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1. ¿Mikey tuvo un hijo y no supimos?

Si bien Mikey era caracterizado por llegar tarde a cualquier evento, las reuniones de la ToMan siempre eran la excepción, principalmente cuando se trataba de una con solo sus miembros fundadores.

Ahora, que se retrase durante algunas horas y que Draken estuviera refunfuñando en voz baja junto a ellos y no junto a Mikey, ya era ligeramente preocupante.

—¿Para que carajos nos citó si al final ni se iba a dignar en aparecer? —Baji reclamó pateando una de las latas de soda que había sido su principal entretenimiento durante la última media hora.

—Talvez se distrajo con algo de camino —habló Mitsuya con dejes perezosos.

—Conociéndolo debe haberse atascado en alguna dulcería ese enano. —Kazutora soltó un somnoliento bostezo mientras estiraba sus extremidades.

Reverenda suerte que tuvo Pah al haber elegido irse a la cita con esa chica en lugar de a la dichosa reunión.

Draken había mantenido su vista expectante en las escaleras del santuario, esperando ver pronto a Mikey subiéndolas saltando y con esa boba sonrisa infantil en su rostro. Si bien le había extrañado que en lugar de pedirle que lo acompañara al lugar, únicamente le había dicho que vayan a reencontrarse allá; no vio la necesidad de preocuparse, después de todo Mikey ya no era un niño y era capaz de atestarle una patada mortal a todo aquel que intentara propasarse.

Pero, había algo que lo estaba inquietando.

—Vayan a sus casas si quieren. Iré a la casa de Mikey a ver que pasó. —Se levantó y sin esperar respuesta empezó a caminar hacia las escaleras.

Aunque al final los demás decidieron acompañarlo.

Draken, al ser el más familiarizado con el hogar Sano era el que estaba al frente y tocando el timbre mientras los demás estaban expectantes detrás de él.

Un timbrazo, dos timbrazos, y el tercero ya fue motivo de irritación.

—¿Será que acaba de salir hacia el santuario? —Kazutora suspiró.

—No. Su moto sigue allá. —Draken señaló la esquina donde apenas se asomaba una parte de la preciada moto de Mikey—. La puerta está abierta, debe seguir adentro holgazaneando.

Sin pena, abrió la puerta para empezar a entrar. A primera vista parecía no haber nadie en la casa, siendo que había un denso silencio que fue interrumpido por Baji:

—¡OYE MIKEY, YA NOS CANSAMOS DE ESPERARTE!

—Baji, cállate. Esta no es tu casa —reprendió Mitsuya.

—Perece que no está —canturreó Kazutora observando su entorno y toqueteando unos cuantos adornos.

Draken suspiró irritado.

—Vámonos. Ya apare...

Fue interrumpido por un sonido parecido al de un cristal rompiéndose. Los presentes se miraron entre sí, previendo que algo no estaba bien en el ambiente. Con un acuerdo tácito de respaldo, empezaron a caminar sigilosamente hacia el lugar de donde había provenido el ruido: la cocina.

Se apiñaron junto al umbral, esperando el momento para entrar y encarar a cualquier intruso. Asintieron entre ellos y Draken inauguró la cuenta regresiva ilustrándola con sus dedos. Cuando llegaron al uno todos saltaron hacia dentro soltando un escandaloso grito que podría parecer la iniciación de una pelea.

El niño pequeño frente a ellos dio un respingo al escuchar los gritos sincronizados.

Los chicos se detuvieron abruptamente y volvieron a fundirse en un incomodo silencio.

El pequeño, que los miraba con sus curiosos ojos negros, retrocedió un par de pasitos cuando el grupo se detuvo frente a la entrada, sin quitarle la vista de encima. A sus pies yacían pequeñas esquirlas de cristal, presumiblemente de lo que antes era un vaso.

—¿Mikey tuvo un hijo y no supimos? —Kazutora cuestionó consternado, reconociendo en el niño el mismo tono rubio del cabello de su líder—. ¿O será de Emma? Ya decía yo que lo de ese campamento era puro cuento...

—¡Cállate, Kazutora! --Draken espetó.

—Estúpidos, asustan al mocoso —Baji señaló al niño que había empezado a jugar nervioso con el borde de su suéter azul.

