XIII
La última cena disfrutaban los pequeños en el gimnasio de Green. Tras un divertido día en diferentes lugares según el grupo de elemento, los chicos tenían bastante hambre, pues el andar correteando por ahí gastaba energía.
Un éxito había sido el último día por separado. En la playa, Silver, Ruby y Platinum convivieron con una gran variedad de Pokémon acuáticos, incluso, gracias a su ternura ganaron un paseo gratis en el lomo de un Lapras.
En el parque, Diamond, Emerald y Crystal entablaron amistad con varios Pokémon pequeños que eran casi de su mismo porte. Además, la chica capturó un Weedle, mejorando así sus habilidades de capturadora.
En el magnetotren, Gold, Sapphire y Pearl eran producto de diversión para los demás pasajeros, pues el estar sentados no era una opción para ellos, por ende, saltaban de un asiento a otro y se colgaban de las barandillas disponibles para pasajeros de pie.
–No queda más de media hora.– Blue revisó su reloj y comentó a sus amigos.
–Voy a extrañarlos.– Red miraba melancólico a sus tres crías.
–Al fin.– Al contrario, Green soltó un suspiro dejando salir su agotamiento.– Tranquilidad.
–Green, se nota a kilómetros que estás fingiendo.– Red miró a su amigo y rival cruzando los brazos.
–Por dentro estás destrozado.– Blue apoyó al azabache de ojos rojos.
–Digan lo que quieran.– Green se encaminó a la cocina a buscar el postre.
–Blue...– Silver se acercó a su figura materna tallándose el ojo derecho.– Tengo sueño.
–Já, eres un niño.– Gold se burló del pelirrojo con soberbia.
–Tu también.– Respondió Silver dejando atrás todo rastro de sueño.– Tenemos la misma edad.
–Pero yo no tengo sueño.– Respondió el pequeño de ojos dorados.
–No hay nada malo en tener sueño.– Crystal se entrometió en la típica discusión de los provenientes de Johto.
–Lo dices porque también eres una niña.– Gold quería dejar claro que él era mayor, aunque no fuese así realmente.
–Yo me encargo.– Green pensó que momento era de intervenir, y cargó a su pequeño amigo.
Al apegarlo a su pecho y dar un par de caricias en su alborotado cabello, Gold se durmió.
–¿Quién es el niño?– Silver se burló de vuelta. Había ganado.
Sorprendida ante tal acción, Blue decidió realizar la misma acción con sus pequeños, después de todo debían dormirse para volver a la normalidad.
Con Diamond la cosa no fue muy difícil, pues tras terminar de cenar, el pequeño cayó dormido con la cabeza apoyada en la mesa. El comer y el dormir eran su arte favorito.
Emerald se acurrucó junto al glotón y se fue en los brazos de Morfeo. Con Crystal, Red la cargó y dio un par de paseos por el lugar. Antes de cerrar los ojos, esta le dio un pequeño beso en la mejilla a modo de agradecimiento.
Para Sapphire y Pearl, Green aplicó la competencia. "El que se duerme primero gana". Y vaya que se tomaron en serio el asunto, porque a los segundos ambos soltaban ronquidos infantiles.
Por último, Blue les entregó sus muñecos de Pokémon a cada chico, y acomodándolos a su lado, acarició sus cabellos hasta dormirlos.
Con el paso de las horas, cada uno de los Holders de Johto a Sinnoh tomaban sus formas de actualidad. Cerca de medianoche, empezaron a abrir los ojos.
–Mi cabeza...– Ruby fue el primero en quejarse pasando su mano por su frente.
–¿Señorita, Dia se encuentran bien?– Pearl ofreció su mano a Platinum para ayudarla a ponerse de pie.
–Estoy algo mareada.– Crystal se apoyó en una silla.
–¿Qué hacemos en tu gimnasio, Green?– Gold miró al líder de gimnasio que terminaba de cerrar una bolsa de basura.
–Bueno, habíamos quedado en una junta Dexholder pero han estado durmiendo.– Blue respondió con ingenio. No diría nada a nadie.
–Pero ahora que están despiertos, podemos llevar a cabo una buena batalla.– Red le extendía la mano a Emerald para que se levantara.
–¿Qué dicen sobre Planta contra Fuego contra Agua?– Sugirió Sapphire elongando brazos y piernas con energía.
–¡Si!– Exclamó la mayoría con entusiasmo.
–¡Demostremos el poder del agua!– Blue se entusiasmó y accedió a combatir con sus compañeros de elemento.
–¡Green, Sapphire, Pearl, vamos a ganar!– Gold saltó por la ventana hacia el jardín con pokeball en mano.
–¡Vamos amigos!– Diamond tiraba del brazo de Emerald para ir a fuera a pelear. Torterra estaba listo para pelear.
Así, en un círculo, Venasaur, Meganium, Sceptile y Torterra se enfrentaban a Charizard, Typhlosion, Blaziken e Infernape, que a la vez luchaban contra Blastoise, Feraligatr, Swampert y Empoleon.
Alegría pura envolvía la escena bajo la gran y brillante luna. los Pokédex Holders sin duda tenían grandes aventuras por individual, pero juntos eran aún más grandes.
~ Los amigos son la familia que se escoge ~
FIN
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