V
–¡Green~!– Blue entró al gimnasio del entrenador seguida de sus tres pequeños.
–¿Eh? ¿Blue?– Green apareció somnoliento con unas grandes ojeras.
–Vaya, parece que tus pequeños son inquietos.– Blue habló de manera burlona. Era algo que se sabía antes de comenzar el plan.
–Ahora están tranquilos.– Green se dio media vuelta para mostrar que tenía a uno de sus chicos colgado en su espalda, durmiendo profundamente.– Pero aún así molestan.
–Es como un Komala.–Platinum señaló al chico apegado a la espalda de Green.
–Excepto por el hecho que este sí despierta y hace desastres.– Respondió el castaño sacando al chico de su espalda para empezar a despertarlo.– Ya Gold, es hora de despertar.
–¡GREEEN!– De pronto Sapphire y Pearl llegaron corriendo a gran velocidad. Demostraban miedo en sus rostros.
–¡Gané!– Celebró triunfante la chica apoyando sus brazos a la altura de su cadera.
–¡No es cierto!– Recriminó Pearl. Para él, había sido un empate.
–¿Pasa algo niños?– Preguntó Green.
–¡Sí! ¡Un Aerodactyl se robó a Gold!– Exclamó Pearl estirando sus brazos para asimilar la grandeza del Pokémon.
–¡Es cierto! ¡Yo lo vi con mis propios ojos!– Sapphire apoyó la tesis del niño con bufanda verde.
–¡Debemos ir a rescatarlo!– Pearl ya se encaminaba a la salida, sin siquiera notar a todos los presentes.
–Yo creo que no es necesario.– Green habló con tranquilidad, siguiendo a medias el juego de sus chicos.
–¡Pero yo sí! ¡Vamos a rescatarme!– Gold ya había recargado su batería vital y entusiasmó a sus compañeros.– Ustedes también pueden venir.
–Está bien.– Ruby aceptó gustoso en nombre de sus hermanos.
–Así dejamos que Green haga cosas con la chica sexy que tiene al lado.– Gold puso la mejor cara de pervertido que pudo para su edad.
–¿Tú no tienes que ir a rescatarte?– Preguntó Green en tono molesto, aunque el sonrojo en sus mejillas contradecía su autoridad.
–¡Vamos!
Por instinto, Gold tomó la muñeca de Silver para guiarlo a las habitaciones dentro del gimnasio. Sapphire fue más directa y entrelazó su mano con la de Ruby, quién no realizó acción alguna para contradecir. Por último, Pearl pensaba en tomar la mano de Platinum, pero esta se negó.
–¿Nos sigues?– Pearl le preguntó a Platinum dando saltos en el lugar. No quería coger retraso con respecto a los demás, pero tampoco dejar a la chica sola.
–Prefiero quedarme aquí.– La chica retrocedió un par de pasos, mirando con superioridad a Pearl.
–Tu te pierdes la diversión.– Pearl alzó los hombros y volvió a la carrera con los demás, que ya doblaban por un pasillo.
Unos quince minutos más tarde, Red apareció alegremente con sus tres criaturitas a sus costados. Estos traían papeles de colores en sus manos, una cantidad de nueve entre todos.
–Hola.– Saludó Red levantando una mano para acompañar su palabra.
–Hola~.– Saludaron los pequeños repitiendo la acción del azabache mayor.
–¿Por qué llegan tan tarde?– Preguntó Green revisando de paso el reloj en su muñeca.
–Estuvimos haciendo origami.– Crystal elevó sus brazos para mostrar las figuritas de papel que tenía.– Bueno, Red es muy malo con las manualidades, pero hizo su mayor esfuerzo.
–Miren mi Bulbasaur.– Red estaba orgulloso de un papel doblado de color verde. Solo el color hacía referencia al Pokémon.
–Está muy lindo Red, muy lindo.– Blue lo felicitó cuál chico de cinco años. ¿No se suponía que un adulto debía cuidar a tres niños? ¿O cuatro niños sobreviven entre sí?
–Gracias.– Agradeció Red orgulloso.– ¿Y sus chicos?
Green levantó un dedo y cerró los ojos. Contó hasta tres lentamente, realizando una pausa dramática entre el dos y el tres. Las paredes empezaron a retumbar al igual que el suelo. Un ruido venía cada vez más cerca.
–¡LLEGARON INTRUSOS! ¡AL ATAQUE!– Como Green había señalado, los chicos llegaron a gran velocidad.
–¿Eh?– Ignorando toda acto revoltoso sucediendo a su alrededor, Diamond se fijó en una solitaria chica que miraba la decoración del gimnasio.
Sin duda alguna, se dirigió hacia ella, torpemente y con sus figuritas de origami en sus manos como su mayor tesoro. A una distancia considerada, decidió hablarle.
–Hola.– Saludó Diamond tranquilamente.
–¿No te vas a poner a correr como salvaje?– Preguntó Platinum un tanto intimidada.
–No me gusta correr.– Con una risita nerviosa, Diamond se rascó la nuca.– ¿Quieres uno?
Platinum observó los Pokémon representados por el arte de doblar papel. Con sumo cuidado, cogió uno de color azul, con harto parecido a un Piplup.
–Vamos con los demás.– Diamond extendió su mano para guiarla al grupo de Mankeys.
–Si.
Para su sorpresa, todos estaban sentados en el suelo, jugando con sus figuritas de origami que se habían dedicado a repartir. Al ver que Pearl no tenía, Diamond le entregó la que le sobraba, con forma de Chimchar.
–¡Mi Torchic le ganará a tu Treecko!– Sapphire presumía ante Emerald.
–No te preocupes Rald, mi Mudkip le ganará a Torchic.– Ruby adoptó la figura de héroe frente a su nuevo amigo.
–¿Entonces Turtwig, Chimchar y Piplup son mejores amigos?– Preguntó Pearl viendo las tres figuras juntas.
–Si, por siempre.– Asintió Platinum, provocando que Diamond esbozara una gran sonrisa. Pearl por su parte se rascó la nuca.
–Mi Cyndaquil es el mejor de los tres.– Gold presumía su Pokémon frente a Silver y Crystal.
–Con una pistola de agua de mi Totodile pierdes.– Silver contradijo de forma amenazante.
–¡Green!– Gold llamó a su máxima autoridad con un fuerte grito.– ¿Por qué el fuego es débil contra el agua?
–¿Blue, por qué el agua es débil contra la planta?– Ruby se sumó a la interrogación.
–¿Y la planta débil ante el fuego?– Preguntó Diamond mirando con sus grandes ojos a Red.
–Porque todos tienen una ventaja y una debilidad.– Respondió Green al ver que sus amigos no aportaban.
–Eso no es justo.– Sapphire se cruzó de brazos resignada.
Luego de un gran silencio, en el que todos reflexionaban, o al menos eso pretendían, el escándalo volvió. Todos se miraron entre todos con malicia, algunos conteniendo más que otros, pero todos estaban de acuerdo en algo.
Los tres adultos eran débiles frente a los nueve niños.
–¡Blue-san! ¡Vi la nota que dejast...!– Yellow, entró al gimnasio y simplemente se desplomó al ver a sus tres mejores amigos siendo dominados por nueve pequeñas criaturas.
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