—¡Cuidado, te puedes cortar! —Mitsuya reaccionó al instante cuando notó los cristales en el suelo. Se apresuró hacia el niño y tomándolo de las axilas lo alejó varios metros del desastre—. Ahora, una escoba...

El pequeño dócilmente se quedó parado donde lo habían dejado.

—Oye, ¿tu mami Emma te dejó aquí? ¿Papi Draken no pagó la pensión alimenticia? —Kazutora se acercó al niño y endulzó exageradamente su voz.

—Por Dios, Kazutora cállate —masculló Draken con deje colérico, claramente reprimiendo sus ganas de insultarlo a gritos.

—¿O papi Mikey fue demandado por falta de responsabilidad? —Baji se unió a la burla, haciendo que Draken decidiera ir a ayudar a Mitsuya o terminaría con su paciencia fuera de sus limites.

—Oigan, déjenlo o lo harán llorar —advirtió Takashi absortó en su tarea de despejar el área de cualquier residuo peligroso para el pequeño—. Mejor pregúntenle su nombre, su edad y dónde están sus padres.

—A ver bebé, ¿dónde están mamá y papá? —Kazutora infantilizó su voz a un nivel que le fue imposible a Baji no soltar una estruendosa carcajada.

El niño guardó silencio sin dejar de mirarlos.

—Mitsuya, no responde, ¿ya lo rompimos?

El aludido soltó un suspiro, dejándole la tarea de la limpieza a Draken se acercó al pequeño niño. Apartó a Baji y Kazutora a empujones y se arrodilló.

—Hola, pequeño. Lamento que hayamos gritado así antes --habló con calma y sin dejar de sonreírle dulcemente—. Dime, ¿cuántos años tienes?

Después de unos segundos de silencio, el niño extendió dos dedos frente a Mitsuya, murmurando un bajito "dos" con un ceceo aun pronunciado.

—Dos años, que grande —respondió fingiendo sorpresa—. Ahora, ¿cómo te llamas?

—Manjiro Sano.

Les tomó varios segundos procesar esa información. Sus respiraciones se paralizaron temporalmente e incluso un leve temor emergía al querer mirar al niño.

¿De verdad habían escuchado bien?

—Oigan, oigan, no pongan esas caras. ¿No han pensado que puede solo ser un familiar con su mismo nombre? —Draken se pronunció con su voz ligeramente tensa; en él residía el pensamiento de que, después de saber la verdad sobre Takemichi ya nada parecía ser imposible. 

Baji se agachó frente al niño, prácticamente empujando a Mitsuya.

—Mocoso, ¿tienes hermanos? ¿cómo se llaman?

A Manjiro le brillaron lo ojos instantáneamente y una sonrisa emocionada apareció, haciendo visible sus adorables dientes de leche.

—¡Shin, Shin, Shin! —exclamó vigorosamente casi dando saltitos y aplaudiendo.

Esperaron unos segundos, quizá a que pronunciara el nombre de Emma, pero lo único que lo secundó fue su mirada expectante; rezaron internamente para que realmente no esperara que lo llevaran con su hermano. Para ellos, que conocían la historia familiar de Mikey, unir los puntos fue fácil y a la vez una total perdición.

—Llamen a Takemicchi —Draken ordenó. 

He visto varios fanfics de esta temática, principalmente de Takemichi y algunos de Chifuyu, Angry o Hakkai; así que pensé "¿Y para cuando el de Mikey? Él también es un wawa" 

En resumen, me cansé de buscar y lo hice yo.

No piensen mucho en el porqué de esta "transformación" porque tampoco inferiré mucho en eso. Es solo un fanfic autoindulgente que escribiré cuando me sienta deprimida por el manga, idk.

Si quieres ver algo exactamente aquí, no dudes en pedirlo. Aceptaré solicitudes :3 no aseguro que haré todas, pero trataré de cumplir y te avisaré en caso de que lo haya hecho ;D

P.D: una de mis inspiraciones fue este tiktok: https://www.tiktok.com/@suncelia_art/video/7034197447119277314?sender_device=pc&sender_web_id=6915575535121974789&is_from_webapp=v1&is_copy_url=0

Su instagram arriba <3

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