar alimento que irán al refugio de los gatitos y perritos que se encuentra al otro lado de la ciudad.

Dégel al darse cuenta que Camus demoraba en regresar, se acercó con pasos sigilosos hasta la puerta para ver que sucedía.

- ¿Todo bien Camus?

- Si todo está bien - Le contestó mientras recibía la caja de chocolates que Hyoga le entregó.

- Mi pareja paga - Señaló Camus a Dégel quien se quedó perplejo al ver que Camus se alejaba de la puerta mientras abría con cautela el paquete de chocolates, de tan solo verlo le causaba ternura con sus acciones.

- Son doscientos pesos señor - Habló Hyoga extendiendo su mano esperando el pago por la venta del día de hoy.

- ¿Que? Pero si solo es una caja - Se quejó Dégel sin entender, Camus solo llevaba una caja de chocolates en sus manos, no llevaba otras más, solo esperaba que no fuera alguna estafa por parte de los niños.

- Bueno, verá - Hyoga comenzaba a jugar con sus dedos, no sabía cómo empezar a explicarle al señor Dégel.

- Lo que sucede es que con esta caja está cuarta que se ha dejado en estos tres días y siempre nos decía que cuando estuviera aquí su esposo es quien pagaría por todo que el señorito Camus pida - Fue el pequeño Shiryu quién había tomado la palabra al ver que Hyoga no respondió nada.

Dégel se acomodó sus lentes y trató de calmarse, si esto hacía a su Camus feliz no tenía otra alternativa más que pagar por los gustos de su pareja.
Estos primeros días han Sido difíciles para los dos pero ver a Camus sonreír era su mejor motivo para seguir dándole ánimos mientras llega su pequeño retoño.

Sacó su cartera del bolsillo de su pantalón y pago la cantidad exacta que los niños le dijeron, después se despidió de ellos y cerró la puerta para buscar a su pareja.

- Camus ¿Dónde estás?

- ¡En la recámara! - Exclamó Camus desde el siguiente nivel de la casa.

Dégel subió las escaleras hasta llegar a la habitación encontrando a su amado Camus disfrutar de las barras de chocolate mientras veía una película acostado en la cama.

- ¿Quieres un trocito? - Le ofreció Camus sin dejar de mirar la barra de chocolate que estaba por comerse.

- Esperaba que me convidaras un pedacito aunque sea - Le contestó recibiendo el dulce.

- ¿En la noche me puedes traer una rebanada de pastel?

Dégel se acomodó a lado de su pareja sin importarle que llevará los zapatos puestos.

- Claro Mon amour - Le respondió depositando un beso en su frente.

💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️💖❄️
.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro