1. Suerte de conejo.
Disclaimer: Amolad pertenece a TheSnipster.
Erase una vez en una tierra lejana en un bosque olvidado, en el cual los arboles se bañaban de la luz del sol; y el riachuelo con su cauce acompasaba a los sonidos del paraje, brindando una vasta calma a sus habitantes. Era en este tranquilo lugar lleno de paz, en el cual una liebre y un conejo charlaban.
—Deberías casarte de una vez con él, Leo—Murmuro la liebre mientras acomodaba sus lentes por encima de su puntiaguda nariz—He escuchado que varios se lo han propuesto, sin importar que tu y él estén saliendo, ¡Hombre! ¡Es primavera! Si sigues jugando a dar brincos, te dejará por alguno de aquellos que ofrece una madriguera y sustento en la mesa—Dijo de manera dramática dando un salto.
El conejo de oscuro pelaje miro a su interlocutor, con las mejillas rojas del coraje,—Des, y yo Tenemos planes para el futuro ¡Esos "pretendientes" pueden meterse las zanahorias por el...
No logro terminar de formular la irreverencia que estaba por decir; Cuando el conejo blanco de ojos ámbar apareció. Dando pequeños saltos llego hasta sus amigos, con un cara que al ser juzgada por su pareja caía entre la incomodidad y la tristeza.
—Des—Murmuro el conejo de ojos verdes y pelaje oscuro; Dando un salto que incluso, William, la liebre envidio, llego hasta él. —¿Qué pasa, amor?—Pregunto, mientras atrapaba entre sus mullidas manos su rostro.
El alto se sonrojo y desvió la mirada, mientras murmuraba—Podemos hablar. —sugirió mientras se acomodaba las manos sobre el pelaje blanco y suave.
—¿No lo estamos haciendo ya? — Preguntó con diversión el conejo negro.
El alto le brindo una mirada brillosa, y el otro entendió, habló con su amigo la liebre quien se despidió cordial, dejando a la pareja sola.
—El café se quemó—Soltó abatido, intentando contener el llanto.
Leo abrió los ojos desmesuradamente, mientras abrazaba a su compañero, y murmuraba palabras de consuelo. Sabía lo mucho que se había esforzado Des para conseguirlo, incluso lo que habían pospuesto para expandirlo. Reunir todo para el café y madriguera de Des, había costado años de trabajo.
El alto conejo blanco hipaba, en los fuertes brazos de su novio, había perdido mucho, ahora los planes de boda que había hecho no se podrían cumplir. Era el lugar al que llamaban hogar, habían incluso expandido los túneles y hecho cuartos nuevos, para... bueno, ahora no importaba.
—¿Y no te paso nada a ti en el incendio?—Murmuro Leo, mientras su amado negaba con la cabeza y sus largas orejas agachadas.
—Estaba afuera recolectando fresas, para mis pasteles—Contestó— Te quería decir que... Lorraine, me ofreció su cueva...—Soltó un poco cansado. —Iré con ella unos... días... hasta poder, ya sabes poner todo en orden, otra vez.
Leo le brindo una mirada extraña, Des era su pareja, futuro esposo, y probablemente padre de sus hijos, porque iría a pasar "unos días" con la osa malhumorada de Lorraine. —Está bien, aunque siempre puedes venir a mi lugar—Contesto sin tener intención de reprocharle, ya era demasiado lo que había vivido el conejo blanco.
—Gracias—Des sonrió, y todas las cosas que había ataviado la mente de Leo, se esfumaron.
Su pareja, y el podrían esperar otro año más, para esa boda. —Cancelare los preparativos de la boda, y tomaremos lo que tenemos para restaurar el café—Contesto con una sonrisa Leo.
—Si...—Des titubeo un momento, mientras pensaba en cómo podía hacerle eso a Leo, ciertamente pensó en esa posibilidad, usar los ahorros de la boda para restaurar su hogar, pero realmente quería casarse, las promesas no tienen sentido si no se cumplen en el plazo que se prometieron... así que, por mucho que le desagradara la opción que propuso Lorraine, lo haría.
Después de dejar a su blanco caballero en la oscura cueva de Lorraine, el conejo negro se alejo dando saltos por el bosque, Des no podía seguir acompañando a la osa en la cueva, no era un lugar para un conejo, su mullido pelaje se congelaría, de sólo pensar en ello, Leo se sentía abatido .Qué podría hacer, para conseguir lo necesario para restablecer el lugar de su amado. No era suficiente llevar las mejores pajitas que encontrara, debía hacer algo más... sin embargo su empleo no daba para demasiado.
Saltó tristemente por el bosque sin saber qué hacer, como podría ayudar a Des, en eso meditaba cuando se topo con William nuevamente.
—Lamento mucho lo del café —Habló la liebre de pelaje paja, —No luzcas tan sorprendido, Marck me conto todo, al parecer estaban buscando las madrigueras de los zorros y los muy tontos dieron con la de Des.
—Sólo un idiota confunde la madriguera de un zorro con la de un conejo. —Masculló el conejo oscuro.
La liebre negó con la cabeza, mientras aparecía a su espalda el zorro Marck — Muchos entraban al Café de Des, es bastante cálido y acogedor, sobretodo porque se encarga de tener bastante variedad en lo que cocina; Aparte ¿Quien mezcla el negocio con el hogar?—Dijo aquél extraño zorro de pelaje gris. —Cosechas lo que siembras.
