¿Qué debo hacer?
Yoon Gi se lo preguntó a sí mismo unas cuantas veces.
¿Qué hacer?
Era la primera vez que cuidaba a un niño. Bueno, en realidad había cuidado de uno hacía dos años. Una mala experiencia con el hijo pequeño de una amiga de su madre. Un crío llamado Tae Hyung. Revoltoso y ruidoso a no poder más.
Recordó cómo le hizo el día imposible, agotando por completo la poca paciencia que tenía...
Tras salir de sus pensamientos, se agachó para estar a la altura del pequeño pelinegro. Éste sostenía con fuerza las tiritas de su mochila, como si Yoon Gi se la fuera a robar.
—Escucha, Jung Kook. Tu hermano te dejó con un desconocido, entiendo que me tengas miedo. Pero oye... No soy el coco para que me mires así.
El menor no le dijo nada y frunció sus labios como si fuese a llorar, pero en realidad sólo estaba algo nervioso. Veía a Yoon Gi como un señor serio a quien no le gustaban los juegos. Por lo tanto no sabia qué hacer.
Se quedó de pie en medio del living, observando cómo el mayor se retiraba hasta la cocina para buscar algo de comer.
—Ah, carajo—se quejó al abrir un paquete de galletas, esparciendo unas cuantas sobre la mesa.
Las juntó y volvió a meter en el paquete. Se volteó para ir hasta el living y vio cómo el pequeño lo miraba tapando su boca. Seguramente lo había oído decir una mala palabra.
—Oh, ¿me oíste?—se acercó hasta él con una sonrisa nerviosa —Tú no repitas esas cosas o tu hermano me va a castrar.
Jung Kook no entendía lo que significaba aquella palabra por lo que sólo lo miró confundido.
Yoon Gi para reparar su metedura de pata le ofreció una galletita al niño, pero éste negó rápidamente con su cabezota, mirando avergonzado hacia otro lado.
—¿No te gustan las galletas?—le preguntó curioso.
¿A qué niño no le gustaban? Era eso o tenía tantas ganas de irse de allí que no comería nada de lo que ese extraño le ofreciera.
El peli menta se encogió de hombros y se largó a sentarse en el sillón a ver la tele. Entre tanto, Kook se sentó sobre la alfombra y sacó sus juguetes de la mochila.
Tenía varias figuras de acción y Yoon Gi lo notó enseguida. Ese niño era un friki a tan corta edad.
Suspiró y lo observó jugar en silencio. Le parecía extraño que no hiciera ni un sonido. Se suponía que los niños al jugar gritaban, chocaban sus muñecos, los tiraban por los aires haciendo escándalo. Pero Kook no.
—Te gustan mucho los super héroes, ¿verdad?—le preguntó.
Pero otra vez, perduró el silencio.
Yoon Gi no le dijo nada y sacó su teléfono para mensajear a Jin.
Yo: ¿Qué le pasa a tu hermano? ¿Es mudito? No me responde a nada de lo que le pregunto.
Jin:¿Cómo que "mudito"? Ten cuidadito con lo que dices Min "('(エ)')ノ
Yo: Bueno, pero es que no habla. ¿Qué quieres que piense? \(〇_o)/
Jin: Estúpido. Sólo es muy tímido, le cuesta hablar con personas como tú. Con cara de estreñido
( ̄^ ̄)
Yo: Ja-ja. Muy gracioso... A saber qué le habrás contado de mí. Porque según tú soy "Tío gruñón"
⊂( ̄(エ) ̄)⊃
Jin: Escucha,si eres amable con él te hablará. Pero si lo presionas preguntándole a cada rato, olvídate. Por cierto, le gusta la leche con chocolate y las galletas. Debo irme, estoy a punto de entrar al consultorio. └(^o^)┐ nos vemos!
Yoon Gi bufó y soltó una palabrota por lo bajo, para no ser oído. Él había sido amable, pero ese niño no le hablaba. ¿Cómo se suponía que iba a comuncarse con él si no decía ni mu?
Siguió observándolo jugar de reojo y de tanto en tanto miraba la tele.
Si quería que su día no pasara totalmente aburrido y agobiante debía tratar de jugar o hablar con él. Costase lo que costase.
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