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I

Según Blue, la vida era muy corta para dejar el tiempo pasar y no desarrollar las ideas que surgían en su mente. Es por eso, que en una cálida tarde de primavera, decidió llevar a cabo un proyecto que su cerebro había formado.

Rápidamente se dirigió al hogar del chico que más cerca se encontraba de ella, Green. Como era de esperarse, el líder de gimnasio estaba teniendo una batalla contra un retador, y asegurando su título, le estaba dando una buena paliza.

–Entrena más y vuelve a retarme.– Fue lo único que Green le dijo al retador, quién se marchó.

–Pero que líder más fuerte y guapo tenemos aquí.– Blue se acercó de forma acosadora. Tomándolo del brazo, sin ningún respeto con lo denominado 'espacio personal'.

–Chica ruidosa.– Murmuró Green caminando hacia la parte trasera del gimnasio, ignorando el agarre de la chica de ojos azules.

–¿Hace cuanto que no hablas con alguno de los chicos de Hoenn o Sinnoh?

–Mm, no lo sé.– Green no se tomó mucho tiempo para pensar la respuesta, solo dijo.

–He notado que somos muy malos senpais.– Blue dio a conocer su tesis.– A excepción de Red que siempre está con Gold, pero por lo demás, tenemos abandonados a nuestros pequeños.

–¿Qué insinúas?– Green se detuvo y la miró arqueando una ceja.

–Todos somos Pokédex Holders, deberíamos tener una mejor relación.

–¿Vas a invitarlos a Kanto?

–Exacto, y haré que seamos más unidos.– La sonrisa en el rostro de la chica era bastante amplia. Cuanta maldad llevaba por detrás.

–Haz lo que quieras.

Dando pequeños saltitos y canturreando una canción, Blue se retiró del lugar para ir a visitar a su otro mejor amigo y su primer rival.

Tocando cortésmente la puerta de la casa de Red, Blue esperó un par de segundo la respuesta. Cómo no hubo al cabo de siete segundos, entró por la ventana abierta.

–Red~.

–¡Sh!– De la nada el recién nombrado apareció en ropa interior y con una camiseta vieja. Sus ojos demostraban sueño, y sus bostezos lo confirmaban.

–Es casi hora de almorzar.– Blue miraba extrañada, buscando alguna señal que justificara al chico.

–Lo siento.– El chico cerró una puerta cercana con una mano mientras que con la otra se refregaba un ojo.– Gold sigue durmiendo así que hablemos por allá.

–¿Qué estuvieron haciendo anoche?– Blue miró divertida al chico de ojos rojos sirviéndose un vaso con agua.

–¿A qué se debe tu visita?– Red pareció no escuchar la pregunta de Blue.

–Quería saber tu opinión acerca de invitar a los chicos de Hoenn y Sinnoh a pasar un buen rato con nosotros.– Blue fue directo al grano.

–Me parece genial, invita a los de Johto también.– Red asintió con una sonrisa.

–Cuenta con eso.– Blue le dedicó un pulgar arriba y un guiño modo de afirmación.

Ya de camino hacia su hogar, Blue había reflexionado sobre la acción paternal que Red había adoptado en su casa. Cerrar la puerta de dónde estaba Gold para que pudiera seguir durmiendo, era un gesto muy extraño proveniente del despistado Pokédex Holder.

Aún así, fue fuente de inspiración para la loca idea que Blue realizaría.

Decidió llamar uno por uno a sus kōhais para invitarlos cordialmente a participar de una reunión que ella organizaba. Obtuvo un rotundo 'Sí' por parte de Silver, Ruby, Sapphire y Emerald. Sin embargo, los 'Pero' hicieron su aparición con Crystal y los tres de Sinnoh.

–¿Pero y el trabajo?– Crystal señalaba torres de hojas puestas en su escritorio.

–¿Por qué tienes hojas si lo que tu haces es capturar?– Preguntó Blue sin encontrar la lógica.– ¡Ni siquiera usas las manos!

–Son informes a cerca de la variedad de especies que hay del mismo tipo de Pokémon.– Explicó la chica de cabello azul.– Por ejemplo, los diferentes patrones de manchas en los Spinda.

–Suena interesante, pero de seguro no lo es tanto comparado con el Sandshrew de hielo que encontraron por aquí hace poco.– Blue usó su habilidad para mentir para atraer a su amiga.

–¿Un Sandshrew de hielo?– Crystal no creía lo que escuchaba.– ¡Esos son únicos de Alola! ¡Blue senpai! ¡Voy para allá!

Blue utilizó una táctica parecida para atraer a Diamond, Pearl y Platinum.

–Diamond, le he pedido a los demás que trajeran Caramelos Furia y Galletas Lava originales de Johto y Hoenn para tu visita.– Blue conocía el punto débil del jovencito de bufanda roja.

–¡Vamos!– Diamond ya estaba decidido.

Usando una que otra técnica para terminar de convencer al grupo, Blue ya había logrado su misión.

Preparó su casa para recibirlos a todos y llevar a cabo su plan. A tempranas horas de la noche, los invitados comenzaron a llegar. Poco a poco iban tomando asiento y entablando conversación en pequeños grupos.

–¿Dónde está Yellow?– Red preguntó una vez que 'todos' habían llegado.

–Estaba pasando el día con su tío.– Explicó Blue llegando con una bandeja de vasos con refresco.– Mañana vuelve a Kanto.

–¿Hacemos un brindis?– Sapphire alzó su vaso que recientemente Blue le había entregado.

Todos chocaron sus vasos y procedieron a beber el líquido en su interior. En cosa de segundos, las cosas se habían vuelto extrañas, muy extrañas.

Los chicos de Johto, Hoenn y Sinnoh seguían en sus lugares, pero dormidos y en dimensiones diferentes. Eran nada más y nada menos que niños pequeños, que no sobrepasaban los cinco años de edad.

–¿A esto te referías con hacernos más unidos?– Green movía ligeramente el cuerpo de Pearl que estaba más cerca de él.

–Red me dio la idea.– Blue sonriente señaló al azabache que aún no salía de su sorpresa.

–¿Qué?– Tanto Red como Green preguntaron mirándose entre sí.

–Como sea, el efecto durará solo unos días.– Blue acomodó su cabello que empezaba a molestarle.

–¿Qué haremos con ellos?– Preguntó Red mirando a cada uno de los pequeños durmientes.

–Cuidarlos.– Blue realmente se divertía con la situación.– Red, tu te harás cargo de Crystal, Emerald y Diamond.

–¡No!– Green se adelantó a lo que le llegaría.

–Si~.– Blue movió la cabeza de arriba hacia abajo.– Green, los tuyos son los de fuego.

–¿Entonces tu cuidas a Silver, Ruby y Platinum?– Red se acercaba a Emerald para cargarlo.

–Así es.– La chica le dio unas palmaditas a Green.– Veremos quién es el mejor senpai.

–¿Alguna otra sorpresa antes qué nos marchemos?– Green ya tenía a sus tres kōhai en brazos.

–La idea es que mañana pasen todo el día solos con ellos, y ya pasado mañana, nos reunimos.– A Blue le encantaba manipular a sus amigos de forma tan natural.

–¡Nos vemos!

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