Final
Estaban en el frente de la casa de JiMin. El omega iba a dando saltitos mientras se dirigía a la entrada. JungKook intentaba animar a JeonGguk que no desea ir. Se llevaba especialmente mal con la mamá omega de su pareja y no tenía ganas de verla.
-Vamos, debemos llevar las cosas de JiMin -JungKook sostenía su mano- serán un par de viajes y si me ayudas podemos hacerlo más rápido.
-Llega a decir algo y me voy -caminaron a la puerta abierta y ojearon adentro. Había mucho ruido en el interior.
Su lazó sufrió una sacudida y ambo corrieron a ver qué pasaba. Su JiMin abrazaba a una mujer de cabellos oscuros. Miraron confundidos la escena, no sabían quién era.
-Madre, no sabía que vendrías -los mellizos miraron estupefactos a la mujer que era su otra suegra.
No habían llegado a conocerla, las veces que habían escuchado de ella eran pocas. Parecía tener la costumbre de estar en cualquier lugar que no fuera su casa. Dejando siempre a su omega y su hijo, solos.
-Minnie, tienes algo raro... -ella se acercó a JiMin y trató de olfatearlo. Siendo que él ya no la sentía como su alfa, retrocedió din permitirle cumplir su cometido.
-Hueles a mis compañeros -su rubio volteó y les pidió que se acercaran- ellos son mis alfas, Jeon JungKook y Jeon JeonGguk.
-Estas e-emparejado -ellos recibieron una mala mirada de la alfa, que se movió sin pensarlo. Agarró a JiMin para revisarlo.
Por poco raja la ropa del omega buscando. Por suerte encontró las marcas antes de hacerlo. Una de cada lado. La carne seguía tierna alrededor de ellas y su piel estaba enrojecida. JungKook se acercó viendo como su pareja era tratada. JeonGguk llegó detrás de él. Mientras que el alfa mayor encaraba a la mujer, Gguk tomó a JiMin para revisar que no le hubiera pasado nada. Las marcas necesitaban un tiempo para curarse y no debían ser tocadas de forma brusca.
-Es un gusto conocerla, no nos han presentado -JungKook mantuvo la calma y trató de eliminar la tensión de la sala.
-Si, yo no le he dado a nadie el permiso de marcar a mí hijo -ella era casi tan alta como él y lo enfrentó sin miedo.
-Ellos ya se han presentado a mí -la omega, madre de JiMin, avanzó y le dio un golpe a la alfa- no tienes ningún derecho sobre JiMin, ahora tiene a sus alfas para él.
-¡Jamás me contaste de eso! -ella se volteó a su esposa- podías decirme que mí hijo estaba siendo cortejado.
-Lo sabrías si no te fueras siempre -la señora Park no parecía la de siempre. No podían ver donde había quedado la mujer malhumorada, ahora se veía enojada y apenada- y no contestas mis llamadas.
-Trabajo mucho y no puedo atenderte siempre -la alfa los dejó de lado, JungKook utilizó la distracción para ver a JiMin.
-Creo que ellas deben hablar en privado -esa fue la observación de JeonGguk- no creo que deberíamos estar viendo.
-Si -JiMin apretó el brazo de JungKook- vayámonos.
Salieron deprisa. No había peligro con dejarlas solas a pesar del humor que tenían. Eran pareja y no podían dañarse. JiMin no se veía feliz, no era una buena vista la de sus madres peleando.
-Tranquilo Chim -JeonGguk lo abrazó.
-Vamos a casa -JungKook sacó el seguro del auto y los alentó a entrar.
Fue un camino silencioso, JiMin debía admitir que no veía futuro en la relación de sus madres, No le gustaba pensar de esa manera, pero eran los hechos.
Y así fue. El rubio recibió una llamada de su madre omega, ella le pedía que fuera a hablar con ella. Resultó que ellas discutieron duramente qué hacer y decidieron que no iba a funcionar. La alfa le había dicho que anularía su marca. Si ambas la rechazaban, después de un tiempo, desaparecería.
Teniendo el lazo con sus parejas, ya no estaba tan conectado con sus madres. Aun así la noticia no le cayó bien.
Ellas habían sido felices juntas, parecían la una para la otra. Luego los problemas comenzaron y quedaron lastimadas. No podía tener el mal pensamiento de que eso podría pasar con sus alfas. Un día perdidamente enamorados y al otro separados. ¿Ese había sido el miedo de su madre?
