Ser padre primerizo no era nada fácil, nadie te dice cómo cuidar de un bebé, no existe un manual. Todo es prueba y error. 

Jimin aprendió a cambiar un pañal, aunque los primeros días tocaba el lado equivocado. 

Aprendió a preparar los biberones, en más  de una ocasión se quemó con la leche caliente. 

Tratar de cambiarlos no era tarea fácil, el bebé le gustaba gatear en todas partes, y lloraba cuando quería cambiarlo. El pequeño travieso se sentía cómodo desnudo. 

Trabajar, estudiar y cuidar de un bebé era estar días sin comer bien, sin dormir y sin tener tiempo para el aseo personal. Agradece a las personas que le permitían llevar a su hijo al trabajo, desde estar en la cafetería sirviendo café, en la Universidad nocturna. 

Todo valía la pena por el lindo bebé en sus brazos

No recordaba que tenía capítulos tan cortos jaja

Bueno gracias por leer.
Melichi✨