El conejo lo miró con enojo, mientras movía su nariz nerviosamente, no le gustaban los depredadores y menos los que se acercaban a sus amigos, aun no sabía porque William mantenía una relación tan cercana con aquél.
—Will haz algo, me está echando esa mirada—Comento con fingida aflicción mientras se colgaba a los hombros de la liebre y acomodaba su rostro entre sus orejas.
—Dejen de pelear—Dijo el de lentes— No es momento para esto, Leo necesitas un ingreso más grande o definitivamente tu y Des jamás van a casarse. —Afirmo la liebre con molestia.
—No tienes que decírmelo ¡Lo sé!—Grito el conejo, exasperado.
William le susurro algo a Marck para que se retirara mientras, acomodaba las gafas sobre su nariz—Mira, no soy el adecuado para contártelo y menos tú el adecuado para escucharlo, tú ya sabes que trabajo en la taberna del viejo lobo como Barman y no me va mal....
—Ve al grano Will.—Exclamó el conejo.
—Hay una vacante para los... bueno... ¿Animadores?—Mencionó con dos tonos más en sus pómulos.
—¿Animadores?—Preguntó con extrañeza sin entender lo malo— ¿Les pagan bien?— volvió a preguntar, para saber si valía la pena arriesgarse en el empleo.
—Yo diría que demasiado bien, a casi todos les gustan los conejos que bailan, y ...
—¿Qué bailan?— le interrumpió
—La vacante es para un gogo Dancer.— Soltó al fin la liebre.
—¿¡Qué!?—Exclamó en un grito avergonzado el conejo, mientras las aves de la cercanía salían volando. —¿Quieres que mueva el culo para unos completos extraños? Hombre que estas demente—Hablaba rápidamente, repicando con sus patas cual tambor el suelo —¡Vamos, creo que ni a Des le he bailado!
—Asuntos desesperados, medidas desesperadas— habló la liebre—No es tan malo, y lo necesitan, ¡Tu y Des lo necesitan! ¿Quieres que te recuerde a los que van tras tu novio? Ven conmigo esta noche, nadie los toca, si ellos no lo permiten—Menciono lo ultimo en un susurro—, Es entretenimiento, y los osos son una perfecta seguridad.
Leo lo miro estupefacto, William tenía razón, y bueno sólo era bailar, que había de malo... bailar en paños menores, eso definitivamente no lo podía saber su pareja—Esta bien... sólo, Des no tiene que saber de esto.
En la cueva de Lorraine, la osa se divertía con su amigo el conejo blanco, mientras ponía un sinfín de atuendos sobre la cama, y la mayoría de ellos no dejaban lo suficiente para pensar que había abajo.
—Lorraine... ya no estoy seguro si puedo hacer esto... —Comento Des. —Me veo ridículo en esto. —Dijo, extendiendo un poco los brazos dejando al descubierto el corsé rosa con acabado satín que cubría por completo su abdomen, dejando ver por la tela translucida su piel, por encima múltiples cintas se entrelazaban por su pecho cubriendo sus pezones, terminando en su cuello con un moño, la parte baja tenía una panty de encaje y tirantes que se acompañaba con una medias rosas.
—Sólo estas avergonzado, porque estas como para comerte. —Comentó divertida la osa parda, —Además dijiste que no querías arruinar tu boda con Leo, ganaras lo que necesitas en unas diez noches.
—Pe-pero.. y sí acuden personas del café—Habló completamente sonrojado —S-Se dar-án cuenta... y... Leo se enterara y ...—Empezaba a hipar nervioso, no sabía en qué momento había aceptado aquella locura.
—No lo harán porque tendrás esto—Hablo la mujer decidida, mostrando la peluca rubia que colocarían firmemente en Des — Aparte, te olvidas que te pondré un antifaz, Es imposible que alguien sepa que eres tú, aparte estarás en una caja Des... —"Jaula para ser más precisos" Eso no importaba—Nadie te tocara, es sólo entretenimiento.
Des movía nerviosamente su rosada nariz, con los ojos ámbar brillosos pensando que estaba mal.
La osa vio su incertidumbre —Además te recuerdo que tu boda se ha postergado por 7 años, a este paso hasta Leo el dios de la paciencia se cansara de esperarte—culminó la morena.
Des miró a la morena, tenía razón había faltado tantas veces a su palabra, para usar los ahorros de ambos para algún viaje, una cena, una reparación, y la boda seguía cada vez más lejana... y Leo... bueno, su caballero, había mostrado ser paciente y dulce, aun cuando sus pretendientes no se detenían con sus insinuaciones, a veces no podía ver lo que el moreno veía en él—Lo haré— habló decididamente —Sólo, recuerda que es un secreto, y Leo no puede enterarse por ningún motivo ¡Lorraine!
—Mis labios están sellados —¿Vamos a Ardent? —Comento la mujer con una sonrisa traviesa mientras le lanzaba una mirada sugestiva—Tendrás que cubrir bien eso, no queremos que nada se vea antes de show ¿No?
—Eres imposible—Le sonrió.
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Créditos: Caravan Palace -Lone Digger.
N.A.
Buenas noches a todos, espero hayan tenido un grandioso fin de semana.
Este pequeño fic, fue ideado antes de la actividad pero, me dije: ¿Porqué no?, Sin más por agregar, sólo que esto tendrá lemon a su debido tiempo y algunas escenas subidas de tono, me despido.
Por cierto esto fue ideado a partir de este fanart que hice basado en el modelo Ezra Miller.
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