Cuando llegó a casa estaba oscureciendo. Prefirió caminar antes de pedir que fueran por él, necesitaba un tiempo a solas para poder asimilar todo.
Cuando llegó, lo único que quería era estar con sus alfas. Caminó por la casa con pasos lentos, pensando mientras los buscaba.
Los encontró acostados en el sillón mirando una película. JeonGguk estaba acostado sobre JungKook, ambos adormilados y risueños. Permaneció quieto observando la escena, sus miedos se evaporaron como por arte de magia. Respiró hondo y fue a buscar una manta, los bobos iban a enfermarse así.
Después de taparlos salió al patio a relajarse. Tocó su estomago y pensó. JungKook había dicho que si no quería, aún, no quedaría embarazado. Excepto que ni estaba seguro de lo que quería. Siempre había deseado niños. Por eso tenía la duda de si estaría embarazado. Sus alfas se volverían locos si fuera de esa manera. Por eso mismo sonrió cuando al cerrar los ojos vislumbró un lazo nuevo formadose.
Si pasaba, era por algo.
-¡JiMin! vas a ensuciarte, no comas eso -el omega tenía las mejillas llenas de relleno de chocolate- tu traje es blanco, por todos los cielos.
-G-Granh...hmn... -JiMin tragó para poder hablar- tranquila, ma, será solo un poco.
-JeonGguk y JungKook van a estar espantados si te manchas el traje -ella le quitó el pastelito y le limpió la boca- llevan mucho planeando esto.
-Ya sé, pero estoy nervioso -miró anhelante la comida- habrá mucha gente y puede pasar de todo.
-Tú solo disfruta de la fiesta, esto no es realmente necesario -ella apoyó su mano en el hombro de su hijo- ya tienes su marca y no hay unión más fuerte que esa.
-Quién diría que eres la misma que repudia a mis alfas .-JiMin sonrió al ver a la omega sonrojada.
-Ya me disculpé por eso, fue culpa de mi lazo, ardía tanto y la mayoría del tiempo no era consciente de lo que hacía -su madre era casi tan cariñosa y afable como él.
Ella se había disculpado con los tres. Después de que su lazo se terminara de desaparecer, parecía haber vuelto a su actitud normal. Según dijo un médico; al tener la mordida pero no a su pareja, ésta tendía a actuar de forma negativa en el omega. Sintiéndose vulnerable y sola, su madre había desarrollado una actitud agresiva. Pero ahora estaba bien.
-Ya es hora -la señora Jeon entró, estaba usando un lindo vestido celeste a juego con el traje de su marido- mis hijos esperan por ti.
JiMin jadeó y comenzó a temblar de los nervios. Pero al levantar la mirada tenía a su suegra frente a él.
Ella tomó las mano de JiMin y besó sus frente- Jeon JiMin, no tienes nada que temer, saldrá excelente y después puedes darles la sorpresa.
Oh, la sorpresa...
Esperaba niños, no había sido algo revelador para él. Lo presentía. Lo que le daba miedo es que la abuela Jeon había sido la primera en darse cuenta. Aparte, había sido un embarazo fuera de su celo. Y lo peor fue cuando le dijo que estaba esperando, no un hijo, tampoco dos, y no tres, sino cuat...
-¡JiMin, la música ya empezó! -su madre lo empujó por la puerta- tus amados te están esperando, vamos.
Observó a sus alfas en el camino al altar, los dos lo observaban con cariño . Pensó en sus futuros hijos, en como iban a tener que agrandar la casa. En las marcas de amor en su cuello. Y en todo lo que quedaba por delante.
Todo estaba bien. Sonrió y enrosco sus brazos con los de su alfas. Y sonrió aún más grande cuando ellos disimuladamente olfatearon. Evitó ponerse perfume para cubrir su olor. Su aroma estaba más suave y dulce, ellos sabrían lo que era. Aunque... bueno,... no era su plan desmayar a JeonGguk. Solo pasó.
Pero después de eso la ceremonia siguió bien. Ellos brillaban más después del descubrimiento y él estaba feliz de ello.
Espera que siguieran igual cuando les contara que eran cuatrillizos...
Fin.
Este es el final.
Siento que quedó bastante malo. Tal vez haga un extra con sus hijos para compensarlo 😘... pero pienso que es más una excusa porque no quiero dejar la historia. 😅
Bueno, gracias por leer si alguien llegó hasta aquí . Ésta es una de las tantas historias con poliamor que tengo y estoy contenta con como lo desarrollé y logré finalizar.
Nos vemos [❤️].
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